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Declaración de los Escritores en Lenguas Indígenas, ELIAC
from Caleidoscopio Verbal
by Gaby Chavez
Declaración de los Escritores en Lenguas
A la sociedad nacional e internacional Al Gobierno de la República A los medios de comunicación A las instituciones gubernamentales y no gubernamentales A los partidos políticos
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Los escritores en lenguas indígenas, los que hemos tenido el privilegio de comunicarnos con nuestros pueblos y con la sociedad no indígena, hacemos un llamado a la consciencia más profunda de la sociedad mexicana para compartir nuestras reflexiones y propuestas en torno a la diversidad étnica, lingüística y cultural de nuestro país.
México es un mosaico cultural. En nuestra Constitución Política se define como un país pluricultural y, por ende, plurilingüe, sustentado en la presencia ancestral de nuestros pueblos indígenas. Hoy, con voz y pensamiento propios, expresamos que tenemos consciencia del ayer, del hoy y del mañana. Sembramos palabras, cultivamos pensamiento. En el umbral del siglo XXI llegamos excluidos del mundo moderno; pese a ello, estamos aquí con nuestros pensamientos y nuestra historia como pueblos; hablamos desde el corazón de la tierra que nos vio nacer y nos preguntamos ¿quién borrar una cultura?
Somos parte de este país y ciudadanos del mundo. Nos hemos desarrollado en una sociedad excluyente, que nos ha arrinconado al olvido y menospreciado nuestros valores. A pesar de la dominación cultural que hemos padecido, seguimos siendo pueblos, conservamos las lenguas que nos dan identidad, presencia, cohesión y dignidad. Somos pueblos que sabemos cantar, pueblos que soñamos, que luchamos por nuestros derechos y que anhelamos abrir nuevos caminos para el desarrollo humano.
Nuestras lenguas siguen vivas en el corazón de cada uno de nosotros, de cada familia y de cada pueblo. Encuentran sentido cuando conversamos con nuestros semejantes y cuando nos relacionamos con la naturaleza. Es esta verdad la que nos impulsa a luchar por su florecimiento, porque a través de la palabra construimos nuestra identidad, reproducimos y recreamos nuestro pensamiento.
Las voces de nuestro pueblo reencuentran su naturaleza. El tiempo en su girar nos ha fortalecido la memoria. Nuestras lenguas florecerán si el olvido y la marginación se superan, y si somos capaces de reconocer nuestra diversidad y los derechos culturales de la humanidad.
Hoy nos dirigimos a México y al mundo para decirles que como pueblos queremos garantías para ejercer nuestro derecho a tener voz propia en todos los ámbitos de la vida nacional, derecho a preservar y desarrollar nuestras lenguas, derecho a una educación que tome en cuenta nuestro acervo étnico, lingüístico y cultural, derecho a participar en los medios de comunicación, derecho a expresar nuestra verdad y derecho para alcanzar la paz, la igualdad y la justicia. Creemos en el diálogo cultural y en la riqueza creativa de las lenguas y culturas indígenas, que también son mexicanas y patrimonio de la humanidad.
En los últimos años, hemos participado infructuosamente en diversos proyectos a favor de nuestras lenguas y culturas. Sin embargo, están sujetos a la voluntad institucional que no siempre es compatible con nuestros tiempos y necesidades. Producto de este esfuerzo, en la educación básica, son los libros de texto en lenguas indígenas, como diversos materiales técnicos y literarios en forma bilingüe, que han surgido de los propios hablantes a través de institutos culturales, asociaciones y academias de lenguas indígenas. Este esfuerzo y la presencia de hablantes de más de una lengua en nuestro país constituyen la base para definir una política lingüística que propicie una cultura de la diversidad que trascienda al sistema educativo nacional y a toda la sociedad. Los Acuerdos de San Andrés, relativos a derechos y cultura indígena, contribuyen a este propósito, por lo que nos sumamos a su cumplimiento por parte del Gobierno Federal.
La diversidad es nuestro proyecto. Por ello, pensamos que no puede haber igualdad mientras nuestras lenguas y culturas sigan subordinadas; no puede haber verdad mientras se siga negando nuestra existencia, no puede haber razón mientras no comprendamos que la diversidad es riqueza, no puede haber equidad mientras se privilegie una cultura y se someta a las otras. No puede haber respeto mientras la discriminación persista y no puede haber justicia mientras el flagelo de la marginación social, económica y cultural, forme parte de la vida cotidiana de nuestros pueblos.
En este momento excepcional de la humanidad, estamos aquí con nuestras lenguas y culturas. Aspiramos que todas las generaciones de hombres y mujeres sepan que somos culturas vivas. Anhelamos cerrar un capítulo de sufrida historia e inaugurar un nuevo milenio, con la mente y el corazón abierto, en donde la solidaridad y la hermandad entre los pueblos nos guíe hacia el bien común para que haya paz y justicia para todos.
Hoy como ayer, convocamos a toda la sociedad mexicana a unirnos, a regocijarnos de Ch B “Q todos se levanten, que nadie se quede atrás”.
México, D.F. a 3 de octubre de 1997.
Por el Comité Directivo de Escritores en Lenguas Indígenas, A.C.
Juan Gregorio Regino, Presidente
Eustaquio Celestino Solís, Secretario General
Marina Rosalía Jiménez Pérez, Secretaria de Administración y Finanzas
Miguel May May, Secretario de Formación Profesional
Fausto Guad
Alfredo Ramírez Celestino, Secretario de Publicaciones
Juan Julián Caballero, Secretario de Asuntos Jurídicos y Derechos de Autor
“J b b ”. A . O .