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Restaurants with history Restaurantes con historia

Casa Manolo

Después de pasar por el Rocamar y por Ca N’Aguedet en los números anteriores, esta vez hacemos un viaje en el tiempo al puerto de Ciutadella donde, allá por 1970, el catalán Manolo Plens, que había regentado el conocido bar Es Pou, abrió el restaurante Casa Manolo. Durante 25 años las mesas de Casa Manolo fueron de las más cotizadas de la isla, y allí acudían empresarios, artistas, deportistas, familias de Ciutadella para celebraciones importantes, y el Rey emérito, Juan Carlos I.

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Manolo fue un visionario al convertir una cueva en un restaurante de prestigio. Casi sin quererlo, contribuyó a que el puerto de Ciutadella se convirtiera en un lugar de atracción turística, un sitio de visita obligada, una zona gastronómica donde se desarrolló la restauración, ya que muchos siguieron su ejemplo.

Para conocer más detalles de la historia contactamos con Manolo, pero su salud algo delicada

Casa Manolo

After featuring Rocamar and Ca N’Aguedet in previous issues, this time we take a trip back in time to the port of Ciutadella, where in 1970, the Catalan Manolo Plens, who had previously managed the well-known bar Es Pou, opened the restaurant Casa Manolo. For 25 years, Casa Manolo's tables were among the most sought-after on the island, attracting businessmen, artists, athletes, and families from Ciutadella for important celebrations, even hosting the former King, Juan Carlos I.

Manolo was a visionary, turning a cave into a prestigious restaurant. Almost unintentionally, he contributed to making Ciutadella's port a tourist attraction, a must-visit place, and a gastronomic area where many followed his example.

To learn more about the history, we tried to contact Manolo, but his delicate health prevented us from having a chat with him, which would have been delightful. In his absence, we reached out to ya no le permite hacer grandes esfuerzos y no pudimos compartir un rato de charla con él, nos habría encantado. A falta del jefe, acudimos al segundo de a bordo, Jaume Mesquida, y a uno de los camareros que trabajaron en el restaurante a finales de los 70, Francisco “Kiko” Marqués, hijo del gran jugador de fútbol que fue el ciutadallenc Pancho Marqués.

Jaume entró de camarero, después pasó a maitre y acabó siendo la “mano derecha” de Manolo, el encargado de todo, gestionando y coordinando compras, personal, reservas, etc. La cocina de Casa Manolo era sencilla, en el sentido de que no llevaba muchas elaboraciones. Sobre todo el pescado y el marisco, su seña de identidad, se hacía a la plancha, además de utilizarlo para arroces y calderetas.

“Lo importante era el producto, que era fresquísimo ya que lo comprábamos directamente a los pescadores. El pescado y el marisco iba de la barca a la mesa”, nos cuenta Jaume. Langosta a la plancha, con su salsa mahonesa aparte, his second-in-command, Jaume Mesquida, and Francisco "Kiko" Marqués, one of the waiters who worked at the restaurant in the late '70s, and son of the renowned footballer from Ciutadella, Pancho Marqués.

Jaume started as a waiter, later became the maître, and eventually became Manolo's right-hand man, responsible for everything - managing and coordinating purchases, staff, reservations, and more. Casa Manolo's cuisine was simple in the sense that it didn't involve many elaborate preparations. Their signature dishes were primarily grilled fish and seafood, as well as using them in rice and seafood stews.

"The important thing was the product, which was incredibly fresh as we bought it directly from the fishermen. The fish and seafood went from the boat to the table," Jaume tells us. Grilled lobster with a side of homemade mayonnaise, langoustines, prawns (which they sold in tons), red scorpionfish, sea bream, and the fish salad (using leftovers from the scorpionfish) were some of the star dishes.

Cigalas, Gambas (las vendían a toneladas), Cap Roig, Salmonete, Mero, o la Ensalada de Pescado, para la que aprovechaban los restos del mero, eran algunos de los platos estrella.

Con el éxito que iba teniendo el restaurante llegó un momento en que las barcas de Ciutadella no podían atender la gran demanda de producto. Jaume nos cuenta que “Supimos que había una barca de unos pescadores de Tarragona, que faenaba por el mar de Menorca y se llevaban el pescado a Cataluña para venderlo. Contactamos con ellos y llegamos a un acuerdo para que pescaran para nosotros. Les encargábamos el pescado y marisco que necesitábamos cada día y por la noche atracaban la barca frente al restaurante y nos entregaban las capturas, prácticamente delante de los clientes”.

Con Kiko Marqués nos citamos en Palma y después de comernos una excelente hamburguesa nos ponemos a la sombra para charlar un rato. Kiko guarda un muy grato recuerdo de Manolo. “Era una persona exigente, muy perfeccionista,

As the restaurant's success grew, there came a point where the Ciutadella boats couldn't meet the high demand for seafood. Jaume tells us, "We found out about a boat from Tarragona whose fishermen fished in Menorca's waters and took the catch back to Catalonia to sell it. We contacted them and reached an agreement for them to fish for us. We would order the fish and seafood we needed each day, and at night, they would dock their boat in front of the restaurant and deliver the catch, practically in front of the customers."

We meet Kiko Marqués in Palma, and after enjoying an excellent burger, we sit in the shade to chat for a while. Kiko has fond memories of Manolo. "He was demanding, very perfectionistic, and wanted everything to be perfect, as it should be. I learned a lot from him. He was an excellent public relations figure, treating customers with exquisite manners."

We ask him about the cuisine they served at the restaurant. "In addition to fish, seafood, stews, and rice dishes, we used to make dishes that you don't see in restaurants nowadays, like Baked Eggs, quería que todo saliera a la perfección, como debe ser. Aprendí mucho con él. Era un excelente relaciones públicas, les dispensaba a los clientes un trato exquisito”.

Le preguntamos sobre qué recuerda de la cocina que servían en el restaurante. “Además de los pescados, mariscos, calderetas y arroces, recuerdo que hacíamos platos que hoy en día ya no se ven en los restaurantes, como Huevos al plato, Riñones al Jerez, Consomé, la Tarta al Whisky o el Pijama”, nos dice. Y es que Casa Manolo era un restaurante de todo el año. En verano, ya se sabe, turistas y veraneantes, famosos y personalidades de la vida pública, y en temporada baja, empresarios, “viajantes” (así se llamaba a los comerciales que de la Península venían a vender a Menorca) y familias de la isla cuando se querían dar un homenaje.

Kiko nos cuenta que “Para un joven de 16 años como yo, era muy emocionante servir a grandes personalidades de la época. En rey Juan Carlos I vino varias veces. En una ocasión Manolo le pidió

Kidneys with Sherry, Consommé, Whiskey Tart, or Pijama (a dessert)," he says. Casa Manolo was a year-round restaurant. In the summer, it attracted tourists, celebrities, and public figures, while in the off-season, it welcomed businessmen, travelers (the name for salespeople who came from the mainland to sell in Menorca), and local families who wanted to indulge.

"For a 16-year-old like me, it was very exciting to serve prominent personalities of that time. King Juan Carlos I came several times. Once, Manolo asked a journalist to 'steal' a photo, he positioned himself correctly to appear in it, and both Jaume Mesquida, the maître, and I stood next to Manolo to be in the snapshot. The King didn't notice, and we kept a beautiful photographic memory of the moment," Kiko shares.

One frequent customer was the Count of Torre Saura, who always had a reserved table. "He came almost every day and was the first to arrive and the last to leave; it was like his second home," Kiko says, adding, "As a more personal anecdote, there a un periodista que le “robara” una foto, él se colocó en el lugar adecuado para salir, y tanto Jaume Mesquida, el maitre, como yo, nos pusimos al lado de Manolo para salir en la instantánea. El Rey no se enteró y nosotros guardamos un bonito documento gráfico del momento”. was a day when the great footballer Gárate, who played for Athletic Bilbao, Atlético de Madrid, and the Spanish national team, visited the restaurant. Manolo told me, 'Call your father; Gárate is here.' We took a photo together, and I cherish that moment."

Uno de los personajes asiduos al restaurante era el conde de Torre Saura que siempre tenía mesa reservada. “Venía casi cada día y era el primero en llegar y el último en marcharse, era como su segunda casa”, nos cuenta Kiko, quien añade: “Como anécdota más personal el día que vino el gran jugador de fútbol Gárate, que jugó en el Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid y fue internacional con España, Manolo me dijo “llama a tu padre que está aquí Gárate”, y nos hicimos una foto a la que le tengo mucho cariño”.

En 1995 Manolo decidió que había llegado el momento de retirarse y traspasó el negocio a en Fel de Cas Padres quien, junto a su familia y especialmente su hija Juana Mari, actual alcaldesa de Ciutadella, lo regentaron hasta su cierre definitivo en 2005”.

In 1995, Manolo decided it was time to retire and sold the business to Fel de Cas Padres, who, along with his family, especially his daughter Juana Mari, the current mayor of Ciutadella, ran it until its final closure in 2005.

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