Empresas Socias
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Sumario > SOCIEDAD
> EDITORIAL
05
Siempre Vivo, Siempre Verde
44
Calentamiento global: desafíos y oportunidades para la agricultura de las
46
ASC suma nuevos certificados
> CIENCIA Y AGRO
06
Las malezas resistentes a herbicidas exigen estrategias inteligentes de manejo
> BIOPLÁSTICOS
48 > PLAGAS
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Manejo de chinches en el cultivo de soja
16
Enfermedades en Soja y en Maíz
24
¿Cuáles son las mejores estrategias para manejar el cogollero?
> CULTIVOS DE SERVICIOS
30
Cultivos de servicios: actualidad, utilización y perspectivas
38
Experiencia de socios Aapresid: Tips para vicia
40
Siembra de cultivo de cobertura al voleo durante la etapa de llenado de grano en maíz
Bioplásticos: una alternativa para agregar valor a la biomasa que genera el campo
> INSTITUCIONAL
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Seguimos creciendo
> GIRASOL
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Actualidad del girasol en el sudeste bonaerense
> GANADERÍA
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Buscan mejorar la oferta y calidad forrajera en los pastizales del NEA
> TRIGO
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Rendimiento de seis variedades de trigo en la región centro norte de Córdoba
> AGENDA
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66
Eventos del mes
BIOPLÁSTICOS
Bioplásticos: una alternativa para agregar valor a la biomasa que genera el campo
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Editorial
Staff EDITOR RESPONSABLE
Ing. Alejandro Petek
Es el lema elegido que guiará los ejes conceptuales de la XXVIII Edición del Congreso Aapresid. ‘Siempre vivo, siempre verde’ es el lema sobre el que se alinean los principales contenidos de nuestro Congreso Aapresid 2020, un evento que hemos logrado consagrar como el faro de actualización en innovación y tecnología del agro más grande del país y de referencia internacional. Siempre Vivo hace referencia a la vida del suelo, en sus diferentes formas, que es enriquecida por un tapiz vegetal Siempre Verde, producto del conocimiento humano para aprovechar cada vez más el potencial que nos ofrece la naturaleza de retroalimentarse positivamente. El lema está en línea con el concepto de Agricultura Siempre Verde (ASV) presentado como el eje institucional en los 30 años de Aapresid, y propone un modelo de producción basado en la eficiencia, el cuidado del ambiente y de las personas, y por ende, en el aumento de la eficiencia. El concepto de ASV se convierte en un modelo clave en la mitigación y adaptación al cambio climático. Los sistemas productivos son complejos, no obstante durante muchos años, en el afán de producir más y mejor, llegamos a creer que la tecnología lo había simplificado todo; al punto de perder la referencia y pensar que manejar agroecosistemas era tarea simple, que para cada problema existía una receta predefinida. Sin embargo, la misma naturaleza nos desafió...; desafió a esas tecnologías y nos hizo repensar. La complejidad y las interacciones e interrelaciones de los agroecosistemas nos recordaron que debemos aprovechar los recursos de la naturaleza y hacerla nuestra aliada, apostando a una agricultura diversa, en el mejor de los casos con ganadería integrada. Hoy sabemos que el suelo no necesita descansar sino que debemos mantenerlo cubierto con cultivos vivos durante el mayor tiempo posible, para maximizar la diversidad y la actividad de los microorganismos, que en sinergia con las plantas cultivadas, son responsables de la fertilidad biológica, física y química del suelo. Siempre vivo siempre verde, se convierte, de esta manera, en un modelo clave en la mitigación y adaptación al cambio climático. Nuestro XXVIII Congreso Aapresid pondrá foco en la exploración de sistemas productivos que muestren con hechos y evidencia científica la importancia de sostener la actividad biológica del suelo todo el año, que además redunda en la mejora de la gestión del agua y disminuye el uso de insumos a la vez que maximiza el secuestro de carbono. Argentina ya es líder en el cuidado de los suelos, en el control de la erosión, en el uso de tecnologías y en innovación agrícola. Hoy tenemos además la oportunidad de posicionarnos como líderes de una agricultura capaz de contribuir a la mitigación del cambio climático. El Congreso Aapresid 2020 será un espacio para redefinir, repensar y reinterpretar a la naturaleza en su interacción con los agroecosistemas para delinear el futuro de los sistemas agroalimentarios sustentables. Aapresid
REDACCIÓN Y EDICIÓN
Lic. Victoria Cappiello COLABORACIÓN
Ing. F. Accame R. Belda Ing. T. Coyos Ing. Matías D'Ortona Ing. S. Fernandez Paez Ing. I. Heit Ing. F. Lillini Ing. A. Madias Ing. M Marzetti Ing. T. Mata Lic. C. Moral Ing. E. Niccia Ing. M. Rainaudo Ing. A. Ruiz Lic. M. Saluzzio DESARROLLO DE RECURSOS (NEXO)
Ing. A. Clot Ing. A. Eier M. Morán Lic. R. Ruiz DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Dg. Matilde Gobbo
Dorrego 1639 Piso 2 Of. A Tel. 0341 426 0745/46 aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar La publicación de opiniones personales vertidas por colaboradores y entrevistados no implica que sean necesariamente compartidas por la dirección de Aapresid. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos sin autorización expresa del editor.
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Siempre vivo, Siempre verde
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• CIENCIA Y AGRO •
Estrategias inteligentes para manejar malezas resistentes
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Algunas novedades en materia de manejo para atacar el problema de malezas resistentes a herbicidas, y para el que no existe una única solución.
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Las malezas resistentes a herbicidas se han convertido en un dolor de cabeza para la producción agrícola mundial y también de Argentina. El problema tuvo su origen cerca de la implementada y conocida revolución verde, cuando los herbicidas lograron un protagonismo entre los insumos de los sistemas agropecuarios.
modos de acción. La rápida eficacia combinada con la simplicidad de operación de estos sistemas y menores costos de control (comparado con otras alternativas) resultó en el uso excesivo de un pequeño número de herbicidas que favoreció al aumento del número de casos de malezas resistentes (Heap, 2014).
Los primeros casos de resistencia se informaron en la década de 1970 y a principios de 1980 debido a las aplicaciones repetidas de atrazina y simazina en los cultivos de maíz. Los productores recurrieron a los herbicidas inhibidores de ALS y ACCasa en la década del 80 para controlar las malezas resistentes a las triazinas. Luego, en los 90, los cultivos genéticamente modificados resistentes a glifosato fueron los elegidos para controlar las malezas resistentes a inhibidores de ALS, ACCasa y triazinas.
Según la base de datos de malezas resistentes a herbicidas disponible en www. weedscience.com (Heap, 2020), hoy existen 262 especies de malezas resistentes en el mundo. Éstas desarrollaron resistencia a 23 de los 26 sitios de acción de herbicidas conocidos y a 167 herbicidas o principios activos, siendo los grupos más problemáticos los inhibidores de ACCasa, ALS, EPSPS, PPO, el fotosistema II y las auxinas sintéticas. En estas cifras se incluyen malezas que pueden tener resistencia a uno o más herbicidas.
La adopción extensiva de cultivos genéticamente modificados resistentes a herbicidas hizo que la industria química invirtiera menos en el desarrollo de nuevos principios activos y, menos aún, en nuevos
Se habla de “resistencia múltiple” cuando la resistencia a más de un herbicida está causada por más de un mecanismo. Mientras que si un solo mecanismo es responsable de dicho fenotipo, se trata de
“resistencia cruzada” y frecuentemente involucra a herbicidas con el mismo modo de acción. El primer caso de resistencia a herbicidas en Argentina se reportó en 1996 para la especie Amaranthus quitensis o yuyo colorado, en biotipos encontrados en el sur de las provincias de Santa Fe y Córdoba, que presentaban resistencia cruzada a los inhibidores de ALS (imazetapir y clorimurón-etil). En 2005 se registró un biotipo de Sorghum halepense resistente a glifosato en campos cultivados con soja en la provincia de Salta. Desde ese momento, agricultores, extensionistas y técnicos profesionales denuncian periódicamente innumerables casos de resistencia a herbicidas de distintos grupos en diversas malezas. Actualmente son 18 las especies de malezas que desarrollaron resistencia a herbicidas pertenecientes a, por lo menos, un modo de acción en Argentina (Heap, 2019). ¿Qué ocurre en las plantas de malezas que desarrollan estas resistencias? Los herbicidas son productos químicos que interrumpen, bloquean, inhiben o alteran un proceso metabólico en las células de las plantas, generando una situación de estrés que las conduce a la muerte. A nivel biológico, esta pregunta la responden los mecanismos de resistencia, que evitan esa acción nociva de las moléculas en las plantas. De esta manera, se definen dos grupos de mecanismos de resistencia: los mecanismos que involucran el sitio de acción (conocidos como mecanismos target o TSR, por sus siglas en inglés) y los mecanismos que no involucran el sitio de acción (mecanismos no target, o NTSR). Los primeros se explican porque ocurre una modificación en una proteína que es el blanco de acción del herbicida (más de origen genético), tanto en la forma (mutación) como en la cantidad (número de copias del gen responsable). Los segundos están vinculados a otros procesos (más de origen fisiológi-
• CIENCIA Y AGRO •
co), como la limitación de la entrada (absorción) del herbicida en la planta, el movimiento (translocación), el secuestro en la vacuola o su metabolización (se degrada). Estos conceptos son claves para desarrollar estrategias inteligentes de manejo de malezas y por eso es tan necesario concientizar a todos los actores de la cadena productiva sobre la importancia de comprender los procesos y de actuar en consecuencia con las herramientas disponibles. Las encuestas de manejo de malezas son de suma importancia para el diagnóstico de situación. Además de ser útiles para comprender los niveles de adopción de prácticas de producción y su impacto en las poblaciones de malezas, brindan la oportunidad de identificar las necesidades educativas y de investigación de los productores y asesores de cultivos para así garantizar una mayor adopción de prácticas sostenibles.
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Scursoni y col. (2019) desarrollaron recientemente encuestas de manejo de malezas en todas las regiones de producción de cultivos de Argentina, con el objetivo de identificar los principales problemas de las especies y evaluar el uso de prácticas químicas y no químicas de manejo de malezas. El estudio reveló que las malezas más importantes son las especies del género Conyza, Amaranthus, sorgo de alepo, Eleusine, Chloris, Echinochloa y Lolium.
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Además se observó que más del 53 % de los productores usan únicamente opciones químicas para el control de malezas, siendo la práctica más frecuente (86 %) el barbecho químico (es decir, mantener libre de malezas con aplicación química). También se detectó que el 62 % de los encuestados usan tasas de herbicidas completos, el 46 % usan herbicidas en el momento adecuado, el 41 % utiliza múltiples modos de acción y el 32 % utiliza la rotación de los modos de acción de los herbicidas.
Las principales prácticas no químicas utilizadas fueron la rotación de cultivos (45 %), evitando la producción de semillas durante y después del ciclo de cultivo (31 y 25 %, respectivamente), el espacio estrecho entre hileras (19 %) y cultivares con mayor capacidad competitiva (18 %). Menos del 15 % de las personas encuestadas utilizaron una mayor densidad de cultivos o una fecha de siembra alterada. De esta manera, se observa una gran dependencia del control químico en los principales cultivos en Argentina, lo que exige mayores esfuerzos de extensión para enfatizar la importancia del manejo integrado de malezas (Scursoni y col., 2019). Según los autores, el enfoque argentino para reducir el efecto de las malezas en los cultivos no se basa en objetivos a largo plazo, sino en decisiones empíricas a corto plazo, en las que se priorizan las ganancias rápidas en lugar del uso de los recursos a mayor plazo. El interés social, entienden, crece con respecto a las consecuencias de las prácticas agrícolas, como las aplicaciones de productos fitosanitarios cerca de áreas urbanas o cursos de agua y la contaminación resultante, y recomiendan considerar estas preocupaciones como prioridades. Por lo tanto, en el futuro inmediato, se deben priorizar la transferencia de conocimiento y la investigación que cuantifica las consecuencias negativas de las prácticas no sostenibles. Perotti y col. (2020) proponen integrar prácticas convencionales con el conocimiento que hoy ofrecen otras disciplinas como la biología molecular y otras vinculadas con el desarrollo de nuevas tecnologías, con el objetivo de desarrollar una agricultura más sustentable. Entre las primeras, algunas fueron adoptadas parcialmente (como la rotación de cultivos, la rotación de herbicidas y las mezclas de modos de acción). En la rotación de cultivos, podrían incluirse el uso de abonos verdes y de cultivos de servicios. La selección de cultivos que ejerzan un efecto de
competencia frente a las especies de malezas es otro aspecto a considerar en una agricultura más amigable con el ambiente y del que existen evidencias interesantes (hay especies de cultivos o variedades que son más competitivas que las malezas). Los mismos conceptos que se discutieron anteriormente sobre los mecanismos de resistencia a herbicidas son también trascendentes para desarrollar cultivos resistentes a herbicidas. Nos referimos a una de las estrategias para el manejo de malezas a través de cultivos genéticamente modificados o mutagénicos, y también los que aparecerán en un plazo corto a mediano: los cultivos editados (una mutagénesis de precisión causada por tecnologías de ingeniería genética). Estos últimos, generan gran expectativa de adopción, aunque se deben superar algunos aspectos regulatorios claves en países como los de la Unión Europea (Perotti y col., 2020). Otras tecnologías modernas y prometedoras incluyen a los bioherbicidas y los desarrollos en el campo de la agricultura inteligente. Los bioherbicidas son moléculas químicas pero no de síntesis, sino que son producidas por sistemas biológicos. Se trata de compuestos denominados aleloquímicos o alelopáticos que limitan el crecimiento de las plantas (entre ellas, malezas) y ofrecen alternativas de desarrollo y adopción. La mayoría de las alelopatinas son total o parcialmente solubles en agua, lo que las hace más fáciles de aplicar sin la necesidad de tensioactivos adicionales. Además, sus estructuras químicas son más respetuosas con el medioambiente que las sintéticas, ya que su vida media es más corta. Sin embargo, esta propiedad ecológica puede acortar el período de actividad. Al respecto, la industria química desarrolló varias modificaciones sintéticas para obtener ingredientes activos análogos con mayor estabilidad, como el mesotrione y la sarmentina.
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• CIENCIA Y AGRO •
Además de los beneficios de usar compuestos naturales en la protección de cultivos, los bioherbicidas permitirían hacerle frente a la evolución de la resistencia a los herbicidas en las malezas, ya que la probabilidad de aparición de resistencia es menor a medida que se ven afectados múltiples objetivos. Sin embargo, esta acción multisitio en plantas hace que los efectos de los bioherbicidas no resultan específicos, ni selectivos, son altamente dependientes de la dosis y, en algunos casos, son fitotóxicos. En consecuencia, es posible el uso de una alelopatina como bioherbicida potencial, pero más bien restringido a un cultivo particular con una composición de malezas definida. Esta no selectividad intrínseca y una vida media corta conducen a un rendimiento errático en condiciones de campo, lo que explica en gran medida el porqué todavía no hay bioherbicidas ampliamente adoptados (Perotti y col., 2020).
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La robótica asociada a eficientes sistemas de procesamiento de imágenes son tecnologías en etapas de desarrollo que prometen revolucionar el campo del manejo de malezas. Esto supone la posibilidad de hacer un control localizado y automático de malezas. Los sistemas de procesamiento de imágenes identifican las malezas entre las plantas del cultivo y la robótica, a través de equipos terrestres o aéreos –drones-, realizan un tratamiento químico o una destrucción mecánica específicamente sobre la maleza.
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En el caso del tratamiento químico, consiste en la deposición del herbicida (o bioherbicida) sólo sobre la maleza, lo que conduce a bajar drásticamente las dosis con la consecuente disminución de impacto sobre el medioambiente. Más aún, la nanotecnología suma sus capacidades de nano-encapsulación de moléculas posibilitando una liberación programada en el ambiente en bajas dosis y de manera controlada.
La importancia de la formulación de pesticidas ecológicos a nanoescala, como las alelopatinas, puede cumplir con los requisitos de biocompatibilidad y biodisponibilidad, permitiendo la inserción de diferentes estrategias en el manejo integrado de malezas y contribuyendo al desarrollo e implementación de una nanotecnología verde (Perotti y col., 2020). Al día de hoy, son tecnologías que están en desarrollo y que necesitan más investigación antes de salir al mercado. Finalmente, en la era de las ómicas, de la bioinformática y de la ingeniería genética, también se describen tecnologías que están en desarrollo para contribuir al manejo de malezas. Una de ellas es la del RNAi o de interferencia. Esta estrategia que controla la expresión de genes, busca convertir en susceptible a una maleza resistente al herbicida X por una ventana de tiempo limitada, momento en el que se realiza el tratamiento con el herbicida X al que la maleza era resistente. La tecnología busca silenciar el gen de resistencia para que el herbicida X sea activo. Esta estrategia se aplicaría en los casos de resistencia que se definieron como TSR. En el mismo campo, otra herramienta prometedora es la tecnología de gene drive, que permitiría restaurar la susceptibilidad a los herbicidas en las malezas que generaron resistencias. El proceso implica un proceso de edición génica que, en algunas generaciones, restaura la susceptibilidad de la población al herbicida en cuestión (Perotti y col., 2020). Como puede observarse, si se parte de un diagnóstico claro y objetivo (como el generado por las encuestas de situación), se pueden combinar una serie de estrategias y tecnologías, y así implementar un manejo integrado de malezas para una agricultura sustentable. Los sistemas de manejo de malezas basados únicamente en herbicidas no son sostenibles a largo plazo.
Por eso se recomienda enfáticamente un programa de manejo de malezas que combine múltiples métodos. Perotti y col. (2020) plantean dos enfoques fundamentales para mitigar (estrategias proactivas) o controlar (estrategias reactivas) la resistencia a los herbicidas. El primero apunta a reducir la presión de selección de herbicidas mediante la diversificación de los procedimientos de control para el manejo de malezas, lo que debería minimizar la supervivencia y reproducción de individuos resistentes. Mientras que el segundo apunta a disminuir la propagación de la resistencia debido a la producción de semillas, la dispersión de polen y la diseminación de propágulos.
Perotti y col. (2020) proponen integrar prácticas convencionales con el conocimiento que hoy ofrecen otras disciplinas como la biología molecular y otras vinculadas con el desarrollo de nuevas tecnologías, con el objetivo de desarrollar una agricultura más sustentable.
REFERENCIAS • Heap I (2014.) Herbicide resistant weeds. En Integrated Pest Management. Pimentel D, Peshin R (Ed.).Vol 3, Springer, Netherlands, pp. 21-301. • Heap I (2020). The international survey of herbicide resistant weeds. http://www.weedscience.org. • Scursoni JA, Duarte Vera AC, Oreja FH, Kruk BC and de la Fuente EB (2019). Weed management practices in Argentina crops. Weed Technol 33: 459–463. • Perotti VE, Larran AS, Palmieri VE, Martinatto AK, and Permingeat HR (2020). Herbicide resistant weeds: A call to integrate conventional agricultural practices, molecular biology knowledge and new technologies. Plant Science 290, art 110255, pp 1-15
Para acceder a más información podés visitar la Biblioteca Digital de Aapresid www.aapresid.org.ar/biblioteca/
YARA213-2020 Aviso Revista - CEREALPLUS 2020 - Argentina_Curvas 22 x 13,5.pdf
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30/03/20
10:07 a. m.
• PLAGAS •
Panorama de enfermedades en soja y maíz en el sudeste bonaerense En la última UPA de la Regional Juan Manuel Fangio, el especialista Marcelo Carmona habló de las principales amenazas para soja y maíz en la zona.
El último 27 de febrero, la Regional llevó adelante su jornada UPA en el establecimiento ‘El Silencio’ de Mar del Plata y a la que asistieron más de 120 productores y asesores técnicos. Además de hacer una recorrida por diversos ensayos, se abordaron las principales enfermedades que afectan a los cultivos de gruesa. El encargado de abordar este tema fue el Ing. Agr. MSc. Marcelo Carmona, quien describió las enfermedades en soja y maíz en la zona, y brindó recomendaciones al respecto.
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Sobre las principales enfermedades de fin de ciclo que se encuentran en la zona, Carmona mencionó a Tizón de la hoja, causada por cercospora kikuchii y a Mancha marrón, causada por septoria glycines.
Carmona reconoció que se trata de una zona en donde los controles de enfermedades en soja son poco utilizados y con resultados erráticos. “Por lo tanto creemos que no son necesarios y esto no es así”, sostuvo.
Tizón de la hoja es una enfermedad que ataca la planta, provocando manchas en las hojas con una coloración violácea y un encrespado de las mismas. Esto reduce significativamente la superficie fotosintética y puede causar defoliación. Las mismas manchas se pueden llegar a presentar en vainas y granos. Según describió el especialista, es un hongo que se activa con el sol, por lo tanto la presencia de los síntomas se comienza a ver en aquellas hojas que están más expuestas a los rayos solares.
Las enfermedades de fin de ciclo (EFC) suelen ser ocultas y se empiezan a visualizar
En contraste con esta enfermedad, Mancha marrón se encuentra principalmente
ENFERMEDADES EN SOJA: TIZÓN DE LA HOJA Y MANCHA MARRÓN, LO MÁS VISTO
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en R3 hacia adelante. En este sentido, advirtió que los controles no van a demostrar resultados en el corto plazo como sí lo puede hacer un fungicida en cultivos de fina.
Según afirmó Carmona, no hay variedades resistentes pero sí puede haber distintos grados de susceptibilidad. “El promedio de disminución de rendimiento causado por enfermedades de fin de ciclo se encuentra alrededor del 10 %, pudiendo llegar a 15-20 % en años con condiciones muy predisponentes para la aparición de las mismas”, señaló. El momento de aplicación en cultivares susceptibles que, luego de una lluvia de 30-40 milímetros, ya muestran algún síntoma es a partir de R3 a R5.5-R6, sobretodo
en lotes con rastrojo de soja. “El objetivo es un control preventivo de la enfermedad desde la aplicación del producto en adelante para cuidar el principal componente del rendimiento, que es el número de granos. Antes de R3, si detectamos la presencia de los síntomas, nos está dando la pauta de que a ese lote hay que monitorearlo más de cerca. Una alta presión de enfermedad y condiciones predisponentes pueden justificar una aplicación más allá de R6, sobretodo en lotes con destino a semilla”, explicó. A la hora de hablar de moléculas para el control, Cercospora kikuchi es resistente a todas las estrobirulinas que hay en el mercado, y el carbendazim también ha perdido eficiencia. Según el ingeniero, se observan diferencias entre los distintos
Los asistentes escuchando las recomendaciones para el manejo de enfermedades en soja y maíz.
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en las hojas inferiores donde hay sombreado y nulo contacto con el sol, lo que produce un microclima con mayor humedad. La difusión de este hongo dentro del canopeo se da principalmente por el salpicado provocado por la lluvia.
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• PLAGAS •
triazoles, siendo el ciproconazol el menos eficiente. El análisis de semilla antes de la siembra permite identificar la sanidad de las mismas y es una herramienta clave de manejo ya que representan fuentes de inóculo para una amplia variedad de patógenos. En base a los resultados, se deben elegir las moléculas adecuadas para realizar el curado de las semillas. En cuanto a los patógenos presentes en el suelo, los más importantes son: rhizoctonia, macrophomina, pythium y fusarium graminearum. El costo aproximado de la utilización de un producto para el control de estas enfermedades ronda los 70-90 kg de soja, según precisó Carmona. En cuanto a enfermedades que no son de fin de ciclo, se destaca Cercospora sojina conocida como mancha ojo de rana. El umbral para desencadenar una aplicación son 2 manchas por foliolo central y condiciones predisponentes, junto con variedades más susceptibles. La misma es controlada con cualquier fungicida que se encuentra en el mercado.
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ROYA COMÚN Y PODREDUMBRES EN MAÍZ
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La Roya común (Puccinia sorghi) viene teniendo gran incidencia en el sudeste bonaerense y provoca mermas en el rinde que promedian el 5 a 10%. Se trata de una enfermedad que se dispersa por el viento y requiere de 3 horas de rocío para que penetre en la planta. La lluvia hace que las esporas caigan gravitacionalmente, siendo contraproducente para la difusión de las mismas. Para que se desate la enfermedad, la temperatura del ambiente debe rondar los 17 a 22 °C y comienza con lesiones anaranjadas que se tornan marrón oscuro y luego negras. Si bien cualquier fungicida es efectivo para su control, la mezcla entre triazoles
y estrobirulinas es la que mejor funciona. “Como umbral debemos tener en cuenta la presencia de 14-15 pústulas por hoja, en la hoja de la espiga, y la de la espiga +1 y -1, desde VT en adelante”, sugirió Carmona y agregó: “Si la enfermedad expresa síntomas antes de VT, hay que tener en cuenta todas las hojas y que alcance el umbral mencionado”. Sin embargo, antes de decidir un control químico conviene mirar las previsiones climáticas, ya que altas temperaturas por períodos de 5 días logran un control natural. También conviene elegir materiales más tolerantes. Otras enfermedades a tener en cuenta son aquellas que provocan la podredumbre de la raíz y el tallo, como pueden ser fusarium graminearum, fusarium verticillioides, macrophomina, coletotricus, entre otras. Esto genera un debilitamiento de la planta, haciéndola más susceptible al vuelco, además de interferir en la translocación de azúcares hacia la espiga. Se estima que en años severos puede llegar a provocar una disminución del rendimiento del 30 % En cuanto a enfermedades de la espiga, se destacan fusarium verticillioides (más
Marcelo Carmona analizando las principales enfermedades que afectan a la soja en el sudeste bonaerense.
grave) y graminearum, que producen una gran cantidad de micotoxinas que pueden generar problemas cuando se consumen los granos. En ambos casos, la semilla es la principal fuente. de inóculo. Una alta densidad de plantas puede provocar una disminución en el diámetro de los tallos, lo que genera un debilitamiento de los mismos y la posibilidad de que la enfermedad aparezca con mayor incidencia. Para el control de esta enfermedad se destacan las moléculas pertenecientes a la familia de benzimidazoles. “La recomendación es tener en cuenta los umbrales y las condiciones ambientales, más que el estado fenológico, sin dejar de lado el monitoreo, la rotación y el tratamiento de semillas”, concluyó Carmona.
RECORRIDAS DE ENSAYOS Durante la jornada, también se realizaron diversas paradas en ensayos de materiales comerciales de los tres principales cultivos de gruesa de la zona: girasol, soja y maíz. En cada estación, las empresas explicaron sus materiales y brindaron una breve reseña de las características de cada uno. Una de las paradas técnicas en maíz estuvo a cargo del Ing. Agr. Aníbal Cerrudo, quien destacó el gran avance genético de los nuevos híbridos. Además de varios eventos tecnológicos (como puede ser la
resistencia a insectos o a ciertos herbicidas), cuentan con una gran estabilidad y tolerancia a condiciones de estrés, que le permiten tener un buen desarrollo y lograr rendimientos aceptables en condiciones no muy favorables. Cerrudo insistió en la importancia de mantener la planta sana, libre de competencia de malezas y que logre tener fuente suficiente de carbohidratos para llenar los destinos que representa la espiga.
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• INSTITUCIONAL • PLAGAS • •
Manejo de chinches en soja La Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) nos dice cómo, cuándo y con qué controlar una de las plagas que más afecta el rendimiento de la oleaginosa.
Los hemípteros fitófagos, comúnmente llamadas chinches, son una de las plagas de mayor significancia económica para el desarrollo del cultivo de soja. En Argentina hay cuatro especies que ocasionan los mayores daños a este cultivo durante el final del ciclo:
Santa Fe) fue la que presentó el mayor valor con 1,1 aplicaciones, donde el 11 % de los lotes recibió doble aplicación. Por su parte, la región Sur (sur de Buenos Aires) presentó el menor valor con 0,3 aplicaciones, donde casi el 50 % de los lotes no recibió aplicación (Figura 1).
Nezara viridula (chinche verde).
Figura 1 Cantidad de aplicaciones para el control de chinches en soja según zona
Cantidad de aplicaciones - Chinches en soja 70%
Piezodorus guildinii (chinche de la alfalfa).
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Comúnmente se utiliza el término “complejo de chinches fitófagas” para agrupar a estas especies. Según una encuesta de Aapresid durante la campaña 2018/19, 0,8 fue el promedio de aplicaciones para el control chinches en soja. La zona del Litoral (Entre Ríos y
% de cantidad de aplicaciones
Edessa meditabunda (alquiche chico).
60%
1,2
0,9 0,8
50%
1,0
0,7
40%
0,8
30%
0,6
20%
0,4 58%
48%
41%
10%
52%
39%
48%
14%
0%
5%
Oeste
0
1%
8%
15%
7%
Oeste medanoso
Menos de 1
1
15%
0,2
33%
31% 19%
19%
18% 11%
12%
4%
Litoral
Centro
Entre 1 y 2
2
0 Sur
Promedio por región
Cantidad de aplicaciones promedio
Dichelops furcatus (chinche de los cuernitos).
1,4
1,1
DAÑO
CICLO DE VIDA
Los daños comienzan a verse en estadios reproductivos del cultivo ya que tienen preferencia a alimentarse de las vainas y granos en desarrollo. Las chinches poseen un aparato bucal picador suctor, cuya función es succionar contenido celular de los tejidos vegetales, mientras segregan enzimas tóxicas que ayudan a licuarlos y facilitan su deglución.
El ciclo transcurre entre hábitats agrícolas y no agrícolas dependiendo de la disponibilidad, lo que influye en la comunidad generada, dinámica temporal y, en consecuencia, en los daños ocasionados a los lotes de soja.
Entre los principales daños que ocasiona, se mencionan:
• Detención del desarrollo del grano. • Aborto de vainas pequeñas. • Deformación y decoloración del grano. • Modificación
en la cantidad de hidratos de carbono y lípidos de la semillas.
• Retraso de la maduración de la planta (retención foliar por la abscisión de frutos).
• Facilitación
del ingreso de patógenos generadores de enfermedades (bacteriosis y hongos).
Estos daños repercuten directamente en el rendimiento obtenido y en la pérdida de calidad de grano, muy importante en lotes destinados a semilla. En nuestro país mediante ensayos a campo se determinó que para el cultivo de soja, P. guildinii posee mayor potencial de daño que las otras tres especies que integran el complejo. Mientras que D. furcatus sería la especie menos dañina. La chinche de la alfalfa es la más dañina y produce el doble de daño por individuo que la chinche verde y 8 veces más respecto de la chinche de los cuernos.
Los cultivos de servicios (CS) generan un ambiente óptimo que actúa como puente verde favoreciendo el establecimiento de altas densidades de chinches. Sin embargo, estos valores no necesariamente son determinantes del potencial daño a los cultivos estivales posteriores. Ensayos realizados en INTA Marcos Juárez determinaron un 95 % de disminución de la población (35 chinches/m2 de N. viridula) cuando el método de finalización del CS (vicia) fue el rolado, disminuyendo el potencial daño en el cultivo siguiente. Por el contrario, el se-
Los patrones de colonización de las chinches en los lotes están íntimamente relacionados con su entorno, siendo común encontrar mayor cantidad de individuos en las borduras de lotes linderos a cultivos invernales que en el interior de los mismos. La cantidad de generaciones por año o la duración de cada ciclo varían según la especie y las condiciones ambientales, pudiendo llegar hasta 5 generaciones en el caso de P. guildinii al norte de nuestro país. La duración de cada ciclo también es variable según la época en que ocurre, como el caso de E. meditabunda que en la primera generación, la hembra muere luego del desove, mientras que en la última generación los adultos sobreviven el otoño, invierno y parte de la primavera en sus refugios hasta que finaliza su diapausa sexual. DIFERENCIACIÓN Cada una de las especies que forman parte de este complejo tiene distinta capacidad de producir daño. Por este motivo, es necesario conocer las principales diferencias para la correcta identificación de los individuos presentes en un lote. En la Tabla 1, se describen las principales características de las cuatro especies de chinches más comunes en Argentina.
NOS ACOMPAÑAN
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El período de mayor sensibilidad va desde inicio de formación de vainas (R3) hasta inicio de llenado de grano (R5), donde los daños suelen ser más severos.
Las chinches pasan el invierno como adulto debajo de rastrojos del cultivo, en malezas invernales, en lotes de alfalfa o en hábitats naturales no agrícolas (corteza de árboles, arbustos). Luego los individuos que sobreviven al invierno, emergen de su refugio en busca de plantas hospederas maduras como trigo u otros cultivos de invierno o hay especies como D. furcatus que prefieren el maíz en sus estadios iniciales. Allí comienzan a alimentarse y aumentar su población para luego trasladarse hacia los lotes de soja.
cado químico sin insecticida puede derivar en altos niveles de daños posteriores.
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• PLAGAS •
Piezodorus guildinii
Nezara viridula
Edessa meditabunda
Dichelops furcatus
Chinche de la alfalfa
Chinche verde
Alquiche chico
Chinche de los cuernitos
Mide 1 cm de largo. De color verde claro con una línea rojiza/ marrón amarillento en donde se insertan las alas, que son verdes. La parte membranosa es incolora y translúcida.
Mide 15 mm de longitud y tiene forma oval. Esta especie es polimórfica y presenta 3 variedades, siendo la más común smaragdula, que es totalmente verde. Tiene una longevidad variable según el clima.
Mide alrededor de 12 mm. Cuerpo oval y cabeza triangular, dorso color verde y el abdomen y alas de color castaño. Sumamente hedionda.
Mide 10 mm, es de color marrón en el dorso y verde en el abdomen. La cabeza termina en dos proyecciones hacia adelante y al costado de su cuerpo también salen dos proyecciones laterales. Las membranas de las alas son castañas oscuras.
De color negruzcos con dos bandas blancas, una transversal y la otra en la parte superior. Son cilíndricos, cubiertos de pelos.
Son cilíndricos, su color varía desde verde amarillento hasta anaranjados. Oviponen en forma de panal en grupos de 55-105 en el envés de las hojas.
Son esféricos levemente aplastados, color verde claro translúcido.
De color verde claro, ovoides, cubiertos por pelos.
Presentan 5 estadios. El primer estadio es de color anaranjado, en el segundo se tornan negruzcas y a partir del cuarto se diferencian dos coloraciones: verde o negras ambas con manchas blancas, amarillas y rojizas.
Presentan 5 estadios. El primer estadio es de color blanquecino casi transparente, luego pasan por el amarillo hasta tornarse verdosas. Todas con manchas negras, rojas y amarillas en el dorso del abdomen.
Adulto
Oviponen en dos hileras paralelas, preferentemente sobre las vainas y en el tercio medio
Oviponen en dos hileras ordenadas contiguas de la misma cantidad, en grupos de 14, en el envés de las hojas o en las vainas.
Oviponen en dos o tres hileras de 14 unidades aproximadamente, preferentemente en el envés de las hojas o las vainas.
Huevo
Presentan 5 estadios. Los primeros estadios tienen forma oval y coloración mitad negruzca y mitad roja. Los siguientes estadios se vuelven más verde claro con un dibujo en la parte superior de color negro y rojo.
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Ninfa
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Presentan 5 estadios. A partir del segundo estadio son de color castaño con abdomen verde y la forma de la cabeza puntiaguda, como el adulto
Número de individuos/metro lineal de surco (a) R3-R4 formación de vainas
Estadio Espaciamiento Piezodorus guildinii Nezara viridula (c)Edessa meditabunda (c)Dichelops furcatus
R5 formación de granos
R6-R7 (b) después de grano
70 cm
52 cm
42 cm
35 cm
70 cm
52 cm
42 cm
35 cm
70 cm
52 cm
42 cm
35 cm
0,6
0,4-0,5
0,30,4
0,3
1
0,7
0,6
0,5
3
2
1,7
1,5
0,8-1
0,7
0,6
0,5
2
1,5
1,2
1
5
3-4
2,8
2,5
1,5
1,1
0,9
0,7-0,8
3
2,2
1,8
1,5
7-8
5,5
4,5
3,5-4
3
2,2
1,8
1,5
8
6
5
4
12
9
7,2
6
a) En caso de mezcla de especies, prorratear valores; b) En caso de soja semilla, los umbrales R6-R7 son los de R5; c) Valores estimados.
Las chinches tienen la capacidad de producir daños de importancia a bajas densidades poblacionales, por eso es fundamental cuantificar la presencia de individuos mediante el monitoreo. El paño vertical es una herramienta de gran utilidad y en nuestro país está ampliamente establecida como sistema de muestreo. Consiste en un paño de 80 x 100 cm de largo que termina en una canaleta de recolección. El registro de datos a partir del monitoreo puede tener variaciones según el horario de muestreo, sitio, número de muestras y quien lo ejecute, por ello es una tarea difícil de llevar a cabo. No se recomienda muestrear en horas de mayor temperatura, ya que durante esas horas las chinches se refugian y se obtiene menor número de caídas en el paño. Lo mismo ocurre los días con viento fuerte, Tabla 1 (pág. izquierda) Principales características de cada una de las chinches que integran el complejo de chinches fitófagas
cuando los individuos tienden a refugiarse bajo la materia seca del suelo o a agarrarse con mayor fuerza de los tallos.
Tabla 2 Umbrales de control del complejo de chinches (Fuente: N. Iannone (2007)- INTA Pergamino).
Debido a la forma de inmigración de estas especies, es conveniente comenzar el muestreo por las borduras de los lotes. Puede ocurrir que solo sea necesario realizar control químico en las cabeceras y no en el resto. Se deben sacudir las plantas sobre el paño e inmediatamente observar la canaleta, ya que las chinches tienden a salir volando arrojando errores en la medición. Luego hay que observar el suelo y contabilizar también las chinches que cayeron ahí. Se contabilizan adultos y ninfas de estadios superiores (mayores a 0,5 cm de largo). Para tener una adecuada cantidad de muestras se recomienda realizar al menos 1 muestreo cada 3 hectáreas, teniendo como base 10 muestreos iniciales independientemente de la superficie. El conocimiento del estatus de la población plaga en el lote tiene como objetivo la toma de decisión correcta al momento del control. En consecuencia también es nece-
sario contar con un valor umbral por encima del que deberían tomarse las medidas de control. En la bibliografía nacional hay diversas tablas que sirven de guía para determinar el Umbral de Daño Económico (UDE) de cada sistema, teniendo en cuenta la especie de chinche, el estadio del cultivo y la distancia entre surcos. Los autores coinciden en que el valor es variable en el tiempo, ya que contempla factores como el precio de la soja, activo a usar y costo del mismo, entre otros. Se citan dos tablas de umbrales confeccionadas por investigadores del INTA Pergamino y Oliveros (Tablas 2 y 3, respectivamente, y Tabla 4) que sirven como guía para establecer el umbral del sistema, según las características particulares de cada uno.
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MONITOREO Y UMBRALES DE DAÑO
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• PLAGAS •
Chinches adultas y ninfas grandes*/metro lineal de surco Estadio R3 a R6 R6 hasta cosecha
GM
26-35 cm
52 cm
70 cm
III y IV
0,4
0,8
1
V a VIII
0,8
1,6
2
III y IV
1,2
2,4
3
V a Viii
2,4
4,8
6
Tabla 3 Umbrales de control del complejo de chinches (Fuente: J. C., Gamundi- INTA Oliveros).
*mayores a 0,5 cm de largo Se recomienda tener en cuenta todas las variables de influencia en el control y no intentar simplificar las tareas, ya que puede derivar en ineficiencias de control y en pérdidas extras. Por causas operativas suele ser común anticipar las aplicaciones previo a la llegada a umbral, pero esta práctica no es aconsejable por que comúnmente deriva en el resurgimiento de la plaga y en el aumento del número de aplicaciones. Además no permite aprovechar la acción de los controladores naturales. ESTRATEGIAS DE MANEJO
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El control químico es la técnica dominante de manejo de esta plaga. Para comenzar una correcta estrategia de control es crucial conocer el activo, su formulación, la calidad de aplicación y haber realizado el monitoreo previo para poder calcular la eficiencia del producto con un monitoreo luego de la aplicación.
20
Hasta su prohibición en el 2013 se utilizaba casi exclusivamente el insecticida organoclorado endosulfán de acción total para el control de chinches. Actualmente existen diversos insecticidas registrados para el control específico de chinches que afectan al sistema nervioso y muscular del insecto, y se ubican dentro de los siguientes gru-
pos químicos: 1A Carbamatos, 1B Organofosforados, 3A Piretroides y Piretrinas, 4A neonicotinoides y 4C Sulfoximidas. Además, se pueden diferenciar según la forma de acción en:
• Activos
de contacto que actúan cuando la gota de la aplicación cae sobre el cuerpo del insecto o cuando éste camina sobre alguna gota depositada en la superficie del cultivo aplicado (principalmente: piretroides).
• Activos
de ingestión o sistémicos que requieren que el insecto consuma parte del cultivo que fue aplicado para comenzar a tener efecto letal. Estos productos se comportan como sistémicos ya que cuando penetran se mueven por el xilema de la planta. En el caso de las chinches que se alimentan del floema, el efecto de este tipo de activos es más lento que en los de contacto (principalmente: neonicotinoides).
Está muy difundido el uso de mezclas de activos, principalmente neonicotinoides + piretroides, otorgando cada uno características diferenciales a la mezcla. Mientras que los piretroides dan poder de volteo y actúan principalmente sobre adultos, los
neonicotinoides ofrecen mayor residualidad (15 dias aprox.) y trabajan principalmente sobre las ninfas o individuos a eclosionar. También está registrada la mezcla de imidacloprid + clorpirifos (neonicotinoide + organofosforado). Éste último le otorga control por inhalación debido a su mayor presión de vapor, mejorando el control en cultivo más cerrados. El uso de mezclas de insecticidas con diferentes modos de acción es desaconsejado por algunos investigadores que advierten respecto a la posible generación de resistencia que puede ocasionar (principalmente por las bajas dosis de cada activo que presentan algunas de las formulaciones). Además, está en juego el costo ambiental que deriva del uso a veces innecesario de dos modos de acción distintos. Siempre será importante tener en cuenta y cuantificar la eficiencia de la aplicación. En general estas aplicaciones se caracterizan por tener poca eficiencia, considerándose adecuado un 80 % de control para este tipo de aplicaciones. Sin embargo, esto debería estar relacionado con la densidad de población inicial ya que, con altos valores de individuos iniciales, puede que
Chinches adultas y ninfas grandes*/metro2
Tabla 4 Umbrales de control del complejo de chinches (Fuente: D. Álvarez- Cátedra Zoología, FAUBA).
Nezara viridula Edessa meditabunda Dichelops furcatus
luego del 80 % de control se mantengan aún valores de individuos por encima de umbral y se necesite una replicación. En todos los casos se debe prestar especial atención a la calidad de la aplicación. Como principal indicador hay que realizar gotas finas, ya que estas serán las más adecuadas para llegar al tercio medio o inferior, donde mayormente está la plaga. Este tamaño de gota, al ser más propensas a evaporarse y derivase, requieren mayor cuidado y por ello posiblemente la aplicación demande el uso de coadyuvantes que protejan las gotas. CONTROL BIOLÓGICO El control biológico dado a través de parasitoides y predadores puede reducir notablemente la población según las características del año considerado. Este control se da de forma espontánea y permanente, pero es muy susceptible a la acción de insecticidas no selectivos. Los “controladores” se podrían clasificar en:
• Parasitoides de huevos. Se da principal-
mente por especies del género Hymenoptera (mayormente: Telenomus podisi y Trissolcus basalis). Es importante detectar el parasitismo en el lote para evitar aplicaciones que lo detengan. Dependiendo de la especie de chinche, es posible evidenciarlo fácilmente por las modificaciones de color en los huevos.
• Parasitoides de ninfas y adultos. Común-
mente se da por Trichopoda giacomelli perteneciente al género Diptera. Se evidencia por la colocación de huevos de color blanco sobre el tórax o cabeza de
Piezodorus guildinii
semilla
consumo
semilla
consumo
R3
1.5
1.2
0.6
0.8
R4
1.2
1.3
0.8
1
R5
1.5
1.9
1.3
1.5
R6
1.9
2.9
1.9
2.5
R7
1.9
3.8
1.9
3.5
la chinches, principalmente adultas (Foto 1). Luego de eclosionar el huevo, la larva nace y se introduce en el cuerpo de la chinche transformándola en huésped.
• Predadores.
Son múltiples las especies que pueden consumir individuos de chinches, arácnidos, hormigas o incluso otras especies de chinches.
Foto 1 Controladores parasitoides de ninfas y adultos a través de Trichopoda giacomelli.
• PLAGAS •
CONCLUSIONES Es imprescindible el monitoreo sistemático y el conocimiento de la biología y morfología de estas plagas como así también su relación con el cultivo, para poder predecir posibles daños y tomar la decisión de realizar el control químico o no, teniendo en cuenta el impacto ambiental y económico que ello significa. A su vez se hace evidente la necesidad de seguir sumando investigación sobre el desarrollo e interacción de este grupo de especies en los actuales sistemas agrícolas en modificación, por ejemplo por la implementación de CS durante el periodo invernal.
BIBLIOGRAFÍA • Efecto del ambiente y prácticas de manejo sobre las poblaciones de las principales especies de chinches fitófagas en Argentina. Flores Fernando, Balbi Emilia. EEA INTA Marcos Juárez • Plagas insectiles del cultivo. Rubén Massaro. EEA Oliveros. • Cuantificación del daño de chinches en soja bajo distintas estrategias de manejo Flores, Fernando; Balbi, Emilia; Distéfano, Silvia; Lenzi, Lisandro. INTA Marcos Juárez • Principales características de los insecticidas utilizados en el cultivo de soja. M.B., Kahl. INTA EEA Paraná. • Tendencias de abundancia de chinches en soja en el periodo 2002-2006 en el centro de santa fe (base de la RIIA). Jorge Frana. INTA Rafaela.
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• Manejo del complejo de plagas de soja: MIP versus Control Preventivo. Perotti, E.; Boero, L.; Gamundi, J. INTA EEA Oliveros.
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• Orugas y Chinches en Soja. Igarzábal, D.A.; Gálvez, M.C.; Aldrey, M. C.; Peralta, C.R.; Cacciavillani,J.I. y Gassen, D.N. 2014. Edición Dupont-Summit Agro. • Community Characterization and Development of a Sampling Plan for Stink Bugs (Hemiptera: Pentatomidae) in Soybean in the North Central Region of the U.S. Daniela Tamara Pezzini. University of Minnesota.
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• PLAGAS •
¿Cuáles son las mejores estrategias para manejar el cogollero? Hay herramientas muy eficaces pero se requiere conocimiento y monitoreo permanente para no fallar.
El 20 de febrero se realizó la jornada a campo organizada por REM (Red de manejo de plagas) y la Regional Rafaela de Aapresid, en la localidad Pres. Roca, a pocos kilómetros de la ciudad de Rafaela. En diferentes estaciones se abordaron los aspectos claves a conocer para hacerle frente a esta plaga de gran incidencia en maíces tardíos, en el centro-norte del país.
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CONOCIENDO MEJOR LA PLAGA. RECONOCIMIENTO Y MONITOREO.
24
El Ing. Agr. Federico Massoni de la EEA INTA Rafaela brindó un repaso sobre el complejo de plagas lepidópteras que atacan al maíz de siembras de diciembre o enero. Este complejo está conformado por Diatraea saccharalis (Barrenador), Helicoverpa zea (Isoca de la espiga) y Spodoptera frugipera (Cogollero). Esta última se comporta como cortadora en estadios
iniciales, especialmente cuando el lote presenta malezas gramíneas que sirven como hospederos de los individuos y que en estado adulto llegan a los primeros estadios del cultivo de maíz. Sin embargo, el principal daño es como defoliadora en etapas vegetativas del cultivo y en ataque severos puede comportarse como cogollera. Ya en estadios reproductivos puede también provocar daño a la espiga. Además comentó que en las últimas campañas también se está viendo el daño de Spodoptera como barrenadora, pudiéndosela confundir con D. saccharalis por lo que es necesario tener en claro las diferencias entre especies. El ingeniero también hizo hincapié en la importancia del monitoreo tempano para esta plaga, aún previo a la siembra para descartar presencia de individuos en el lote y la necesidad de realizar algún trata-
Foto Federico Massoni de la EEA INTA Rafaela brindo un repaso sobre el complejo de plagas lepidopteras que atacan al maiz de siembras de diciembre o enero
Por último mencionó algunos resultados en ensayos realizados por el INTA en la zona, en los que, con elevados niveles de infestación de cogollero en siembras tardías, se observó que la diferencias entre materiales no Bt y PWU o VT3PRO fueron entre 20 y 22% de rendimiento y entre materiales no Bt y MG del 5%. EL VALOR DE LA BIOTECNOLOGÍA Y SU CUIDADO De la mano de La Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) se buscó generar conciencia de la importancia del cuidado de la tecnología disponible. La Ing. Agr. Fabiana Malacarne mencionó que menos del 1% de los materiales ensayados llegan a ser comerciales y que el costo general de una material cuando sale al mercado puede ser superior a 100 millones de dólares, por ello y porque aún no se esperan nuevos eventos insecticidas por al menos unos 7 años, surge la importancia de cuidar la tecnología que hay disponible. Una de las prácticas más importante para cui-
darla es mediante el uso de refugios, al sembrar materiales con eventos Bt. En cuanto al manejo del refugio debemos destacar que para esta plaga -que presenta una alta movilidad- debe ser estructurado, es decir que no puede hacerse mezclado en la bolsa (RIB) y debe sembrarse un 10% del lote de material no Bt, en misma fecha de siembra y de similar ciclo, a un máximo de 1500 mts. Esta franja lo que posibilita es la permanencia de individuos no resistentes que al cruzarse con los re-
NOS ACOMPAÑAN
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miento insecticida en ese momento. Luego hacer especial foco en estadios vegetativos tempranos buscando la presencia de desoves y los primeros raspados o perforaciones, para asegurar la llegada anticipada al daño. Massoni, comentó que el umbral de daño que se debe utilizar es de un 20% de plantas con daños de escala Davis 3 o superior, más la presencia de 2 larvas vivas cada 10 plantas y desoves. Sin embargo también recordó que hay varios factores de logística que muchas veces hacen que se llegue tarde al lote con la aplicación, por lo que hay que tener en cuenta estos puntos al momento de decidir el control para evitar pérdidas significativas.
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(pag. izq. de arriba hacia abajo) Gráfico 1 Resultado del uso de curasemilla sobre la incidencia de cogollero. Gráfico 2 Resultado del uso de diferentes eventos biotecnológicos sobre la incidencia de cogollero. Tabla 1 Descripción de los tratamientos insecticidas utilizados
% de plantas en GradoDavis 3 o más
• PLAGAS •
100% 80%
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26
% de plantas en GradoDavis 3 o más
Sumado al uso de refugios ASA recomienda una serie de prácticas que también ayudarán a retrasar la resistencia como ser: adecuado control de malezas y rastrojo, buena implantación del lote, rotación de cultivos y monitoreo constante en busca de las plagas blanco.
No BT Lumivia
60% 40% 20% 0%
sistentes dan descendencia no resistente, asegurando la eficiencia de los materiales Bt por más tiempo. Por este motivo Fabiana recalcó que es necesario visualizar algún nivel de daño en los refugios para que se generen los individuos susceptibles necesarios, por lo que solo debe hacerse un máximo de 2 aplicaciones insecticidas al llegar al umbral del 20% de daño y con presencia de larva vivas.
No BT
v2
v4
v5
v7
v9
100% 80%
No BT VT3Pro
60%
PWU
40% 20% 0%
v2
v4
v5
v7
v9
Tratamiento
Nombre comercial
Principio Activo
Dosis
Testigo Absoluto
-
Sin aplicación
-
Finalmente la ingeniera recordó que la resistencia no puede evitarse, pero sí se puede retrasar tomando las medidas necesarias y así aprovechar al máximo los beneficios de las tecnologías actuales.
Consecutivas a umbral
Exalt / Coragen
Spinosina/Diamida
80cc/ha / 80cc/ha
Producto 1
Exalt (Corteva)
Spinetoram J+L (Spinosina)
80cc/ha
Producto 2
Coragen (FMC)
Clorantraniliprole (Diamida)
T4 50cc/ha - T13 80cc/ha
COMPLEMENTACIÓN DE CURASEMILLAS, EVENTOS E INSECTICIDAS.
Producto 3
Belt (Bayer)
Flubendiamide (Diamida)
100cc/ha
Producto 4
Pirate (BASF)
Clorfenapir (Pirrol)
1000cc/ha
Producto 5
Curyom Fit (Syngenta)
Benzoato de emamectina + Lufenuron (Avermectina + Benzonilurea)
50 gr/ha
Testigo Químico
-
Lambdacialotrina (Piretroide)
250cc/ha
En cuanto al tratamiento de semilla, se observó un atraso de la llegada a umbral de unos 7 días con el uso del curasemilla Lumivia, que tiene como activo al clorantroniliprole. Cabe mencionar que en el demo se lo aplicó sobre un material no Bt para apreciar el efecto, pero la empresa no comercializa este curasemilla de forma individual si no que lo in-
Los tratamientos se aplicaron con 200 cc de Extremo como coadyuvante.
Gráfico 3 Descripcion de los tratamientos aplicados.
cluye en sus semillas PWU para otorgar otro nivel de protección a la semilla y así ayudar al retraso de la resistencia (Gráfico 1).
% de plantas en GradoDavis 3 o más
110%
No Bt
Aplicación de Pirate
Testigo Absoluto
90%
Manejo REM Aplicación todos los tratamientos
70%
Exalt Coragen Belt Pirate
50%
Curyon Fit Testigo Quimico
30%
10% v2
-10%
v4
v5
v7
v9
Medios Socios
BAENEGOCIOS HACIA UN CAPITALISMO NACIONAL
S I N
I N D U S T R I A
N O
H A Y
N A C I Ó N
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GRUPO
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• INSTITUCIONAL •
Respecto al aporte de la biotecnología (eventos), los materiales utilizados en el demo fueron:
• No Bt (sin ningún evento para el control de lepidópteros),
• VT3PRO con las proteínas Cry1A.105, Cry2Ab para el control de lepidópteros y
• PowerCore
Ultra (PWU), con las proteínas Cry1F, 105, Cry2Ab, Vip3A para el control de lepidópteros.
El uso de VT3PRO retrasó la llegada a umbral unos 15 días respecto al No Bt, siendo además el daño significativamente inferior. El material PWU no alcanzó el umbral de aplicación durante el desarrollo del ensayo, además el daño alcanzado no superó nunca el grado 3 de Davis por lo que se evidencia la eficiencia del evento Vip en el control de esta plaga (Gráfico 2).
Finalmente respecto a los tratamientos insecticidas (Tabla 1; Gráfico 3) en el material no BT, el mismo se aplicó al llegar al umbral del 20% de plantas con daño Davis 3 o más, lo que sucedió en V4. Todos los tratamientos presentaron una disminución del nivel de daño al siguiente monitoreo, lo que muestra su efectividad de control, a excepción del testigo químico (Lambdacialotrina) que prácticamente no se diferencia del testigo sin aplicación. Cabe aclarar que luego del primer tratamiento con el insecticida Pirate no se observó disminución en el daño, lo que se lo atribuye a un error en la aplicación, por lo que se repitió la misma la semana siguiente en donde sí se evidenció una disminución marcada del daño. Luego de V5 se observó un marcado incremento del nivel de daño, lo cual se debió a una nueva generación de Cogollero. Esto es esperable, ya que los insecticidas controlan la plaga sobre las hojas que fueron moja-
das, pero no sobre las nuevas, por lo que se hubiera requerido una nueva aplicación en un lote de producción. Esto se hizo en el tratamiento denominado “Manejo REM”, pero al aplicarse en V7 con un nivel de daño del 50% el control fue insignificante. Para decidir la aplicación, al monitorear semanalmente, el umbral debe tener en cuenta la evolución de la plaga y el tiempo efectivo hasta la aplicación, ya que en una semana los cambios pueden ser marcados, especialmente en materiales no-Bt. También se evidenció que el mejor control alcanzado con insecticidas no supera el 70%, por lo que se destaca aún más la importancia de cuidar la tecnología Bt disponible. Al inicio de la tecnología VT3PRO no necesitaba ningún tipo de aplicación insecticida, mientras que en el ensayo al menos se necesitó una aplicación para obtener niveles de daño que no afecten al rendimiento. Actualmente la tecnología PWU no necesita ninguna aplicación para el control de la plaga pero se sabe que la resistencia es un proceso natural que evolucionará de manera indefectible y que el retraso dependerá de la puesta en práctica de buenas prácticas para el manejo de la plaga. CALIDAD DE APLICACIÓN El Ing. Agr. Lihuel Sartini, asesor privado, dio algunos tips para alcanzar la máxima eficiencia en las pulverizaciones terrestres destinadas al control de cogollero. Como primer punto destacó la importancia de evaluar que tipo de aplicación estamos haciendo, mediante al uso de tarjetas hidrosensibles. Las mismas deben ser colocadas en el lugar específico donde queremos llegar con las gotas, para este caso en el interior de la hoja del cogollo. Luego debemos evaluar si se alcanzaron valores de impactos de entre 50 y 70/cm2,
cantidad mínima necesaria para insecticidas de contacto, ya con los sistémicos se pueden alcanzar adecuados controles con 30 impactos/cm2. Sartini también destacó la necesidad de generar gotas pequeñas, de hasta 250 micrones para que las mismas puedan tener mayor penetración y así alcanzar la plaga. Sin embargo, evidenció que este tipo de gotas son más susceptibles a la evaporación, principalmente en verano cuando se realizan las aplicaciones para cogollero, por lo que se hace necesario el uso de antievaporantes.
Agradecemos a la Ing. Celeste Zenklusen y al Ing. Agr. Juan Picco de la regional Rafaela de Aapresid y a los integrantes del grupo AgroEstudio, por su ayuda en el armado y desarrollo de la jornada.
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Otro punto que destacó el ingeniero es el aumento en la eficiencia que nos permite el disminuir el volumen de aplicación/ha, pero remarcó que esto también aumenta la probabilidad de generar incompatibilidades en el caldo de aplicación. Por lo tanto, es fundamental realizar una prueba a escala en el balde con los productos a aplicar y conocer la calidad de agua con la que contamos, para utilizar correctores o emulsionantes de ser necesario. Finalmente, se realizó un tarjeteo con la pulverizadora PLA disponible en donde los asistentes pudieron observar la diferencia de penetración en el cogollo alcanzada con distintas calibraciones de la máquina.
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• CULTIVOS DE SERVICIOS •
Cultivos de servicios: actualidad y perspectivas Cada vez son más los productores que adoptan esta herramienta: ¿por qué lo hacen? ¿qué opciones eligen? ¿cómo los integran al sistema y qué limitantes encuentran? RED DE CULTIVOS DE SERVICIOS AAPRESID
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PATROCINA
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AUSPICIAN
30
La intensificación de los sistemas agropecuarios ha demostrado múltiples beneficios sobre la producción, la utilización de recursos y el ambiente. En este sentido, los cultivos de servicios (CS) son una herramienta estratégica y versátil para lograr estos objetivos.
tores y asesores de todo el país (n=470; 2020). Las dos primeras orientadas a lo referente a adopción de CS y la tercera para caracterizar objetivos, manejo, demandas y limitantes.
En este artículo se presenta información sobre la actualidad de los CS en lo que respecta a su adopción, objetivos para su utilización, manejo, limitantes para su adopción y demandas de conocimiento. Las fuentes utilizadas fueron: (a) encuesta de Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) de la Bolsa de Cereales realizada a productores y asesores de todo el país (n=1200; 2019); (b) encuesta del programa REM de Aapresid a productores de grupos Regionales y Chacras de Aapresid (n=235; 2019); y (c) encuesta de la Red de Cultivos de Servicios a produc-
Según la ReTAA (2019), a nivel general y como promedio entre regiones un 13 % de los productores está adoptando CS en sus sistemas de producción. La cantidad de productores que adopta CS se incrementó a una tasa constante de 2 puntos porcentuales por año en las últimas tres campañas (ReTAA; datos no mostrados). Este nivel de adopción muestra una variabilidad zonal, registrándose una mayor adopción en zonas con mayores limitantes edafoclimáticas (ej. zonas semiáridas, con baja capacidad de retención hídrica de los suelos) (Figura 1A). Esta tendencia entre zonas también se observó en la encuesta realizada a productores de Aapresid (Figura 1B), con la diferencia de que los niveles de adopción de estos últimos fueron significativamente superiores, siendo en promedio
Por: Madias, A. Sistema Chacras Aapresid
ADOPCIÓN DE LOS CS
Encuesta ReTAA (2019) 100
40
40
20
20
0
0
Figura 1 Adopción de cultivos de servicios entre (A) productores a nivel país y (B) productores pertenecientes a grupos Regionales/Chacras de Aapresid agrupados por nodo (der.). La línea punteada indica el promedio global de adopción. Ref.: Oeste medanoso: La Pampa y oeste de Buenos Aires; Oeste: Córdoba y San Luis; Centro: centro-norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe; Litoral: centro de Santa Fe y Entre Ríos; Sur: sur de Buenos Aires. Los diferentes colores buscan mostrar mismas regiones entre encuestas
BSAS Oeste - La Pampa Córdoba (no sudeste) - San Luis Núcleo Santa Fe Centro Entre Ríos BSAS Sudeste BSAS Sudoeste
% de superficie destinada a CS
0
10
90
80
70
60
50
40
30
20
10
NEA y NOA
0
NODOS AAPRESID
Figura 2 Superficie destinada a cultivos de servicios (%) por los productores que los adoptaron. Los bigotes indican el error estándar de los datos. RED DE INNOVADORES
La
ZONAS
Su r
60
l
60
Li to ra
80
C en tr o
80
n = 235
O es te
n = 1200
Pa m pa N -B or S te A Su de S r d C Oe e órd ste C o C ór b en do a N S tr u a cl n ba o d e N eo L u B uc No is ue le r C n o te e SO nt E os S ro n A ur SE de de tre ire d Bu S R s C e B en an ios ue u o ta nc en s A Fe a os ir d e A es l S ir e N N or N E alad s te E A o de O Es Sa Oe te nt ste a F C or N e rie OA nt es O es te M ed an os o
Productores que utilizan CS (%)
100
Encuesta REM Aapresid (2019)
31
• CULTIVOS DE SERVICIOS •
RED DE INNOVADORES
32
0 10
80
60 40 20 0
v A C illo ve e s n nt a C a b eno on la s. nc L a A ve T + G na ri ne go R Vi a gra ci ig a rá s s Tr ativ iti a c N ale ab C o e s Tr Me bad C e li a on bo lo s. l P tus L C + ers on G a T s. + Tr ré G + C éb bo C ol l r bl ojo an c O o tr o
Entre las especies utilizadas, Vicia villosa es la principal dentro de las leguminosas (L) mientras que el Centeno y la Avena blanca son las más utilizadas dentro de las gramíneas (G) (Figura 4). Respecto a años anteriores, (encuesta Red de CS, 2019) la utilización de consociaciones (G+L; G+L+Crucíferas (C); G+C) mostró un incremento (datos no mostrados). Los productores que
80
Productores (%)
Entre los múltiples objetivos por los que productores y asesores reportan la utilización de CS, el control de malezas es el más buscado (86 %), seguido por el aporte de C (62 %) y la fijación biológica de N (54 %) (Figura 3). En determinadas regiones toma mayor relevancia el control de la erosión eólica e hídrica. Mientras que el aprovechamiento forrajero de los cultivos de servicios fue reportado por un 29 % de los encuestados.
100
ci a
OBJETIVOS Y ELECCIONES DE MANEJO
Productores (%)
Vi
Los productores que están usando CS reportan que destinan un 29 % en promedio de su superficie a su implantación (Figura 2). A su vez se observa que en determinadas zonas (NEA y NOA, Córdoba -no sudeste- y San Luis) la superficie destinada es mayor que en otras. En cada una de las regiones se identificaron casos de productores que actualmente destinan más del 50 % de su superficie a la siembra de CS.
60
de un 73 %.
40
0
Figura 4 (debajo) Cultivos de servicios -especies o consociacionesutilizados a nivel país. Los diferentes colores agrupan especies por familias o mezclas (Verde: leguminosas; Azul: gramíneas; Naranja: crucíferas; Rojo: consociaciones). Ref.: G: gramíneas; L: leguminosas; C: crucíferas.
Control de malezas Aporte de C Fijación biológica de N Control de erosión hídrica Mejorar estructura física Pastoreo Control de erosión eólica Consumo de agua - Deprimir napa Ciclaje de nutrientes Sijale Proveer biodiversidad
20
Figura 3 (arriba) Objetivos buscados por los productores cuando utilizan cultivos de servicios.
60
50
40
30
Productores (%)
RED DE INNOVADORES
Respecto a los métodos de terminación del ciclo de crecimiento de los CS, un 87 %
20
En cuanto a ventanas temporales de uso (definida por el antecesor y sucesor entre los que se implanta un CS), las más habituales son entre soja y maíz tardío, y entre maíz temprano y soja (Figura 5). En el sur de Buenos Aires toma relevancia su utilización en lotes que salen de trigo y en la campaña siguiente son sembrados con maíz, soja o girasol.
10
reportaron la opción “Otro”, pertenecen mayormente a las regiones NOA y NEA y reportaron el uso de CS de verano (ej. Crotalaria, poroto mung).
Soja a maíz tardío Maíz temprano a soja Soja a maíz temprano Trigo a maíz Trigo a girasol Soja a soja Soja a girasol Maiz tardío a soja Trigo a soja Maíz picado a soja Maní a soja Algodon a maiz Girasol a soja Girasol a trigo Maiz a maiz Trigo a trigo
0
Figura 5 Ventanas de utilización de cultivos de servicios a nivel país.
33
• CULTIVOS DE SERVICIOS •
Figura 6 (arriba) Limitantes al incremento de la adopción de cultivos de servicios planteadas por productores y asesores Figura 7 (debajo) Demandas de generación o difusión de conocimiento sobre cultivos de servicios planteadas por productores y asesores.
Mayor conocimiento agronómico Falta convencimiento debeneficios Consumo de agua Incrementan actividades en el campo Hospedante de plagas y enfermedades Dificultad en la implantación de cultivo sucesor Inversión necesaria Otros Ninguno
60
50
40
30
20
0
10
70
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50
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30
Por otro lado, se detecta una fuerte demanda de información acerca de: la adaptación de especies para cada zona y su manejo; aportes al control de malezas y a la salud de los suelos; aportes de nutrientes e impacto en su dinámica y la definición de criterios para su terminación (Figura 7).
20
La falta de conocimiento agronómico de los CS, la incertidumbre sobre sus beneficios y sobre el consumo de agua que podría afectar la disponibilidad para el cultivo sucesor, son reportadas como las principales limitantes a la mayor adopción de los CS (Figura 6).
Manejo agronómico por especie Especies por zona Manejo de consociaciones Dinámica de nutrientes Aportes al control de malezas Criterios de terminación Aporte a la salud del suelo Herbicidas para CS Impacto en dinámica del agua Aporte de nutrientes Costos de los CS Fertilización de los CS Métodos de siembra Métodos de secado Otros
10
NECESIDADES PARA INCREMENTAR SU ADOPCIÓN
Productores (%)
0
de los encuestados reporta haber utilizado métodos químicos y un 29 % métodos mecánicos. Mientras que sólo un 4 % reporta haber realizado algún tipo de labranza (abono verde) para su terminación.
Arrendamientos de corto plazo
Productores (%)
Los cultivos de servicios son una herramienta más para la intensificación estra-
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CONSIDERACIONES FINALES
36
tégica en la búsqueda de sistemas que maximicen la permanencia de cultivos vivos, secuestrando carbono y manteniendo la actividad biológica del suelo. Cada año, más productores se suman a este camino, traccionados principalmente por la necesidad de encontrar una solución a la problemática de malezas, a la vez de aportar
otros servicios al agroecosistema. Es necesario continuar trabajando para generar y difundir información sobre diferentes aspectos de manejo de los CS (especies, nutrición, siembra, terminación, liberación de nutrientes) para aprovechar al máximo sus beneficios y así fomentar
su adopción estratégica y sostenida en el tiempo.
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• CULTIVOS DE SERVICIOS •
Experiencias de socios Aapresid
Tips para vicia La vicia es uno de los cultivos de servicios más elegidos en cada rincón del país. Compartimos cuatro experiencias de productores para un manejo sin sobresaltos. Cesar Belloso desde Pergamino, José Luis Zorzin desde Los Surgentes, Guillermo Rivetti desde Del Campillo y Guillermo Divito desde Necochea nos traen sus experiencias en el manejo de vicia como cultivo de servicios (CS), sola o en mezclas. A continuación, compartimos un comparativo de los objetivos y estrategias de manejo elegidas en cada caso, repasando los tips que estos productores recomiendan para no fallar.
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Esta información fue generada en el marco del Equipo de Pensamiento Prospectivo (EPP) de Suelos, Nutrición y Cultivos de Servicios de Aapresid coordinado por Guillermo Divito. Los EPP son instancias de debate integradas por socios y especialistas invitados.
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Para participar, pueden escribirnos a rainaudo@aapresid.org.ar o heit@aapresid.org.ar. ¡Atención, los cupos son limitados!
Pergamino, Bs.As. CÉSAR BELLOSO
Los Surgentes, Cba. JOSÉ LUIS ZORZIN
Objetivo del CS en el sistema
Aporte de C y N, competencia con malezas, recurso forrajero
Control de malezas, consumo de agua de la napa y aporte de C y N
Aporte de C y N, competencia con malezas, recurso forrajero
Rotación de cultivos
Soja-Cultivo de ServiciosMaíz
Maíz temprano-Cultivo de Servicios-Soja 1°
Trigo ó cebada - Cultivo de servicio - Maíz tardío
Fecha de Siembra Vicia villosa
Densidad sembrada
Ultima semana de Abril a primera semana de Mayo
Marzo-Abril
febrero a 15 de marzo (estamos probando fines de enero)
Vicia villosa + Centeno
Vicia villosa + Triticale ó Vicia villosa + Centeno
Avena + vicia villosa
15 Kg/Ha Vicia + 15 Kg/Ha Centeno
25 kg/Ha Vicia + 10 kg/Ha Triticale ó 5 kg/Ha Centeno
20 kg/ha de vicia + 15 kg/ha avena (40 kg/ha de avena si es para forraje) Afectada por Ramularia sphaeroidea
Sanidad
Kg/MS/Ha
12.000 kg/ha
Fecha de secado del CS Método de secado
Observaciones
Necochea, Bs.As. GUILLERMO DIVITO
4.100 kg/ha
FS del cultivo de Verano
Rolo crimper
Siembra en verde
• Siembra al voleo todos los alambrados, se deja semillar y se resiembra para tenerlos “limpios” de malezas por competencia
• Daños mecánicos en las plántulas de soja por mucha presencia de MS
• Murieron 4 vaquillonas por toxicidad por vicia
• No utilizan pre emergentes en la siembra del cultivo de verano sucesor
3.500 a 5.000 kg/ha
Fin de octubre
Químico
• Atrae y concentra gran cantidad de orugas cortadoras y chinches. • Excelente control de malezas en el cultivo sucesor
Químico
• El CS entra mejor en ambientes de suelo somero, donde los cultivos de segunda son más erráticos, el maíz se siembra en fechas tardías y la recarga del perfil con agua es más probable
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Especies sembradas
Del Campillo, Cba. GUILLERMO RIVETTI
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• CULTIVOS DE SERVICIOS •
Siembra de cultivo de servicio al voleo durante la etapa de llenado de grano en maíz INTRODUCCIÓN
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Por: Ross, F.; Massigoge, J. Chacra Experimental Integrada Barrow (MAIBA-INTA) Contacto: ross.fernando@inta.gob.ar
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Algunas tecnologías usadas pueden generar efectos secundarios en los agroecosistemas. La pérdida de calidad física, química y biológica se refleja en alteraciones de la dinámica del agua, en pérdidas de nutrientes del sistema, en la aparición de malezas resistentes, en la contaminación del ambiente, entre otros. En la mayoría de los casos estos efectos podrían no ser el resultado directo de las tecnologías, sino del mal uso de las mismas. Sin duda los barbechos largos representan el lujo donde se gestaron muchos de los inconvenientes que plantean un desafío en la actualidad. Las malezas resistentes replantean el manejo del lote y son, sin lugar a duda, un problema complejo de abordar. El manejo integrado propone replantear las rotaciones de cultivos, de herbicidas y utilizar cultivos de servicio (CS) cuando fuese necesario. El desafío agronómico de hoy es diagnosticar las limitantes de cada lote y abordarlas en forma específica. El notable crecimiento del área sembrada con maíz en ambientes limitados del sur bonaerense deja a la vista sus efectos secundarios. El cultivo de maíz se realiza
mayormente en siembra tardía y con densidad de plantas en niveles inferiores a las 30.000 plantas ha-1. Esto limita operativamente los controles de malezas, principalmente por el atraso de la fecha de cosecha (agosto-septiembre) y por otro lado, el escaso aporte de rastrojo resulta una limitante para el próximo cultivo. Para subsanar estas limitaciones el objetivo de este trabajo fue estudiar la incorporación de un cultivo de servicio mediante la siembra al voleo de distintas especies otoño-inverno-primaverales (OIP) durante la etapa de llenado de grano del cultivo de maíz, evaluando su eficiencia de implantación y de competencia con malezas. MATERIALES Y MÉTODOS El experimento se realizó en la Chacra Experimental Integrada Barrow en el año 2018. Los tratamientos evaluados consistieron en siembras al voleo de especies puras: centeno (40 kg ha-1), vicia villosa (25 kg ha-1) y raigrás anual (25 kg ha-1). Los experimentos se realizaron en microparcelas según un diseño experimental en bloques completos aleatorizados con tres repeticiones. La siembra al voleo se realizó durante la primera quincena del mes de marzo y la supresión del cultivo de servicio se
90
Figura 1 .Densidad de plantas logradas por metro cuadrado (pl.m-2) al momento de supresión (septiembre). Letras diferentes indican diferencias significativas entre medias (p<0,05).
70 60 Pl m-2
50 40 30 20 10 0
Raygrass
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
B
Centeno
Vicia Villosa
7000 6000
Biomasa kg MS ha-1
Las condiciones meteorológicas del otoño de 2018 no resultaron ser normales para la zona. Las precipitaciones de los meses de febrero y marzo fueron escasas, entre los principales eventos se destacó una lluvia de 15 mm durante mediados de marzo. Esta lluvia resultó suficiente para que se desencadene la germinación de algunas especies. Si bien no se tomaron registros, visualmente se observó que la germinación de centeno resultó alta (Figura 1), intermedia en vicia y menor la de raigrás. Posterior a esta lluvia sobrevino una etapa de sequía superficial del suelo, para luego normalizarse la humedad con las lluvias de mediados de abril. La reacción a la disponibilidad de agua mediante la germinación determinó una baja eficiencia de implantación de centeno y vicia, respecto de raigrás (Figura 1). En cambio, en ensayos recientemente implantados (2019) se observa una excelente implantación para todas las especies (Figura 2). Según estos resultados, los mecanismos de germinación de raigrás serían los más eficientes ante eventuales lapsos de sequía. Por otro lado, en condiciones adecuadas de humedad, la implantación de centeno resultaría más agresiva y competitiva con las malezas.
B
A
5000 4000
B
3000 2000 C
1000 0
Raygrass
Centeno
Vicia Villosa
Figura 2 Biomasa acumulada al momento de supresión (septiembre). Letras diferentes indican diferencias significativas entre medias (p<0,05).
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realizó a mediados del mes de septiembre con glifosato y 2,4D. Al momento de supresión se evaluaron: las plantas logradas, la biomasa o materia seca aérea acumulada por el CS, el porcentaje de suelo cubierto por el CS y el porcentaje de suelo cubierto por malezas. Los porcentajes de cobertura se calcularon con el programa CobCal.
A
80
41
• CULTIVOS DE SERVICIOS •
80
Cobertura del suelo (%)
70
A
Cob Suelo (CS)
60
B
50 40 30 20 10 0 -10
A Raygrass
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Figura 3 Porcentaje de suelo cubierto por cada CS y por las malezas al momento de supresión (septiembre). Letras diferentes indican diferencias significativas entre medias (p<0,05).
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Cob Suelo (Maleza)
B
Los demás resultados obtenidos al momento de supresión están altamente condicionados con la eficiencia de implantación lograda por cada especie. No obstante, resultan muy oportunos para visualizar los efectos y diseñar estrategias de manejo del cultivo de servicio. Como era de esperar, al momento de supresión el raigrás logró la mayor acumulación de materia seca aérea (biomasa, Figura 2). Por otro lado, pese a la mala implantación de ambas especies, centeno logró acumular más biomasa aérea que vicia. Esto era esperable por dos motivos, las fallas que originaron una implantación tardía, y un momento de supresión temprano que determinó una etapa de crecimiento de los CS en condiciones de invierno. El centeno es una especie muy adaptada para crecer durante el frío invernal, por el contrario el crecimiento de la vicia se detiene marcadamente en con-
B
B Centeno
Vicia Villosa
diciones de baja temperatura. Por lo tanto, si se desea diseñar un CS que “arranque” rápido y sea agresivo en invierno, raigrás y centeno serían los más indicados, aunque necesitarían condiciones benignas en la implantación. Además de la especie y de las condiciones de implantación, la agresividad inicial y/o la capacidad de competencia con malezas estaría condicionada por la densidad de siembra. Incrementar la densidad de siembra permite alcanzar rápidamente la cobertura del suelo, incrementando la eficiencia en el control de malezas y la producción inicial de biomasa. De acuerdo con la cantidad de plantas logradas y la biomasa acumulada por cada especie, el porcentaje de cobertura del suelo por malezas al momento de supresión resultó nula en las parcelas de raigrás, del 6% en las parcelas de centeno y del 12% en la parcela de vicia (Figura 3). Se puede concluir que el raigrás presentó la mayor capacidad de implantación, producción de biomasa y competencia con malezas en un otoño alternado entre sequía y lluvia.
CONCLUSIÓN Para diseñar un cultivo de servicio se deben estudiar los requerimientos y las capacidades de cada especie. Para los CS se utilizan las mismas especies que se siembran como verdeos, o intersiembra de pasturas, por lo tanto se dispone de mucha bibliografía al respecto. Los resultados de este trabajo demuestran que la siembra aérea de un CS durante la etapa de llenado de grano del cultivo de maíz resultó apropiada para suprimir las malezas (Foto 3). En términos generales, cuanto mayor sea el vigor inicial y mayor la producción de biomasa, más eficiente será un CS para competir e inhibir el crecimiento de las malezas.
Foto 1 y 2 (arriba) Implantación de los cultivos de cobertura en 2018 y 2019, respectivamente.
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Foto 3 (debajo) Efecto en el control de malezas del cultivo de servicio implantado durante el llenado de grano de maíz a través de siembra aérea.
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• INSTITUCIONAL •
Calentamiento global: desafíos y oportunidades para la agricultura de la región
RED DE INNOVADORES
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ofrece su mirada sobre el sector y las acciones que se vienen realizando para hacer frente al cambio climático
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A través de su Programa de Cambio Climático, Recursos Naturales y Gestión de Riesgos Productivos, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) apoya a los países miembros en el fortalecimiento institucional, el desarrollo de capacidades técnicas y la gestión de conocimientos para contribuir a una agricultura eficiente, resiliente al clima y baja en carbono.
intensificación sustentable de la producción de alimentos (en otros términos, producir más con menos recursos, aminorando los impactos ambientales y asegurando la resiliencia a un clima cambiante); y la promoción del acceso y aprovechamiento de datos, análisis, y herramientas para mejorar la eficiencia y efectividad de la toma de decisiones para una agricultura más resiliente.
Entre las principales estrategias para apoyar a los países de la región, se destacan el desarrollo de una visión integrada sobre las interrelaciones entre la agricultura y el ambiente; el fomento de una participación más activa e informada de los países en foros y procesos climáticos y ambientales; el fortalecimiento de capacidades técnicas y gestión del conocimiento con respecto a tecnologías y métodos que promueven la
Kelly Witkowski, especialista técnica del Programa de Cambio Climático, sostiene: “Si bien al sector agropecuario se le atribuye una importante cantidad de emisiones, éste cumple un rol fundamental al brindar soluciones frente al desafío del cambio climático. El sector tiene oportunidades de aumentar la productividad, eficiencia y resiliencia, reduciendo la intensidad de las emisiones. Al mismo tiempo, es uno de
los únicos que funciona como sumidero de carbono y, en este sentido, estrategias como los sistemas integrados y la recuperación de pasturas juegan un rol clave”. Tampoco debe olvidarse que el sector agropecuario es uno de los más sensibles al clima y uno de los que más sufre los efectos del calentamiento global. Ciertas islas del Caribe, del Corredor Seco y Arco Seco en Centroamérica y el Gran Chaco en Argentina, son algunas de las más vulnerables. Para la especialista, “el reto es lograr una transición efectiva hacia sistemas de producción que sean capaces de proveer medios de vida para productores y, simultáneamente, promover la seguridad alimentaria e incrementar la productividad cuidando los agroecosistemas”.
Los sistemas de intensificación sustentables y las prácticas agroecológicas son también áreas en las que se está trabajando, así como la promoción de la ganadería baja en emisiones y el desarrollo de agendas de bioeconomía. La actividad ganadera en particular hoy está en la mira respecto de su nivel de emisiones. Para lo que es la región de Latinoamérica y el Caribe, la ganadería provee 27 % de las proteínas y, según datos de la FAO, contribuye al 46 % del PBI agrícola regional. Alrededor de dos tercios de quienes se dedican a la agricultura en la región derivan parte de sus ingresos del sector ganadero. La región también aporta más de un cuarto de la carne vacuna al mundo.
nacionales con diferentes actores. En este sentido, contribuye a la articulación entre el sector público y privado impulsando las Secretarías Técnicas de la Mesa de Ganadería Sostenible en Colombia (2015-2018), en Argentina y en México, así como la Mesa de Ganadería sobre el campo natural en Uruguay desde el 2015. Karen Montiel, especialista técnica de dicho Programa, asegura que será fundamental que la región desarrolle una visión integrada sobre las interrelaciones entre agricultura y ambiente, con un sector agropecuario preparado para hacer frente a los impactos de un clima cambiante. También deberá promoverse una participación más activa e informada en foros de negociación climática globales así como mayores acuerdos regionales. La incorporación de temas de sustentabilidad y respuestas al cambio climático en las agendas de investigación de los institutos de investigación agropecuaria es otra de las acciones a impulsar. De la misma forma habrá que promover mecanismos de apoyo e innovaciones financieras para lograr esta transición, así como la participación del sector privado en los asuntos climáticos.
Desde IICA, consideran que la ganadería puede aportar a la solución frente al reto climático y propone modelos que contribuyan a incrementar la productividad y competitividad del sector ganadero basados en la producción sustentable de alimentos de origen animal con bajas emisiones y conservación del campo natural y sus servicios ecosistémicos.
El calentamiento global tiene además impactos sobre el comercio mundial de alimentos, que se encuentra cada vez más determinado por requerimientos de sostenibilidad, a los que se suman profundos cambios en los patrones de consumo, la producción de alimentos y el uso de los recursos naturales. “La internalización del cuidado de los recursos naturales no sólo es clave para la sostenibilidad del sistema agroalimentario, sino también un condicionante del comercio internacional cada vez más fuerte”, advierte la especialista.
Entre las acciones que lleva adelante, el IICA coopera con la Global Roundtable for Sustainable Beef para coordinar las mesas
El rol de Instituciones como Aapresid será fundamental en este contexto. Desde hace 30 años Aapresid promueve sistemas de
producción sustentable basados en Siembra Directa (hoy Argentina es líder mundial en la adopción de la siembra directa como técnica). Recientemente, lanzó un nuevo paradigma que intenta ir más allá: ‘Agricultura Siempre Verde’, una agricultura que promueve la permanencia de cultivos vivos en el campo, apuntando a maximizar el secuestro de C y contribuir a la mitigación del cambio climático. Así como Aapresid, los agricultores de la región tienen el conocimiento y la tecnología necesaria para promover una agricultura sustentable (balance entre secuestro y emisión). Sin embargo, a los ojos de organismos internacionales (y muchas de las metodologías oficiales de medición), se los acusa de ser ‘los grandes emisores’. Según Witkowski: "De manera conjunta, Aapresid e IICA pueden apoyar al fortalecimiento de los vínculos entre los sectores público, privado y de la sociedad civil para la acción climática, buscando generar una visión colectiva que sirva para lograr las múltiples metas del sector”. Mediante la implementación de tecnologías sustentables, Aapresid puede servir de modelo para la transformación productiva que requiere la región, desde sistemas convencionales hacia aquellos que integren el cuidado de los recursos naturales. Finalmente, Aapresid puede generar evidencia de cómo el uso de la ciencia y la gestión de conocimientos es clave para apoyar la toma de decisiones agrícolas informadas y eficaces.
RED DE INNOVADORES
En ese camino, los diferentes países de América Latina y Centroamérica están avanzando en la implementación de instrumentos de política pública, tales como los planes nacionales de adaptación, las NDC, las NAMA y la planificación territorial, entre otros. También se avanza en acciones para un uso eficiente del agua, incluidas la reutilización en la agricultura y soluciones basadas en la naturaleza para atender temas de sequía e inundaciones. Se suman iniciativas que promueven el manejo sostenible del suelo, la mejora del carbono orgánico, técnicas que aumenten la productividad pero que también reviertan su degradación y contaminación.
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• SOCIEDAD •
ASC suma nuevos certificados Las firmas socias San Juan de Totoral SA y Nuevo Centenario SA certificaron ASC. San Juan de Totoral S.A. y Nuevo Centenario S.A., dos firmas asociadas que producen granos y oleaginosas en distintos puntos de la provincia de Córdoba y Santiago del Estero, certificaron bajo ASC uno de sus establecimientos. El grupo empresario nació en 1909 como empresa familiar, luego de la adquisición de dos campos en la zona de Totoral, al norte de la provincia de Córdoba. En la actualidad, dicho legado fue asumido por los sucesores de los fundadores de ambas empresas y hoy las dirigen como únicos accionistas. La sede central se encuentra en la ciudad de Córdoba. Cada unidad productiva es gerenciada por profesionales capacitados y cuentan con administraciones de apoyo cuyo trabajo, comunicación y forma de gerenciamiento están unificadas bajo las normas definidas por la administración central.
RED DE INNOVADORES
El Ing. Agr. Ignacio Lo Celso, gerente de producción a cargo de la unidad de Totoral, fue uno de los impulsores de la iniciativa y desde la dirección del grupo empresario reafirmaron la decisión de embarcarse en el proceso de certificación. “El principal estímulo
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fue organizacional. Nuestra empresa venía dándole vueltas a diversas cuestiones -legales, de higiene y seguridad, calidad, etc.- y la posibilidad de contar con un sistema de gestión de calidad (SGC) específico para la agricultura nos permite dar un tratamiento y seguimiento integral a la actividad. El objetivo es formalizar un proceso de mejora continua en todos los niveles y actividades de nuestra organización”, explicó. En este sentido, el presidente de Nuevo Centenario SA, Gastón Bottaro, afirma que la mejora continua fue siempre una preocupación central, y eso explica la decisión de incorporar ASC. “El corazón de nuestro negocio es la producción y por eso elegimos trabajar con ingenieros y profesionales de alto nivel, promoviendo su continua capacitación. A su vez, invertimos en las últimas tecnologías para forzar el avance de nuestra frontera productiva”, contó Bottaro y agregó: “En los últimos años, se realizó en la administración central un trabajo profesional de ordenamiento de la información, la planificación y gestión de las empresas, con resultados más que positivos”. Durante mucho tiempo el grupo trabajó con la metodología 5S. “Sin embargo, sentíamos que el programa había llegado a una meseta y necesitábamos alguna herramienta más integral y completa que nos ayude a seguir perfeccionando y abordando puntos de mejora, pero que a su vez sirviera como alarma de posibles fallas e ineficiencias. El SGC de ASC reunía dichos requisitos y así definimos este avance. No obstante, tenemos plena
consciencia de que somos los únicos responsables en sostener este logro que hoy celebramos y aquí radica el gran desafío, que es quizás mayor al que afrontamos cuando iniciamos el proceso”, asegura Bottaro. En la misma línea, Juan Maria Bottaro, presidente de San Juan de Totoral SA, agrega: “Si bien sabíamos que ASC podría traer beneficios económicos y amortiguar presiones sociales y ambientales que hoy empiezan a emerger, esto no fue lo único que nos motivó a certificar, sino sobre todo la posibilidad de detectar oportunidades de mejora y corroborar que continuamos alineados a la forma de producir económica, ambiental y socialmente sustentable”. Desde el grupo, destacaron como muy positiva la experiencia del delineado de los mapas de procesos y su descripción detallada junto a cada involucrado. “No solo nos permitió perfeccionar los procesos y así hacer el trabajo más eficiente, sino también trabajar junto a cada integrante de la firma en un horizonte común, generando instancias de trabajo compartido, algo que tiene un valor menos tangible pero de gran impacto”, afirma Bottaro. Lo Celso agrega que el principal beneficio de haber recorrido este proceso de certificación fue el involucramiento de toda la organización para lograr un proyecto y objetivo común. También permitió lograr un mayor control sobre variables críticas y distintas y tomar conciencia sobre alarmas que no estaban encendidas.
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• BIOPLÁSTICOS •
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Bioplásticos: una alternativa para agregar valor a la biomasa que genera el campo
RED DE INNOVADORES
¿Qué son? ¿Qué usos tienen? ¿Cuáles son los factores críticos para el desarrollo de esta industria a nivel local? De la mano de la Chacra Aapresid AVO, nos metemos en el universo de los bioplásticos
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La Asociación Europea de Bioplásticos (European Bioplastics) define a estos materiales como “aquellos plásticos cuyo polímero base son recursos renovables o biodegradables y cumplen todos los criterios de las normas científicamente reconocidas para biodegradabilidad y compostaje de plásticos”. Según esta definición, deben cumplir una de las dos características para ser considerados como tales, lo que resulta en que existan algunos fósil-basados que siendo biodegradables son considerados bioplástico y otros que siendo bio-basados no son biodegradables, pero son igualmente bioplásticos (Figura 1). Entre los bioplásticos más desaFigura 1 . Extraída de la web de European Bioplastics (www.european-bioplastics.org/bioplastics)
Bio - basados
Bioplásticos
Bioplásticos
ej. bio - basados
ej. Mezcla de Almidones
PET, PA, PTT
PLA, PHA, PBS
No biodegradables
Biodegradables Plásticos convencionales ej. PE, PE, PET
Bioplásticos ej. PBAT, PCL
Fósil - basados
Ciencia y tecnología
Agricultura
Ambiente
Educación
Estado: Marco Normativo Productores/ Agroindustria
Biorrefinerías
Transformación Productiva
Desarrollo de productos
Distribución
Consumidor Biomasa
Bioprecursores
Bioplásticos
Productos Basura
Recuperación orgánica
rrollados se encuentran el ácido poliláctico (PLA), constituído por sustratos como almidón de maíz o papa que se polimerizan vía fermentación, o los polihidroxialcanoatos (PHA), que se obtienen de la fermentación de fuentes de carbono por microorganismos y se utilizan para fabricar películas de empaquetado de bolsas, utensilios, elementos de higiene, etc. Para su transformación en productos finales, se utiliza la misma infraestructura y equipamiento que se usa para los plásticos tradicionales, ya sea inyección, termoformado, extrusión y soplado. La obtención de los bioplásticos se origina con el tratamiento de la biomasa en lo que se denomina “biorrefinería”, que hace referencia a un modelo conceptual que utiliza distintos componentes de la biomasa (azúcar, almidón, lípidos, celulosa, hemicelulosas y lignina) para la elaboración de bioproductos: biocombustibles, productos químicos y materiales de alto valor.
Figura 2 . Cadena de valor de los bioplásticos
Las biorrefinerías se clasifican según su integración en primera fase (transforman granos en biocombustibles vía molienda seca y transesterificación), segunda fase (con procesos de molienda húmeda, además de biocombustibles producen energía y productos como azúcar y jarabes) y tercera fase (utilizan la biomasa lignocelulósica para producir una amplia gama de productos). También pueden clasificarse en tres grandes grupos según la materia prima con la que trabajan: refinería de primera generación (cultivos destinados a la alimentación), de segunda generación (materiales foresto y agroindustriales, y cultivos no alimentarios) y de tercera generación (algas y microorganismos).
Gestión de residuos
AUSPICIAN
PATROCINA RED DE INNOVADORES
Reciclado
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• BIOPLÁSTICOS •
¿CUÁL ES EL ROL DEL SISTEMA AGROPECUARIO EN ESTA PRODUCCIÓN? La biomasa de origen agropecuario en relación con su naturaleza y composición, corresponde a un conjunto heterogéneo de materiales entre los que se incluyen almidón, azúcares, celulosa y lignocelulosa, grasas y aceites, proteínas y otros. Su procesado debe seguir protocolos y contar con tecnologías diversas según el tipo de material considerado. Es por ello que este tipo de biorrefinería se diferencia de una refinería de petróleo, por ejemplo, donde la materia prima es homogénea.
RED DE INNOVADORES
La cadena de valor se origina en los productores agropecuarios o en las agroindustrias, quienes disponen de la biomasa (ya sea de residuos de la actividad o generada para este destino). La biomasa se transporta a las biorrefinerías donde a través de diversos procesos de conversión se elaboran los bioprecursores, que luego se derivan a la etapa de transformación productiva para generar los bioplásticos. Muchas empresas integran estos dos eslabones en su actividad. Una vez obtenidos los bioplásticos, se los envía a las empresas que desarrollan productos para la industria de bienes de consumo, que los reciben peletizados y los transforman con la misma infraestructura e instalaciones con las que tratan los plásticos comunes.
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Los consumidores adquieren los productos de consumo final y, luego de su uso, el bioplástico es desechado como basura. Mediante la gestión de los residuos, parte del mismo se recicla y vuelve a ser transformado para desarrollar productos. Otra parte vuelve a la biomasa vía compostaje. El Estado tiene a su cargo la implementación del marco normativo de cada eslabón y actúa sobre la estructura de la cadena, con las políticas públicas en ciencia y tecnología, agricultura, ambiente y educación. En la figura 2 se puede observar la estructura de la cadena de valor:
DESARROLLOS EN ARGENTINA Y EN EL MUNDO A nivel mundial, además de las empresas de fabricación de plásticos convencionales como Dupont, Basf, y Dow que están incursionando en el desarrollo de bioplásticos, existen compañías que integran varios eslabones de la cadena como los casos de Nature Works y Novamont, que transforman la biomasa hasta llegar al pellet de bioplástico. En Argentina, Tritellus SRL importa el bioplástico Mater Bi de Novamont para proveer a las distintas empresas que elaboran productos. Bioplástico SA, empresa con sede en Córdoba y presencia en países como Chile y Brasil, también importa los bioplásticos para elaborar productos que luego provee a empresas como Unilever y Mercado Libre. En cuanto a desarrollos a nivel local, en Argentina encontramos casos de empresas que están en etapa de planta piloto. Tal es el caso de Embio SA, que fue incubada en INTA Rafaela para la elaboración de bioplásticos (PHB) a partir del aprovechamiento del lactosuero, residuo de la industria láctea. Esta empresa se encuentra en proceso de escalado industrial para pasar a una etapa comercial y recibe inversiones privadas de sus socios y también inversiones públicas a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC). Inmet, la firma de investigación y desarrollo de Bioceres, es otra de las empresas que apuesta a los bioplásticos. Desarrolla PHB a partir de la glicerina obtenida como subproducto de las industrias de biodiesel. Inmet intenta ofrecer un modelo de negocios para la agroindustria transformando la glicerina en un producto de alto valor como el glicerol. VAL-MAR también apunta a la bioproducción. Se trata de una empresa de producción y empaquetado de zanahorias en Santa Fe, que aprovecha las zanahorias de descarte para obtener distintos productos
de alto valor como alcohol, pectinas y carotenos. Cuenta con una planta piloto a la espera de pasar a la fase comercial, en donde utilizan tecnología patentada por la Universidad del Litoral. El proyecto pudo ser desarrollado gracias a la ayuda del FONARSEC. Todos estos casos tienen en común la interacción entre las instituciones de investigación y desarrollo (I+D), los inversores privados y los distintos organismos estatales. Son proyectos que conllevan muchos años de I+D, inversiones con largo período de recupero e incluso subsidios para traccionar la demanda. Varios proyectos de empresas similares perecieron ante la falta de alguno de estos factores, a los que se suman el contexto macroeconómico nacional, el costo de la tecnología, la falta de legislación y normativas para la logística de la biomasa, y la ausencia de apoyo e incentivos mediante políticas públicas. FACTORES CRÍTICOS PARA EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DE BIOPLÁSTICOS Si bien las tecnologías que se requieren para la instalación de una biorrefinería son aún relativamente caras y desconocidas para gran parte de los actores, la tendencia a nivel mundial muestra que los bioplásticos se van a convertir en una de las alternativas para el consumo de descartables de una manera sustentable. Esto presenta una oportunidad y desafío para el país, y exige adecuar las condiciones para su desarrollo. Los bioplásticos poseen un costo más elevado que un plástico convencional. En este sentido, resulta fundamental una política ambiental que incentive su producción traccionada por una demanda que aún necesita desarrollarse y también capacitarse en las prácticas de tratamiento y compostaje de los residuos generados. Por este motivo, el desarrollo del mercado de los bioplásticos requiere de una adecuada gestión de políticas públicas por parte del Estado como entidad regulatoria.
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• INSTITUCIONAL •
Seguimos creciendo Les damos la bienvenida a quienes se sumaron al staff de Aapresid recientemente REGIONALES AAPRESID El Programa Regionales Aapresid ya tiene Gerente y una nueva Coordinadora de Nodo Oeste.
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Matias D’Ortona, oriundo de Rosario, Santa Fe, es Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad Nacional de Rosario. Matías es el nuevo Gerente del Programa Regionales. Como parte de su desarrollo profesional, estuvo vinculado a la Institución en sus inicio profesionales desarrollando una Pasantía dentro de Aapresid. Posteriormente trabajó en una empresa de certificación y auditoría de normas nacionales e internacionales de calidad y sustentabilidad en productos y procesos.
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Carla Biasutti, reside en Almafuerte, Córdoba, es Ingeniera Agrónoma, egresada de la Universidad de Nacional de Córdoba. Anteriormente trabajó dictando clases en Institutos y Municipalidades de la zona. También realizó diferentes ensayos a campo para diferentes Instituciones y Universidades.
Actualmente asume el rol de Coordinadora del Nodo Oeste en el equipo Regionales Aapresid, donde se desempeñará organizando y coordinando las diferentes Regionales de dicha zona.
ADMINISTRATIVO AAPRESID El sector administrativo incorporó un nuevo puesto en cobranzas. Elizabeth Pereyra Abdoodier ingresó recientemente a Aapresid para desempeñarse en el área contable en el puesto de Cobranzas y Base de datos. Es de Villa Cañas, Santa Fe, cursó estudios en Relaciones Internacionales y Secretariado Administrativo Contable. Anteriormente se desempeñó profesionalmente en empresas vinculadas al sector agropecuario en el área contable. Estuvo vinculada a nuestra Institución en el año 2019 con un contrato temporal en el área Atención a Socios y Empresas en Congreso.
SISTEMA CHACRAS AAPRESID Se suma al programa de Sistema Chacras una nueva Coordinadora Técnica Zonal.
Este año se incorpora al equipo de Sistema Chacras (Coordinadora Técnica Zonal) la Ing. Agr. MSc. Cintia Soledad Sciarresi, egresada de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y con un máster en la Universidad de Kentucky, Lexington, Estados Unidos. Durante sus estudios universitarios, Cintia trabajó como pasante en INTA y UNR. En los últimos tres años, trabajó como investigadora en Estados Unidos: primero en la Universidad de Kansas, Manhattan, y luego en la Universidad de Kentucky, Lexington. Allí participó de diferentes proyectos en temáticas de fertilidad de suelo, manejo de cultivos de servicio, trigo y soja, manejo de malezas y modelos de simulación de cultivos. Su tesis de Maestría hizo foco en la optimización de la rotación soja – cultivo de servicio - maíz para el control de malezas.
¡Bienvenidos a todos! ¡Muchos éxitos!
Carla Biasutti Coordinadora del Nodo Oeste
Elizabeth Pereyra Abdoodier Cobranzas y Base de datos
Cintia Soledad Sciarresi Coordinadora Técnica Zonal
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Matías D’Ortona Gerente del Programa Regionales
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• GIRASOL •
Actualidad del girasol en el sudeste bonaerense Si bien la cosecha lleva pocas semanas, se prevén buenos rindes para esta oleaginosa que ganó superficie en la última campaña. El girasol ha crecido en superficie en el sudeste de Buenos Aires, sobre todo el alto oleico, que con una proporción de este aceite superior al 75%, permite bonificaciones en el precio que lo hacen más competitivo.
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Si bien las lluvias fueron desparejas – con zonas como Bahía Blanca donde escasearon -, en general se prevé una buena campaña para la oleaginosa. La cosecha - que arrancó hace poco más de dos semanas con los híbridos cortos sembrados en octubre -, ha mostrado rindes de hasta 3.500kg/ha. “Si bien queda mucho por cosechar, los pronósticos de rendimiento son
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optimistas”, adelantó Segundo Fernández Páez, Coordinador del Nodo Sur de Regionales Aapresid. En otro extremo, hubo zonas de Tandil y partidos limítrofes que sufrieron heladas tempranas que, si bien no requirieron resiembra, retrasaron el ciclo y afectaron el rendimiento. También hubo zonas afectadas por el granizo. Según Fernández Páez, “la densidad de siembra promedio va desde las 40 mil a las 60mil plantas/ha. La fertilización se realiza a la siembra, con fuentes fosfora-
das y nitrogenadas. Dada la aleatoriedad en los resultados de ensayos, son pocos los productores que eligen una aplicación de N durante el ciclo del cultivo”. En cuanto al control de malezas, fue un año complicado en aquellos lotes donde la falta de lluvias limitó la incorporación de los pre emergentes, causando algunos escapes. “Si bien la mayoría de los girasoles poseen la tecnología CL - que facilita el control de malezas como la Rama negra -, el manejo de especies como Yuyo colorado y crucíferas requirió de la aplicación de productos en preemergencia como flurocloridona, metolacloro y sulfentrazone, entre otros”, explicó Fernández Páez. En cuanto a la presencia de insectos ha sido un año sin mucha presión: “sólo hubo aplicaciones en lotes puntuales para el control de isoca medidora”. Por otro lado, si bien la zona se caracteriza por una baja presión de enfermedades, el técnico recomienda “tratar siempre la semilla con fungicidas e insecticidas de manera de protegerla y garantizar una buena emergencia de plantas”.
MRI QUIERE DECIR: MANEJO DE RESISTENCIA DE INSECTOS
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• GANADERÍA •
Buscan mejorar la oferta y calidad forrajera en los pastizales del NEA Un estudio mostró los beneficios de los hongos micorrícicos en la producción y calidad de leguminosas forrajeras en una región subtropical.
INTRODUCCIÓN En el nordeste argentino, las condiciones climáticas y la baja fertilidad de los suelos determinan que los pastizales tengan dos limitantes principales que condicionan la productividad ganadera de la región. A la producción forrajera, marcadamente estacional y con un pronunciado déficit invernal, se le suma la baja calidad de la oferta forrajera, con niveles de proteína y fósforo que no alcanzan a satisfacer las necesidades del ganado. Esto se debe a que las especies predominantes en estos
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Por: Hack, C. M.1; Porta, M.1; Grimoldi, A. A.2
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1 Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de ciencias Agrarias. Instituto Agrotécnico “Pedro M. Fuentes Godo”. Resistencia, Chaco. 2 UBA. Facultad de Agronomía. Cátedra de Forrajicultura, IFEVA, CONICET. Fuente: Applied Soil Ecology 134 (2019).
ecosistemas agropecuarios son gramíneas megatérmicas (C4), de crecimiento primavero-estival, y a que la oferta forrajera presenta muy bajo aporte de leguminosas que constituyen una importante fuente de proteínas. La incorporación de leguminosas templadas al tapiz permitiría incrementar la oferta forrajera durante el período crítico inverno-primaveral, y aportaría materia seca de alta calidad nutritiva. Un ejemplo de leguminosa templada de potencial uso en la región es Melilotus alba Med. (trébol de olor blanco). M. alba se cultiva en Argentina como melífera y forrajera, y ofrece forraje de calidad proteica y volumen durante el invierno y la entrada de la primavera. Si bien presenta baja palatabilidad por la presencia de cumarina, luego de un período de acostumbramiento, es pastoreada sin inconveniente por el ganado. Se desarrolla tanto en suelos francos como en aquellos arenosos o pesados. Produce bien en suelos de poca fertilidad y es relativamente menos exigente en fósforo que otras leguminosas (Frame, 2005). Cuando las condiciones son adecuadas, presenta
una muy buena capacidad de resiembra espontánea, lo que asegura su persistencia en el tapiz. El bajo contenido de fósforo en la mayoría de los suelos de regiones subtropicales dificulta la implantación de leguminosas y la fertilización fosfatada sería una práctica aconsejada para promover su utilización en estos sitios (Morón, 2008). Se destaca que, a los requerimientos de fósforo propios de la planta, hay que sumarle la provisión de fósforo necesaria para el crecimiento y desarrollo de los rizobios, que son los principales microorganismos del suelo responsables de la fijación biológica del N2 atmosférico (Mortimer et al., 2008). La inoculación con rizobios al sembrar leguminosas, es una práctica habitual, cuando se utilizan inoculantes de origen comercial. Así como los rizobios contribuyen con la nutrición nitrogenada, en suelos con bajas concentraciones de fósforo (menos de 10 ppm), la mayoría de las plantas dependen de la asociación simbiótica con hongos formadores de micorrizas arbusculares (HMA), que se encuentran en el
suelo para la adquisición de este nutriente (Smith y Read, 1997). La formación de micorrizas puede mejorar la performance de las plantas forrajeras y disminuir el déficit de fósforo a través de una mayor absorción y exploración del suelo (Koide, 1991).
MATERIALES Y MÉTODOS ESPECIE UTILIZADA Y SITIO DE ESTUDIO La especie evaluada fue M. alba, leguminosa forrajera anual de ciclo otoño-inverno-primaveral. El suelo utilizado para este experimento se obtuvo de un establecimiento ubicado en la localidad de Margarita Belén, departamento Primero de Mayo, provincia de Chaco, Argentina (27º 16´ S, 58º 57´ O). Está clasificado como Argiudol típico, con un horizonte superficial franco limoso y un horizonte subsuperficial argílico, moderadamente textural (Capurro y Escobar, 1990; Ledesma y Zurita, 1995). El mismo presenta bajos contenidos de materia orgánica (2,4%), nitrógeno total (0,03%) y fósforo (menos de 5 ppm de P extractable), con un pH de 5,7. El clima de la región es subtropical húmedo, con precipitaciones medias anuales de 1381 mm, siendo el invierno la estación más
seca. La temperatura media del mes más frío (julio) es de 15,5 ºC, y la del mes más cálido es de 26,7 ºC (Fuente: INTA Colonia Benítez). La vegetación del sitio de estudio es herbácea, con marcado predominio de gramíneas megatérmicas, de ciclo primavero-estival. Se trata de un pastizal de paja amarilla (Sorghastrum setosum), especie dominante en el tapiz. Como acompañantes, hay gramíneas de porte bajo y leguminosas nativas como Desmodium incanum, Indigofera sp., Aeschynomene sp., Cassia sp., Desmanthus virgatus, y en menor medida, algunas invernales como Vicia sp. y Trifolium polymorphum (Foto 1). DISEÑO EXPERIMENTAL El experimento se realizó en un invernáculo en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE (Foto 2). Se utilizó un arreglo factorial en un diseño completamente aleatorizado con cinco repeticiones (2×2; n = 5). Los factores estudiados fueron los siguientes: 1) fertilización fosfatada (dos niveles: Psin fertilizar y P+ fertilizado con el equivalente a 100 kg P ha-1 de superfosfato triple de Ca); y 2) inoculación con hongos mico-
Foto 1 Pastizal de paja amarilla Sorghastrum setosum (Margarita Belén, departamento Primero de Mayo, Chaco).
Foto 2 Ensayo bajo cobertura. FCA-UNNE (Corrientes, Argentina).
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En base a los antecedentes, se estimaría que, además de la fertilización fosfatada, la inoculación con rizobios y hongos formadores de micorrizas arbusculares puede ser una herramienta de gran utilidad para promover la incorporación de leguminosas templadas en el tapiz vegetal. Sin embargo, es necesario considerar las múltiples limitaciones o factores que pueden interactuar para influir sobre la respuesta de las plantas (James, 2005). El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de los hongos formadores de micorrizas arbusculares en la producción de biomasa y la nutrición mineral de Melilotus alba, leguminosa forrajera con potencial uso en un suelo subtropical del Chaco argentino, bajo dos condiciones de fertilización fosfatada.
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• GANADERÍA •
rrícicos arbusculares (dos niveles: HMA- no inoculado y HMA+ inoculado), con un total de cuatro tratamientos. El suelo original fue previamente tamizado y esterilizado en autoclave a 1 atm y 121 °C durante una hora. Se emplearon macetas de 900 g de capacidad. Todas las semillas fueron inoculadas con una suspensión de Rhizobium meliloti antes de la siembra. En lo tratamientos con HMA, se inoculó también con una mezcla de: Glomus mosseae BEG 12, G. intraradices BAFC 3108 y G. hoi BEG 104. El inóculo se aplicó a razón de 0,3 g por maceta.
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PROTOCOLO DE COSECHA Y COLONIZACIÓN MICORRÍCICA Doce semanas luego de la siembra, cuando aparecieron los primeros botones florales, se cosecharon las plantas para evaluar la producción de biomasa. Al momento de la cosecha, se separó la fracción aérea de la subterránea. Las raíces se lavaron cuidadosamente y se determinó peso fresco de ambas fracciones. Luego se secaron en estufa de tiro forzado a 60 °C hasta alcanzar peso constante. Previamente, se separó una muestra de raíces para determinar el grado de colonización micorrícica. Para ello se empleó la técnica histológica descrita por Phillips y Hayman (1970). En forma secuencial, se realizó la clarificación del tejido vegetal, el teñido de las estructuras fúngicas y se cuantificó con microscopio la presencia de estructuras micorrícicas (hifas, arbúsculos y/o vesículas) por el método de intersección (Mc Gonigle et al., 1990).
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ANÁLISIS QUÍMICOS Se realizó una digestión nítrica-perclórica del material vegetal y se determinó la concentración de nitrógeno [N] de los componentes aéreo y radical con micro-Kjeldahl (Page et al., 1982), y a partir de estos datos se estimó el contenido de proteína bruta (% PB= [N]*6,25). Para evaluar la concentración de fósforo [P], se empleó el método colorimétrico de Murphy-Riley (Jackson, 1964).
Para establecer en cada caso si la principal limitante para el crecimiento de las plantas fue la provisión de nitrógeno o fósforo, se calculó la relación N:P en el tejido vegetal (Koerselman y Meuleman, 1996). ANÁLISIS ESTADÍSTICO La colonización micorrícica se comparó entre plantas inoculadas con bajo y alto fósforo a través de test de Student, previa transformación de los datos a través de la función arcoseno(√x) para cumplir con el supuesto de normalidad. El resto de las variables (producción de biomasa, concentración y acumulación de P y N en parte aérea, radical y total) se analizaron a través de ANOVA factorial (Steel y Torrie, 1988). Las diferencias entre medias a posteriori se analizaron mediante el test de Duncan (p ≤ 0,05). Previamente, se comprobaron normalidad y homogeneidad de las varianzas. Para efectuar los análisis estadísticos se empleó el programa INFOSTAT (Di Rienzo et al., 2010). RESULTADOS Y DISCUSIÓN COLONIZACIÓN MICORRÍCICA El agregado de fósforo (P+) produjo una disminución significativa en el porcentaje de colonización micorrícica. Se registró entre 66 y 77% de colonización en los tratamientos sin fertilizar, y entre 7 y 25% en los tratamientos fertilizados. La disminución del porcentaje de raíces colonizadas en suelos con alta fertilidad es muy frecuente y ocurre tanto en casos de fertilización con fósforo (Grimoldi et al., 2005; Raiesi y Ghollarata, 2006; Jeffery et al., 2018), como también en casos de fertilización nitrogenada (Jia et al., 2004). Sin embargo, está probado que el valor absoluto en el porcentaje de colonización no tiene relación directa con el efecto positivo que las micorrizas tienen sobre la nutrición de las plantas hospedantes (Smith et al., 2004). PRODUCCIÓN DE BIOMASA Y NUTRICIÓN MINERAL DE LAS PLANTAS Se evidenció una interacción positiva entre fertilización e inoculación con HMA sobre
la producción de biomasa. En plantas inoculadas y fertilizadas (P+ HMA+), se produjo un notable incremento en la producción de biomasa aérea. De hecho fue un 70% superior a los tratamientos sin fertilizar (PHMA- y P- HMA+) y un 100% superior al tratamiento fertilizado sin inocular (P+ HMA-) (Figura 1). Por otra parte, también hubo un aumento significativo en el contenido de proteína de parte aérea como resultado de la interacción entre fertilización e inoculación con HMA (p ≤ 0,05). En el nivel más bajo de fósforo (P-), la presencia de hongos micorrícicos (HMA+) no modificó la concentración de proteína en planta con respecto al tratamiento testigo, pero sí lo hizo con el agregado de fertilizante al suelo. En el tratamiento P+HMA+, el contenido de PB fue del 20%, mientras que el promedio de los demás fue de 10,8%. En una evaluación realizada en la vegetación de los pastizales bajo estudio, se determinaron valores de PB entre 5,75% y 2,15% en verano e invierno, respectivamente (Porta et al., 2017), muy por debajo de los valores obtenidos en M. alba. Es de destacar que por debajo del 7% de PB en la MS, el consumo de forraje se ve comprometido, pues implica un bajo consumo voluntario, menor digestibilidad del forraje y balance nitrogenado negativo (Milford y Minson, 1966). Esto refuerza la idea de que, con fertilización fosfatada y en presencia de HMA, se podría obtener una alta producción de biomasa de buen valor nutritivo en una época crítica para la alimentación del ganado en la región. Teniendo en cuenta las variaciones relativas en la producción de biomasa y P en planta, podría decirse que al agregar el fertilizante fosfatado, sin agregado de HMA, se produjo una acumulación del nutriente en los tejidos sin que se modifique la biomasa. Esto quiere decir que produjo un “consumo de lujo” de este nutriente.
A
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B
B
3
B
2 1 0
b
HMA-
HMA+ P-
Figura 1 Producción de biomasa en plantas de Melilotus alba con distintos tratamientos. Las plantas fueron inoculadas con hongos micorrícicos arbusculares (HMA+) o no (HMA-) bajo dos niveles de fertilización fosfatada tratamientos de fertilización (P-:no fertilizado; P+:adición de fertilizante fosfatado). Letras distintas indican diferencias significativas (Duncan, p< 0,05).
Una alta disponibilidad de nutrientes en el suelo, en este caso fósforo, lleva a una acumulación por encima de los niveles que promueven el crecimiento inmediato (Chapin, 1980). Este efecto puede ser considerado como una forma de reserva para mantener el futuro crecimiento cuando el nutriente pueda ser movilizado o cuando las reservas del suelo se agoten (Chapin, 1980; Oyarzabal y Oesterheld, 2009). Al incorporar la fertilización junto con la inoculación de micorrizas, no sólo se incrementó la concentración de fósforo sino que también se produjo un incremento en la producción de biomasa y en la concentración de nitrógeno de la planta. Con la aplicación de los tratamientos, hubo cam-
HMA-
HMA+ P+
bios en la relación entre ambos nutrientes (N:P). En general, la relación N:P disminuyó significativamente con el agregado de fósforo. En los tratamientos fertilizados, la inoculación con hongos micorrícicos favoreció notablemente la provisión de nitrógeno en los tejidos de la fracción aérea y la relación N:P aumentó de 2,66 (P+HMA-) a 7,26 (P+HMA+). Se podría sugerir entonces que el nitrógeno estaba limitando la respuesta al fósforo y que por acción de las micorri-
Es sabido que para la fijación biológica de N2, las bacterias tienen altos requerimientos de fósforo, por lo que podría esperarse que, al mejorar la nutrición fosfatada de las plantas, también aumente la fijación de nitrógeno, como se comprobó en nuestro ensayo (Jia et al., 2004; Mortimer et al., 2008). Los HMA pueden actuar directamente aumentando la capacidad de las plantas de absorber el nitrógeno del suelo (Azcon y El-Altrash, 1997; Govindarajulu et al., 2005), y/o indirectamente promoviendo incrementos en la fijación biológica de nitrógeno (Barea et al., 1987; Shivaram et al., 1988). Hay que destacar que en el tratamiento P+HMA+ se observó una alta presencia de nódulos (Foto 3a).
Foto 3 Alta presencia de nódulos (a) y estructuras fúngicas (b) en raíces de Melilotus alba con fertilización fosfatada e inoculadas con hongos micorrícicos arbusculares (P+ HMA+).
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Producción de biomasa (g MS maceta -1)
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zas, ésta limitación se vio subsanada. Así, al aumentar el nitrógeno, parte del fósforo absorbido se tradujo en crecimiento y producción de biomasa.
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• GANADERÍA •
Los resultados de este trabajo confirman la existencia de una interacción positiva entre los hongos micorrícicos y las bacterias fijadoras de N2 en la nutrición mineral que favorece el crecimiento de las plantas. Esta es la primera vez que se encuentra dicha relación en leguminosas forrajeras con potencial uso en suelos subtropicales. CONCLUSIONES Y PROYECCIONES TECNOLÓGICAS A modo de conclusión, se evidencia un efecto sinérgico entre los microorganismos simbiontes (rizobios y hongos micorrícicos) en la producción y calidad de leguminosas forrajeras. Sin embargo, para que este efecto se manifieste, sería necesario asegurar
una provisión mínima de P en el suelo. En estas condiciones, la presencia de HMA estimula la absorción de fósforo, se incrementa la fijación de N2 y esto favorece el establecimiento y el aumento en la producción y calidad nutritiva de leguminosas templadas, como M. alba, en pastizales subtropicales. Los HMA están presentes en el suelo, por lo tanto deberían realizarse estudios para comprobar qué efecto produce la aplicación de diversas prácticas de manejo, como la fertilización, quema, labranzas o diversas intensidades y frecuencias de pastoreo, sobre la población fúngica nativa. Por otra parte, se debería contemplar la posibilidad de enriquecer la microbiota nativa inoculando con fuentes comerciales de HMA.
Si bien faltarían realizar pruebas a campo, los resultados obtenidos en este ensayo hacen pensar que incorporar HMA al suelo junto con rizobios, constituye una herramienta útil para mejorar la eficiencia de uso de los fertilizantes fosfatados y favorecer la fijación simbiótica de N2 en sitios con suelos pobres. Esto significa que con la inoculación se podría aumentar la producción obtenida por unidad de fósforo aplicado e incrementar la calidad proteica del forraje. De esta manera, representa un beneficio no solo productivo, sino también económico y ambiental favoreciendo la sustentabilidad del sistema.
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• Shivaram, S., Rai, P.V., Hedge, S.V., 1988. Nitrogen fixation and nitrogen balance studies in Rhizobium-VA Mycorrhiza inoculated legu-
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• TRIGO •
A prepararse para la Campaña fina Rendimiento de seis variedades de trigo en la región centro norte de Córdoba INTRODUCCIÓN El trigo en la rotación mejora la estructura del suelo contribuyendo a mantener la capacidad productiva del ambiente, aumenta la eficiencia de usos de recursos (luz, agua y nutrientes), optimiza la captura y reciclado de nutrientes, contribuye al manejo integrado de plagas, malezas y enfermedades.
Autores: Ferreyra, L.; Centeno, A.; Druetta, R.; Moretto, M.; Triadani, O.; Molina, J.; Molino, J.; Candela, R.; Cordes, D.; Luque, P.; Cativelli, M. Fuente: www.inta.gob.ar
A nivel nacional en la campaña 19/20, el cultivo de trigo ocupó 6.600.000 ha sembradas, con un rendimiento promedio de 28,5 qq/ha (1,3 qq/ha por debajo del promedio de la campaña anterior) y una producción total de 17.527.343 tn de grano. En la provincia de Córdoba se implantaron 1.147.000 ha, el 60% de esta superficie pertenece al centro norte de Córdoba, con una producción total de 1.809.012 tn y rendimiento promedio de 28 qq/ha. (Ministerio de Agroindustria de la Nación, 2020).
trigo de ciclo largo e intermedio; en diferentes ambientes del centro y norte de la provincia de Córdoba, e introducir nuevos cultivares a la región a través de un manejo sustentable del sistema. Esta información resulta de utilidad para una adecuada elección de cultivares al momento de planificar el próximo ciclo del cultivo. En el presente informe se detallan los rendimientos de los ensayos conducidos durante el año 2019 en siete localidades: Jesús María, Río Primero, Matorrales, Río Tercero, Villa María, Freyre y Brinkmann. MATERIALES Y MÉTODOS
Teniendo en cuenta la importancia del cultivo en la región y en la sustentabilidad de los sistemas productivos, la EEA INTA Manfredi condujo durante la campaña 2019 ensayos de cultivares de trigo bajo condiciones de manejo de productor.
Seis cultivares de ciclo largo e intermedio recomendados para la zona centro norte por su ciclo, características productivas y comportamiento sanitario se sembraron en franjas de 100 mts de largo (Tabla 1). El cultivo antecesor fue soja, la densidad de siembra fue de 120 kg/ha, con el objetivo de obtener como mínimo 250 plantas/m2 emergidas. La distancia de siembra quedó definida por la sembradora utilizada por el productor en cada caso particular.
El objetivo del trabajo fue evaluar el comportamiento productivo de cultivares de
Los ensayos se ubicaron en siete localidades representativas del centro norte de la
provincia de Córdoba y fueron conducidos por los técnicos de las agencias de extensión de Inta Manfredi:
Empresa
Cultivar
Descripción
MACROSEED
MS INTA 119
CICLO LARGO - Grupo de Calidad 3
DON MARIO
ÑANDUBAY
CICLO INTERMEDIO CORTO - Grupo de Calidad 2 - PORTE SEMIERECTO
NIDERA
BAGUETTE 680
CICLO INTERMEDIO - GC2 - NO TIENE REQUERIMIENTO FRÍO - PORTE RASTRERO
KLEIN
KLEIN 100 AÑOS
CICLO LARGO INTERMEDIO - Grupo de Calidad 1
SURSEM
LG ARLASK
CICLO INTERMEDIO - Grupo de Calidad 1
SY 211
CICLO INTERMEDIO - VARIEDAD DE GERMOPLASMA FRANCÉS - MENOR ALTURA MAYOR TOLERANCIA AL VUELCO - Grupo de Calidad 2
Río Primero BUCK
Río Tercero (Las Bajadas) Oncativo (Matorrales)
RESULTADOS
Jesús María San Francisco (Freyre) Brinkmann Villa María En la Tabla 2 se presenta fecha de siembra, agua útil en el perfil del suelo y fertilización.
En la mayoría de las localidades la humedad del perfil al momento de la siembra era muy favorable para el cultivo (excepto en Rio Primero), estos altos contenidos de humedad en el perfil fueron los únicos aportes hídricos que recibió el cultivo ya que en algunas regiones las precipitaciones fueron escasas durante la primavera, esta situación afectó sus etapas críticas, y como consecuencia el rendimiento.
Tabla 2 Condiciones de manejo en cada localidad.
San Francisco
Brinkman
Jesus Maria
Río Primero
Río Tercero
Villa María
Oncativo
Fecha siembra
07/06/2019
06/06/2019
03/06/2019
18/06/2019
27/05/2019
18/06/2019
24/05/2019
Distancia surcos
0.175
0.21
0.21
0.175
0.19
0.21
0.21
Fertilización siembra
Urea - 120 kg/ha
Urea - 150 kg/ha
Urea - 150 kg/ha microessencial 80 kg/ha
90 kg de Urea + 120 mezcla física
90 kg Urea + 120 mezcla física
80 kg/ha Fosfato monoamonico
100 litros/ha sol mix 80-20 + 60 kg/ha microessentials SZ
Fertilización macollaje
SolMix 150 kg/ha
NO
NO
NO
NO
NO
NO
Fungicida
SI
SI
NO
NO
NO
SI
SI
Precipitaciones (mm)
300
170
172
73
74
Agua útil siembra (mm en 2 m de prof.)
200
259
123
263
243
224
23/11/2019
25/11/2019
21/11/2019
28/11/2019
27/11/2019
27/11/2019
Fecha cosecha
16/11/2019
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Tabla 1 Características de las variedades comerciales sembradas
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• TRIGO •
En ambientes semiáridos y en situaciones de secano, la disponibilidad de agua en el perfil de suelo resulta relevante tanto para la decisión de realizar la siembra como para la expectativa de rendimiento. Determinar la reserva de agua en el suelo para un cultivo en secano es un indicador relevante, ya que en el caso de trigo para la región central de Córdoba, un 70 % de ese rendimiento está explicado por el agua almacenada en el suelo (Salinas, 2017).
el momento de floración afectaron el crecimiento (baja altura de plantas) y aunque las precipitaciones retornaron después de esa etapa, el cultivo ya había sido afectado. En Matorrales el rendimiento promedio fue de 4711 kg/ha una de las localidades con mayor rendimiento. Si bien las lluvias fueron escasa, la buena humedad presente en el suelo en los inicios del cultivo permitió lograr buenos rindes.
En San Francisco el rendimiento promedio fue de 4056 kg/ha, en Brinkmann el promedio fue de 2970 kg/ha y en Villa Maria el rendimiento promedio fue de 4959 kg/ ha, superando al rendimiento esperado teniendo en cuenta las escasas precipitaciones que ocurrieron durante el ciclo del cultivo. Según estadísticas, los rendimientos históricos zonales fueron menores con respecto a los de la campaña 2019, estos mejores resultados pueden deberse a la fertilización recibida o a las variedades utilizadas.
En Río Tercero el rendimiento promedio del ensayo fue de 1714 kg/ha inferior al promedio histórico para el promedio departamental que es de 2100kg/ha. En Jesús María el rendimiento promedio fue de 3306 kg/ha. En la Figura 1 se presenta el comportamiento de las distintas variedades en cada una de las localidades. Se observa que el mayor rendimiento lo presentó ÑANDUBAY (ciclo intermedio a corto) en Villa María.
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En Río Primero el rendimiento promedio fue de 2434 kg/ha superior al promedio histórico (12 años) del departamento Río Primero que es de 2000 kg/ha. Las condiciones climáticas zonales de sequía hasta
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El cultivar SY211 presento mayores rendimientos en la mayoría de las localidades evaluadas (excepción de Jesús Maria), comportándose como un cultivar de altos
Tabla 3 Rendimientos (kg/ha) de 6 variedades de trigo en 7 localidades de Córdoba
Criadero
Variedad
San Francisco
Brinkmann
Villa María
Río Primero
Oncativo
Río Tercero
Jesús María
Rend/ha Promedio Variedad
MACROSEED
MS INTA 119
4025
2410
-
2802
4686
1964
3313
3200
DON MARIO
ÑANDUBAY
4136
3320
5431
2028
4538
1786
3169
3487
NIDERA
BAGUETTE 680
3750
2865
4727
2608
4932
1429
3218
3361
KLEIN
100 AÑOS
3696
-
-
-
4463
1786
3524
3367
SURSEM
LG ARLASK
3853
2605
4345
1980
4517
1000
3686
3141
BUCK
SY 211
4876
3650
5331
2753
5127
2321
2926
3855
4056
2970
4959
2434
4711
1714
3306
Rend/ha Promedio Localidad
5500
3000
1750
500
MSINTA119 BAGUETTE 680 LG ARLASK
Villa María
Figura 1 . Diagrama de perfil multivariado para rendimiento de 6 variedades de trigo en siete localidades.
ÑANDUBAY 100AÑOS SY211
Oncativo
S. Francisco Jesús María Brinkmann Río Primero Río Tercero
rendimientos y de gran estabilidad. Se destacó en San Francisco porque su comportamiento es muy superior al resto de los cultivares, presentando gran diferencia de rendimiento con las demás variedades. La línea verde representa el promedio provincial de rendimiento (2800kg/ha) durante la campaña 2019. Río Tercero y Río Primero presentaron rendimientos por debajo de este promedio. Jesús María es el ambiente donde los cultivares tuvieron menores diferencias entre sí en cuanto a rendimiento, presentando muy poca dispersión entre los 6 cultivares evaluados. LG ARLASK presento el mejor rendimiento con respecto a los restantes cultivares. MSINTA119 y BAGUETTE680 obtuvieron rendimientos promedios en todos los ambientes, a excepción de Brinkmann, Río Primero y Río tercero en donde presentaron valores por debajo del promedio.
AGRADECIMIENTOS A las empresas que aportaron la semilla Por su colaboración al Ing. Omar Candela y Juan Lenoch de la estancia El Arenal de San José.- Jesús María A los Sres. Miguel y Oscar Mosca, propietarios del establecimiento en Río Primero, por la predisposición puesta de manifiesto y a disposición del Ensayo, en horas de trabajo, maquinaria e insumos. A Raúl Lencinas de Matorrales por permitirnos realizar el ensayo en su establecimiento. Al Ing. Agr. Gabriel Bragato de la localidad de Las Bajadas y familia por la predisposición que todos los años tienen para colaborar con INTA Río Tercero en la realización de los ensayos. Al Ing. Ricardo N. Alleman, propietario del establecimiento en La Laguna correspondiente al ensayo de la localidad de Villa María, por su predisposición y disposición en tiempo y trabajo con este ensayo.
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Rendimiento (kg/ha)
4250
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EVENTOS DEL MES
Agenda Otros eventos
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ArgenCarne 2020 7 al 10 de Mayo Lugar: Sociedad Rural San Justo, Santa Fe. Mรกs informaciรณn: www.argencarne.com.ar
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