Qué sucede si tomo antidepresivos?

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CONSUMO MASIVO

Con el inicio de la pandemia, el consumo de antidepresivos y psicofármacos creció un 4% y un 6% respectivamente. Somos junto a Portugal el país de la OCDE donde más se consumen este tipo de medicamentos. Se calcula que actualmente los toman a diario alrededor de 2,5 millones de españoles.

¿ Q U É S U C E D E S I TOMO ANTIDEPRESIVOS?

Cada vez más adultos recurren a estos fármacos que les hacen la vida más llevadera. Pero ¿sabes realmente cómo pueden afectar a nuestro cerebro y a nuestro organismo?

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AUMENTAN LA SEROTONINA

Los antidepresivos más comunes son unos medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Se cree que los ISRS actúan aumentando los niveles de serotonina, un neurotransmisor asociado al buen humor. Cuando se toma la dosis diaria, normalmente de 20 a 60 mg, el fármaco bloquea la reabsorción natural de la serotonina para que haya más cantidad disponible.

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ACCIÓN LENTA

Los ISRS suelen tomarse entre dos y cuatro semanas antes de notar sus beneficios. Cuando hacen efecto, es posible que te sientas capaz de afrontar retos que parecen imposibles durante un episodio depresivo, incluso para probar la terapia cognitivo-conductual. Pero para algunos el aumento de serotonina tendrá poco o ningún efecto. La tasa de respuesta positiva varía entre el 40% y el 60%, y un tercio de los que toman ISRS desarrollan síntomas depresivos recurrentes.

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EFECTOS SECUNDARIOS

Son frecuentes y van desde la agitación hasta la disfunción eréctil. Los ISRS se recomiendan para casos de depresión de moderada a grave, pero a menudo se usan para casos leves, advierte el psicólogo John

Read*. El tratamiento suele continuar durante al menos seis meses después de sentirse mejor, pero en algunos casos puede seguirse indefinidamente.

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FACTORES DE RIESGO

Dejar los ISRS puede ser complicado. Aunque las reacciones de abstinencia normalmente duran una o dos semanas, tampoco es raro que algunas personas tengan alucinaciones durante meses. Algo más de la mitad de los pacientes declaran tener síndrome de abstinencia, y casi la mitad dicen que los síntomas son graves. Los ISRS no son una cura milagrosa, pero para muchos aún son la mejor opción.