Aunque, en su conjunto, la obras premiadas han sido de autores jóvenes, conviene subrayar que en algunos casos lo han recibido personas de edad avanzada, y que habían dedicado su vida a la literatura, como Lukas Dorronsoro o Mariano Sanz. Este hecho prueba una vez más que en los Iparragirre Saria se valora y premia a las obras, y no se está pendiente de las personas que pudieran haberlas escrito, hasta que no se proclama el fallo. Los Ayuntamientos de Urretxu y Zumarraga han considerado desde el principio del proceso que la edición en formato libro de los trabajos premiados es el certificado en el tiempo del propósito difusor y promotor de la creación literaria, que emprendieron hace tres décadas. Y tanto las instituciones implicadas, como la editorial Bermingham, continúan en el empeño a futuro. También están ahí con el nombre de Iparraguirre los premios convocados por EITB des-
tinados a los mejores programas de su cadena de radio y televisión.
PUNTO FINAL Llegamos al término de esta crónica para el recuerdo. A través de la misma queda patente como, a lo largo del tiempo, permanece vivo el recuerdo de la figura y obra de José María Iparraguirre, el cantor del sentimiento popular del pueblo vasco. A modo de rúbrica reproducimos lo manifestado por Gontzal Mendibil a El Diario Vasco en 2004: “La historia de Iparraguirre es novelesca y desconocida, quizá porque se trata de un personaje muy carismático, pero muy antitético: un artista, un tunante que participó en la Guerra Carlista, emigró a Francia, Argentina y Uruguay, trató con aristócratas, se carteó con gobernantes, fue célebre y murió en el ostracismo.” José Ángel Igarzabal 73