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Narcotráfico y violencia: visiones sobre la problemática desde los planteamientos sociológicos de Durkheim y Weber Jorge Daniel Preciado RomeroAna Karen Martínez Fernández y
Narcotráfico y violencia: visiones sobre la problemática desde los planteamientos sociológicos de Durkheim y Weber 9
Ana Karen Martínez Fernández Jorge Daniel Preciado Romero 10
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Resumen
Es un hecho, desde hace ya muchos años, que la escalada de violencia en México como consecuencia de las actividades del crimen organizado, principalmente por grupos de narcotráfico, ha derivado en una grave crisis de seguridad pública. Los homicidios, feminicidios, desapariciones y secuestros, si bien son un grave problema que se debe enfrentar con acciones inmediatas, tienen orígenes estructurales y multidimensionales profundos que se arrastran desde hace décadas. En el presente ensayo, en un esfuerzo por otorgarle mayor atención al problema, abordaremos las condiciones que han permitido el incremento de la violencia y las contribuciones que los presupuestos teóricos de dos clásicos del pensamiento social, Emile Durkheim y Max Weber, nos permiten entender esta crisis de violencia permeada en la sociedad.
Introducción
Actualmente en México vivimos una crisis de inseguridad y violencia que se vislumbra incontenible, aunque el problema del crimen organizado no es nuevo. Desde la década de 1980 en adelante este tema empezaba a tomar notoriedad, pero se aceleró al declararse la guerra contra el narcotráfico en 2006. 11 A partir de entonces la cifra de homicidios y desapariciones vinculadas al crimen organizado ha aumentado de manera alarmante.
En 2011 esa cifra se estimaba en 27 mil asesinatos. En tanto, 2018 finalizó con 34 mil 202 homicidios de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). 12
9 El presente trabajo se realizó originalmente para la Unidad de Aprendizaje “Construcción del Objeto
Sociológico II” de la licenciatura en sociología, donde se aborda el pensamiento sociológico clásico. 10 Los autores son estudiantes de quinto semestre de la licenciatura en Sociología de la Universidad de
Guanajuato. Correo de contacto Karen Martínez: anakaren_mf@yahoo.com; correo Daniel Preciado: daniel13_s@hotmail.com, jd.preciadoromero@ugto.mx 11 En diciembre de 2006 el entonces presidente Felipe Calderón declaró una “guerra” contra el narcotráfico, que consistió en el despliegue de fuerzas armadas y policiales federales en el territorio nacional para el combate a las organizaciones de crimen organizado dedicadas al tráfico de drogas. 12 Con EPN se registraron 156 mil homicidios dolosos en el país: INEGI. 25 julio 2019. https://www.publimetro. com.mx/mx/nacional/2019/07/25/homicidios-dolosos-registrados-2018-en-mexico.html
Con un conteo de enero a junio en 2019, se registraron 17 mil 608 ejecuciones en el país según la misma fuente, 13 por lo que se vislumbra una cifra igual o mayor a la del año pasado para finales de 2019. Por otra parte, a principios de 2017 el número de desaparecidos se estimaba en 30 mil 942 según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, cantidad que aumentó dramáticamente también a consecuencia de la guerra contra el narco. La violencia que ha resultado como consecuencia del narcotráfico, sus enfrentamientos con la autoridad, con otros cárteles y una sociedad civil en medio del fuego cruzado han derivado en una crisis de inseguridad preocupante y en muchas zonas ha significado la pérdida de gobernabilidad.
En este abordaje del problema pretendemos analizar el aumento de la violencia debido al narcotráfico –considerando que es el eje rector bajo el que funciona el crimen organizado—en México en los últimos años; a través de las propuestas teóricas de Emile Durkheim, con su categoría de análisis de “anomia” y de Max Weber con la “dominación” y la categoría de “Estado”, señalando cómo sus postulados contribuyen a explicar dicho fenómeno social
13 Primer semestre de 2019 deja nuevo récord de homicidios; alza de violencia en 4 años ya rebasa el 70% 21 julio 2019. https://www.animalpolitico.com/2019/07/ nuevo-record-homicidios-primer-semestre/ y qué alcances tienen en función a este problema.
Cambios estructurales que han incidido en el crecimiento de la violencia
La violencia y la criminalidad pueden expresarse por una cantidad inmensa de causas. En el caso de México, que no atraviesa por una guerra formal, llama la atención la cantidad de homicidios y de violencia vinculadas al crimen organizado. 14 En este sentido el cuestionamiento puede dirigirse al Estado: el órgano público encargado de otorgar seguridad a sus ciudadanos. Sin embargo, también el cuestionamiento se dirige hacia la sociedad en general: ¿qué condiciones existen para que la situación haya derivado en dicha crisis de inseguridad?
Entre las respuestas a estas interrogantes destacan el incremento de la desigualdad, los cambios estructurales de la función del Estado y el incremento de fenómenos como la corrupción y la impunidad.
Desde la década de 1980 –de forma coincidente con el incremento de la violencia—la pobreza, la desigualdad social y la marginalidad han aumentado de forma constante. En 1992 se encontró que un 53.1% de la población presentaba pobreza de patrimonio. Para 2016, según el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) la pobreza estaba presente en un 43.6% de la población total y un 33.8% se encontraba en situación “vulnerable por ingresos y carencias en servicios sociales”. Esta situación de desigualdad ha sido factor del crecimiento de criminalidad y la violencia. Destacadamente, la pérdida de oportunidades en el campo ocasionó que muchos de estos migraran o tuvieran que dedicarse a actividades ilegales, aunque rentables: la cosecha de amapola y mariguana. En 2005 la Secretaría de Desarrollo Social consideraba que: “Cuando analizamos las zonas de mayor cultivo de enervantes, vemos que coinciden casi exactamente con las zonas de mayor pobreza y desigualdad en nuestro país”. 15 Según el Tribunal Superior Agrario (TSA), en 2009 el 30% de la superficie cultivable del país se usaba para la siembra de enervantes.
Asimismo, la alta desigualdad y el crecimiento del desempleo forzaron a gran parte de la población a buscar trabajo en el sector informal, el cual se engrosó. Muchos otros también únicamente encontraron salida a través del crimen organizado. Según cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), en 2008 el narcotráfico empleaba a un número aproximado de medio millón de personas. En 2010 un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estimaba que el narco ofrecía trabajo a 600 mil personas, lo que lo convertía en el principal generador de empleos en el país (La Jornada, 2013). 16
Otro factor importante para destacar ha sido el papel del Estado. Esto implica tanto sus funciones de garantizar seguridad, salud, educación y servicios en general para todos; así como el manejo eficiente del aparato del Estado. Con la llegada del modelo neoliberal, imperó una lógica en que el Estado debía reducir sus capacidades y atribuciones de garantizar seguridad social, empleo y otros servicios. Es en gran parte a causa de estas políticas que una gran cantidad de mexicanos cayeron en la pobreza, desempleo y desigualdad y los números se mantuvieron por décadas. Además de que el Estado abandonó su papel benefactor, creció de forma alarmante la corrupción dentro del mismo. En 2017 México se ubicó en el lugar 135 de 180, entre los países del mundo evaluados por Transparencia Internacional 17 en materia de corrupción. La corrupción es un factor
15 Declaración hecha por la titular de la Secretaría de Desarrollo Social en 2005, Josefina Vázquez Mota.
Disponible en Proceso: https://www.proceso.com.mx/93189/la-tierra-de-los-narcos 16 La Jornada 1 abril 2013. El narco como fuente de empleo. Disponible en: https://www.jornada.com. mx/2013/04/01/edito 17 México, de los más corruptos del mundo: Transparencia Internacional. La Jornada: https://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/02/21/mexico-de-los-mas-corruptos-del-mundo-transparenciainternacional-6235.html
elemental en la espiral de violencia que se vive en México: los funcionarios y políticos se ven corrompidos por los grupos delincuenciales, los cuales tienen cierta tolerancia de cometer delitos, y el sistema de justicia, también corrompido, es incapaz de hacer cumplir la ley, de este modo, la impunidad permite, nuevamente, la comisión de delitos (muchos de ellos violentos), de manera que el problema no hace sino crecer.
La impunidad, el elemento restante en la cadena de violencia, refiere a la imposibilidad de acceder a la justicia, en donde la ruptura social no solo es del asesino sino también en los involucrados, al corromperse por no buscar al responsable, pues ahí se menosprecia la eficacia del sistema de justicia y se deja sin represalia. Una sociedad con alto índice de impunidad refleja su incapacidad para regular (castigar y hacer justicia), pues nadie se preocupa por el crimen y los afectados, que pasan a ser un número más. En el caso mexicano, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad México 2018, el país ocupa el lugar número uno en impunidad en el continente americano. Su cálculo indica que 99.3% de los delitos denunciados quedan en la impunidad, de modo que ésta es generalizada en el país. 18 Este es un factor que alimenta la violencia: si no existe interés por solucionar o castigar los delitos, por ejemplo, los homicidios o secuestros, estos tienden a aumentar porque no hay castigo a quienes los ejecutan. Ante este panorama, ¿es posible comprender este estado de violencia a partir de los presupuestos teóricos de dichos autores y cómo conceptualizan a la sociedad? Es lo que se abordará en los siguientes apartados.
Desigualdad y corrupción: factores de anomia
Ahora bien, abordando la teoría sociológica de los autores, primero cabe mencionar que, para Emile Durkheim, la sociedad es un ente superior a los individuos que se impone a ellos y los determina. Esta sociedad se compone de un sistema de valores y creencias que establecen la moral y las normas de la misma, de manera que sus integrantes pueden convivir funcionalmente. No obstante, existen factores de desintegración, especialmente los que rompen con la moral y las normas establecidas derivadas de la falta de vínculos sociales. Esto provoca lo que denomina Durkheim un estado de anomia social, en que la sociedad es incapaz de regular e integrar a los individuos y éstos se desvinculan de los factores de cohesión e integración (López, 2009: 131-135).
18 La impunidad en México es de 99.3%; no hay policías ni jueces suficientes: UDLAP. En Aristegui Noticias: https://aristeguinoticias.com/1303/mexico/ la-impunidad-en-mexico-es-de-99-3-no-hay-policias-ni-jueces-suficientes-udlap/
Así, una sociedad en donde hay vínculos sociales que se debilitan, puede expresar una gran cantidad de conductas fuera del sistema de valores predominante, como los homicidios, secuestros y otras conductas. Por ejemplo, en su estudio El suicidio, Durkheim analiza la relación de éste con el homicidio. Al respecto encuentra que si bien, en algunos casos uno crece mientras el otro decrece, ambos aumentan simultáneamente cuando el tipo de suicidio es anómico, lo que le lleva a concluir que la anomia es la condición para que ambos se presenten de forma paralela (Durkheim, 2003: 396-400).
Dado que la anomia es un estado social en que la pérdida de vínculos sociales deriva en actos fuera de la conducta normada, podemos hablar de que la alta cantidad de violencia y homicidios en el país es un indicador de anomia dentro de ella, propio de sectores sociales afectados por condiciones sociales externas que han provocado este rompimiento de la moral.
Como hemos visto, la desigualdad, producto del crecimiento del desempleo y la pobreza, ha alimentado al crimen organizado. El hecho de que gran cantidad de personas haya quedado marginada de las formas establecidas de acceder a la dinámica económica y social, provoca que se desvinculen de la sociedad en aras de su propia supervivencia, por otros medios, aunque no sean socialmente aceptados. Así, rompen su relación con el sistema de valores y deciden actuar bajo sus propios intereses. Desde luego esto ha implicado, que una gran cantidad de personas haya optado por realizar labores de siembra de droga, narcomenudeo, sicariato o secuestro. Así, el incremento del desempleo y la desigualdad ha sido un factor relevante para el fenómeno de anomia que se presenta, porque rompe con la solidaridad, los vínculos sociales y fuerza a los individuos a actuar bajo su propio orden.
Del mismo modo, la corrupción presente en el Estado, garante de la seguridad, puede considerarse un factor o indicador importante para hablar de anomia, porque implica ignorar las normas y valores que dictan la conducta en aras de obtener un beneficio personal. Por ello la conducta corrupta es vista como inmoral, incluso según el concepto de Durkheim, para quien la moral es el elemento social más fuerte, fuente de toda solidaridad: “moral […] es todo lo que fuerza al individuo a contar con su prójimo, a regular sus movimientos con base en otra cosa que los impulsos de su egoísmo, y la moralidad es tanto más sólida cuanto más numerosos y fuertes son esos lazos” (Durkheim citado por Paoli, 1990: 87). Al señalar esto, podemos ver que el estado anómico no sólo es propio de sectores marginados y excluidos, sino de los
mismos integrantes del Estado, lo cual sería un elemento explicativo de la situación crítica que se atraviesa.
Como se ha señalado, la impunidad es factor clave para que los delitos continúen al alza, al no haber castigo por la comisión de estos. El mismo Durkheim lo considera al señalar que “la corriente homicida […] es tanto más violenta cuanto menos contenida está por la conciencia pública, es decir, cuando los atentados contra la vida son juzgados más veniales” (Durkheim, 2003: 397). Sin embargo, aquí se entra en la dimensión legal, que merece una atención aparte.
El papel del Estado: legitimidad y dominación
Ahora bien, desde el planteamiento y aportes teóricos de Max Weber, para el caso es importante revisar el papel del Estado y del sistema de dominación de modo que podamos conocer la situación en que se encuentra la legitimidad del orden impuesto por el Estado y por grupos criminales.
Para Weber el Estado es el instituto político que tiene el monopolio de la violencia legítima, lo que le permite mantener el orden. Las instituciones sociales, a su vez, están inscritas en sistemas de dominación. Para Weber, la dominación es la probabilidad de encontrar obediencia en un mandato (Weber, 2014: 334) lo cual no requiere necesariamente coerción, sino legitimidad, es decir, un sistema de creencias y valores socialmente compartidos. Weber al hablar de la dominación refiere a tres tipos ideales de ésta: la legal por estamento o burocrática, la tradicional y la carismática. En lo que refiere a la tradicional la encontramos expresada en la dominación patriarcal, patrimonial y feudal.
Si bien el Estado responde a un tipo de dominación burocrática, porque encuentra su legitimidad en la ley estatutaria, impersonal y objetiva; los grupos de narcotráfico, que no comparten esta legitimidad por estar fuera de la ley, tienen su propio sistema de dominación que les permite administrarse y subsistir.
El tipo de dominación al que se acerca el crimen organizado es de tipo tradicionalpatrimonial. Weber define al patrimonialismo como aquella dominación doméstica descentralizada “mediante reparto de tierras y a veces de peculio [cantidad de dinero o bienes que posee una persona] a los hijos o a otras personas dependientes del círculo familiar” (Weber, 2014: 1195). El patrimonialismo surge cuando el patriarcalismo descentraliza su poder ante la imposibilidad de controlar la extensión de territorio que posee. Es entonces que otorga a su séquito parte de la administración del territorio mediante la prebenda. La
prebenda permite el “derecho fijo al cargo”, y este privilegio permite apropiarse del cargo al prebendario (Weber, 2014: 1214). Weber señala tres clases de prebenda, de las que tomaremos relevancia a dos: los beneficios que consisten en emolumentos (cantidad de dinero que se cobra por un servicio profesional o de cargo) por cumplimiento de tareas; y la asignación de tierras para su usufructo, similar al “feudo”. Asimismo, la legitimidad es otorgada por la “santidad de la tradición”, la “creencia en el carácter inquebrantable de lo que ha sido siempre de una manera determinada” (Weber, 2014: 1191). Toda dominación tiene un cuadro administrativo, que en la concepción weberiana se encarga de ejercerla y mantener el orden. En este caso el cuadro administrativo consiste en un “Señor” y su séquito, que le deben fidelidad y son cercanos a éste.
Así, considerando a los cárteles de la droga como la principal expresión del crimen organizado, podemos ver este tipo de orden en su estructura. Para empezar los cárteles mexicanos están compitiendo territorio y rutas de tráfico. Están diseminados en todo el país y han establecido su hegemonía en diversos estados.
Cuando estas organizaciones ni siquiera se denominaban cárteles en la década de 1980, generalmente sólo había cabecillas dedicadas al tráfico en puntos bastante específicos. Entonces destacaban narcos como Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y otros. A medida que el consumo de drogas aumentó y los narcotraficantes mexicanos tomaron mayor relevancia que los colombianos fue necesario incrementar la infraestructura, redes y territorio de las organizaciones traficantes. Así, surgió el cártel de Juárez, de Sinaloa, de Tijuana, del Golfo. A la manera en que hacían los “señores” en el patrimonialismo, los líderes de los cárteles asignaron a su círculo cercano la administración del territorio, es decir, descentralizaron su poder mediante “prebendas”. No sólo les era asignado una porción del territorio para el tráfico y comercio de droga, sino que su retribución estaba implícita en ese encargo. Tal como en el sistema patrimonial, el “señor” depende de la lealtad de su cuadro administrativo y éstos a su vez del nombramiento del “señor” en sus cargos, a través de la prebenda.
Por tratarse de un negocio ilegal de amplias proporciones, el crimen organizado permea en las instituciones oficiales. El sistema prebendal también se ejerce hacia los funcionarios del Estado. Los cárteles subsumen a la autoridad pagando por lealtades y favores. Si la autoridad de la zona los deja actuar estos le retribuyen con arreglo monetario, como la prebenda
de emolumentos. Así, el poder económico del cártel se convierte en poder político. Mucho dinero ilícito se invierte en campañas electorales para comprar previamente a las autoridades. Por eso, políticos de todos los partidos tienen acusaciones de estar ligados al narcotráfico, y aunque son acusaciones frecuentes, hay pocos casos en que esto ha derivado en carpetas de investigación sólidas. El ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, es, por ejemplo, uno de los pocos funcionarios de alto nivel que han sido sentenciados por sus nexos con el narcotráfico. 19 Esta corrupción, desde luego, se realizará fácilmente si los funcionarios son proclives a ella, donde influye el aspecto señalado por Durkheim: la separación de los valores compartidos en favor de los intereses privados y egoístas, es decir, una ruptura con la moral social. Así, con esta forma de cooptación del poder público, el patrimonio se extiende a cargos públicos e instituciones progresivamente, por ello es por lo que en algunas regiones el narcotráfico es el que se ha apoderado de los poderes públicos.
Por su parte, en cuanto al Estado, Durkheim considera que este se ha convertido en el único “órgano constituido” para moderar y reglamentar a la sociedad. Sin embargo, señala que “Mientras el Estado se abulta y se hipertrofia para llegar a encerrar fuertemente a los individuos, sin conseguirlo; estos, sin lazos entre sí, ruedan unos sobre otros […], sin encontrar ningún centro de fuerzas que los retenga, los fije y los organice” (Durkheim, 2003: 438). Es decir, que para Durkheim el Estado no tiene la fuerza suficiente para integrar a los individuos. La solución pasaría por otro camino, un elemento social capaz de volver a cohesionar a los individuos. Este hecho es más notorio si es el mismo Estado el que cae en contradicciones por su violación de la moral social y la ley constituida.
Por otro lado, si bien para Weber, el Estado sí tiene la capacidad de imponer el orden y ejercer el monopolio de la violencia legítima, el deterioro de sus facultades ha reducido su legitimidad y esto tiene un efecto contradictorio. ¿Qué sucede cuando el Estado forma parte de la violación de las leyes? ¿Qué legitimidad puede tener? Los indicadores de corrupción e impunidad apuntan en esta dirección. Si el mismo Estado es incapaz de cumplir la ley ¿cómo va a lograr que el resto de la sociedad lo haga? La necesidad urgente de contar con un Estado capaz de ejercer la ley estatuida, impersonal y reglamentada, y de restablecer el equilibrio en el orden social, tan alterado por el efecto del narcotráfico, tiene que ser señalada insistentemente, porque se trata del órgano encargado de proveer
seguridad. Mucho de esta reforma que requiere el Estado, implica a su vez, voluntad política, y en especial que los políticos tengan visión de estadistas.
A manera de conclusión
Está claro que el problema del crimen organizado es sumamente complejo y que se tienen que considerar diferentes dimensiones de esta problemática. En este ensayo hemos tratado de identificar aquellas que consideramos determinantes, y que se desarrollan tanto de forma estructural, como el caso de la desigualdad y la pobreza, así como de forma institucional y entre los individuos, como la necesidad de un Estado que se haga presente para garantizar el orden legal, el rompimiento de vínculos sociales, o la legitimidad que se construye en los contextos específicos de violencia hacia instituciones o hacia redes del crimen organizado.
Por ello, los elementos que los autores clásicos de la sociología, Durkheim y Weber han planteado, pueden ser de utilidad al identificar que hay elementos constitutivos del orden en una sociedad y que estos se ven afectados por determinadas dinámicas a las que están sometidos los individuos. Retomar las categorías de “anomia”, “dominación” y “legitimidad”, sigue proporcionando elementos interpretativos de la realidad que hoy vivimos y que es necesario reflexionar. Por otra parte, también existen cuestionamientos que otros autores pueden ayudarnos a responder.
Sabemos de antemano que no es un problema que plantee salidas fáciles. Sin embargo, sigue siendo necesario insistir en cuáles son los temas centrales que hay que abordar para debatir y encontrar soluciones que contribuyan a resolver estas problemáticas. Por tratarse de un problema multidimensional, son muchos los aportes que se pueden ofrecer desde otros estudios y disciplinas; por lo pronto en este ensayo hemos tratado de darle mayor atención, a fin de continuar con este tipo de trabajos que profundicen en el tema.
Referencias
Ángel, A. 21 julio 2019. Animal Político. “Primer semestre de 2019 deja nuevo récord de homicidios; alza de violencia en 4 años ya rebasa el 70%”. Disponible en: https://www.animalpolitico. com/2019/07/nuevo-record-homicidios-primer-semestre/ Aristegui Noticias. 13 marzo 2018. “La impunidad en México es de 99.3%; no hay policías ni jueces suficientes: UDLAP”. Disponible en: https://aristeguinoticias.com/1303/mexico/ la-impunidad-en-mexico-es-de-99-3-no-hay-policias-ni-jueces-suficientes-udlap/
Durkheim, E. (2003). El suicidio. (Sexta edición). Madrid: Ediciones Akal. El Economista. AFP. 21 julio 2013. “Sentencian a Mario Villanueva a 11 años de cárcel”. Disponible en: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Sentencian-a-Mario-Villanueva-a-11-anos-decarcel-20130628-0014.html Esquivel, K. (25 julio 2019). Publímetro. “Con EPN se registraron 156 mil homicidios dolosos en el país: INEGI”. Disponible en: https://www.publimetro.com.mx/mx/nacional/2019/07/25/ homicidios-dolosos-registrados-2018-en-mexico.html La Jornada. 1 abril 2013. Editorial. El narco como fuente de empleo. Disponible en: https://www. jornada.com.mx/2013/04/01/edito La Jornada. 21 febrero 2018. México, de los más corruptos del mundo: Transparencia Internacional.
Disponible en: https://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/02/21/mexico-de-los-mas-corruptosdel-mundo-transparencia-internacional-6235.html López Fernández, M. P. (2009). El concepto de anomia de Durkheim y las aportaciones teóricas posteriores. Iberóforum. Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, (vol.
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Editorial Trillas. Proceso. 10 junio 2007. La tierra de los narcos. Disponible en: https://www.proceso.com.mx/93189/ la-tierra-de-los-narcos Weber, M. (2014). Economía y sociedad. (Tercera edición). México: Fondo de la Cultura Económica.
Análisis de coyuntura
El presente análisis surge a la luz de los fenómenos más contemporáneos que actualmente muestran una coyuntura entre procesos migratorios y el escenario político de los Estados Unidos de América.
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revista estudiantil de ciencias sociales