INTRODUCCIÓN

Introducción Introducción

En más ocasiones de las que nos gustaría nos encontramos con profesores preocupados únicamente por transmitir contenidos. Les oímos decir, “esto es importante”, “esto hay que aprenderlo”, “eso debe saberse” pero no parecen estar preocupados por otras cuestiones que son prioritarias: el cómo se aprende. En los últimos años y gracias a las tendencias que promueven el reciclaje como una función docente, se pone el acento en los procedimientos que nos permiten aprender. Es más importante que los alumnos adquieran capacidades y estrategias para autodesarrollarse que aprender únicamente contenidos.

La renovación pedagógica supone un esfuerzo que debe hacer el profesor para adaptarse a los nuevos alumnos y a las nuevas circunstancias que les rodean. Ahora, cada vez hay más adultos estudiando. Muchos lo hacen porque tienen que recualificarse como alternativa a la situación de desempleo actual; otros, lo hacen para lograr alcanzar sus metas. En uno y otro caso, los docentes tienen que dar una respuesta, pero una respuesta adecuada atendiendo a las necesidades que presentan los alumnos.

En esta Unidad “Impartición de acciones formativas para el empleo” se pone de manifiesto que hay que conocer el proceso de aprendizaje para poder actuar e intervenir. Es necesario conocer las estrategias que facilitan el aprendizaje para ayudar a los alumnos a conseguirlas y poder identificar los elementos que ayudan a potenciar aprendizajes significativos.

Esta Unidad, trata en definitiva, de formar a formadores de acciones tutoriales para el empleo. Los profesores deben conocer aquellos elementos que potencian los procesos, deben comprender la importancia de la comunicación en la interacción con los alumnos y, deben ser consientes de que las habilidades docentes no solo son innatas sino que deben entrenarse. Aquí y ahora, proponemos un entrenamiento en estos y otros aspectos que consideramos fundamentales para mejorar la salud del profesor y mejorar la salud de la enseñanza.

Un primer paso para lograrlo, es partir de las características de los alumnos y de sus necesidades para definir los objetivos. Los contenidos, vendrán a continuación y deberán abarcar no solo hechos y acontecimiento sino también procedimientos y actitudes. Las metas finales no contemplan únicamente la adquisición de estos conocimientos sino la adquisición de unas competencias que son clave para su desarrollo.

Las situaciones de aula no son propias de un solo alumno interactuando con el profesor, en las aulas encontramos grupos, más o menos numerosos, que esperan del profesor procesos de orientación y el establecimiento de pautas para alcanzar las metas propuestas. Esto hace necesario que el profesor conozca, además,