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Editorial

Si nos piden la definición exacta de corrupción nos encontramos con un catálogo multívoco difícil de asir simplistamente. Pero todos sabemos y entendemos realmente lo que es.

Dícese que existen básicamente 3 casos de corrupción: nepotismo (Alejandro VI y José López Portillo); cohecho (innúmeros políticos) y peculado (asignación de fondos públicos para uso privado).

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Aún el siglo pasado, algunos de nuestra generación tuvimos la oportunidad de ver en el Kremlin el cuerpo “incorrupto” de Lenin. Además, no conformes con eso, laminaron su cerebro –no estaba a la vista del público–, se dice que en más de tres mil delgadas láminas, para que esa parte que alojaba la “esencia” del ser permaneciera igual. Utopía desde luego que no se perpetuó; el cambio de sistema soviético determinó que el nuevo régimen destruyera aquel fastuoso e inútil gasto.

Hoy en día prevalece una gran lucha a nivel mundial contra la corrupción. Planes, convenios, acuerdos nacionales e internacionales han surgido. Leyes locales nacen y son modificadas. Es un tema que, al menos en el papel, une a naciones, mandatarios, comisiones y organismos multinacionales.

Cayó el Muro de Berlín y la preocupación generalizada aumentó porque los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca’s) no materializan, porque la inversión del Estado se pierde por actos de corrupción.

No hay desarrollo social, no hay educación, ni salud, ni protección del medio ambiente... no hay democracia en general.

Desde la Convención de Viena hasta ahora, siguen como grandes ausentes los Derechos programáticos, obligación del Estado. Todos filtran el arribo del dinero por la corrupción.

Se camina hacia adelante, no haciendo círculos. En esa dirección nos encontramos con lo que no puede destruirse.

Es importante llegar a un aniversario, el segundo, de una revista mensual exclusivamente jurídica, y lo es precisamente con el tema de la corrupción, un panorama global de este gran problema. Antecedentes, estado actual y perspectiva. Aspiramos, y así lo estimamos, que este número servirá para ahuyentarla.

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