The Crone’s Apothecary
Domingo, 21 de junio de 2020
La Sombra de Albin Grau Ayer noche, inquieto como todos por el confinamiento, tras releer, por enésima vez La Pantalla Demoníaca1 de Lotte H. Eisner, volví a visionar Nosferatu, también por enésima vez, y que según mi opinión es la obra cumbre del cine expresionista alemán, dirigida en 1922 por el genio Friedrich Foto de Morganna Wilhelm Murnau. Nosferatu es una siniestra, inquietante y sobrecogedora adaptación cinematográfica de la novela Drácula (1897) de Bram Stoker que, según mi personal opinión, es una de las películas más trascendentales de la historia del cine y que no se parece a ninguna otra del género que se haya hecho después. Tras el visionado del film, releí de nuevo el artículo "En busca de Albin Grau: sobre el trasfondo esotérico de Nosferatu" escrito por otro admirado genio, Luciano Berriatua, el mayor especialista mundial en la filmografía de Murnau. Y coincidí plenamente con su tesis: Murnau, el genio cinematográfico había sido el director de Nosferatu, lo sabemos, pero existe un personaje en la génesis y el entresijo de esta película al que había que prestar mucha atención. Se trata de Albin Grau, el productor y el director artístico del film pero que fue muchísimo más que eso. Y es que Albin Grau es, en realidad el alma de Nosferatu. Un personaje misterioso fundamental que, parafraseando al propio Winston Churchill cuando hablaba de la URSS en una alocución radiofónica en la BBC el 6 de mayo de 1939 es, en sí mismo, “un acertijo, envuelto en un misterio, dentro de un enigma”. Y es que Albin Grau es, en pocas palabras, el inspirador, el autor intelectual y la pieza clave de un complejo experimento ocultista que tenía como objetivo utilizar el cine para transmitir al público unos conocimientos secretos que llevasen, a todo aquel que supiera ver, a abrir una puerta hacia El Otro Lado de nuestra realidad ordinaria.
“Albin Grau autor intelectual de Nosferatu" Y en este objetivo, el film Nosferatu sería, sin lugar a duda, su Opera Magna. Hecha pues, la necesaria introducción, empecemos pues a sumergirnos en el universo desconocido de este extraño y singular personaje. Albin Grau era miembro activo desde su fundación de la sociedad secreta Fraternitas Saturni, fundada en 1925 por Gregor A. Gregorius, nombre simbólico de Eugen Grosche. Fraternitas Saturni, una sociedad secreta con una doctrina muy ecléctica que utilizaba en sus reuniones una parafernalia paramasónica inspirada en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA) y mezclaba elementos de corrientes de pensamiento esotérico muy eclécticas y a menudo encontradas, a saber: el Luciferismo, la Astrología, la Alquimia, el Tantrismo sexual, la Teosofía de Blavatsky, la Antroposofía de Rudolf Steiner y el Thelemismo de Aleister Crowley. En el seno de la Fraternitas Saturni y en sus Tenidas, Albin Grau, que adoptó el nombre simbólico de Frater Pacitius, fue formándose espiritualmente y poco a poco, empezó a dar forma a su propio proyecto. 1 Lotte H. Eisner (1996). La Pantalla Diabólica, Madrid. Ediciones
Cátedra.
Fotograma de la película Nosferatu de Murnau
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