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4.3. Interferencias y barreras en la comunicación. La retroalimentación
4.3. Interferencias y barreras en la comunicación. La retroalimentación.
Las barreras de la comunicación son todos los obstáculos que en algún momento del proceso comunicativo impiden su correcto desarrollo. Estas interferencias pueden ser debidas a la actitud de alguna de las personas que participan pero también pueden estar provocadas por el ambiente o situación en la que se produce la comunicación. Estas dificultades pueden conllevar el deterioro del proceso impidiendo que se produzca la interacción.
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En las situaciones de aprendizaje de personas adultas estas barreras pueden deberse a:
• una interpretación personal del mensaje. Tanto el profesor como el alumno pueden interferir en el mensaje influyendo en él con su percepción de la realidad. El mensaje en este caso, deja de ser objetivo, para convertirse en un mensaje adaptado a los intereses, gustos o valores propios. Hay que prestar atención porque el mismo mensaje puede ser interpretado de forma distinta por diferentes alumnos.
• falta de atención. ésta suele aparecer cuando no hay una conexión entre el contenido del mensaje y los intereses del alumno. Como ya hemos mencionado anteriormente, es necesario captar la atención con contenidos ligados a las experiencias, expectativas e intereses. • Indefinición de las metas a lograr. Otra dificultad común en los procesos de aprendizaje es la falta de clarificación de los objetivos o metas a lograr. El alumno no sabe que va a conseguir o la utilidad de lo que está recibiendo y eso puede provocar la falta de entusiasmo que derivará en un proceso de aprendizaje estanco.
• expectativas elevadas. Cuando son muy altas pueden significar también una barrera en la comunicación puesto que el alumno esperaba que el proceso transcurriera de otra manera. Esto ocasiona que, poco a poco, el alumno se
“desenganche” del proceso mostrando un desinterés progresivo.
• no empalizar. La incapacidad para ponerse en el lugar del otro está haciendo imposible la comprensión de los sentimientos y emociones que, tenidos en cuenta, pueden ser muy valiosos en el proceso de formación.
• uso de términos impreciso e inexactos. El uso de un lenguaje no apropiado puede provocar la falta de comprensión por parte de los alumnos. También puede provocar falta de atención el uso repetido de muletillas y repeticiones al hablar.
• el lugar o momento en el que se produce la comunicación. Tenemos que ser conscientes de que los adultos tienen otras responsabilidades y que cuando se forman lo hacen a horas en las que el cansancio puede haber dejado huella.
• existencia de ideas preconcebidas que pueden influir de forma decisiva en las conductas que se llevan a cabo.
• Inferencias inconexas. Una dificultad también supone establecer relaciones sin causa alguna para poder establecerlas. Nos referimos a los razonamientos sin fundamento.
• Generalizaciones. Por desgracia son muchas las situaciones en las que tendemos a generalizar y pensar que siempre se es de una determinada manera o se actúa de una forma también determinada. Generalizar en un contexto de aprendizaje significa sesgar las posibilidades de avanzar desde incluso antes de empezar.
Para que las situaciones anteriormente comentadas no se den o se den lo menos posible, debe existir un “control” por parte del formador. La palabra “control” debe ser entendida aquí no como constricción, ligadura, sino como un seguimiento del proceso de formación, conocimiento de lo que sucede en los procesos comunicativos, nivel de respuesta por parte de los alumnos cuando se transmite el contenido… Los procesos de comunicación permiten validar el mensaje que se emite y las circunstancias que lo rodean. En una situación de aprendizaje es fundamental que esto se haga constantemente para conocer el nivel de satisfacción general del alumno. Pero, ¿cómo podemos hacerlo?: a través de procesos de retroalimentación (feed-back).
El intercambio de roles durante el proceso de comunicación permite también el intercambio de roles en la emisión de retroalimentación. El formador, cuando traslada el contenido del temario al alumno, provoca en él una respuesta de la que tendrá que estar pendiente pero, que a su vez, le hará actuar a él de determinada forma.
En la actualidad, y teniendo en cuenta que los entornos de aprendizaje pueden ser diversos y tienen características distintas, el feed-back puede darse también de múltiples formas. Por ejemplo, en una comunidad de aprendizaje virtual, la retroalimentación se da cuando un alumno responde la duda de otro en un foro