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Maridajes navideños.

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sueños.

sueños.

Belén Pardo Cifuentes.

En los encuentros navideños aparecen en la mesa, como si de un baile se tratase, platos llenos de aperitivos y entrantes. Y sin haber terminado, encontramos al Sr. Pescado haciendo acto de presencia y a la Sra. Carne balbuceando que ella es la siguiente. Horas después, entre idas y venidas de platos y cubiertos y de un sinfín de conversaciones, llega el momento más “dulce”.

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Pero junto a toda buena comida, Emilio Luaces responsable de la tienda gourmet de El Corte Inglés, recomienda como buena bebida “esa que haría que realzásemos más cada uno de los platos y que aportase un placer aún mayor. Maridaje, armonía, acorde o acompañante pueden ser por complemento, por contraste, regional o por proximidad, o el que practican muchos, “porque me gusta”.

Con aperitivos como salazones, una manzanilla, Champagne o Rias Baixas. Vodka o champagne con caviar; Champagne o Rias Baixas para ostras y almejas de carril; Oloroso y Espumosos junto al Foie y con el jamón ibérico de bellota, los Finos, Champagne y tintos con poca crianza.

En los pescados blancos que no sobrepasan el 2,5% de grasa los vinos blancos ligeros y frescos y de buena acidez equilibran y potencian el sabor suave de estos pescados. Mientras los pescados semigrasos se acompañan de blancos de capa media y más frutales, un tinto joven o un rosado fresco y cítrico. Para el graso son más apropiados los vinos blancos melosos con mucho sabor y cuerpo, pasados por barrica de seis meses, e incluso algunos vinos tintos potentes o un rosado muy frutal.

Las carnes rojas por su contenido de proteínas, grasas y minerales y, por ello, mucho sabor, es conveniente acompañar con Tempranillo, Garnacha, Tinta de Toro, con paso de madera.

Los arroces con marisco y pescado combinan con vinos blancos más fluidos y con un perfil poco aromático o espumosos; el arroz mixto con rosado o tinto crianza; arroz caldoso junto al vino rosado o tinto ligero y para la paella valenciana, un rosado o cava.

En cuanto a los quesosfrescos y cremosos armonizan bien con las burbujas del cava o Champagne; un blanco con ligero paso por barrica, cava o un tinto joven para el Camembert; vinos dulces y generosos con el roquefort y quesos azules; tinto con crianza de media intensidad para el queso manchego curado; blancos jóvenes y aromáticos con el queso fresco de cabra.

Llegados al postre: vino dulce para el turrón; amontillado para polvorones y mantecados, vinos dulces, como los Oporto, para postres con chocolate y Moscatel para Panettones.

T R A Z O 3 . 1 5

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