Para llevar 06 | Marzo 2020

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ÂżSientes que falta algo?... Somos arte

Somos cultura


SON Y ARTE PARA LLEVAR

MARZO . 2020

Directoras Editoriales

ELIZABETH ANGEL BRENDA HUERTA Diseño Editorial

JUAN LUCERO

PA’L ARRANQUE

Sembrando sueños, cosechando esperanza

Por Mujeres Integrantes del Colectivo Cultural Son y Arte ..... 03

candi domínguez Elegir tu camino

Por Brenda Huerta ........................................................................... 05

de aquí somos

El rebozo, una forma de resistencia ante el olvido

Por Andrea Montaño ................................................................. 12

pa’ luego es tarde

Mujeres en resistencia: los otros feminismos

Por Laura Serratos y Claudia O. Teyssier ............................... 14

eberth solano Persiguiendo sueños con todas sus letras

Por Elizabeth Ángel .................................................................... 19

SABORES DE MI TIERRA Pozole: mi herencia

Por Ricarda Montellano ............................................................ 24

a mi me lo contaron Los locos del pueblo

Por Mildred Vázquez .................................................................. 30

taco de ojo A través de mi

Por Denisse Orea ........................................................................... 34

en la punta de la lengua Ni una más

Consejo Editorial

IRÁN ARAGÓN BRENDA HUERTA ELIZABETH ÁNGEL Colaboradores

DENISSE OREA GUISELA LÓPEZ ISAMAR ESLAVA ROSA M. FLORES EBERTH SOLANO LAURA SERRATOS MILDRED VÁZQUEZ ANDREA MONTAÑO CANDI DOMÍNGUEZ CLAUDIA O. TEYSSIER RICARDA MONTELLANO Fotografías

CRÉDITOS EN IMAGEN Portada

ELIZABETH ANGEL SON Y ARTE PARA LLEVAR es una publicación digital gratuita perteneciente al Colectivo Cultural Son y Arte con domicilio en la Heróica Izúcar de Matamoros, Pue., México. Es una publicación independiente de carácter social, artístico y cultural cuyo propósito principal es la divulgación y promoción del patrimonio y el talento local. Las opiniones expresadas en esta publicación son exclusivas de sus autores y no reflejan necesariamente la postura de “Son y Arte Para Llevar” o del Colectivo Cultural Son y Arte. Las fuentes de los autores y/o colaboradores se consideran confiables y se verifican los datos que se publican en la presente en la medida de lo posible. Sin embargo pueden existir errores, por lo que el uso de la información aquí publicada es responsabilidad directa de nuestros lectores. “Son y Arte Para Llevar” No. 6 se terminó en Marzo de 2020. © Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido sin la previa autorización de los editores y/o titulares de los derechos patrimoniales. CONTACTO: Colectivo Cultural Son y Arte

Por Guisela López ........................................................................ 42 son.y.arte@live.com

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colectivo.son.y.arte

@SonArte1

LA DESPENSA DEL MES Por Colectivo Cultural Son y Arte ............................................ 44


© Santiago Arau PA’LFoto: ARRANQUE | SEMBRANDO SUEÑOS, COSECHANDO ESPERANZA


pa’l

arranque

Sembrando

sueños,

cosechando

esperanza. Colectivo Cultural Son y Arte colectivo.son.y.arte@live.com @colectivo.son.y.arte

A: Las mujeres pobres. Las de huaraches. Las de rebozo. Las migrantes. Las mujeres de los barrios, de comunidades y de pueblos. Las que no hablan español. Las que no saben leer ni escribir. Las que trabajan en el hogar sin remuneración. Las trabajadoras del campo. Las artesanas. Las artistas. Las trabajadoras sexuales. Las que no pudieron seguir sus sueños o les fueron impuestos los sueños de otros, que terminaron por padecer. Las que les arrebataron el futuro. Las negadas por la cultura. Las adultas mayores. Las mujeres y madres solteras. Las mujeres casadas. Las niñas y adolescentes que se educan bajo un rotundo NO: NO puedes sentarte así. NO debes salir después de tal hora. NO estudies ni tengas ideales diferentes, porque te van a mantener….

En el Colectivo Cultural Son y Arte, conscientes de la situación de violencia que atravesamos las mujeres y niñas de nuestro país, decidimos editar esta revista con las mujeres de nuestra comunidad y regiones hermanas, dando espacio a nuestras historias, experiencias, locuras y sueños. Para que hablemos aunque nos tiemble la voz. Para que nuestros sueños florezcan. Para ocupar los espacios a los que no habíamos tenido derecho, donde nos cuestionamos la manera en que nos han dicho que vivamos. Creemos que reconocer lo que las mujeres queremos contar, generará mayor amplitud en los conocimientos y contribuirá en las diferentes áreas, sobre todo la cultural, donde buscamos aportar como Colectivo. Agradecemos a las mujeres que se animaron a compartir sus conocimientos en esta edición especial, también invitamos a todas las que quieran participar en esta revista, escribiendo, contando anécdotas, relatando costumbres, saberes de su colonia o comunidad, compartiendo vivencias, música, pintura, baile, danza, fotografía, video y todas las manifestaciones artísticas y/o artesanales que realicen, ustedes o su grupo de amigas, su calle, barrio o colonia. Hagamos un pacto de hermanas, de tías, de abuelas, de nietas, de madres, de amigas. Un pacto por luchar. Un pacto porque nuestra voz y la de nuestras ancestras se escuche, porque nuestros sueños se hagan realidad, porque sigamos vivas y sin miedo a ser o hacer; porque “Mientras haya una mujer sometida, no seremos mujeres libres” (Audre Lorde). CON AMOR, MUJERES DEL COLECTIVO CULTURAL SON Y ARTE | DIRECTORAS EDITORIALES

¿Cuántos sueños nos han negado y cuántos de estos se han vuelto pesadillas? ¿Cuántos espacios nos han cerrado? ¿Cuántas veces nos han callado? ¿Cuántas vidas nos ha costado?

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Somos arte

Somos cultura


Candi Domínguez

Elegir tu camino Calle Pino Suárez No. 20, Barrio de Santiago Mihuacán, Izúcar de Matamoros, Pue. Dulce Arte

Por Brenda Huerta. Pasante de la Licenciatura en Psicología de la BUAP.

Candi Leticia Domínguez Ávila es una mujer artesana, originaria de Izúcar de Matamoros, que contra muchos pronósticos y superando sus propios miedos, encontró su camino en el barro policromado, materializando así muchos de sus sentimientos, emociones, y visión de la vida, creando un espacio en el que ella, sus hermanas y sobrinas forjan una nueva promesa de continuar con la tradición del barro policromado izucarense, trabajando todos los días con el sol, tierra, agua, aire, fuego y, por supuesto, los diversos colores que terminan de dar vida a las piezas que elaboran.

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¡Acompañanos a conocerla!

© Foto: Elizabeth Ángel

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Brenda Huerta (BH): ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en el barro policromado? Candi Domínguez (CD): El tiempo que yo llevo trabajando como oficio la artesanía del barro policromado tiene entre seis y siete años. Junto con mis hermanas decidimos poner un taller propio que se llama “Dulce Arte”. BH: ¿Qué te llevó a elegir este camino en el barro policromado? CD: He considerando el inicio un poco limitante para mí misma, pues yo me decía “¿cómo vas a hacer eso?”, ya que yo aprendí con mi maestro que fue Don Tomás Hernández que en paz descanse. Estaba en ese dilema, me decía: “¿Cómo voy a crear esto? No puedo hacerle esto a mi maestro”. No sé, yo misma tenía esos límites de decir: “no quiero que se diga que yo quiero copiar o robar algo”, pero no, hubo personas a mi lado que siempre me apoyaron y me impulsaron a realizar lo que yo ya sabía. Este legado, este aprendizaje se lo agradezco mucho a mi maestro. Me siento muy orgullosa en este momento pues aprendí muy bien lo que él me dejó y me siento contenta. Las personas que estuvieron apoyándome siempre fueron amigos y amigas. Mi familia a lo mejor no creía tanto en mí por qué pensarían que tal vez era como un pasatiempo,

© Foto: Elizabeth Ángel

EL ARTISTA DEL MES | ENTREVISTA

nunca pensaron que me iba a dedicar a esto por qué tal vez no creían que yo sería capaz de hacerlo, por eso fue un poquito difícil de tomar la decisión, de decir “yo voy a hacerlo, voy a seguir este oficio y soy capaz”. No creía en la capacidad que tenía para iniciar un taller como tal, por que es complicado en cuanto a que tú puedas hacerte de tus materiales, pero considero que fui consciente de lo que quería hacer, y poco a poco iba ahorrando del trabajo que tenía, que era independiente a la artesanía, y comprando el material que necesitaba, en este caso alambre, el barro, que lo obtienes por costales y varía en los precios, a veces el barro viene costando entre 200 a 250 pesos, también utensilios para que se pueda trabajar, como seguetas, lijas, pinzas, pinceles que son un poco caros, las pinturas también. En este momento puedo decir que fue un reto muy grande para mí, pero que ahora lo veo logrado, yo sé que me falta mucho por recorrer, pero siento que lo más difícil ya lo he pasado. BH: Candi, mencionas que trabajas con tus hermanas y sobrinas. ¿Cómo se organizan? ¿Todas tienen una tarea asignada o cada una hace de todo? CD: Nos organizamos por tareas. Yo, en este caso, estoy atendiendo la venta en el corredor artesanal, y al mismo tiempo puedo pintar o blanquear ya estando hechas las


piezas. Mi hermana Ana María se queda haciendo piezas. ese trabajo requiere de sombra, un poco menos de sol, debido a que las piezas cuando se están formando no necesitan que les pegue mucho el aire, porque si no se empiezan a cuartear. En sí, ambas hacemos las piezas, solo que ella en este caso está más comprometida en hacerlas ya que nuestros tiempos son medidos. Nosotras tenemos que andar de aquí para allá, y ella es ama de casa al mismo tiempo. Entonces tiene que organizarse para realizar las piezas, ir por sus niñas al colegio, hacer su comida, etc. Yo tengo que estar aquí, tengo que pintar, avanzar lo más que se pueda, y sus hijas nos ayudan a hacer lo más básico que es aplicarles colores base para que nosotras hagamos el terminado. BH: ¿Tus sobrinas cuántos años tienen? CD: Mis sobrinas tienen entre 12 y 17 años. Son tres de ellas las que nos apoyan en esta labor. Son estudiantes pero les llama la atención lo que trabajamos, la artesanía de barro policromado. A su mamá y a mí nos da mucho gusto que se llenen de este conocimiento por qué nos daría gusto que en algún momento, cuando nosotras ya no estemos, ellas siguieran este oficio que es muy bonito, aparte de que conservaríamos mucho lo que es la artesanía mexicana.

BH: ¿Qué es lo que las inspira para crear una pieza, para diseñarla? CD: Yo creo que lo que nos conecta con esta magia de crear una pieza, es que primero la imaginamos, ya que pensamos como vamos a crearla, y si es necesario la dibujamos para que sea una medida, y específicamente lo que nosotros pensamos poner ahí, plasmarlo en el papel. Después de eso comenzamos a crear la pieza. Más que nada es eso: la imaginación y el tener claro lo que tú vas a crear. BH: ¿Y en algún punto has tenido como algún bloqueo, de decirte “no sé qué crear esta vez”? Si es así, ¿qué has hecho para quitarlo? CD: Sí, claro. En muchas ocasiones hemos tenido esa parte en que nuestra imaginación de repente no da para más y decimos: “¿ahora qué hacemos?”, o, “¿qué sigue?” Entonces tratamos de tomar un descanso o de relajarnos, no sé, tal vez de leer un libro o de pasar un momento agradable. BH: ¿Crees que existe alguna diferencia entre el trabajo de las mujeres y hombres en este oficio? CD: Yo considero que sí. esa pregunta me gusta, porque en otras ocasiones me la han hecho y siempre les he comentado que sí hay una diferencia en cuanto a la creación y al diseño de la pieza, porque siento que las mujeres somos más detallistas, pues nos conectamos directamente con lo que hacemos. Creo que en cada pincelada dejamos una parte de nuestra vida, de nuestra labor cotidiana, de nuestros sentimientos, pues en muchas ocasiones trabajamos contentas, en otras un poco preocupadas o tristes, entonces ahí van plasmados muchos sentimientos, y pienso que es de lo mejor. Considero que aún persiste la creencia de que un hombre es más que una mujer, ¿no? Aún persiste el machismo en Izúcar de Matamoros, entonces no estamos muy alejados de todo eso. Creo que en todo el mundo. Hasta el momento hemos sido respetadas, pero en varias ocasiones se ha dudado de la capacidad de las mujeres, y nosotros somos una demostración de que no hay limitantes por ser mujer en cuanto al trabajo rudo que se hace en este oficio por que al igual que un hombre puede cargar un bulto de barro, pues nosotras también lo podemos hacer, amasar el barro en cierta cantidad también nosotras lo podemos hacer, cargar botes de agua, botes de barro, transportar a la hora de ir a otros estados, a otros lugares a los que nos invitan a exposiciones y vender, etc. Realmente siento que es de admirarse, ya que en esta misma trayectoria he conocido a la mayoría de artesanas mujeres, mujeres con las cuales intercambiamos muchas experiencias de vida en las que nos identificamos, ya que muchas van buscando el sustento económico de sus hogares. En otras ocasiones son mujeres que han sido dejadas por sus parejas, a veces por maltrato físico o emocional. Entonces yo creo que si hay un tanto del que la mujer aún no cree que tenga la capacidad de hacer las cosas, pero creo que la mejor demostración es ésta: haciéndolas.

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© Foto: Elizabeth Ángel

BH: Buscando información sobre ti encontré que colaboraste en un libro que se llama “Feminismo y Arte Folclórico en Nueva Zelanda, Japón, México y Brazil”. Me gustaría que nos contaras tu experiencia al trabajar con Eli Bartra en este libro. CD: Me siento muy contenta por haber sido parte de este libro, que fue escrito por Eli Bartra, una gran persona, una gran mujer, y una gran amiga. esta parte de colaborar pues más que nada es dar a conocer lo que nosotras hacemos, que es el arte, que es crear las piezas con nuestras manos, pintarlas y transmitir esa parte de emociones con la gente, y el estar plasmada en esas letras, en ese pequeño fragmento, para nosotras es un orgullo porque sabemos mostrar lo que traemos dentro. También fue dar a conocer lo que es esta artesanía mexicana, la importancia del ser mujer y de que uno como mujer se dé cuenta de que sí se pueden realizar las cosas, que sí podemos tener una presencia importante en la vida cotidiana, en la vida de las familiar. Estoy muy agradecida con Eli Bartra y con toda la gente que ojalá pueda leer ese libro, porque va una parte de nosotras en él. También les quiero comentar que las experiencias que hemos vivido junto a Eli han sido muy agradables.

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BH: Muchas gracias por compartirte Candi. ¿Algo más que quieras agregar? CD: Que estoy muy agradecida con mi maestro, con su familia, con mis amistades, con las personas más cercanas a mí que siempre estuvieron ahí, impulsándome, con mi familia, con mis hermanas, mis sobrinas, mi mamá, mi papá, que siempre dudando pero creyeron en mí, en que sí podía,. Y más que nada invitar a todos los jóvenes, mujeres y hombres, para que se empapen de esto que hay aquí en Izúcar de Matamoros, de la artesanía de barro policromado. Si ustedes quisieran aprender a realizar una pieza, nosotras estamos en la mejor disposición de compartir el poco conocimiento que tenemos, ya que no podemos decir que somos unas grandes maestras. Creo que todos aprendemos en ese momento, incluso de las personas que en ese instante crean algo nuevo, para nosotras es un aprendizaje. Entonces no se detengan, bien dicen “los límites los ponemos nosotros y nosotros decidimos hasta dónde llegar”. Les invito a que exploten lo mejor de ustedes, sus capacidades, sus conocimientos y que los compartan, pues eso es lo mejor de la vida, se viene a aprender, a disfrutar, en este caso, a crear parte de lo que es Izúcar de Matamoros, “La cuna del árbol de la vida”. Les invito a que realmente sean como ustedes quieran ser, y que logren sus metas y todos sus sueños.


© Foto: Elizabeth Ángel

(1) © Foto: Elizabeth Ángel

EL ARTISTA DEL MES | ENTREVISTA


(2) © Foto: Elizabeth Ángel

(3) © Foto: Elizabeth Ángel

EL ARTISTA DEL MES | PORTAFOLIO


(4) © Foto: Elizabeth Ángel

1. “Cruces” | Barro. 2. “Plato y calaveras” | Barro policromado. 3. “Perrito dálmata calavera” | Barro policromado. 4. “Matrimonio” | Barro policromado. 5. “Jarro” | Barro policromado.

(5) © Foto: Elizabeth Ángel

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de aquí

somos

El rebozo: una forma de resistencia ante el olvido.

Por Andrea Montaño.

Narradora Originaria del Barrio de San Bernardino.

© Foto: Elizabeth Ángel © Modelo: Andrea Montaño

Recuerdo muchas cosas bonitas de las señoras y los señores de los años cincuenta. En aquella época, la vestimenta de las personas del barrio era muy especial, tanto que se notaba una diferencia con las personas del centro. En los barrios, las mujeres acostumbraban usar una falda que llamaban “nahua” y una blusa que nombraban “saco”. Las dos prendas eran elaboradas de diferente color y se armonizaban con un delantal que ahora se conoce como “medio mandil”. Todas las mujeres de esa época siempre vestían así y andaban descalzas. Así, los días de fiesta iban a misa con su traje “más dominguero” y sin zapatos. Los señores, por su parte, usaban calzón y camisa de manta o charnés (charmés, tela brillante), con su sombrero y huaraches de campo. Esa era la vestimenta original de los barrios. Recuerdo a las señoras vestidas con su rebozo, porque déjame decirte que el rebozo era imprescindible. Yo creo que no salían a la calle sin él. Los domingos usaban “el rebozo de domingo”, que era uno especial. Ese es el recuerdo que tengo de aquella época donde todos se vestían igual. Se veía la diferencia entre mujeres porque las del centro vestían ropa más moderna, usaban vestidos y no la ropa de nosotras, la de las mujeres de barrio.

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Mi madre siempre nos decía: —Una mujer nunca debe ir sin su rebozo, porque es parte de la identidad que una tiene—. Aunque cuando a una la ven con rebozo han de pensar: —Esta mujer es barrieca, es del barrio, es ignorante—. Pero así como he sentido discriminación, también he sentido orgullo.

© Foto: Elizabeth Ángel © Modelo: Andrea Montaño

Para vestir un rebozo hay que saberlo usar, ya que tiene sus distinciones. Por ejemplo: si voy a un sepelio, el rebozo debe ser negro o de color oscuro; si voy a una fiesta, puede ser más claro o más elegante. También hay varias formas de ponerlo. Si voy a misa o al zócalo, no me tapo la cabeza, solo los hombros. Si voy a una fiesta lo uso cruzado alrededor de los hombros y con una punta al revés. Hay que saber calzar el rebozo, así como los hombres saben calzar el sombrero, las mujeres sabemos calzar el rebozo. Ahora nos ha invadido mucho la modernidad. Nos ha invadido mucho el comercio. Es puro negocio con la ropa nueva: comprar, usar y tirar. Puro consumir, y la gente ya no quiere vestir lo de antes.

© Foto: Elizabeth Ángel © Modelo: Andrea Montaño

Ya no hay señoras que vistan la ropa de aquella época. La última persona que yo recuerdo que vestía así tiene dos o tres años que falleció. Ya nadie la viste, nada más yo. El rebozo es, hasta cierto punto, despreciable, pero para mí es una prenda muy importante. Yo siempre digo: si hace frío, me cubre; si hace calor, me cubre del sol. Para mí el rebozo es la cuna del ser vivo, porque cuando una madre daba a luz, iba a misa a dar gracias con su rebozo nuevo y su pequeña o pequeño enredado en el rebozo. Entonces la gente decía —Va a salir a misa Pedrita, o Juanita—, porque cuando nacía un bebé lo acostumbraban llevar a la iglesia. Ahí iba la mamá con su rebozo protegiendo al pequeño. Esa costumbre la tenían las mujeres del barrio. En mi caso, desde que tengo uso de razón recuerdo siempre haber usado el rebozo. Mi mamá nos acostumbró así. El 6 de enero, Los Reyes Magos, en lugar de traernos un juguete, nos traían un rebozo, y todo el tiempo lo usábamos para ir a todos lados. A mí me quedó tan presente la costumbre que hoy en día lo sigo usando. No salgo a la calle si no llevo mi rebozo. DE AQUÍ SOMOS | EL REBOZO, UNA FORMA DE RESISTENCIA ANTE EL OLVIDO

Al perder la vestimenta que nos enseñaron nuestras abuelas, nuestros abuelos, los antepasados, nuestras antiguas generaciones, se pierde la identidad, de donde una y uno viene, de donde se es. A las personas jóvenes, y en especial a las mujeres, quisiera recomendarles que vistieran alguna de estas prendas, mínimo en días especiales o de fiesta, para conservar el conocimiento, amor y respeto a nuestro origen.

El 6 de enero, Los Reyes Magos, en lugar de traernos un juguete, nos traían un rebozo.


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Mujeres en resistencia: los otros feminismos. Por LAURA SERRATOS y CLAUDIA O. TEYSSIER. Psicólogas sociales comunitarias.

El camino de resistencia de las mujeres es largo; hemos luchado de manera colectiva por el derecho a decidir, visibilizar la violencia feminicida, denunciar el acoso sexual, entre otras. El feminismo nos ha llevado a problematizar profundamente nuestra vida familiar, de pareja, escolar y las formas en las que nos relacionamos y producimos, todas desde realidades distintas. ONU-Hábitat menciona que “las áreas urbanas, sin importar como se definan, proveen un estilo de vida distinto y usualmente un estándar de vida más alto que las áreas rurales”(1), lo que genera una brecha de desigualdad respecto a las necesidades de las mujeres en los distintos contextos. Por esta razón es importante que se genere una consciencia que no sea sólo de género, siendo ésta la que caracteriza a los feminismos, sino que se problematicen también las desigualdades de clase y etnia.

© Foto: A quien corresponda

PA’ LUEGO ES TARDE | MUJERES EN RESISTENCIA: LOS OTROS FEMINISMOS


En esta coyuntura surge el feminismo rural, que según la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales(2), es una visión política que reivindica los derechos de las mujeres rurales, campesinas, indígenas y mestizas, como es el caso del acceso a los recursos económicos y materiales necesarios para continuar con el aprovechamiento y defensa de la diversidad natural y cultural en su territorio, y que tiene como objetivo la dignificación de su vida. Un ejemplo de estas formas de resistencia son las compañeras de la “Colectiva Mujeres de la Tierra y el Sol”, quienes llevan casi 7 años construyendo espacios de organización en la comunidad de Tepapayeca ubicada en el municipio de Tlapanalá. Gran parte de la Mixteca Poblana se caracteriza por tener un alto grado de marginación y de intensidad migratoria a causa de la escasez y precarización del trabajo.

Por otro lado el acercamiento de las instituciones a las comunidades rurales ha sido desde el asistencialismo, sin reconocer los recursos y capacidades con que cuentan. A partir de esto surge la necesidad de organizar procesos colectivos que les permitieran reconocer que se encuentran en un lugar con muchos recursos naturales, vastos conocimientos campesinos y sabiduría sobre la tierra, de los cuales podrían hacer uso para mejorar sus condiciones de vida. Han trabajado desde tres ejes de acción principales: cuerpo y salud, economía social solidaria, y cuidado del medio ambiente; todo esto bajo los principios de la educación popular, la perspectiva de género, el enfoque de derechos humanos y sobretodo la autogestión. Iniciaron abordando la salud emocional y las problemáticas cotidianas a través de un grupo de ayuda mutua llamado “Sonrisa de Esperanza” lo que las llevó a problematizar su realidad económica entorno a la desigualdad de género, abriendo paso a la creación de un Banco Comunitario que les facilitara el acceso al ahorro y microcréditos a partir de las finanzas solidarias, como una alternativa ante la violencia económica y el abuso de micro-financiadoras y prestamistas regionales. Reconocer el papel que tienen las mujeres para el desarrollo de la comunidad fue decisivo para la creación de una cooperativa basada en la economía social solidaria, que les permitió generar trabajo en condiciones dignas creando productos artesanales y agroecológicos con dos líneas principales: alimentos, los cuales se elaboran con recursos locales como plantas, flores, hortalizas y frutas criollas y de temporada; y salud y belleza, para la cual hacen uso de plantas medicinales e ingredientes naturales con el fin de ofrecer productos sanos y remedios curativos, autogestionando su propia salud. Las “Mujeres de la Tierra y el Sol” son un ejemplo de cómo la organización entre nosotras puede generar espacios de resistencia a través de los cuales se construyen otras formas de relación más dignas y justas. Si quieres saber más sobre su trabajo puedes encontrarlas como:

“Mujeres que compartimos saberes y experiencias convencidas de que las ideas, como las semillas, cuando se intercambian, crecen“.

Mujeres de la Tierra y el Sol

Anua Cooperativa

delatierrayelsol@gmail.com

anua.coop@gmail.com

ONU-Hábitat recuperado de https://www.onuhabitat.org.mx/index.php/distinciones -et re-lo-rural-y-lo-urbano?fbclid=IwAR1xO C0Lba_71Je-HcqcFm 6EmeXZXRXsnjiMfbQOg A6maQxc9CViP-gwA

(1)

Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales recuperado de http://redpar.org.mx/

(2)

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el

l ienzo

© Foto: Colección Museo Blaisten

Autorretrato 1947.

María Izquierdo (MX) Óleo sobre tela. 55 x 45 cm. Colección Andrés Blaisten. Ciudad de México, México.

EL LIENZO | MARÍA IZQUIERDO. AUTORRETRATO, 1947.


Por ISAMAR ESLAVA.

Psicóloga.

Para hablar de María Cenobia Izquierdo Gutiérrez (1902 -1955) no basta un artículo, no bastará el uso de palabras. Definir la trayectoria de María solo como la primera pintora mexicana que expone sus obras en el extranjero es no hacerle justicia a la vida de una artista, una mujer que vino a enfrentar lo dicho, lo hecho, las trampas. ¿Por qué la nombramos? ¿Qué hay más allá de Nueva York? Desde una toma de conciencia que representa a través de la palabra y el retrato de la identidad popular mexicana, Izquierdo critíca y cuestiona la cultura hegemónica, las representaciones sociales que componen el poder y la dominación. Sus primeras creaciones representan el contexto más inmediato; su hija Amparo, sobrinas y personas a quienes quería. Con un estilo propio y colorido, a diferencia de los grandes muralistas hombres de la época, ya sea en naturaleza muerta o paisajes, retrató el paso de su infancia hasta su asentamiento en Ciudad de México. Con su caminar viene la transformación en el propio proceso de creación; desde ese momento existe en la obra de María Izquierdo la capacidad de la vida, la muerte y la eterna renovación. La fantasía invadiendo la realidad es tema recurrente en sus pinturas. Nombra la tristeza, la soledad y la condición social de la mujer; es por eso que en su obra nunca fuimos un papel secundario. Nos muestra impotentes e imponentes; angustiadas sin rostro, sin cuerpo; desnudas para nosotras mismas, con todos los colores o con los caballos en el circo; poéticas e incómodas para los demás. Nunca más un “ÉL la pintaba, ELLA posaba”. No es necesario hablar de aquellos que solo dolieron e intentaron mutilar su destino, el de una grande manifestando su existencia. María Izquierdo tiene la capacidad de salir de lo académico, de evocar desde el calor del alma. Recordarme la casa de la tía, el olor a café de olla de la última vez que estuve ahí; las trenzas plateadas, el babero azul a cuadros mojado de tanto lavar. Lo que escribo de ella y su trabajo es porque lo siento, porque de saber… no sé nada.

Habitar en el vacío no implica pertenecer al silencio y lo confirmo cada que logro murmurar. El “Autorretrato” (1947), es la batalla de encontrarnos a nosotras mismas, de RECONOCERNOS. Lograr trazarme, borrarme, nombrarme desde el color y no vivir más con el miedo de quedarme en el intento de SER PARA MÍ MISMA, de manifestar mi existencia.

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Somos arte

Somos cultura


Persiguiendo sueños con todas sus letras. Por ELIZABETH ÁNGEL Comunicóloga.

“Cinco años después y finalmente mis ojos ven nacer el sol en el horizonte. El firmamento ha dejado de tener la oscuridad como la boca de un lobo y ahora parece estar ardiendo en llamas, igual que todo lo que llevo dentro.” Originaria de Atlixco, Puebla, Eberth Lizette Rodríguez Solano, conocida como “Eberth Solano”, tiene 21 años y escribe desde los 11. Envuelta en su gusto literario, su inclinación por el romance contemporáneo, la Administración Turística, Alejandra Pizarnik, José José, los gatos y el tenis, es inventora de sueños palpables convertidos en 6 libros, 2 poemarios y 10 historias cortas.

© Foto: A quien corresponda

Eberth

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ELIZABETH ÁNGEL (EA): ¿Cómo supiste que querías dedicarte a escribir? EBERTH SOLANO (ES): En primer lugar, porque desde muy pequeña siempre me gustó la lectura. De hecho, fue a los 11 años que me hice más apasionada por los libros y encontré una aplicación en internet que se llama Wattpad, y allí ví a personas que, al igual que yo, les gustaba leer y escribir. Empecé a leer historias de personas que eran de otros lados y me dio curiosidad. Después, una amiga me dijo: -¿Por qué no escribes una novela?-. Le dije: -Bueno, siempre he escrito pequeños cuentos (hasta ese momento)-, pero por recomendación de esa amiga fue que me aventuré a escribir una historia larga. Con el tiempo la fui perfeccionando y después de un año la terminé. Esa fue la primer novela que escribí. Después pensé que no quería encasillar mi gusto por la literatura en algo académico, así que opté por estudiar la licenciatura en Administración de Empresas, pero sigo escribiendo por mi cuenta. EA: ¿Quién te inculcó ese gusto por la lectura? ES: Fíjate que el gusto por la lectura nació de mí misma, aunque creo que influyó mucho que tuve una infancia un poco difícil, había problemas en mi casa (familiares), y entonces yo buscaba una vía de escape. Apenas estaba entrando a la adolescencia y en lugar de irme con los amigos y buscar otras cosas, empecé a buscar los libros y a sumergirme en esos mundos, de esa forma dejaba volar mi mente y me alejaba de todos los problemas. Puedo decir que de algo malo (ríe), vino algo bueno. ¡Entonces estuvo bien! EA: ¿Me podrías mencionar autoras o autores que hayan sido tus referentes al momento de escribir? ES: Mi referente más especial fue, sin duda, Alejandra Pizarnik, una poeta argentina. Me he identificado bastante con su poesía y todos sus escritos, con los sentimientos que ella transpira en sus letras. En cuanto a la prosa me gustan Paula Hawkins, Sarah J. Mass, Brittany C. Cherry y Laini Taylor; más clásicos, sería José Saramago, mi favorito. EA: Por lo visto te gustan géneros diversos. ¿Sobre cuáles escribes? ES: Actualmente he experimentado en Novela Contemporánea Romántica, Novela Juvenil y recientemente me estoy aventurando en el Misterio-Suspenso. De hecho tengo ya una primera novela escrita de este último género. Es en este caso, mi octava novela escrita. EA: ¿Has publicado tus novelas con alguna editorial? ES: Sí, tengo un libro publicado. Está en librerías y plataformas digitales. Es del género romance contemporáneo y se llama “Mitades Imperfectas”, editado por Nova Casa Editorial. Este libro lo pueden encontrar en El Sótano, librerías de Ghandi o de Porrúa, en países como México, España y varios países de Latinoamérica. De hecho, hace unos meses, para ser exacta en septiembre de 2019, se tradujo al portugués.

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EA: ¿Sobre qué trata tu novela “Mitades Imperfectas”? ES: Es una novela de Romance Contemporáneo, fue la primera novela que escribí. Aunque la escribí a los 15 años la fui perfeccionando y cuando se publicó ya fue otro manuscrito completamente renovado. Esta novela habla sobre dos personas que inician una relación pasional, es muy intensa y mientras esto pasa van descubriendo su pasado, sus tormentos. De este modo va creciendo su relación y se van encontrando también problemas. EA: ¡Genial! ¿Y cómo encuentras la inspiración, cómo te llega? ES: ¡Ufff! Bueno, de hecho mi mente siempre está vagando en historias y siempre está imaginando muchas cosas. Como que siempre he sido una persona muy creativa, y un poco apartada del mundo normal y rutinario, como que yo necesito o mi ser necesita algo distinto, algo que no tenga nada que ver con lo que vivo, o sea, yo creo que me llega la inspiración desde la necesidad de vivir y de sentir otras cosas que en realidad me gustaría que me pasaran. Entonces no es que me llegue la inspiración, sino que yo la busco. EA: ¿Ha sido difícil el camino para lograr todo lo que has logrado? ES: En mi experiencia no realmente. Tampoco digo que ha sido fácil. En mi caso he recibido bastante apoyo, tanto de mi familia como de mis amigos, de mi entorno. También de la editorial he recibido muchísimo apoyo, muy bueno porque ellos fueron los que me contactaron. Pero en otro sentido, puedo decir también que a veces las personas, que pueden ser incluso tus propios familiares, son quienes antes de lograr algo constantemente te dicen: tal vez no puedas hacerlo. Como que ven tus sueños lejanos, como si no pudieran hacerse realidad. Solamente he sufrido esos inconvenientes, pero no me ha pasado nada más grave. EA: ¿Cómo fue que la editorial dio contigo en un mundo tan peleado? ES: En ese aspecto, creo que me ayudó muchísimo la aplicación (Wattpad), a la cual yo ingresé en el 2014. En esa aplicación yo me hice un poco popular, de hecho, al día de hoy, tengo allí 93,600 seguidores y entre todas mis obras compartidas en dicha aplicación ya alcanzan más o menos las 18 millones de lecturas. Eso ayudó mucho a que me diera a conocer y a que la editorial se interesara por mí y por lo que estaba provocando en la aplicación. Puedo decir que esta aplicación ha sido una buena oportunidad para autores emergentes que quieren publicar. EA: ¿De qué te sientes orgullosa hasta hoy? ES: Aparte de haber publicado mi libro, yo considero que de la capacidad de ser constante en mis sueños, porque diariamente le dedico un tiempo a lo que me gusta que es escribir, ya sean 20 minutos, una hora o más, dependiendo de los quehaceres del día.


En sí, creo que la capacidad de escribir principalmente es porque tienes la capacidad de imaginar mundos, y yo creo que al contar una historia, otras personas pueden soñarla, pueden vivirla, pueden verse reflejadas. Me enorgullece, por un lado, provocarles un sentimiento. Cuando la gente me dice: me hiciste llorar, tu novela me hizo reir o me hizo sentir enojada, es la mayor satisfacción que un lector me puede brindar, su atención y su emoción. Eso es muy bonito para mí porque me hace sentir que lo que hago es bueno porque a las personas las hace sentir, vivir. Por otro lado, también me enorgullece decir que soy deportista. Desde muy niña juego tenis, he representado a Puebla en torneos nacionales y he llegado a ocupar el 1er lugar en el ranking. Me encanta el tenis y regularmente los domingos me voy a practicar. EA: ¿Qué planes tienes a futuro? ES: ¡Uy! Tengo sueños un poquito grandes pero sé que nada es imposible (ríe). Uno de mis sueños más grandes a futuro es ser empresaria, tener algunas cafeterías, porque amo el café, amo los gatos, amo los libros; tener varios libros, a lo mejor un Best Seller por lo menos, ser una escritora exitosa y viajar, tener giras, firma de autógrafos, no sé, eso sería lo máximo para mí. EA: ¿Qué podrías decirles a las personas que tienen sueños, a las y los jóvenes, niñas y niños, a las personas mayores que de pronto, entre todas las actividades pendientes del día, no pueden darse el espacio de dedicarse a lo que les apasiona? ES: Que buena pregunta. Yo les diría, principalmente, que para hacer algo debes de creer en ti mismo/a. Y lo digo por experiencia. Nadie va a creer en ti más que tú mismo/a. Al final del día, todo lo que hagas va a ser por ti. Los sueños primero nacen de esa convicción de que puedes hacerlo. Si tienes esa convicción clara en tu mente, yo creo que a pesar de las cosas rutinarias, a pesar de cualquier problema que puedas enfrentar, va a salir la fuerza para que tú puedas hacerlo. Yo les diría que no dejen de creer en sí mismos/as, en sus sueños. A la vida se viene para cumplir sueños y para vivirlos. Nadie debe de perder esa esperanza e ilusión. EA: Felicidades por ser una mujer muy exitosa en varios campos. Deseamos que sigas escribiendo mucho más tiempo y que se logren todos tus sueños. ES: Muchas gracias a la revista “Para Llevar” por tomarme en cuenta, por buscarme para este espacio. Es muy significativo para mí. Como último mensaje a la comunidad de Izúcar, sobre todo a las y los jóvenes: no se cansen, no dejen de creer en sus sueños. Todo se puede si lo quieren y tienen la convicción de lograrlo.

(A las personas) yo les diría que no dejen de creer en sí mismos/as, en sus sueños. A la vida se viene para cumplir sueños y para vivirlos. Nadie debe de perder esa esperanza e ilusión.

ARTISTA DEL MES | ENTREVISTA


OBRA: MITADES IMPERFECTAS (Frag.) “Y los atardeceres se vuelven tan fríos como mi corazón, mi memoria reclama tus caricias pero estas no vuelven. Mi vida se escapa en la lágrima más amarga, y tú no vuelves, y el olvido no es tan fuerte para olvidarte, y yo sigo amándote. ¡Ah! Qué cansada estoy de mis recuerdos, que quisiera venderlos a la noche tranquila. Pero eso no pasa, están tatuados en mi alma y me hacen llorar. Y me hacen morir en esta noche tan calmada como lo eran tus besos…”

Eberth Solano Mundo ES @eberthsl @eberth_solano @eberth_solano @EberthSolano ARTISTA DEL MES | PORTAFOLIO


Somos arte

Somos cultura


sabores de mi

tierra

Pozole:

Mi herencia POR BRENDA HUERTA

Pasante de la Licenciatura en Psicología por la BUAP

¿Alguna vez escuchaste hablar del pozole de “Las Montellano”? Ricarda Montellano Cabrera o “Doña Richa”, como muchos la conocen, es una de las cinco hermanas que administran y trabajan en la “Pozolería Montellano”, un negocio con 48 años de trayectoria que inició Alberta Cabrera Hernández, con el firme deseo de ver a sus hijas tener una vida diferente, fuera de la pobreza, y con las herramientas necesarias para enfrentar la cotidianidad. Con el apoyo de su madrina, su persistencia y su unión lograron salir adelante. Quisimos conocer un poco más de su pozole, de su historia, asi que un fin de semana nos fuimos a entrevistarla.

SABORES DE MI TIERRA | POZOLE: MI HERENCIA


Š Foto: Jonathan Soberanes

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1 | Los días de la semana Ricarda Montellano: Mi madre fundó el negocio, pero todas empezamos a trabajar desde pequeñas. Mi hermana Lolita, al casarse, se va y nos deja el negocio. Ahí es donde entró yo. A pesar de que estaba en la secundaria me iba medio día a la Pozolería y medio día a la escuela. Mis otras hermanas estaban más chicas, pero después de que salían de la primaria llegaban a lavar los trastes. Al final de cuentas todas nos metimos. tiempo después, al enviudar, mi hermana Lolita fue la primera que dijo: “Mamá, los miércoles descansas, ¿me das permiso para que venda?”. Entonces mi mamá le dijo que estaba bien y que aparte se tomara un día más. Así, llegó un momento en que mi mamá, después de ver que cada quién estaba haciendo una vida independiente, decide darnos un día a cada una para vender. Desde entonces estamos toda la semana, los 365 días del año.

© Foto: Brenda Huerta

2 | Al paso del tiempo Ricarda Montellano: Mi hermana comenzó con un litro de maíz. Después uno y medio. Luego medio almur, y así, poco a poco, hasta hoy día que echamos cuatro almures diarios. Eso equivale a aproximadamente 250 o 300 pozoles. Y si acabamos que bueno, ¿no? Que haya ganancias. Pero si no acabamos pues ya depende de cada una de nosotras. A veces cambiamos nuestro pozole por productos de la canasta básica con la misma gente del mercado, e incluso lo compartimos con nuestras amistades. También vendemos aguas de sabor, tostadas de jamón, quesillo, carne de puerco, y pollo. Igualmente tenemos taquitos suaves de carnita de cabeza al vapor, flautas de papa, pollo, requesón, así como dobladitas de papa y tortas.

SABORES DE MI TIERRA | POZOLE; MI HERENCIA


3 | Dos amaneceres y una noche Ricarda Montellano: La preparación inicia desde un día anterior a la venta. Por la mañana voy a comprar la carne, las verduras y todo lo que voy a necesitar. Llegando a casa pongo a remojar la carne para que se desangre y después poder lavarla, ya que necesitamos retirarle toda la sangre que trae incrustada. Eso es lo más tedioso. Ahí nos tardamos aproximadamente como dos horas en limpiarla y rasurarla. En lo que esto sucede procedo a poner el maíz en nixtamal, y una vez que hirve lo bajamos, le damos un tiempo para que se enfríe y después lo lavamos. Se le tiene que retirar muy bien todo lo que es la cal y el pellejito. A las cuatro de la tarde prendo las ollas con agua para que se calienten, y poder después echarle la carne y el maíz ya lavado a cada una. Le doy aproximadamente unas cuatro horas de cocimiento a la carne, luego la saco y solamente dejo todo lo que es el maíz y el juguito de la carne. En ese momento cambiamos el fuego a lento y dejamos las ollas toda la noche hasta las cuatro de la mañana. Es ahí donde comienza un nuevo día para mí. Preparo todo para irme al mercado a vender y salgo de casa a las seis y media de la mañana, ya que los primeros clientes empiezan a llegar desde las siete.

© Foto: Brenda Huerta

© Foto: Brenda Huerta

© Foto: Brenda Huerta

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4 | Las manos que permanecen Ricarda Montellano: No importa que todo un año no hayas vendido como deberías, y nada más hayas sacado para los gastos. Yo siempre le digo a mis hermanas que lo más importante es que hayas pagado lo que debes, en cuanto al salario de las chicas que nos ayudan, y que hayas sacado para comprar tus cosas y así poder vender la siguiente semana. Actualmente tenemos un equipo de cinco personas que trabajan todos los días con las cinco hermanas que estamos ahí. Y están muy contentas. Doña Maxi, por ejemplo, lleva casi 20 años, y de ahí pues algunas chicas han tardado una cinco años y otras siete.

© Foto: Brenda Huerta

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© Foto: Jonathan Soberanes

5 | Lazos entre generaciones Ricarda Montellano: Me gusta que la gente nos reconozca, que nos visiten y digan: “¡Ay! Qué sabroso está su pozole”. Para mí es una gran satisfacción, y yo creo que es el mejor pago, es un ánimo que tienes para que, de aquí a ocho días, vayas con las mismas ganas de siempre. Conocemos a nuestros clientes, son diferentes cada día de la semana. Hay gente que nos visitaba hace años con sus niños pequeños y ahora, ya de grandes, ellos mismos son nuestros clientes. Y esos mismos ya llevan a veces hasta a sus pequeñitos en brazos, y hasta les dan su probadita de pozole. Es bonito. Es toda una vida la que hemos vivido ahí, y la verdad que sí, sí es una gran historia.

“Pozolería Montellano” 243 124 7551 Se te antojó, ¿verdad? Si quieres lanzarte por un pozole, La “Pozolería Montellano” esta ubicada al interior del “Mercado Miguel Cástulo de Alatriste” en el local No. 262, en el Centro de Izúcar de Matamoros, Puebla. ¡Recomendadísimo!

SABORES DE MI TIERRA | POZOLE: MI HERENCIA


a mi me lo

c o n t a ro n

Los locos del pueblo.

POR ROSA M. FLORES.

Comerciante. Adaptación por Mildred Vázquez. Comunicóloga.

A pesar de que esto ha ocurrido desde mucho tiempo atrás, entre el año 2009 y 2013, en Izúcar de Matamoros se dió un fenómeno que en ese momento no había reflexionado como ahora. En varios puntos del centro y aledaños, como si fueran parte del paisaje del municipio, se encontraban personas deambulando, cada una con señas particulares que las hacían distinguirse de las demás, algunas más conocidas que otras, pero de todas ellas se contaban historias sobre su pasado, identidad, y la razón de su estadía en el municipio, aunque ninguna nos relataba con certeza de quienes se trataba. Las historias se narraban entre amigos que frecuentaban el zócalo, punto habitual de reunión para las salidas después de clases, mientras que los abuelos, padres y quienes trabajaban en el centro, ya tenían alguna referencia más concreta de aquellos personajes. Eran caminantes, personas en situación de calle, muchas de ellas seguramente con problemas de salud mental no diagnosticados. Mi abuela Rosita trabajó y vivió mucho tiempo en el centro, así que pensando en ello recordé que hace algunos años, saliendo de misa, observamos que había una exposición afuera de la Casa Colorada, con fotografías antiguas de Izúcar y, como quedaba de paso, nos detuvimos a observarlas para después continuar nuestro camino. Yo las miraba rápidamente e intentaba ubicar lugares como el zócalo o alguna calle conocida. Observaba la ropa y algunos detalles que llamaban mi atención, pero mi abuela Rosita las miraba, murmuraba algo con mi padre, y los dos se detenían a observar. A veces del rostro de mi abuela saltaba con alguna cara de sorpresa, como si hubiese recordado algo, y así con todas las fotografías.

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Cuando me acerqué a escuchar mi abuela ella ya estaba haciendo memoria de las personas en la fotografía: “¡Ah! Ellos son la familia de…”, “¡Mira! Así eran los desfiles en...”, “Así era el zócalo cuando...”, “¡Ah! Esa parte del mercado apenas la estaban construyendo en...”. Muchas historias que contar. Y tan poco tiempo para describir los detalles. A punto de terminar, hubo una imagen que llamó mi atención. Era una fotografía de estudio de un hombre sentado cruzando la pierna y que, a diferencia de las otras fotografías, no vestía de forma elegante. Por el contrario, su ropa era gastada, tenía la barba dispareja, el cabello despeinado, y una sonrisa muy grande. Esperé a que mi abuela se acercara a ella para contarme alguna historia sobre esa persona y, cuando llegó el momento, mi padre dijo: “Es el Tano, ¿verdad?”, mientras mi abuela asentía con la cabeza. “Él trabajaba en el Mercado ayudando a cargar. Casi siempre lo veía con su diablito llevando cosas, a veces ayudaba a un panadero. Desconocíamos su nombre y otros datos importantes de su vida que seguramente nadie recordará ahora. A veces “Tanito” platicaba sobre unas tierras y bienes que tenía, pero la gente lo consideraba como un “loquito” por la falta de correspondencia entre sus historias y la forma de vida que llevaba”. Estos locos y todos los personajes callejeros han construido durante años la historia de la cotidianeidad. Forman parte de la historia que no se escribe, y la importancia de la reivindicación de sus prácticas diarias radica en lo que no vemos en ellos, lo que ignoramos como transeúntes. Mi abuela los recuerda muy bien. Y ahora, a través de ella, nosotros también.


© Foto: A quien corresponda

A MI ME LO CONTARON | LOS LOCOS DEL PUEBLO


la

instantánea

@andreamurciam @usagii_ko

Un

violador en tu camino ©Foto: Andrea Murcia | Cuartoscuro

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Por BRENDA HUERTA. Pasante en la Licenciatura en Psicología por la BUAP.

Creado por el colectivo chileno LASTESIS, miles de mujeres de todo el mundo han alzado la voz y alimentado su fuego interno cantando y bailando el performance “Un violador en tu camino”, el cual se ha convertido en un himno feminista global, siendo traducido a diferentes idiomas y lenguages.


LASTESIS es colectivo interdisciplinario de mujeres en Valparaiso, Chile, el cual busca traducir los contenidos de tesis feministas para hacerlos llegar a más personas, haciendo una síntesis y decodificando esta información en medios que incluye lo sonoro, visual y corporal. La fotografía que aparece en esta sección pertenece a la fotoperiodista tapatía Andrea Murcia, quien trabaja de manera independiente para la prestigiosa agencia CUARTO OSCURO.

La imagen fue capturada durante una de las muchas presentaciones del performance a finales del 2019 en México. En la fotografía se encuentra una niña con los ojos vendados y un pañuelo verde en el cuello, simbolos del movimiento feminista, mostrando que la violencia es transversal a edades y fronteras, y dotando a la imagen de una carga poderosa de exigencia de justicia y repudio a la violencia hacia las mujeres y las niñas, en un momento complicado para un país tan sexualmente violento con las niñas, niños y mujeres: nuestro México.

LA INSTANTÁNEA | UN VIOLADOR EN TU CAMINO


taco de

ojo

A TRAVÉS DE MÍ Denisse Orea

Estudiante de Diseño Gráfico en la Universidad Iberoamericana.

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Devoradora de libros y apasionada del lettering, Denisse Orea, es una fotógrafa izucarense, radicada en la Ciudad de Puebla. Los cálidos atardeceres y las frías noches de luna llena fueron testigos fieles del comienzo de Orea en la fotografía, un hobby que descubriría durante su adolescencia, y poco después transformaría en su pasión. A través de su cuenta fotográfica en Instagram podemos apreciar a sus tres musas: la naturaleza, la arquitectura, y el cuerpo humano. En su obra nos transmite emociones, belleza y mensajes misteriosos, mismos que nos invitan a sumergirnos en un espacio de búsqueda y reflexión sobre lo que vive y piensa a través de su lente.

[1] © Foto: Denisse Orea

1. “Quererse” | Autoretrato Puebla, Puebla. Primavera 2019.

@den.orea @denisseorea_c denisseorea.com

TACO DE OJO | A TRAVÉS DE MÍ . DENISSE OREA CARRERA


[2] © Foto: Denisse Orea

2. “Conexión Natural” | Modelo: Carla con “C”. San Cristobal de las Casas, Chiapas. Verano 2018. 3. “Dimensiones” | Ibero Puebla. Otoño 2018. 4. “A través de mi” | Autoretrato Puebla, Puebla. Invierno 2019. [3] © Foto: Denisse Orea

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[4] © Foto: Denisse Orea

TACO DE OJO | A TRAVÉS DE MÍ . DENISSE OREA CARRERA


5. “Rechazo” | Colección “Neón Venus”. Puebla, Puebla. Verano 2019. 6. “Neón Venus” | Colección “Neón Venus”. Puebla, Puebla. Verano 2019.

[5] © Foto: Denisse Orea

TACO DE OJO | A TRAVÉS DE MÍ . DENISSE OREA CARRERA

[6] © Foto: Denisse Orea


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[7] © Foto: Denisse Orea

TACO DE OJO | A TRAVÉS DE MÍ . DENISSE OREA CARRERA


7. “¿Para qué me sirve mi cuerpo” | Inspirada en la canción “Cuerpo” de Atercipelados. Puebla, Puebla. Otoño 2018.

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en la punta de la

lengua

I Cuando roban los sueños a la vida el cielo se encapota, los mares se desbordan de sal se resquebrajan, amarga suma de lágrimas. II No cabe tanto dolor en la palabra. Desbordan el silencio las sonrisas truncadas, los besos sin florecer las promesas... barriletes sin hilo derivando en el viento. III Cuántas historias rotas, peces sobre el asfalto. Memorias de mañanas con sol, de vestidos de domingo y labiales rosa, de zapatillas de baile y muñecas de trapo, de corazones de San Valentín y pasteles de cumpleaños.

IV "Porque tus ojos son cielo de la tarde" "Porque tus manos son pájaros ansiosos" "Porque tu pelo es río y tus pasos… huellas de luna sobre el césped" Lolita Ili Tina Lety Sole Ana Tere Cesi Ale Sus nombres tapizando la ciudad con gritos con margaritas pisoteadas con poemas muertos antes de extender las alas. No podemos cerrar los ojos al terror su laberinto podría devorarnos. Para contener esta sombra que se cierne sumemos nuestra voz a la palabra, hagamos pactos de amor, treguas de dudas, que no falten rosas ni versos, ni canciones. Seamos intolerantes al silencio, para que ni una más sea despojada de abril, del viento y de la lluvia.

NI UNA MÁS Por GUISELA LÓPEZ Poeta

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EN LA PUNTA DE LA LENGUA | NI UNA MÁS


Somos arte

Somos cultura


la despensa

la peli

del m es

Lorena, la de pies ligeros

la red No Estamos Todas

Facebook: @noestamostodas

Proyecto de que busca visibilizar los feminicidios y transfeminicidios a través de la obra de diferentes ilustradoras, para que cada mujer sea recordada como una persona que tenía una vida y no sólo como una cifra más. ¡Extraordinaria!

Lorena no usa tenis, ropa deportiva o gadgets para correr. Su rapidez y huaraches la han hecho ganar cinco veces el ultramaratón de 100 km. Un documental de Juan Rulfo sobre la corredora rarámuri: la mujer más rápida de México. Disponible en Netflix.

el libro El tejido de la rebeldía: ¿qué es el feminismo comunitario? Julieta Paredes | Adriana Guzmán

la expo Diosas y ancestros

Marta Palau, Sofía Echeverri, Claudia Terroso. Te invita a descubrir la espiritualdad, elementos y sensaciones que nos conectan con nuestros ancestros. Puedes visitarla en el MUMA (Museo de Mujeres Artistas Mexicanas)

el disco Obsidiana

Rebeca Lane

Rebeca Lane, referente del hip-hop latinoamericano, nos presenta en “Obsidiana” un álbum lleno de contenido social respecto a temas actuales, como lo es la lucha feminista. ¿Que track te latió más?

lo natural La Piedra de Colucán

Un libro que recupera la lucha cotidiana de las jóvenes, la resistencia de nuestras abuelas, y nuestras rebeldías y terquedades. Te invitamos a leerlo.

en radio Violeta Radio

www.violetaradio.org Facebook: Violeta Radio Violeta Radio es un proyecto radiofónico feminista comunitario que transmite desde la Ciudad de México, impulsado por mujeres feministas integrantes de organizaciones de la sociedad civil y la UNAM.

los sabores Los mangos de barrio Delicia de fruta con sabor dulce, de rico aroma a nostalgia, cubierto con cáscara verde, amarilla, o roja, que se recomienda comer con la brisa fresca bajo la sombra de su árbol. Consejo: búscalos en las huertas de nuestros barrios.

San Lucas Colucán, Izúcar, Pue.

Te invitamos a escaparte a este pequeño y cálido poblado lleno de riquezas naturales. Una de sus principales atracciones es la famosa “Piedra de Colucan”. ¿La has visitado?

lo construido La Conchita

Calle Centenario, Izúcar, Pue. Las fuentes fueron, durante la colonia, un punto importante de abastecimiento de agua y de convivencia social. ¿Que tal si la próxima selfie nos la tomamos en la fuente “La Conchita” de Izúcar?

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LA DESPENSA DEL MES | MARZO 2020


Es el vacĂ­o que deja una mujer cuando no regresa a casa. Somos arte

Somos cultura



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