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Cómo se personaliza un Lamborghini?
from Automovil 1-4-2020
by rikyphoto
Entrevista a / Iván Chávez Dir. De OperaciOnes y Marketing De LaMbOrghini
Dicen que el diablo está en los detalles… y eso lo sabe de sobra el equipo mexicano de la marca italiana de supercars, cuya espectacularidad no está solo en el motor o la impactante arquitectura del auto, sino en todo lo que implica la experiencia de “diseñar” tu propio juguete de pista. Ni más, ni menos. el arte de la personalización
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Personal. No hay aspecto del auto que no se pueda elegir. Desde luego la pintura es el primer tema, pero también están los terminados de la cabina, las pieles de los asientos e incluso los tonos de los cinturones de seguridad y las alfombras.
Que Ferruccio Lamborghini nombrara a los modelos de sus automóviles deportivos con nombres famosos del mundo de la tauromaquia –su signo zodiacal era Tauro y por ello lo hizo– habla mucho del espíritu de la marca italiana: es osada y no le teme a nada. “El cliente Lamborghini es alguien atrevido a quien no verás jugando golf, sino corriendo en la montaña lleno de lodo hasta el cuello y viviendo al límite”. Es la voz de Iván Chávez, Director de Operaciones y Marketing de Lamborghini México, quien atiende personalmente a los clientes Lambo.
El atrevido torero que compra un Lamborghini ya tuvo un BMW o un MercedesBenz, seguramente un Porsche y ahora quiere algo que hable de su personalidad; una cosa son las configuraciones y otra es una compra custom made….
Olé el arte
La experiencia comienza desde la recepción de Jessica Moreno, la gerente de boutique (decir “agencia” es poco lujoso) “A algunos clientes los atendemos en sus oficinas y hay quienes piden las propuestas vía online, aunque nosotros siempre preferiremos el contacto directo y que vean las piezas en vivo”, explica Jessica. Tal como lo hacen Goyard o Hermès con sus exclusivos bolsos: nada sustituye a los sentidos. ¿Un Aventador, un Huracán o la SUV Urus? Cuando el cliente ya sabe el modelo que desea, se le ofrece el portafolio de personalización que supone desde la elección del color de la carrocería y los asientos hasta el estilo de los rines, e incluso los materiales de los acabados interiores y algunos exteriores.
Cada uno de estos autos tiene un precio base con colores establecidos (Aventador y Huracán en blanco y negro, Urus llega con más variedad). Por ejemplo, el Aventador SVJ parte de los 660 mil dólares. A continuación, se abre el frasco de las esencias… Los portafolios son cajas en delicada piel negra con el logo de la marca y, por dentro, el placer de la individualidad.
Rines y cálipers de frenado en miniatura componen la muestra de diversos estilos y colores, lo mismo que tonalidades brillantes para los cinturones de seguridad y, desde luego, los tipos de piel para asientos y consolas, ya sea en cuero bovino o alcantara, misma que se ofrece en variedad de colores y bordados cucitura, esta última siempre en hexágono, una insignia de la marca. El tablero puede lucir piel o bien la refinada madera de poro abierto, “con insertos de aluminio, algo bellísimo, o la típica fibra de carbono”.
Detalles que
cuentan. El portafolio de personalización que el vendedor puede llevar a la casa u oficina del cliente, simula incluso cómo se vería tal modelo de rin con cierto color de cáliper.
Cuando se trata de decidir exterior la marca brinda un sinfín de tonos preestablecidos para la carrocería, pero un gran plus de esta firma es, cabalmente, que se pu eden hacer realidad otras combinaciones: “En nuestra gama está el Viola Ophelia (que es un violeta uva), o el Arancio Leone (un anaranjado como de león), o Borealis (naranja degradado), pero hay clientes que quieren un amarillo fluorescente tipo ochentero o un azul Pitufo, descrito por el usuario con esos términos, y sí, les hemos concedido el capricho porque actuamos como un sastre para ellos”, dice Iván Chávez. El Viola Ophelia del Aventador cuesta alrededor de 17 mil dólares; este costo aumenta hasta por cuatro mil dólares si se solicita un negro o rojo mate –que son más característicos de los coches de carreras– o los perlados traslúcidos “que son aun más caros”, lo mismo que la solicitud para igualar un tono. “Se cotiza el costo dependiendo del color, ya sea que traigan un Pantone o que llegues con tu bolso Hermès y quieras que tu auto sea del mismo color; en ese caso, dejas el bolso y lo enviamos a Italia para igualarlo”.
Este tipo de peticiones muy particulares pasan al departamento Ad Personam, que es la personalización más detallada a la que se puede acceder.
No obstante, en el portafolio hay suficientes y maravillosas opciones que son del gusto de los clientes, como las banderas italianas en el cofre o en los espejos retrovisores y los acabados, “hay algunos exclusivos para Aventador y Huracán; por ejemplo, tenemos una fibra de carbono compactada que luce a la vista como un mármol y es exclusiva para Huracán, se le coloca como adorno como una capa que cubre una parte del motor”.
En cuanto a los rines, los estándar son de 19 pulgadas y los opcionales de 20 pueden alcanzar un costo de siete mil 500 hasta 11 mil dólares por sus distintos diseños, algunos vienen forjados o en acabado diamante. “El clásico logo con el toro de Lamborghini puede ser un toro en silueta estilo glitter para las mujeres, porque también tenemos clientas que aman los deportivos o mamás que quieren la Urus como auto familiar para viajar los fines de semana”.
Una SUV rebelde
Lamborghini ha hecho históricos en la industria automotriz a muchos de sus modelos... el Aventador, el Gallardo o el Huracán, pero ahora es el turno de Urus, pues se han subido a la tendencia global de los SUV y crearon una camioneta familiar, pero con ese espíritu torero: “cuenta con un V8 biturbo y cuando lo enciendes por primera vez y ruge ese poderoso motor, sabes que es un Lamborghini”, dice Iván; lo mismo sucede con el volante deportivo y los botones estilo avión, incluido el de arranque con una tapita roja tipo caza que lo protege.
Urus puede configurarse con banca corrida atrás para ofrecer cabida a cinco personas, o solo con dos asientos individuales posteriores; cuenta con asistencias de seguridad muy completas, al grado casi como si fuera un autónomo. De hecho se pueden añadir hasta 32 asistencias, además de los accesorios, como son las dos tabletas desmontables fabricadas especialmente por los ingenieros de Lamborghini para el infotenimiento.
El promedio custom made de Urus alcanza los 110 mil dólares, mientras que para los autos aumenta este porcentaje que puede alcanzar hasta el 25 o 30 por ciento del costo base: “dependiendo qué tan loca sea tu idea sube el costo”, explica Iván Chávez, “en alguna ocasión un cliente me solicitó un tono de Aston Martin para su Lamborghini, así que lo solicitamos, fue un poco más caro y tardado porque debe pasar todas las pruebas de calidad, pero lo logramos”.
Por supuesto la atención posventa es igual de personalizada, no importa si se trató de un accidente, un pequeño rayón, “o un perro que se haya comido medio interior del auto, como ya le sucedió a un cliente”. Y claro que lo repararon a la perfección. En Lamborghini todo es posible. Todo.