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BIBLIA Y MISIÓN
Por: Mons. Vittorino GIRARDI, mccj, obispo emérito de Tilarán-Liberia
¡Por el camino de su misericordia!
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Durante los encuentros de formación cristiana, lancé la pregunta: ¿qué es indispensable para lograr la salvación? Siempre encontré una sorprendente variedad de respuestas, y muy pocas veces la respuesta más acertada: «lo indispensable es pedir perdón».
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El poema «No te rindas» de Mario Benedetti, nos habla de recuperar la risa, de extender las manos y desplegar las alas... Y cuando esto sucede, somos capaces de contemplar el bello cielo azul, de ver cada lugar como algo hermoso, de mirar nuestra casa con esplendor y gran paz. Lo que se ha construido, ha sido un reto logrado con determinación, paciencia y, sobre todo, confianza siempre en el Creador. Por eso, no te rindas, pues muy pronto volverás a andar tus caminos, a disfrutar los paisajes y el vuelo de las aves. Dedicado a una hermana en recuperación de terapia intensiva, María del Consuelo Negrete.
No te rindas
Los seres humanos enfrentamos realidades y situaciones difíciles, por eso les presento este mensaje de aliento y resistencia, para que sea como un bálsamo de esperanza y alegría.
No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo. No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron. Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos, No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás sola, porque yo te quiero.