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MÉXICO, CINCO AMENAZAS A LA DEMOCRACIA

México ha experimentado un largo y doloroso camino hacia la democracia. Luego de años de ausencia de participación ciudadana y de control de un partido hegemónico, tenemos al menos veinticinco años de elecciones libres y pacíficas, además del establecimiento de instituciones democráticas clave.

A pesar de lo anterior, hoy vemos como reviven varias amenazas a nuestro régimen democrático, lo cual ha activado señales de alerta entre la ciudadanía:

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1. Una de las principales amenazas a la democracia en México es la regresión autoritaria a la que claramente nos ha llevado el presente gobierno. El autoritarismo ha debilitado las instituciones democráticas del país, ha intentado despojar a los ciudadanos de sus derechos y ha lastimado la confianza en el sistema electoral

2. Otro flagelo que amenaza nuestra democracia es la violencia. El crimen organizado y la delincuencia han alcanzado niveles alarmantes en el país. Las elecciones intermedias del 2021 pasarán a la posteridad como las más violentas de la historia: fueron asesinadas 102 personas relacionadas al proceso electoral y se registraron 1066 agresiones a candidatos.

3. La polarización social, alentada desde el gobierno, y la falta de diálogo constructivo entre las distintas fuerzas políticas también son una amenaza a la democracia. Se ha optado por el discurso de confrontación y la descalificación de oponentes, en lugar de centrarse en la elaboración de políticas públicas que beneficien a todos los ciudadanos.

4. Otra amenaza la encontramos en la diatriba diaria de la que es objeto la prensa crítica por parte del gobierno. La libertad de expresión es fundamental para mantener un régimen democrático sólido, pero, en México, los medios de comunicación están sujetos a la censura y la intimidación desde el poder. A esto habría que sumar que México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el periodismo; entre 2018 y 2022, sesenta y cinco periodistas han sido ultimados por el crimen organizado

5. Por último está la apatía ciudadana, enorme amenaza a la democracia. Los ciudadanos mexicanos se sienten desilusionados con el sistema político y, por lo tanto, optan por no votar o participar en las elecciones. A mayor abstencionismo, mayores son las posibilidades de manipular el resultado de las votaciones.

Afortunadamente, en México aún hay equilibrio de poderes y estado de derecho. Al parecer, la ciudadanía también ha despertado y está dispuesta a salir a las calles a defender sus derechos y sus libertades, a defender la democracia que tanto tiempo y esfuerzo le ha tomado construir a los mexicanos.

Ninguna amenaza a la democracia llegará a buen puerto si existe una ciudadanía activa, responsable e informada.

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