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6. COORDINACIÓN Y MODERACIÓN DEL GRUPO
Desarrollo: sobre el tema propuesto los alumnos deben dialogar para conocer en profundidad el caso presentado y puedan discutir sobre los detalles a fin de poder extraer conclusiones. Agotado el tiempo, deben explicar el motivo por el que creen que esto ha sucedido y tomar decisiones al respecto. Entre todos, deben intentar llegar después a la mejor solución posible.
11) dramatización o “role-playing”.
Descripción: representación de una situación en la que cada alumno debe desempeñar un papel (rol). Objetivos: desarrollar la capacidad artístico-creativa de los alumnos, hacer frente a las dificultades para hablar en público, sensibilizar sobre ciertas situaciones problemáticas, proporcionar mayor conocimiento de los alumnos.
Desarrollo: elegida la situación a representar deben seleccionarse las personas que harán la representación y repartirse los roles de cada una de ellas. Finalizada la representación, el grupo completo debe reflexionar sobre lo que allí han visto y extrapolarlo a situaciones reales a fin de valorar, conocer o sensibilizarse con situaciones cotidianas.
6. COORDINACIÓN Y MODERACIÓN DEL GRUPO
Trabajar en grupo entraña muchas ventajas para los alumnos pero requiere por parte del formador de una serie de características que le permitan hacer frente a las dificultades que le irán surgiendo. Como hemos venido diciendo en las últimas páginas, el grupo hay que crearlo, hay que sensibilizarlo y hay que motivarlo para
lograr los objetivos propuestos.
Trabajar en grupo facilita, siempre que se den las condiciones necesarias para su buen desarrollo:
• La constitución de un ambiente de trabajo cálido y de confianza en el que los miembros se sentirán “más libres” para intervenir y opinar.
• el establecimiento de vínculos afectivos haciendo posible que los alumnos “encuentren su sitio” y estén cómodos no solo con la situación sino también con el resto de compañeros.
• la asunción de objetivos comunes haciendo posible un plan de trabajo común para alcanzarlos.
• la asimilación de los contenidos sensibilizando a cada alumno hacia los mismos.
• su motivación a través del uso de técnicas adecuadas.
• la participación activa del grupo asumiendo responsabilidades y logrando con ello, la resolución de conflictos y una toma de decisiones con mayores posibilidades de éxito.
Para lograrlo es necesario que el formador cuente con las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para coordinar al grupo. Habrá momentos en los que el grupo esté preparado para avanzar solo, pero habrá otros momentos en los que el profesor tendrá que mediar y tendrá que moderar para que su desarrollo y los temas abordados no diverjan de lo planificado.
Esto requiere pues que el formador conozca sus posibilidades, las posibilidades que le puede ofrecer el grupo (conociendo a sus miembros) y planificando aquello que mejor se adapte a sus necesidades.
Según Alfonso Francia y Javier Mata (1992) el formador debe conocer una serie de elementos que son importantes a la hora de utilizar técnicas y dinámicas con grupos de alumnos. Según ellos, deben:
• relativizar. No todas las técnicas pueden utilizarse en todos los grupos, dependerá del grupo y dependerá del clima que éste haya sido capaz de crear en su seno.
• Planificar. No se pueden utilizar técnicas de dinámicas de grupo al azar, hay que planificarlas en función de los objetivos a lograr y las necesidades del grupo.