17 minute read

2.3. El aprendizaje de adultos: objetivos, características y tipos. Estilos de aprendizaje

Next Article
GLOSARIO

GLOSARIO

IMPORTANTE

El aprendizaje de adultos es un proceso de aprendizaje que puede darse tanto en la educación formal, no formal e informal prolongando el aprendizaje de la etapa inicial, y gracias al cual las personas adultas pueden desarrollar una serie de competencias generales o específicas que le permiten la inclusión sociolaboral y un desarrollo integral. 2.3. El aprendizaje de adultos: objetivos, características y tipos. Estilos de aprendizaje.

Advertisement

Como ya hemos dicho, el proceso de educación es un proceso permanente que se da a lo largo de toda la vida y que, en función de las características de las personas a las que va dirigida, tendrá unos factores protagónicos u otros. En el caso de las personas adultas, es necesario que esta formación les proporcione una serie de competencias que les ayuden a su integración sociolaboral. Debemos entender la educación de adultos como un proceso constante de aprendizaje que debe adaptarse a los cambios que la sociedad impone a las personas.

Si en estas páginas vamos a intentar conceptualizar el aprendizaje de adultos, antes de seguir avanzando, debemos definir lo que entendemos por personas adultas. Hay muchas definiciones en función de la visión que se tenga del aprendizaje. La definición que mejor se ajusta a lo que aquí estamos desarrollando es aquella que considera que las personas adultas son aquellas con un cierto desarrollo biológico que se ha visto acompañado por otro social y afectivo.

Podemos entender la educación de adultos como una necesidad de aprendizaje permanente de la persona que le permite adaptarse a los cambios sociales como el desempleo, el cambio de profesión o la necesidad de adquirir nuevas competencias para el desempeño profesional. Nunca es tarde para aprender y aprender aprendemos todos y a lo largo de nuestra vida. El aprendizaje de adultos intenta garantizar este derecho proporcionando un abanico amplio de criterios que son necesarios para su buen desarrollo: respeto, pluralidad, libertad o igualdad de oportunidades en su sentido más amplio.

En esta línea, el Consejo de la Unión Europea en distintas reuniones mantenidas ha establecido y esbozado las directrices de la educación de adultos en los países

miembros. Ya en el año 20085, según aparece recogido en la Resolución del Consejo, publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea de 20 de diciembre de 2011, “destaca la importancia de la orientación como un proceso continuo

que permite a los ciudadanos, a cualquier edad y a lo largo de su vida, determinar sus capacidades, sus competencias y sus intereses, tomar decisiones en materia de educación, formación y empleo y gestionar el recorrido de su vida personal en el aprendizaje, en el trabajo y en

otros marcos” (p.1).

Otro aspecto importante también a destacar es la necesidad de que el aprendizaje de adultos debe garantizar la inserción laboral proporcionando el acceso a nuevas cualificaciones y facilitando la adquisición de competencias clave para intentar evitar la exclusión social. Este tipo de aprendizaje, por tanto, debe centrarse en el alumno adulto y en su autonomía para aprender, haciéndole responsable de sus propios logros. Además, la educación de adultos, debe centrarse en el proceso y no tanto en los resultados porque lo que realmente importa es el aprendizaje que el alumno va adquiriendo desde el inicio y no únicamente si ha aprendido lo que inicialmente se había propuesto.

es necesario que la educación de adultos también se recicle y se cons-

truya bajo principios de innovación permanente para hacer de las sociedades actuales, sociedades más competitivas que permitan salir de la actual crisis económica. EN RESUMEN

El aprendizaje de adultos es un proceso de aprendizaje que puede darse tanto en la educación formal, no formal e informal prolongando el aprendizaje de la etapa inicial, y gracias al cual las personas adultas pueden desarrollar una serie de competencias generales o específicas que le permiten la inclusión sociolaboral y un desarrollo integral.

objetivos del aprendizaje de adultos.

La educación de personas adultas ha pasado de ser una educación puramente alfabetizadora, en la que se pretendía que los alumnos adquirieran los conocimientos básicos para la obtención de un título, a una educación más integradora y humanista. Ahora se pretende que el aprendizaje de adultos sea un eslabón más del proceso de educación permanente, un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida, propiciando el desarrollo integral de la persona.

Según aparece en el art. 66 de la Ley Orgánica de Educación (LOE)

la educación de personas adultas tiene la finalidad de ofrecer a todos los mayores de dieciocho años la posibilidad de adquirir, actualizar, completar o ampliar sus conocimientos o aptitudes para su desarrollo personal y profesional. Para lograrlo, propone los siguientes objetivos:

5 Proyecto de Resolución del Consejo Europeo y de los Representantes de los Gobiernos de los

Estados miembros, reunidos en Consejo, de 21 de noviembre de 2008, titulada “Incluir mejor la orientación permanente en las estrategias permanentes de educación y formación permanente”.

• Adquirir una formación básica, ampliar y renovar sus conocimientos, habilidades y destrezas de modo permanente y facilitar el acceso a las distintas enseñanzas del sistema educativo.

• Mejorar su cualificación profesional o adquirir una preparación para el ejercicio de otras profesiones.

• Desarrollar sus capacidades personales, en los ámbitos expresivo, comunicativo, de relación interpersonal y de construcción del conocimiento.

• Desarrollar su capacidad de participación en la vida social, cultural, política y económica y hacer efectivo su derecho a la ciudadanía democrática.

• Desarrollar programas que corrijan los riesgos de exclusión social, especialmente de los sectores más desfavorecidos.

• Responder adecuadamente a los desafíos que supone el envejecimiento progresivo de la población asegurando a las personas de mayor edad la oportunidad de incrementar y actualizar sus competencias.

• Prever y resolver pacíficamente los conflictos personales, familiares y sociales. Fomentar la igualdad efectiva de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, así como analizar y valorar críticamente las desigualdades entre ellos.

Pero para que el aprendizaje de adultos pueda darse en su máxima expresión, es necesario que la persona que aprende sea el centro del aprendizaje, que se garantice la igualdad de oportunidades, la participación activa de todos los miembros del sistema educativo y la disposición de oportunidades de aprendizaje de calidad. Sólo así podremos llegar a ser una sociedad más competitiva y preparada para afrontar con éxitos los nuevos retos y preparar a las personas adultas para la adquisición de competencias que le permitan seguir desarrollándose personal, social y profesionalmente.

características del aprendizaje adulto.

Como hemos venido mencionando a lo largo de la exposición, los adultos tienen unas características concretas y unos condicionantes que hacen necesario adaptar el aprendizaje a sus necesidades. Las personas adultas son personas que, superando la mayoría de edad, tienen unos anhelos, deseos y ganas de emprender acordes con su situación, realidad y entorno. Son personas con gran experiencia, no solo personal sino también laboral y, por tanto, son personas con propósitos firmes y claros (de forma general) cuando emprenden un proceso de formación.

Para lograrlo, es necesario conocer estas características para adaptarnos a sus necesidades y contribuir a su desarrollo.

Para muchos autores, que se han nutrido de las fuentes psicológicas, como Maslow, conocido por su definición de la pirámide de las necesidades, el adulto alcanza la madurez6 cuando consigue ser una persona con una personalidad forjada sobre el dominio de sí mismo.

Al igual que existen muchas definiciones del alumno adulto, también existen muchas clasificaciones sobre su forma de aprender. Ahora vamos a centrarnos en este aspecto pero para hacerlo tentemos que, al mismo tiempo, establecer aquello que les caracteriza como personas diferenciadas de otros grupos de edad. En el cuadro siguiente podemos apreciar cada una de ellas.7

Características del alumno adulto Características del aprendizaje adulto

Bagaje experiencial. Preocupación por la utilidad de los nuevos aprendizajes. Voluntariedad, autonomía e iniciativa. Mayor motivación para aprender. Búsqueda de aprendizajes relacionados con experiencias significativas. Consideración de los procesos de formación y aprendizaje como medios para alcanzar sus propósitos y no fines en sí mismos. Carácter voluntario. Carácter autónomo. Lentitud del ritmo de aprendizaje. Miedo al fracaso. Falta de confianza. Limitación temporal. Pragmatismo. Resistencia al cambio.

la voluntariedad que presenta el alumno adulto hace posible que sea

él el que quiera iniciar nuevos aprendizajes. Esto supone mayor motivación y mayor compromiso con los procesos que inicia. Esta característica ya supone un factor positivo que predispone hacia el éxito del propio aprendizaje.

6 Entendiendo el término madurez como el estado de plenitud que alcanza la persona que aún no ha llegado a la vejez y ha superado la infancia y la adolescencia. 7 Cuando hablamos de características de los adultos y de los procesos de aprendizajes de estos lo hacemos en términos generales y contemplando la posibilidad de que muchos adultos no presentan al mismo tiempo todas estas características..

El alumno adulto se caracteriza también por tener mayor grado de autonomía en el momento de aprender. Esto conlleva a una nueva ubicación del alumno en el proceso de aprendizaje: se convierte en el centro del proceso adquiriendo la responsabilidad de su propia formación, orientándola y dirigiendo los resultados hacia los fines que quiere conseguir.

El cúmulo de experiencias y aprendizajes previos con los que cuenta el alumno adulto hará que el proceso de aprendizaje sea más lento. Esto ocurre porque tiene que acomodar los nuevos conocimientos a los ya existentes.

los alumnos adultos suelen dudar con respecto a sus propias capaci-

dades para aprender, de ahí los temores, los miedos y las inseguridades por si no alcanzan los objetivos de aprendizaje. Esto puede ocurrir incluso cuando el aprendizaje se ha iniciado a instancias del propio alumno adulto.

Sumado a todo lo anterior hay un factor que caracteriza y mucho al alumno adulto: el bagaje experiencial. Al ser personas con una trayectoria vital más amplia cuentan en su repertorio con un grueso mayor de conocimientos, habilidades que han ido cosechando a lo largo de su vida. esta experiencia le impulsa a buscar nuevos estímulos para desarrollarse y crecer como personas pero, también esta experiencia puede limitar el proceso de aprendizaje. Esto puede ocurrir porque los nuevos conocimientos pueden entrar en contradicción con los ya existentes (resistencia al cambio) y suponer una barrera importante para el aprendizaje. Si a esto añadimos que, en muchas ocasiones, las personas adultas tienen que compatibilizar los procesos de aprendizaje que

emprenden con otros procesos vigentes en su vida, personales, laborales… podemos comprender mejor las dificultades con las que pueden encontrarse.

tipos de aprendizaje adulto.

El aprendizaje de los adultos, como ya hemos visto, se caracteriza por dotar al alumno adulto de mayor independencia en el desarrollo de sus aprendizajes otorgándole la responsabilidad de los mismos. Para lograrlo es indispensable especificar aquellos modelos que intentan explicar las formas en la que estos alumnos aprenden.

los modelos individualizados de aprendizaje permiten adaptar la ense-

ñanza a las necesidades de los alumnos haciendo posible que el aprendizaje sea personal y sea el propio alumno el que asuma parte de las

responsabilidades que conlleva. Pero adoptar esta forma de enseñanza supone no solo conocer las necesidades del alumno sino también el grupo al que va dirigido, los intereses de los alumnos, los recursos y materiales disponibles para hacer del proceso un proceso adecuado a las características del grupo.

Pero una enseñanza individualizada no significa atender de forma “particular” a los alumnos. En este caso estaríamos hablando de atención individualizada. La diferencia entre ambas estriba en que en la enseñanza individualizada se tiene en cuenta la posibilidad de tener que adaptar el proceso de aprendizaje a los alum-

nos, con todo lo que ello implica, para garantizar el logro de los objetivos.

La atención personalizada no adapta el proceso de enseñanza a los alumnos sino que dedica “especial atención” a aquellos que lo necesitan en determinados momentos.

Esta modalidad de enseñanza, para que pueda darse con efectividad, requiere de unos principios capaces de autorregularla. Uno de ellos es el principio de interés. Este principio establece que la persona aprende cuando “hace” para aprender, es decir, que es necesario que realice una acción. Los conocimientos derivan de la acción.

ENSEñANZA INDIVIDUALIZADA

no es

ATENCION INDIVIDUALIZADA

Muy unido al principio de interés se encuentra el principio de singularidad que es el que permite identificar al profesor las características de cada alumno mostrando las diferencias existentes. Este principio se refiere, sobre todo, a factores psicológicos que ponen de manifiesto las experiencias que estos alumnos poseen y las formas distintas que cada alumno utiliza para enfrentarse a las situaciones de aprendizaje.

Otro principio que debe darse en la enseñanza individualizada es el principio de libertad de aprendizaje. Tal como indica su nombre, este principio hace recaer la acción del aprendizaje en la libertad del alumno para actuar. Debe ser el propio alumno el que aprenda eligiendo el momento y el medio por el que aprenderá. Pero para que pueda darse este principio, es necesario que el alumno se conozca a sí mismo y sea capaz de comprender donde se encuentran sus errores y las consecuencias de sus decisiones. Este principio otorga una mayor autonomía al alumno.

Hablar de tipos de aprendizaje nos obliga, como está siendo el caso, a hablar de modalidades de aprendizaje. En las líneas anteriores hemos visto algunos rasgos de la enseñanza individualizada pero, no es el único modelo que debe tenerse en cuenta. Ni que decir tiene, que no es bueno polarizar el aprendizaje, por eso es necesario que se adopte en cada momento aquella modalidad que mejor se adapte a los objetivos de aprendizaje, a los alumnos y a la situación en la que se produce.

Veamos ahora el modelo de aprendizaje autónomo.

En este modelo el alumno tendrá que planificar, controlar y evaluar su propio aprendizaje a través de diferentes procesos cognitivos. Pero para el desarrollo de estos procesos es necesario que el alumno ponga en marcha estrategias metacognitivas que le permitirían aprender. En estos momentos “difíciles” en los que tiene la ardua tarea de adquirir nuevos conocimientos, tendrá que ser capaz de autorregularse y controlar aquello que le provoque ansiedad o estrés. En esos momentos es donde el formador tiene su papel más importante. En esta modalidad de aprendizaje debe ayudar al alumno a que se desarrolle y a que sea capaz de lograr sus metas. Para ello, tendrá que reforzar sus actuaciones, tendrá que crear un clima de confianza y seguridad, tendrá que motivarle y ayudarle a comprender el momento de consecución del logro.

estilos de aprendizaje adulto.

Cuando nos referimos a estilos de aprendizaje nos estamos refiriendo al conjunto de estrategias que cada uno de nosotros utilizamos para aprender. Esas estrategias dependerán de aquello que nos pueda resultar más fácil a cada uno de nosotros o, por el contrario, más difícil y eso, unido a otros factores como la motivación, la edad o el nivel de conocimientos adquirido, harán que sintamos preferencia por el uso de unas u otras. El uso continuado de esas estrategias es lo que determina nuestra forma particular de aprender y la hace distinto del de los demás.

Pese a todo lo anterior, el estilo de aprendizaje no depende en exclusiva del alumno sino que se encuentra influenciado por la forma en la que le están enseñando, es decir, el estilo del aprendizaje del alumno está motivado por la forma de enseñar del profesor y, viceversa. No olvidemos que el proceso de aprendizaje se da en un contexto en el que todos sus elementos se encuentran interrelacionados. Por eso, todos influyen en todos.

Existen a lo largo de la historia, como ya hemos visto, distintas teorías que intentan explicar cómo aprendemos. Muchas de estas teorías han errado al clasificar a los alumnos. En la actualidad no podemos seguir aquellas teorías que constriñen el estilo de aprendizaje a un modelo cerrado en el que se encasilla al alumno y su forma de aprender: el proceso de aprendizaje es un proceso vivo y di-

námico y, por tanto, un proceso en el que los factores que intervienen

cambian y hacen cambiar sus elementos. Por tanto, no se puede hacer una clasificación cerrada de los alumnos ni de su forma de aprender porque ésta variará de acuerdo al contexto, es más, debería cambiar.

Kolb, según menciona Oriol Amat (2002), “demostró que como consecuencia de aspectos genéticos y de entorno, la mayoría de las personas presentan estilos de aprendizaje que priman ciertas habilidades para aprender con respecto a otras en la enseñanza superior” (pag. 39-40). Kolb hizo importantes aportaciones a la psicología con su Teoría de Aprendizaje Experiencial.

En esta teoría, la experiencia es fundamental para la adquisición del aprendizaje y se centra en los procesos cognitivos que la persona pone en marcha para lograr la adquisición de conocimientos, procesos que cada uno desarrolla de una forma distinta dando lugar a las diferentes formas de aprender. En el modelo que Kolb presenta, más conocido como la rueda del aprendizaje de Kolb, son esenciales cuatro etapas en las que predominan los siguientes elementos:

• percepción: captación de la experiencia concreta.

• La reflexión sobre esa experiencia.

• conceptualización: formación de conceptos abstractos basados en esa reflexión.

• aplicación: experimentación activa.

Según Kolb, el aprendizaje puede darse en cualquiera de estas etapas pero, de forma genérica, la primera suele ser la más común. En la etapa de percepción obtenemos información del medio a través de los sentidos mediante dos mecanismos:

• percepción (captación de la información del entorno a través de los sentidos)

• procesamiento de la información (proceso que seguimos para hacer de la información que hemos captado, una información útil para nosotros, significativa).

Este modelo describe que, una vez que hemos obtenido la información del medio tenemos que pasar a observarla para hacer un análisis y reflexión de lo que hemos captado (etapa de reflexión). Este análisis nos permitirá extraer aquello que realmente nos resulta útil y aplicable a nuestro entorno convirtiendo esta información en una información valiosa para nosotros (fase de conceptualización). En esta fase es donde se produce la anticipación a la acción, es la fase previa a la experimentación y es aquella en la que tenemos que pensar antes de actuar. Y ya por último, la fase de aplicación, que es aquella en la que hacemos uso de la información obtenida durante todo el proceso para aplicarla a otras situaciones y conocer las consecuencias.

A partir de este modelo, Kolb identifica cuatro estilos de aprendizaje:

• divergente: este estilo es el utilizado por aquellas personas que sienten predilección por la percepción y la reflexión. Son personas con gran imaginación y capacidad para ponerse en la situación de los demás. Tienen facilidad para trabajar en equipo.

• asimilador: son personas tendentes a reflexionar y a conceptualizar. Suelen ser personas analíticas que se interesan por el “porqué” de los acontecimientos y, especialmente habilidosas en el razonamiento inductivo y la formulación de modelos teóricos.

EN RESUMEN

Los estilos de aprendizaje no deben servir para clasificar y categorizar a los alumnos. Los estilos que estos deben utilizar serán distintos en función de la situación de aprendizaje y de los elementos que en ella interactúen. • convergente: estilo utilizado por aquellas personas que tienden a “pensar” y después “actuar”. Predominan aquí las etapas de conceptualizacion y aplicación.

Personas poco emocionales interesadas por las cuestiones más técnicas.

• acomodador: personas tendentes a “hacer” y “sentir” (etapas de aplicación y percepción). Suelen ser personas intuitivas. Se caracterizan, además, por ser personas muy dinámicas con facilidad para trabajar con los demás a las que atraen los nuevos retos.

Una de las clasificaciones de los estilos de aprendizaje más usada es la de Honey y Mumford (1992):

• activos: son personas que buscan nuevas experiencias y las afrontan con ilusión y muy motivadas.

• Reflexivos: son personas que anteponen la observación a la acción. Son personas.

• teóricos: buscan la razón y el motivo por el que suceden los acontecimientos.

• pragmáticos: son personas que anteponen la práctica al puro conocimiento.

Suelen ser personas activas a las que les gusta experimentar.

Una de las teorías que más impacto ha tenido en los últimos años ha sido la teoría de las Inteligencias múltiples de Howard Gardner (1983). Esta teoría define la inteligencia como el conjunto de capacidades que nos permiten resolver problemas. No considera la inteligencia como una unidad en la que se dan capacidades sino como “un conjunto de inteligencias que pueden ser independientes”.

Gardner identifica ocho tipos de inteligencia: lingüística,

lógico=matemática, espacial, musical, corporal=cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturista.

Aunque Gardner afirma que no todos aprendemos de la misma manera rechaza los estilos de aprendizaje porque considera que el mismo individuo puede aprender de formas distintas, en contraposición con lo que hasta el momento habían establecido otras teorías.

Pero si nos fijamos en los argumentos que hasta ahora hemos dado, podemos apreciar que aunque todas estas teorías aquí expuestas son diferentes no se contradicen. Desde el primer momento se ha afirmado que el estilo de aprendizaje debe variar en las personas en función del contexto y eso, es a lo que hace referencia Gardner.

This article is from: