Empresas Socias
S.R.L.
Sumario > EDITORIAL
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La apuesta de un Congreso Aapresid sin precedentes
> CIENCIA Y AGRO
06
El impacto del cambio climático en el sector agrícola
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PLAGAS
Pulgones en el cultivo de trigo
> PLAGAS
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Alerta amarilla Rama negra: posible resistencia múltiple a cuatro sitios de acción
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Manejo de malezas lote a lote
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Encuentro Virtual de Regionales
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¿Por qué usar terápicos de semilla en trigo?
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¡La Rem Aapresid juega con nuevo equipo!
18
Pulgones en el cultivo de trigo
> AMBIENTE Y SOCIEDAD
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COVID-19 y los sistemas agroalimentarios: visión desde el cambio climático, la innovación y la bioeconomía
> INSTITUCIONAL
> SUELOS
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La chacra Suroeste de Chaco da sus primeros pasos
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Avances para una mejor interpretación de los análisis de suelo
> FERTILIZACIÓN
56
La fertilización foliar busca ganar terreno en el campo argentino
> COLZA
62
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PLAGAS
Apilamiento genético en colza para mejorar la resistencia al cancro del tallo
> GANADERÍA
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Alerta amarilla Rama negra: posible resistencia múltiple a cuatro sitios de acción
Intoxicación por pastoreo de Vicia villosa
> AGENDA
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Eventos del mes
REVISTA SIN PAPEL | ¡SUMATE! 341 4260745
Editorial
Staff EDITOR RESPONSABLE
Ing. Alejandro Petek
Bajo el lema “Siempre Vivo; Siempre Verde” lanzamos nuestro XXVIII Congreso que se llevará a cabo en agosto, en un formato absolutamente innovador, con contenido de vanguardia, accesibilidad y networking. Tomamos un nuevo desafío llevar adelante la realización del XXVIII Congreso Aapresid, el cual tendrá modalidad virtual, con la posibilidad de que todos se sumen estén dónde estén. Sabemos la importancia que tiene nuestro Congreso y creemos que un contexto marcado por la virtualidad es la mejor oportunidad para superarnos una vez más, con un evento sin precedentes. El mismo se desarrollará en agosto en dos etapas: semana precongreso del 18 al 21 de agosto y la semana del congreso propiamente dicha del 24 al 28 de agosto. Apuntamos a un Congreso con contenido técnico de vanguardia y posibilidades ilimitadas de acceso, para que todos puedan participar y conocer las últimas novedades en producción sustentable desde cualquier lugar.
REDACCIÓN Y EDICIÓN
Lic. Victoria Cappiello COLABORACIÓN
Ing. F. Accame R. Belda Ing. T. Coyos Ing. C. Biasutti Ing. M. D'Ortona Ing. S. Fernandez Paez Ing. I. Heit Ing. F. Lillini Ing. A. Madias Ing. T. Mata Lic. C. Moral Ing. E. Niccia Ing. M. Rainaudo Ing. A. Ruiz Lic. M. Saluzzio Ing. C. Sciaressi Ing. J. C. Tibaldi
Pensamos en un evento que promueva la interacción como nunca antes, entre productores de cada región del país y del mundo, con las empresas del sector y con los disertantes más destacados, a través de un sistema que les permitirá a los asistentes solicitar, agendar y llevar adelante teleconferencias dentro del mismo sitio del Congreso.
DESARROLLO DE RECURSOS (NEXO)
“Siempre Vivo, Siempre Verde” es el lema que reúne los contenidos del evento en línea con el concepto de Agricultura Siempre Verde (ASV) presentado por la institución con motivo de sus 30 años, y que propone modelos de producción que promuevan la actividad biológica de los suelos, motor de la sustentabilidad de los sistemas productivos.
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Ing. A. Clot Ing. A. Eier M. Morán Lic. R. Ruiz
Argentina ya es líder en el cuidado de los suelos, en el control de la erosión, el uso de tecnologías y la innovación agrícola. Podemos posicionarnos como líderes de una agricultura capaz de adaptarse y de contribuir a la mitigación del cambio climático
Dg. Matilde Gobbo
En línea con lo anterior, este Congreso no sólo será un hito en términos de intercambio y accesibilidad, en un contexto de reflexión sobre hábitos de consumo y emisiones de la actividad humana, lograremos un evento de envergadura histórica con una mínima huella de carbono.
Dorrego 1639 Piso 2 Of. A Tel. 0341 426 0745/46 aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar
El productor de Aapresid es un adoptante temprano de tecnología y por eso, apostamos al desarrollo de un Congreso Virtual del que estamos seguros, todos, obtendrán muchísimos beneficios Alejandro Petek Marcelo Torres
La publicación de opiniones personales vertidas por colaboradores y entrevistados no implica que sean necesariamente compartidas por la dirección de Aapresid. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos sin autorización expresa del editor.
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La apuesta de un Congreso Aapresid sin precedentes
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• CIENCIA Y AGRO •
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El impacto del cambio climático en el sector agrícola
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Pareek y col. (2020) observan que la agricultura global depende de un número relativamente pequeño de cultivos, que se mejoraron para optimizar la productividad dentro de un rango relativamente estrecho de variaciones ambientales. A su vez, la seguridad alimentaria actual está basada en una agricultura industrial intensiva de los mismos cultivos que se manejan anualmente, mediante la utilización de grandes cantidades de insumos ((productos fitosanitarios y fertilizantes) que contribuyen a comprometer la salud de los suelos, contaminar el agua, causar pérdida de nutrientes, disminuir la biodiversidad y, conjuntamente, promueven el cambio del clima. Leisner (2020) destaca que los aumentos antropogénicos en la concentración de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero ya aumentaron la temperatura de la superficie terrestre en aproximadamente 1 °C desde 1990 y se proyecta que las temperaturas medias globales de la superficie probablemente aumenten en 2.6/4.8 °C para fines de siglo. Además, las alternancias previstas en los patrones de precipitación junto con el aumento de la temperatura de la superficie, también pueden generar condiciones climáticas más cálidas y secas. Esto lleva a prever que a fines del siglo XXI habrá un aumento en la intensidad y/o duración de la sequía a escala global. Por: Permingeat, H.
También se prevé un aumento en el contraste en las precipitaciones tanto en las regiones como en las estaciones húmedas
y secas. Los cambios en la temporalidad y la espacialidad de las variables climáticas, junto con una mayor incidencia de eventos climáticos extremos, presentan riesgos significativos para la producción de alimentos en el futuro. Como consecuencia, las variaciones en la temperatura y las precipitaciones por el cambio climático pueden alterar fuertemente los climas regionales y causar posibles cambios en la producción de cultivos. De esta manera, aumenta el riesgo y la incertidumbre de la agricultura, induciendo a cambios en los períodos de siembra y cosecha de los cultivos, a menudo acortando las temporadas o estaciones de los mismos. Mientras que en la producción ganadera, el cambio climático afecta la disponibilidad de agua y alimento, así como también la salud animal. Por otra parte, las condiciones ambientales cambiantes también están produciendo rápidos cambios evolutivos en muchas especies animales (incluidos los insectos) y vegetales. Como consecuencia, las plagas de insectos agrícolas y los vectores de enfermedades experimentan modificaciones en sus distribuciones geográficas y en sus tasas metabólicas que pueden dar lugar a mayor número de generaciones por año. Así, se predice que los cambios en el clima conducirán a una disminución en el rendimiento de los cultivos debido al aumento en el daño causado por las plagas de insectos así como en la aparición de enfermedades transmitidas por vectores. Como consecuencia, esto provocará nuevos desafíos en el manejo de estas plagas. El uso convencional de insecticidas sintéticos para controlar las plagas insectiles y los vectores de enfermedades comenzó hace varias décadas y ha tenido un gran éxito. Sin embargo, a medida que cambian las variables climáticas, las estrategias en el uso de estos químicos pueden volverse menos efectivas. Una hipótesis es que las alteraciones en las condiciones ambientales como resultado del cambio climático
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Revisión de algunos conceptos sobre cambio climático y agricultura para pensar acciones que permitan mitigarlo.
El cambio climático es un tema de actualidad y preocupación global, dado que impacta de diferentes maneras sobre el planeta y con repercusiones particulares en distintos ámbitos de la sociedad. El sector de la producción agrícola, clave en la seguridad alimentaria mundial, es considerado por algunos como parcialmente responsable de ese cambio climático y al mismo tiempo susceptible de sus consecuencias.
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• CIENCIA Y AGRO •
pueden conducir a una reducción de la eficacia de los insecticidas. Se ha demostrado que la temperatura puede afectar la toxicidad de muchos insecticidas utilizados en el manejo de plagas, lo que lleva a una reducción de la eficacia. Otra hipótesis es que las respuestas evolutivas al cambio climático pueden dar lugar a cambios rápidos en las frecuencias alélicas de los genes implicados en la resistencia a los insecticidas. Esto es porque los genes de resistencia a los insecticidas tienen efectos pleiotrópicos en otros caracteres, como la resistencia a la desecación o la termotolerancia. Por lo tanto, la resistencia a los insecticidas y la adaptación al clima evolucionarían conjuntamente (Pu y col., 2020).
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En el caso de la evolución de especies de malezas resistentes a herbicidas, Perotti y col. (2020) discuten que ante el cambio climático global, aumentaron las tasas de invasión de plantas y cambiaron los patrones geográficos de malezas altamente competitivas. En este sentido, se deben estudiar las interacciones genético-ambientales para evaluar la contribución indirecta del cambio climático en la evolución de la resistencia de las malezas a los herbicidas. Además, las condiciones ambientales pueden influir directamente en la expresión de los genes de resistencia. De hecho, se ha informado que el cambio climático reduce la eficacia de los herbicidas en las malezas de una manera basada en el metabolismo y, en consecuencia, aumenta el riesgo de evolución de algunos mecanismos específicos de resistencia.
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Los cambios epigenéticos en las plantas resistentes a herbicidas son vistos como una nueva perspectiva para comprender cómo el estrés ambiental puede afectar la evolución de la resistencia. Dado que los mecanismos ajenos al blanco de acción de herbicidas es parte de la respuesta de la maleza al estrés abiótico, es válido suponer que las plantas que lo exhiben podrían tener más probabilidades de sobrevivir
bajo condiciones de estrés particulares, como altas temperaturas o patrones de precipitación alterados derivados del cambio climático. Si existe una presión de selección tan inadvertida, parece ser aún más difícil de superar que un manejo irresponsable de malezas. Además de la incertidumbre sobre el futuro impacto ambiental de la agricultura, surge la amenaza inminente para lograr la sustentabilidad causada por esas fluctuaciones inducidas por el cambio climático en los patrones climáticos. Las predicciones sugieren que, a escala mundial, se requiere un aumento en el uso de la tierra de aproximadamente 100 M/ha con una triplicación del comercio internacional para 2050 para satisfacer las futuras demandas de cultivos de 9.8 mil millones de personas, sin causar ningún cambio significativo en el área existente de tierra cultivada. Esto significa que se requieren estrategias de mitigación para combatir los efectos de los eventos extremos, que están destinados a ser mucho más frecuentes, junto con los impulsores globales de la producción agrícola. Este concepto de mitigación del cambio climático está previsto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (Pareek y col., 2020). Una de las acciones para mitigar la huella climática y las consecuencias ecológicas de la producción de alimentos se concentra en cambiar el espíritu de la investigación en las ciencias de plantas y la dirección del fitomejoramiento, más enfocado en los mecanismos y procesos que permiten que las plantas sean saludables y crezcan bien bajo recursos limitantes. Así, las plantas de cultivo de próximas generaciones deben ser más eficientes en el uso de agua y nutrientes, y deben mostrar rendimientos sostenibles en una gama más amplia de condiciones ambientales (Pareek y col., 2020). Afortunadamente, hoy disponemos de una gama de estrategias para mejorar la producción sostenible de cultivos y la resistencia al
cambio climático, entre las que se incluyen el genotipado de alto rendimiento, la selección genómica y el mapeo de caracteres. Estas herramientas son esenciales no sólo para una comprensión profunda de las variaciones de caracteres en los cultivos, sino también para la ingeniería transformadora requerida para acelerar los esfuerzos de mejoramiento de plantas. El enfoque de "pirámide" para introducir combinaciones de alelos y genes favorables resume la arquitectura fisiológica y molecular que determinan los rasgos de rendimiento de cultivos bajo diversos estreses ambientales (sequía, salinidad, etc.). A esto se suman otras herramientas, como la edición de genes, que presentan la opinión de que el sistema CRISPR/ Cas9 proporciona una solución eficiente y práctica para la producción de variedades de cultivos mejoradas con una mayor sostenibilidad del rendimiento y, por lo tanto, una mejor resistencia al cambio climático. Las tecnologías vinculadas a la protección de cultivos, más específicamente a los estreses bióticos (malezas y plagas insectiles y causantes de enfermedades) forman parte de otro capítulo con herramientas innovadoras, algunas de ellas basadas en conceptos de la biología sintética. Sin embargo, mucho depende de la adopción del productor, de las condiciones económicas y políticas así como de marcos favorables para desarrollar cualquiera de las vías y sus beneficios para la producción de cultivos (Pareek y col., 2020). Existen otros enfoques que plantean que el aumento previsto en la concentración de dióxido de carbono atmosférico a 550 ppm para el año 2050 puede tener un efecto de "fertilización lumínica" para los cultivos de fotosíntesis C3, como la soja, el trigo y el arroz, al aumentar la eficiencia de fotosíntesis de las hojas, en ausencia de sequía o de temperaturas elevadas. Sin embargo, este efecto de "fertilización lumínica" vendría con otras consecuencias negativas, ya que el trabajo previo demostró que el dióxido de carbono elevado tam-
bién tiene el potencial de reducir el valor nutricional de los cultivos a través de una disminución en la concentración mineral dentro de las semillas (Leisner, 2020).
• Leisner CP. (2020). Climate change impacts on food security- focus on perennial cropping systems and nutritional value. Plant Science 293:110412 • Pareek A, Dhankher OP, and Foyer CH. (2020). Mitigating the impact of climate change on plant productivity and ecosystem sustainability. Journal of Experimental Botany, 71: 451–456 • Perotti VE, Larran AS, Palmieri VE, Martinatto AK, Permingeat HR (2020). Herbicide resistant weeds: A call to integrate conventional agricultural practices, molecular biology knowledge and new technologies. Plant Science 290: 110255 • Pu J, Wang Z and Chung H. (2020). Climate change and the genetics of insecticide resistance. Pest Manag Sci, 76: 846–852.
Podés encontrar más contenido en la Biblioteca Digital Aapresid www.aapresid.org.ar/biblioteca/
YARA213-2020 Aviso Revista - CEREALPLUS 2020 - Argentina_Curvas 22 x 13,5.pdf
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30/03/20
10:07 a. m.
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La sociedad está enfrentando un gran desafío que pone en riesgo la seguridad alimentaria global. Las prácticas agronómicas racionales y de conservación, sumadas a tecnologías inteligentes de producción y a la aplicación del conocimiento derivado de las ciencias de plantas ofrecen las herramientas para mitigar responsablemente el cambio climático que impacta en la agricultura.
REFERENCIAS
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• PLAGAS •
Alerta amarilla Rama negra: posible resistencia múltiple a cuatro sitios de acción Se trata de un biotipo de Conyza sumatrensis del norte de Buenos Aires, donde a las ya confirmadas resistencias a glifosato e inhibidores de ALS, podrían sumarselos hormonales 2,4D y Dicamba y el inhibidor de PPO saflufenacil. Rama negra es una de las principales malezas a nivel nacional, expandiéndose por casi toda la superficie agrícola. La resistencia a glifosato - confirmada hace más de 5 años -, está ampliamente distribuida, mientras que la resistencia a inhibidores de ALS - confirmada el año pasado en un biotipo del sur de Santa Fe- se encuentra en expansión. Hay sospechas de esta resistencia en otras zonas como el sudeste de Santiago del Estero, el sur de Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires. La resistencia a los inhibidores de ALS fue confirmada en 2019 por investigadores de la UNR, quienes trabajaron con las 3 familias de herbicidas pertenecientes a este grupo (imidazolinonas, triazolpirimidinas y sulfonilureas) en post-emergencia, es decir con la maleza en estado de roseta.
El equipo fue más allá y, ante los escapes visualizados a campo, vienen trabajado con otros herbicidas post-emergentes de amplio uso en Rama negra como Glifosato, los hormonales 2,4D y Dicamba y el inhibidor de PPO Saflufenacil. En estos casos evaluaron que las dosis necesarias para el control del 80% de la biomasa estuvo por encima de la dosis de uso recomendada, encontrándose estos activos al borde de la pérdida de efectividad. Así, nos encontramos ante una nueva alerta amarilla de sospecha de resistencia para la Red de manejo de plagas (REM). Estos herbicidas se usan ampliamente para controlar Rama negra en los barbechos y - en el caso de los hormonales citados - aún dentro de los cereales de invierno. Si bien todavía se registra buen control con Flumioxazin y Terbutilazina (como herbicidas pre emergentes de uso en trigo) y Atrazina (en barbecho a maíz), la posible pérdida de estos valiosos principios activos reduce muchísimo las alternativas de control químico. Otra estrategia posible es la incorporación del doble golpe (DKD). Por otro lado se recomienda monitorear los lotes con mayor frecuencia luego de la aplicación de estos activos con sospecha para detectar fallas de control y poder actuar en consecuencia, más aún en aque-
llos que se sembrarán con cultivos de invierno. En macollaje de trigo el monitoreo tiene que ser más activo y preciso, debido a la ventana de acción que nos permite controlar escapes o nacimientos. Si hay sospechas de resistencia a ALS y ya se ha aplicado un residual del mismo mecanismo de acción, no sería recomendable aplicar nuevamente un herbicida ALS. Rama negra causó muchos problemas a los productores hace algunos años, pero cambiando el manejo se logró convivir con ella y mantenerla a raya. Con la aparición de la resistencia a ALS y de confirmarse estas nuevas sospechas, todo hace suponer que se posicionará nuevamente como una de las más difíciles en los años venideros.
Accedé al trabajo completo en nuestra web • www.aapresid.org.ar • www.aapresid.org.ar/rem/wp-content/uploads/sites/3/2020/05/Informe-Resistencia-y-Manejo-de-herbicidas-en-Rama-Negra.pdf
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Ahora, el equipo conformado por los consultores Alejandro Bagnolo, Eduardo Cortés y Marcos Mitelsky y el investigador Ignacio Dellaferrera (CONICET y FCA UNL), trabajó con un biotipo del norte de Buenos Aires y volvieron a confirmar esta resistencia, pero en preemergencia. La resistencia en este estadio es muy preocupante ya que esta práctica es ampliamente utilizada para el control de Rama negra en barbechos de invierno, en los cultivos de invierno como trigo y cebada y en soja.
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• INSTITUCIONAL •
Manejo de malezas problemáticas lote a lote Algunas estrategias para manejar Rama negra, Raigrás, Crucíferas y Yuyo colorado.
Por: Ing Agr. MSc. Gigón, R.
La regional 9 de Julio-Carlos Casares de Aapresid organizó un taller virtual sobre estrategias de manejo para el control de diferentes malezas problemáticas. El evento tuvo lugar el pasado 5 de mayo y estuvo a cargo del especialista Ramón Gigón. Según Gigón, “la curva de aparición de malezas resistentes viene creciendo desde hace varios años de manera exponencial y lo seguirá haciendo si solo basamos nuestros controles en métodos químicos”. A nivel mundial, los ALS son los grupos de herbicidas que más resistencia han generado, seguido de las Triazinas. En el caso de productos, la Atrazina es el que más casos de resistencia generó, con 66 especies resistentes, aunque ninguna registrada en Argentina. En segundo lugar, le sigue el Glifosato con 45 especies resistentes. Para un manejo eficiente de malezas, el especialista recomendó considerar las siguientes cuestiones:
• Calibración y limpieza de la cosechadora.
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• Rotación de cultivos.
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• Monitoreo y control de malezas antes, durante y después del cultivo.
• Uso de herbicidas con distintos modo de acción.
Asimismo, a la hora de optar por un producto para aplicar, es importante conocer su Coeficiente de Impacto Ambiental (EIQ,), cuyo valor está conformado en base a tres componentes: consumidor, que refiere al tiempo de carencia en grano por parte del producto aplicado; el trabajador agrícola, que alude a los posibles daños sobre el operario que realiza la aplicación; y por último el componente ecológico, que apunta al impacto del producto en el medioambiente, ya sea en aves, artrópodos benéficos, peces, etc. Por lo tanto, cuando optamos por un producto para aplicar se debe tratar de que tenga el menor impacto posible sobre el medioambiente, además de un bajo costo y que sean eficientes en el control. ESTRATEGIAS PARA EL CONTROL DE DIFERENTES MALEZAS PROBLEMÁTICAS RAMA NEGRA La dinámica de emergencia de rama negra tiene dos picos bien marcados en otoño y primavera. Los controles en tamaño de rosetas tienen que realizarse en invierno para que la maleza no llegue a primavera con un desarrollo importante. Cuando ocurren casos de rebrotes, por ejemplo al ser cortadas por la cosechadora, se tornan rústicas y de difícil control. Para controles realizados a la salida de maíz, momento en
Respecto a tratamientos, a la clásica mezcla de Glifosato+2.4 D, se recomienda agregar otro hormonal como Dicamba, respetando siempre los tiempos de carencia. Para control residual en otoño, no usar ALS pero sí Triazinas. En caso de que se quiera controlar rama negra de 25-30 cm, deberíamos recurrir al doble golpe y es clave que el segundo golpe moje bien y asegure el quemado de la maleza. Como post emergente en soja, la mezcla de Glifosato, Spider (Diclosulam) y Clorimuron es la que mejor resultado está dando, según afirma el especialista. Mientras que Diclosulam es el que más carry over causa en cebada en el invierno siguiente. RAIGRÁS El raigrás es una de las malezas que primero nacen en el año, con picos de nacimientos en abril y mayo, pero si hay agua disponible, los primeros nacimientos arrancan en febrero. A mediados o fines de mayo podría ser un buen momento para hacer controles, ya sea para barbecho largo o corto yendo a una siembra de fina. Haloxifop y Cletodim son los herbicidas que se están usando para control de esta maleza y los de mejor desempeño. Los fop tienen mayor antagonismo con los hormonales, por eso lo ideal es hacerlos en forma separada, con un mínimo de una semana, también para mejorar la penetración en la planta. Atrazina tiene buen control residual sobre raigrás, en dosis de 1.5-2 kg en formulaciones al 90 %. Otra buena alternativa es Ligate, yendo luego a soja STS. Como pre emergente de trigo hay buenos controles con Yamato. Lo ideal es que vaya
en mezcla con Flumioxazin para tener también control sobre malezas de hoja ancha, como Capiqui, Ortiga Mansa, Viola, etc. Para controles post emergentes en barbecho se puede hacer el doble golpe con Glifosato+Graminicida y a los 20 días la segunda aplicación con Paraquat o Glufosinato junto con un pre emergente para controlar los nacimientos posteriores. CRUCÍFERAS Hay tres especies de crucíferas problemáticas: Nabo o Nabolza, Mostacilla y Nabón. Los herbicidas que se usan son más o menos los mismos para las tres especies. Para control de Nabolza en barbecho corto a soja, puede usarse con buenos controles Enlist en combinación con Heat, Lactofen, Fomesafen o Glufosinato. Como residuales hay diferentes opciones como Diflufenican, Flumioxazin o Flurocloridona. Como post emergentes en soja, se usa habitualmente Fomesafen o Acifluorfen con buenos controles. YUYO COLORADO Yuyo colorado, es una maleza bien de verano, con nacimientos que comienzan en octubre, por lo tanto siempre aparece dentro de los cultivos. Una estrategia puede ser sembrar la soja tarde y bajar ese primer flujo que suele ser el más importante. Luego, que los residuales ataquen los próximos nacimientos que se den durante el cultivo ya implantado. A medida que crece, forma yemas que le dan una buena capacidad de rebrote. Para resetear el lote en barbecho, se puede usar Cerillo o Heat con 2.4 D. Este último se potencia mucho en mezcla con un PPO y se puede llevar el lote a cero. Como residuales en pre siembra de soja, las opciones de control pueden ser con Sulfentrazone+Metolacloro, Flumioxazin+Metolacloro, Diflufenican+Metolacloro, Di-
flufenican+Flumioxazin o Diflufenican+Sulfentrazone, o también algunas alternativas de mezclas con similares resultados en eficiencia de control en pre emergencia. En el caso de controles post emergentes en soja, que se recomienda evitar ya que lo ideal es frenar la maleza en preemergencia, las opciones que manejamos son con Benazolin o Lactofen con resultados medianamente buenos. Para controles en pre emergencia en maíz hay diferentes opciones. Las alternativas más eficientes pueden ser Pyroxasulfone+Flumioxazin, Piroxasulfone+Atrazina o Acuron Pack (Biciclopirona+S-Metolacloro), entre otras.
Según Gigón, “la curva de aparición de malezas resistentes viene creciendo desde hace varios años de manera exponencial y lo seguirá haciendo si solo basamos nuestros controles en métodos químicos”.
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el que las rosetas pequeñas están escondidas debajo del rastrojo, se puede usar cono hueco con gota bien fina para poder llegar mejor al objetivo.
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• INSTITUCIONAL • PLAGAS • •
¿Por qué usar terápicos de semilla en trigo? El manejo de hongos patógenos asociados a la semilla es una práctica muy recomendable ya que permite partir con un cultivo sano y asegurar un buen stand de plantas.
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PATÓGENOS DE LA SEMILLA, DEL SUELO Y OTROS
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El trigo es un cultivo que puede verse afectado por distintos patógenos. En lo que respecta a hongos, las royas y el oídio son un claro ejemplo de parásitos obligados y biótrofos, ya que crecen sólo sobre hospedadores vivos. Las tres royas que afectan al cultivo son Roya de la hoja o anaranjada (Puccinia triticina Eriks), Roya de la gluma, amarilla, estriada o lineal (Puccnia striiformis f. sp tritici) y Roya del tallo o negra (Puccinia graminis f. sp tritici). El oídio, también conocido como cenicilla (anamorfo -forma o estado asexual del hongo- Blumeria graminis telemorfo -forma o estado sexual del hongo- Erysiphe graminis), al igual que las royas, tiene una estructura especial de parasitismo llamada haustorio con el que obtienen nutrientes a expensas de la planta hospedante. Por: Ing. Agr. Alberione. E. (Patología de trigo – EEA INTA Marcos Juárez)
Existen también parásitos facultativos o necrotrofos que afectan al cultivo a nivel de área foliar y que sobreviven en los restos culturales. Así son adquiridos en el campo, infectan las semillas y aprovechan esta vía de transmisión para su dispersión. Estos parásitos provocan la muerte al huésped mediante dos mecanismos: la producción de toxinas o bien mediante la producción de enzimas degradadoras de pared celular. En cualquier caso, esto conduce a la muerte de la célula. Los patógenos más comunes en trigo con estas características son Mancha amarilla (anamorfo Drechslera tritici repentis teleomorfo Pyrenophora tritici repentis), Mancha foliar o Septoriosis (anamorfo Zymosetoria tritici teleomorfo Mycosphaerella graminícola), Septoria de nudo o de la gluma (anamorfo Parastagonospora nodorum teleomorfo Phaeosphaeria nodorum), Mancha marrón (anamorfo Bipolaris sorokiniana teleomorfo Cochcliobolus sativus), Mancha por Alternaria (Alteraria spp.). Todos ellos, a excepción de Zymoseptoria tritici (hasta ahora no comprobado), son hongos hospedantes de la semilla de trigo que pue-
den resultar visibles o no (portados en forma sistémica). En los casos de Alternaria spp y Bipolaris sorokiniana, se alojan en el interior de los granos en forma de micelio (penetración sub-epidérmica), haciéndose visibles y causando el daño conocido como escudete negro. Mientras que otros patógenos comprendidos dentro del complejo “hongos de almacenamiento”, se encuentran sobre la superficie de los granos. Es el caso de Aspergillus spp., Penicillium spp. Cladosporium spp., Rhizopus spp. cuya incidencia suele ser muy importante y sus daños sobre la semilla pueden estar asociados con la pérdida de poder germinativo y afectan finalmente la emergencia. Otro grupo de patógenos que causan podredumbres de semilla y raíces, reducción del desarrollo normal de plantas adultas y muerte de plántulas, comprende a los géneros Fusarium spp. (el más común es anamorfo Fusarium graminearum teleomorfo Giberella zeae), Alternaria spp., Bipolaris sorokiniana, y hongos del género oomice-
Los patógenos de semilla que causan daños en las espigas son los carbones (orden ustilaginales). El Carbón hediondo o cubierto “caries” (Tilletia laevis y Tilletia tritici) correspondiente al género Tilletia, produce disminución en el rendimiento de granos y transfieren mal olor a la harina. Sus teliosporas (esporas de carbones) son de resistencia y persisten en el grano y/o suelo seco. El carbón volador del trigo (Ustilgo tritici) es producido por el hongo del género Ustilago. La liberación pasiva de las teliosporas de Ustilago tritici que causan infección en el hospedante, coincide con la floración de las plantas sanas del trigo. De este modo, el hongo alcanza a localizarse en el embrión y permanecer como micelio durmiente dentro de la semilla. PRINCIPIOS ACTIVOS PARA EL CONTROL DE HONGOS DE LA SEMILLA Y DEL SUELO El control químico de hongos patógenos asociados a la semilla o de hongos de suelo, es una práctica usual y muy recomendable ya que permite partir con un cultivo sano al eliminar patógenos de la semilla y asegurar así un buen stand de plantas. Existen muchos principios activos con características distintas en cuanto a sus es-
pecificidades de control y modos de acción. Esto posibilita que ciertos patógenos sean más fáciles de controlar que otros. Existen fungicidas de tipo sistémico y no sistémicos o de contacto. Los fungicidas sistémicos no se absorben dentro de la semilla cuando la semilla es tratada, pero sí cuando el proceso de germinación comenzó. Los primeros tegumentos absorben el producto y el fungicida se dispersa por toda esa pequeña plántula controlando los patógenos. Por esto los fungicidas sistémicos ofrecen mayor período de protección a la plántula además de tener una mayor especificidad. Los fungicidas de contacto tampoco se absorben dentro de la semilla y quedan solamente en la superficie, ejerciendo su acción de control sobre aquellos patógenos allí presentes. Para ambos casos, una parte del fungicida queda en las inmediaciones de la semilla y controla los patógenos que habitan en el suelo. Por todo lo dicho, no es lo mismo usar cualquier curasemillas. Hay patógenos que pueden causar enfermedades en los primeros estadios de crecimiento del cultivo, como Fusarium spp., Pietín, y aquellos que integran el Complejo de hongos de suelo (Rhizoctonia, Pythium, Phytophthora, etc.). También hay otros que por estar alojados dentro en la semilla (Drechslera tritici repentis y Bipolaris sorokiniana) también pueden originar enfermedad desde estadíos tempranos. Finalmente existen otros
patógenos que afectan la producción de semillas cuando la planta ya está en estado reproductivo, como las caries o los carbones, que se contagian en estadíos tempranos, iniciada la germinación. El estado sanitario de un lote de semillas se determina mediante distintas pruebas de sanidad: Identificación visual, Técnicas de papel de Filtro (Blotter) y Técnicas de Medios de Cultivo. El análisis sanitario permite establecer la presencia de géneros y especies de hongos, bacterias y virus patógenos, y constituye una herramienta eficaz para decidir principios activos y formulaciones adecuadas para su control. En las formulaciones de curasemillas están presentes distintos principios activos, solos o combinados con otros. La combinación de principios activos además de lograr especificidad, permite aumentar el espectro de control de hongos patógenos a través de distintos modos de acción (sistémicos o de contacto), actuando sobre distintos sitios u objetivos blanco en el patógeno. En la Tabla 1, se presenta una breve descripción de los sitios de acción sobre los que actúan los principales grupos de fungicidas recomendados en el control de patógenos que afectan a la semilla, plántulas y plantas en estadíos tempranos en el trigo.
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tes (protistas filamentosos”pseudohongos”) que provocan Damping off (Pythium spp. y Phytophtora spp.). La mayoría de estos patógenos son habitantes comunes del suelo que sobreviven mediante estructuras de resistencia: esclerocios (masa compacta de micelio), clamidosporas (esporas de paredes gruesas) o conidios (esporas asexuales). Lo hacen en reposo en el suelo o en restos culturales, en espera de cultivos y condiciones favorables para atacar. Entre los patógenos causales de podredumbres de raíces de plantas adultas se mencionan Rhizoctonia spp., sola o asociada a Fusarium graminearum, que puede producir muerte en rodales y Gaeumannomyces graminisvar. tritici, causante de la enfermedad que se conoce como pietín o mal de pie.
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• PLAGAS •
Modo de acción
Nombre del grupo
Grupo químico
Principio activo
Acción de control
Inhibidores de la síntesis de ácido nucleico
Fenilamidas (PA) 1
acilalanina
Metalaxil, Metalaxil - M
sistémico
Dictiocarbamatos
Thiram
contacto
Metil bencimidazol 2
Bencimidazoles
Carbendazim
sistémico
Carbamatos (MBC)
Tiofanatos
Metilitiofanatos
sistémico
Carboxinas
Carboxin
sistémico
-
Fluoxastrobin, Fluoxapiroxad
translaminar / locositémico
Estrobilurinas (Qol) 4
-
Azoxistrobina, Sedaxane ©
sistémico
Dicarboximidas - Imidazol 5
-
Iprodione*
sistémico / translaminar
Triazoles
Diniconazole, Tebuconazole, Difenoconazole, Triticonazole, Flutriafol
sistémico
Triazolinonas
Prothioconazole
sistémico
Imidazoles
Imazalil
sistémico
Benzodiozoles
Fludioxonil
contacto
Multisitio Inhibidores de la mitosis y división celular
Carboxamidas 3 Inhibidores de la respiración
Inhibidores de la biosíntesis de ergosterol
Traducción de señales
Inhibidores de la biosíntesis de esteroles clase I (IBS) 6
Fenilpirroles (PP) 7
Tabla 1 Sitios de acción, principales grupos fungicidas, principios activos y modos de acción. REFERENCIAS *también con modo de acción de inhibición de la biosíntesis de ergosterol Sitios de acción: 1 RNA polimerasa I 2 mitosis : ensamblaje de la ß-tubulina 3 Complejo II en la respiración (succinatodeshidrogenasa)
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4 Complejo III de respiración: ubiquinol oxidasa, sitio Qol
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(Inhibidores de la Quinasa o) 5 NADH reductasa citocromo C en la peroxidación de lípidos 6 C14-demetilación en la biosíntesis de esteroles. 7 Proteína MAP quinasa en traducción de señal osmótica.
Existen terápicos de semilla que además de aportar control frente a hongos patógenos, vienen formulados en combinación con insecticidas que ejercen control sobre insectos de suelo (orden coleóptero) e insectos succionadores, como algunas especies de áfidos (orden hemíptero). Los insecticidas más empleados en estas formulaciones son imidacloprid y tiametoxam, ambos del grupo químico neonicotinoides. ALGUNAS RECOMENDACIONES
• Contar con análisis de sanidad y cali-
dad de la semilla, permite conocer qué patógenos están presentes y en qué proporción.
• Conocer los antecedentes del lote (problemas con hongos e insectos de suelo, secuencia de cultivos, etc.), es información útil para la elección correcta del curasemilla.
• El tratamiento de la semilla debe con-
siderarse como una medida de control dentro de un planteo de manejo integrado de enfermedades.
• Se recomienda usar curasemillas de amplio espectro de control de patógenos.
• Se debe conocer y aplicar las dosis correctas atendiendo la condición de sanidad de la semilla y del lote en que se implantará el cultivo
pios activos asegura mayor eficacia de control y disminuye el riesgo de generación de resistencia.
• El correcto curado de la semilla (óptima
cubrición) es condición esencial para lograr la mayor eficacia de control de patógenos.
• Es de vital importancia la correcta utilización de un buen curasemilla en campañas caracterizadas por un porcentaje de humedad elevado en el suelo.
• Algunas combinaciones de principios
activos ejercen control efectivo sobre royas cuando se presentan de manera anticipada.
Finalmente, el curado de la semilla antes de la siembra es el primer paso para obte-
ner una buena condición de plantas en el cultivo que se va a implantar. Esto permite eliminar los patógenos sobre o dentro de la semilla, eliminando o reduciendo la fuente de inóculo primaria o inicial, y tam-
bién previene las posibles enfermedades causadas por patógenos de suelo. De esta manera, se asegurará una correcta germinación e implantación del cultivo.
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA • www.guiafitos.com/content/clasificacion-de-fungicidas-según-modo-de-acción • www.fca.uner.edu.ar/files/academica/deptos/catedras • http://exa.unne.edu.ar/biologia/fisiologia.vegetal/Metodos%20de%20analisis%20 de%20semillas.pdf • Gilchrist-Saavedra, L., G. Fuentes-Dávila, C. Martínez-Cano, R.M. López-Atilano, E.Duveiller, R.P. Singh, M. Henry e I. García A. 2005. Guía práctica para la identificación de algunas enfermedades de trigo y cebada. Segunda edición. México, D.F.: CIMMYT. • http://www.calister.com.uy/wp-content/uploads/2019/04/RevistaINIA019n6-p57-61.pdf
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• El uso de formulados mezcla de princi-
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• PLAGAS •
Monitoreo de pulgones en el cultivo de trigo En la región pampeana el trigo es afectado fundamentalmente por cuatro especies de pulgones: verde, amarillo, de la espiga y negro. Algunas características y recomendaciones para un correcto monitoreo.
Por: Dra. Ing. Agr. Saluso, A. Entomología. INTA EEA Paraná.
En el cultivo de trigo se registran varios grupos de invertebrados, con diversas funciones en la trama trófica. Dentro de ellos, los pulgones ocupan un lugar relevante por su capacidad para producir daño en distintos órganos de la planta y en diferentes etapas de su fenología. Estos insectos presentan tamaño reducido (1 y 4 mm), apariencia delicada, vida efímera y alta tasa de reproducción. Poseen un aparato bucal suctopicador, lo que les permite succionar
NOS ACOMPAÑAN
los jugos vegetales en grandes cantidades. Además, durante su alimentación incorporan saliva tóxica originando manchas locales, clorosis, marchitamientos, deformación de órganos y muerte de tejidos. A estos daños directos, se le suman los indirectos debido a que algunas especies de áfidos pueden ser vectores de enfermedades tales como el virus del enanismo amarillo de la cebada y del mosaico del pepino. En la región pampeana, los pulgones más frecuentes en trigo son: “pulgón verde de los cereales” (Schizaphis graminum), “pulgón amarillo del trigo” (Metopolophium dirhodum) y “pulgón de la espiga del trigo” (Sitobion avenae). Asimismo, quizás como consecuencia de cambios en el sistema productivo, se identificaron nuevas especies como Sipha maydis “pulgón negro de las gramíneas”. Las precipitaciones abundantes condicionan el desarrollo de colonias de algunas especies de pulgones, no solo por su efec-
Para los pulgones no hay una metodología de monitoreo estandarizada, por lo que se propone revisar como mínimo 30 plantas al azar. En estado vegetativo, se debe observar la presencia de pulgones sobre ambas caras de las hojas y contabilizar el número de ellos. En reproductivo, se recomienda observar las espigas y detectar presencia y abundancia de áfidos. En la Tabla 1, se presentan los niveles de acción establecidos para tres especies de pulgones.
Tabla 1 Niveles de acción para las especies de pulgones asociadas al cultivo de trigo.
Especie de insecto
Estado fenológico
Nivel de decisión
Desde emergencia a 15 días 3-5 pulgones/planta “Pulgón verde”
“Pulgón amarillo”
Posterior a los 15 días
15 pulgones/planta
Macollaje
10 pulgones/planta
Encañazón
15-20 pulgones/planta
Hoja bandera y espigazón
40-50 pulgones/planta
Espigazón y floración
5 pulgones/espiga
Grano acuoso
20-30 pulgones/espiga
“Pulgón de la espiga”
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to físico sino también por crear un ambiente favorable para la proliferación de enfermedades fúngicas.
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• PLAGAS •
Momentos de ocurrencia y principales características morfológicas de los pulgones en el cultivo de trigo
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Pulgón verde Cuerpo verde pálido con una línea en el dorso verde oscuro. Antenas oscuras, no llegan a la altura de los sifones. Estos son claros y con ápice negro. Cauda del mismo color que el cuerpo. Se ubica en el envés de las hojas.
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Pulgón negro Cuerpo castaño oscuro a negro brillante, cubierto de pelos. Las antenas son cortas. Sifones muy reducidos, casi imperceptibles. Se ubica en el haz de las hojas basales, en la zona axilar. También en hoja bandera y en tallos.
Pulgón amarillo Cuerpo amarillo verdoso, con una franja dorsal más oscura. Antenas verdosas y largas, sobrepasan la base de los sifones. Estos últimos y la cauda presentan la misma coloración del cuerpo. Se ubica en el envés de las hojas inferiores.
Pulgón de la espiga La forma clara es verde amarillento y la oscura es rojiza opaca. Las antenas son oscuras y sobrepasan la base de los sifones. Estos últimos son negros y la cauda es del mismo color del cuerpo. Se ubica generalmente en las espigas.
En el manejo de los pulgones en el cultivo de trigo, es fundamental tener en cuenta que los mismos se encuentran regulados por numerosos enemigos naturales, entre ellos, entomopatógenos, vaquitas predadoras y avispitas parasitoides.
MRI QUIERE DECIR: MANEJO DE RESISTENCIA DE INSECTOS
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• AMBIENTE Y SOCIEDAD •
COVID-19 y los sistemas agroalimentarios: visión desde el cambio climático, la innovación y la bioeconomía Conociendo la mirada del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) sobre esta temática
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Por: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)*
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“Los aprendizajes en torno a la respuesta al cambio climático, los enfoques de innovación y los acercamientos de la bioeconomía en la región, nos dejan algunas pistas inspiradoras por donde seguir explorando nuestras acciones futuras”.
La pandemia ocasionada por la nueva enfermedad del coronavirus parece señalarnos que, para aumentar nuestra resiliencia, la humanidad necesita un planeta en óptimas condiciones y que, más que nunca, es hora de actuar. Para ello no solo es clave entender las causas y los efectos de la pandemia, sino también recuperar lecciones de otras crisis y desafíos así como las soluciones tomadas. Los aprendizajes en torno a la respuesta al cambio climático, los enfoques de innovación y los acercamientos de la bioeconomía en la región, nos dejan algunas pistas inspiradoras por donde seguir explorando nuestras acciones futuras.
el conversatorio ‘COVID-19: sistemas agroalimentarios y cambio climático’, que organizó Aapresid el pasado 28 de abril.
Por su parte, los diversos actores que trabajan en la producción agropecuaria toman cartas en el asunto y se perfilan como figuras sine qua non para la implementación de soluciones. Estas ideas quedaron claras en
La importancia de coordinar y actuar colectivamente: respuestas coordinadas a nivel global, regional, nacional y subnacional, basadas en altos niveles de confianza entre actores con foco en la
MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR La relación entre la crisis por el COVID-19 y la crisis por el cambio climático deja muchas lecciones, entre ellas: La importancia de la acción asertiva y temprana: medidas proactivas redundarán en mayor prevención de efectos e impactos negativos cuando se trata de aplanar curvas con menor costo social y económico.
La toma de decisiones basadas en la ciencia: existe gran acceso a la información que nos permite actuar, aún en un contexto de mucha incertidumbre. Por este motivo, será preciso generar fuertes apuestas a información que no sólo sea correcta, sino también oportuna. El cambio climático profundiza los impactos de pandemias como el coronavirus y viceversa (comorbilidad). En especial, se pueden mencionar dos ángulos relevantes: El impacto en el cambio climático: las acciones y compromisos a la fecha no son suficientes para solventar el desafío. Los compromisos actuales de cada país bajo el Acuerdo de París, en conjunto, nos llevarán a más de 3 ºC de aumento en la temperatura aún cuando la meta aspirada es de 1.5 ºC para evitar impactos más catastróficos (ver Climate Action Tracker). Se ha estimado que durante el presente año habrá una reducción de emisiones entre 3 y 5 %, pero como esa caída se atribuye a la ralentización de la economía mundial debido a la coyuntura actual y no a un cambio estructural en nuestro sistema socioeconómico, el aporte a la solución tiene poca significancia. De hecho, en crisis anteriores, como la financiera de 2008, hubo reducción de las emisiones por la disminución de la actividad económica, pero la recuperación económica posterior elevó las emisiones a niveles superiores a los anteriores a la crisis (Peters et al., 2011). El impacto en la voluntad para enfrentar el cambio climático: con el foco en la reactivación socioeconómica del mundo, ¿dónde quedará el cambio climático en la agenda? El año 2020 sigue
siendo un año clave para las negociaciones bajo la Convención Marco de las Naciones Unidades sobre el Cambio Climático. Cada país debe enviar una versión más ambiciosa de su plan de acción climática (contribución nacionalmente determinada), sustentado con el movimiento social masivo generado en los últimos años. Había un gran momentum para los cambios sustanciales. Queda aún por verse qué queda de eso luego de esta crisis. Hay 5 billones de dólares comprometidos mundialmente para la recuperación de la economía a raíz del impacto del COVID-19 (The Wall Street Journal). ¿Cómo vamos a invertir esos fondos y asegurar que el sector agropecuario realice dicha inversión aumentando la resiliencia, rebajando las emisiones y, por lo tanto, aumentando la eficiencia y competitividad del sector agroalimentario en el futuro? ¿Qué salvaguardas ambientales y sociales habrá? ¿Qué límites pondremos a esa inversión para llegar a donde queremos llegar en cuanto a una sociedad y economía baja en carbono y más resiliente al clima? El sector agroalimentario cobra una relevancia clave en la respuesta a estas preguntas. Para ello, hay que aprovechar la coyuntura –aún crítica- para fortalecer la eficiencia, la sustentabilidad, la resiliencia y la competitividad. Esto involucra necesariamente el compromiso de diferentes actores públicos y privados, un renovado énfasis en sistemas de innovación más robustos y en la aplicación de alternativas más holísticas e integrales, como las que se plantean con el modelo de la bioeconomía. “CUANDO LLEGA LA TORMENTA (…) ‘ALGUNOS’ CONSTRUYEN MOLINOS DE VIENTO” La mencionada necesidad de mejorar la eficiencia, sostenibilidad, resiliencia y competitividad del sector agroalimentario para
“En crisis anteriores, como la financiera de 2008, hubo reducción de las emisiones por la disminución de la actividad económica, pero la recuperación económica posterior elevó las emisiones a niveles superiores a los anteriores a la crisis”.
responder al cambio climático implica necesariamente reinventar y cambiar la forma en que hacemos las cosas, tanto en el campo como a lo largo de toda la cadena productiva. Esta introducción de cambios, indispensable para lograr una recuperación verde tras el COVID-19, es lo que conocemos como innovación. La pandemia, como cualquier crisis, es un disparador de procesos de innovación al igual que los disparadores usualmente considerados para la innovación en la agricultura (IICA 2019, French et al., 2014), como las nuevas tecnologías, cambios en mercados, presión de los recursos naturales o cambios sociales. La crisis destaca la necesidad de cambios y se constituye en un impulso para innovar. Es decir, se disparan transformaciones a varios niveles en los sistemas o ecosistemas de innovación. La pandemia, por tanto, con sus severos impactos en toda la estructura socio productiva, puede “aprovecharse” como un impulso para imaginar e implementar cambios profundos en el sector.
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protección de los más vulnerables, redundarán en decisiones de impacto en nuestros ámbitos más inmediatos. Cada uno está llamado a actuar con responsabilidad para sumar y fortalecer las acciones colectivas.
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• AMBIENTE Y SOCIEDAD •
“La pandemia ha puesto de relieve la importancia de la ciencia y la tecnología para enfrentar las crisis, pero ahora debemos abogar para que ese reconocimiento se traduzca también en un mayor apoyo a la ciencia y tecnología agropecuarias”.
Para que puedan darse procesos de innovación, se consideran necesarias una serie de capacidades, tanto técnicas como financieras. Aquí se destacan las capacidades “blandas”, como son el conocimiento sobre el contexto, la capacidad para construir colectivamente una visión del futuro y el camino para lograrlo. La pandemia puso de relieve la importancia de la ciencia y la tecnología para enfrentar las crisis, pero ahora debemos abogar para que ese reconocimiento se traduzca también en un mayor apoyo a la ciencia y tecnología agropecuarias. Además, para que ocurra la innovación, se requiere un “entorno habilitante”, es decir, políticas, institucionalidad, sistema educativo, etc., que permitan la innovación. Aprovechar estas oportunidades y desatar procesos de cambio innovadores para una nueva agricultura más resiliente, productiva e incluyente podría traducirse entonces en: Conocer el contexto en profundidad.
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Pensar prospectiva y colectivamente dónde queremos llegar.
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Desarrollar los mecanismos para poder construir un futuro de forma colectiva. Diseñar con mirada de futuro todo lo relacionado con el sistema agroalimentario.
Promover el desarrollo y fortalecimiento de las políticas públicas que refuercen la ciencia y tecnología en el sector, y habiliten que la innovación sea posible de una manera incluyente en todos los sentidos. UN MEDIO-AMBIENTE NO BASTA, LO NECESITAMOS COMPLETO ¿Dónde aparecen los lazos vinculantes entre cambio climático, innovación y bioeconomía? Hay una estrecha relación entre la salud humana y la salud ambiental, esta es una gran lección que nos recuerda el COVID-19. Renovar los compromisos para adaptar medidas y prácticas frente al cambio climático continúa siendo una prioridad para el sector agroalimentario. Innovar no sólo tecnológicamente, sino también en procesos y productos, será ingrediente fundamental para que la bioeconomía aterrice en sistemas productivos creativos, flexibles y con capacidad de transformarse para una reactivación socioeconómica responsable. La bioeconomía viene a sumar elementos para mirar con profundidad a las oportunidades que se abren para una recuperación frente a los efectos tanto del COVID-19 como del clima, y que no se comprometa aún más la sustentabilidad para generaciones futuras. El concepto de la bioeconomía redefine relaciones no sólo entre insumos y productos, sino también entre actores público-privados a nivel de territorios y sistemas productivos. Se trata del uso de recursos, procesos, tecnologías e incluso inteligencia biológica, para la producción de productos y servicios (IICA, FAO, CEPAL 2019). La transformación e innovación son inherentes a la creatividad y flexibilidad que requieren los procesos de aplicación y aprovechamiento de la bioeconomía en diversas cadenas de valor. En la práctica, hay muchos principios manejados por Aapresid, como la siembra directa, que vienen a ejemplificar la eco-intensificación productiva –uno de los senderos de
la bioeconomía- que permite sostener una productividad elevada sin generar efectos negativos sobre la sostenibilidad y el uso eficiente de los recursos naturales. Mediante la bioeconomía se proponen nuevas soluciones que ayudan a mitigar los efectos del cambio climático a través de la sustitución de productos petroquímicos por materiales de menor impacto de gases de efecto invernadero (GEI). Todo esto se da al mismo tiempo que se desarrollan nuevos negocios y tecnologías que potencian una economía sostenible y abogan por la circularidad en los procesos productivos (Carus, 2017), minimizando la generación de desperdicios. “(…) SI QUIERES LLEGAR LEJOS, VE ACOMPAÑADO” No hay dudas de que el momento de actuar frente a la crisis climática es ahora. Las tendencias son claras aunque la incertidumbre permanece. ¿Quién hace qué? ¿Cómo se articula la cooperación internacional para la recuperación socioeconómica post-COVID-19 para aportar a las soluciones y no al agravamiento del problema climático? No hay recetas, hay que explorar en el día a día las combinaciones y alternativas de solución. Hay una necesidad acuciante de adaptación y de contextualización para apoyar acciones con cable a tierra. Incluso un panel de 27 expertos de IPES-Food analizó la crisis y las posibles soluciones y concluyó destacando la necesidad de una transformación de los sistemas alimenta-
El concepto de la bioeconomía redefine relaciones no sólo entre insumos y productos, sino también entre actores público-privados a nivel de territorios y sistemas productivos.
No hay dudas de que el momento de actuar frente a la crisis climática es ahora.
rios que genere resiliencia a todos los niveles (CIRAD, 2020). El business as usual parece perder terreno y la invitación es a aprovechar esta oportunidad para salir de nuestras zonas de confort. Algunas certezas se reafirman. Para llegar más lejos, habrá que hacerlo de forma conjunta y organizados, con varios actores públicos y privados, no sin desconocer el camino y los aprendizajes de crisis pasadas y visualizando cuánto falta y cuánto se debe seguir trabajando. No hay tiempo que perder. El sector agroalimentario tiene un rol que jugar en los distintos países. La pandemia nos vuelve a recordar que los productores agropecuarios son parte
de la solución y que día a día su labor es determinante para trascender las épocas de crisis. Poner a disposición alimentos sanos para mejores economías, ambientes y calidades de vida, y hacerlo de forma incluyente y sustentable, es una acción de la que los muchos actores/as del sector agropecuario somos responsables. En el siguiente vínculo se puede acceder al conversatorio completo: https://www. youtube.com/watch?v=Jd3HP3FSYD4 *SOBRE LOS AUTORES: Maria Beatriz “Pilu” Giraudo es Ingeniera Agrónoma. Actualmente es asesora del programa de cambio climático, recursos naturales y gestión de riesgos productivos del IICA y Presidenta Honoraria en AAPRESID. Kelly Witkowski es Máster en Recursos Naturales de la American University y en Relaciones Internacionales de la Universidad para la Paz (Costa Rica). Actualmente es Gerente del Programa de Cambio Climático y Recursos Naturales del IICA.
Viviana Palmieri es Ingeniera Agrónoma, con Maestría en Sistema de Producción de Cultivos del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanzas (CATIE). Actualmente es especialista Técnica en Innovación y Tecnología en Agricultura, y coordina el eje transversal Innovación y Tecnología del IICA. Gabriela Quiroga es Máster en Estudios Internacionales del Desarrollo de la Universidad de Ámsterdam, con una licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Uruguay. Actualmente es especialista Técnica en Innovación de la Agricultura Familiar e integra el equipo del Programa de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA.
La pandemia nos vuelve a recordar que los productores agropecuarios son parte de la solución y que día a día su labor es determinante para trascender las épocas de crisis.
Referencias bibliográficas • Carus, M. (2017). Bio-based economy and climate change. Important links, pitfalls and opportunities. FAO and nova-Institut, Germany. • CIRAD Press release Covid-19 | A crisis highlighting the need to transform food systems. Consultado el 21 de abril 2020. Disponible en: https:// www.cirad.fr/en/news/all-news-items/press-releases/2020/pandemic-coronavirus-threat-agriculture-food • French, J; Montiel, K; Palmieri, V. (2014). Posicionamiento institucional - la innovación en la agricultura: un proceso clave para el desarrollo sostenible (en línea). San José, 20p. Consultado 22 jun. 2019. Disponible en http://opackoha.iica.int/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=45. • IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura). (2019). Innovación y Tecnología (en línea). San José, Costa Rica, 20p. Consultado 4 nov. 2019. Disponible en http://opac.biblioteca.iica.int/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=39685.
• Peters, G; Marland, G; Le Quéré, C; Boden, T; Canadell, J; Raupach, M. (2011). Rapid growth in CO2 emissions after the 2008–2009 global financial crisis. Nature Climate Change. Consultado 07 may. 2020. Disponible en https://www.globalcarbonproject.org/global/pdf/pep/Peters_2011_ Budget2010.pdf • The Wall Street Journal. Consultado el 20 de abril 2020. Disponible en: https://www.wsj.com/articles/g-20-nations-pledge-5-trillion-to-spur-globaleconomic-recovery-from-coronavirus-11585258468
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• IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, Costa Rica); FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Italia); CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Chile). (2019). Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas. Bioeconomía: Potenciando el desarrollo sostenible de la agricultura y de los territorios rurales en América Latina y el Caribe. San José, Costa Rica, IICA.
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• INSTITUCIONAL •
Un encuentro virtual que reafirmó la importancia de estar juntos Nada detiene a las Regionales Aapresid que, en medio de un contexto difícil, llevaron adelante su encuentro anual de forma virtual. En esta nota te contamos todo lo que nos dejó este EAR virtual 2020.
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Agradecemos a estas empresas que nos acompañaron
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Como todos años, y ya como una tradición en Aapresid, el pasado 21 y 22 de Mayo se llevó adelante el Encuentro Anual de Regionales Aapresid. A pesar del contexto y la realidad que nos toca este año, el equipo de Regionales decidió fomentar la unión y el trabajo en conjunto, es por eso que el EAR de este año se realizó en formato virtual. Alejandro Petek, presidente de la institución, tuvo a su cargo la apertura del encuentro y remarcó que los tiempos de crisis, como el actual, son una oportunidad para pensar el rol de cada uno y poner a prueba nuestra actitud ante las dificultades. “Esto es válido también para las instituciones. Es la actitud de búsqueda de soluciones la que hace que el resultado finalmente llegue. La naturaleza Aapresid es ir para adelante. En un primer momen-
to, se propuso hacer frente a problemas del sistema de producción, como la erosión. Con el tiempo, entendimos que había cuestiones vinculadas a la sustentabilidad, no solo físicas, químicas o biológicas, sino humanas. Y acá todavía tenemos mucho que aprender. Es hora de repensar el rol de Aapresid dentro de la comunidad”, dijo. Petek destacó que la virtualidad ofrece oportunidades desafiantes y auspiciosas. “Nuestro reconocido y ya instaurado Congreso este año se hará en forma virtual. Esto permitirá llegar a más gente, tanto disertantes como asistentes. Apostamos por un Congreso que ofrezca un espacio para el intercambio del saber en el agro, fundamental para la producción, y con diversas miradas que permitan elaborar nuevos caminos y horizontes sustentables”, destacó.
Alejandro Petek, Presidente Aapresid, dió inicio al Encuentro Virtual de Regionales 2020.
EAR 2020
Este año, la mira del EAR estuvo puesta en el compromiso con la acción colectiva, hacia adentro y hacia afuera de la institución, y también en la motivación. “Qué nos motiva a actuar y cómo podemos potenciar nuestro valor. Esos serán los ejes del EAR 2020”, explicaron el director adjunto de Regionales, Hernán Dillon, y el gerente de Programa, Matías D’Ortona, antes de dar inicio al primer panel del encuentro.
EAR 2020
(debajo) Matias D'Ortona, Gerente del Programa Regionales Aapresid.
EAR 2020
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(arriba) Hernán Dillon, Director Adjunto del Programa Regionales Aapresid.
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• INSTITUCIONAL •
PONIENDO EN VALOR AAPRESID: EXPERIENCIAS DE SOCIOS
EAR 2020
El primer panel abordó experiencias de socios regionales. Santiago Guazzelli, quien contó desde su propia experiencia personal y de una manera muy emotiva, como el trabajo en equipo, el compromiso y la necesidad de salir adelante lo marcó desde su juventud. Muchos años después fue el mismo compromiso el que logró dar impulso en 2018 a conformar esta Regional (Tandilia). Fue con la ayuda del staff de Aapresid, de su ATR Javier y de algunos de sus miembros, pero sobre todo fue gracias al gran trabajo en equipo. EAR 2020
Hoy Tandilia es una regional abierta que reúne 51 miembros, sin restricciones en cantidad de personas ni profesión: “Además de ingenieros agrónomos, participan empleados de banco, un ingeniero industrial y un ingeniero electrónico, que se autodefine como contratista de agricultura de precisión”, confiesa. Esa pluralidad, reconoce Santiago, trajo buena sinergia en el grupo y abrió puertas en diferentes lugares: “Hacia afuera, trabajamos con el Concejo Deliberante y con intendentes impulsando Municipio Verde, y con los colegios llevando el mensaje de Aula Aapresid”. EAR 2020
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(de arriba hacia abajo)
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Poniendo en valor Aapresid. Santiago Guazzelli, Regional Tandilia. Mauro Rabozzi, Regional Villa María. Andres Garciarena, Regional 25 de Mayo.
Mauro Rabozzi, miembro de la Regional Villa María y coordinador del Nodo Oeste, explicó el rol de las crisis como oportunidades de innovación y de la acción colectiva como herramienta para llevar una idea a buen puerto. “Los grandes cambios ocurren de forma caótica, como el Big Bang. El Big Bang de la Regional Villa María fue en 2016. Habíamos logrado conformar un grupo, pero no teníamos un norte claro”, recordó. Los informes técnicos fueron clave para definir objetivos. “Al principio todo iba bárbaro, pero los buenos informes necesitan de buenos datos e información precisa, y esto depende del aporte y compromiso de todos. Nosotros teníamos dificultades con la recopilación de información. Entonces decidimos crear un grupo de WhatsApp y resultó ser una solución ágil e innovadora, que nos ayuda en la elaboración de cada informe”, contó. Los distintos reportes técnicos les sirven para diferentes objetivos de trabajo y también para relacionarse. Hoy la acción colectiva va más allá de lo técnico y se extiende a la comunidad con el programa CUCURVITA (por Curcuvitaceas), que lleva alimentos a comedores escolares. “Después de una no muy buena experiencia con nuestra primera chocleada solidaria, que por el clima se nos hizo muy difícil la recolección, pensamos en el zapallo cuya maduración es más lenta y
nos permitiría además ofrecer un gran alimento”, explicó. En línea con el lema de Sistema Chacras, que es “aprender produciendo”, la innovación ante la crisis surge de repensar la forma en que vemos las cosas. Ante las malezas resistentes, la Chacra Bandera nació como iniciativa colectiva para buscar nuevos enfoques, yendo más allá de las soluciones convencionales. Ante la degradación de los sistemas, la Chacra Pergamino adoptó una visión sistémica que le abrió las puertas a la biología de suelos, motor de buena parte de los procesos del agroecosistema. “Si pensamos todos juntos y salimos de la caja, encontramos nuevas formas de producir haciendo un mejor uso de nuestros recursos y siendo sustentables en el tiempo. No hay que abandonar ni retroceder, sino ajustar nuestras miras y reorientar nuestros objetivos”, cerró Mauro. La búsqueda de conocimiento por la siembra directa (SD) llevó a Andrés Garciarena (Regional 25 de Mayo), quien se encontraba cursando la carrera de ingeniera agronómica, a participar de las primeras UPA's de la Regional Bolivar. Invitado por un amigo cercano se sumaba a estas reuniones (UPA's) donde iniciaban a trabajar y a hablar del sistema de SD. “De ahí empecé a ir a los congresos. Cada congreso me abría la cabeza. Recuerdo uno en el que se habló de que había que darle de comer a las lombrices. En otro de los cultivos de servicios, una herramienta que iba en contra de lo que había aprendido en la facultad sobre la necesidad de barbechos largos, sin nada que consuma agua o nutrientes. Y en otro congreso aprendí la palabra desaprender, con todo lo que eso significa”, dijo. Aprovechando este impulso que le daban los congresos, Garciarena se juntó con
amigos y comenzaron a convocar gente para formar la regional. Fue así como en 2011 se fundó la Regional 25 de Mayo, conformada por una productora, un abogado, un Lic. en Economía Agraria, un veterinario y productores, lo que aseguraba una visión plural. Ese mismo año apareció la Rama Negra. “Siempre decimos que si no hubiésemos estado juntos, la Rama Negra nos hubiese pasado por encima. Y esto me recuerda lo que alguna vez dijo Alejandro Petek: el conocimiento que no se comparte es conocimiento que se pierde”, reafirmó. Los compromisos implican obligaciones, y en el caso de Garciarena, viajes a Rosario para asistir a reuniones de Comisión Directiva: “Me di cuenta de que en ese rol institucional, que nada tenía que ver con lo agronómico, aprendía de lo humano: a resolver problemas respetando la mirada de los otros, valorando el intercambio de ideas. Entré a Aapresid buscando conocimiento técnico, pero me dio mucho más. En cada viaje al oeste que hago, sé que cada 100 km hay algún socio amigo con el que puedo contar. Ese también es el valor de Aapresid”. Y agregó: “Uno le dedica mucho tiempo y esfuerzo a Aapresid, pero la institución siempre te retribuye con mucho más de lo que uno le da. El saldo sin dudas va a ser siempre positivo”.
Poniendo en valor Aapresid. Los Socios Regionales contaron en primera persona sus experiencias de vida, y como ello los llevo a la construcción y al trabajo en la Regional, y que experiencias te devuelve ser parte de Aapresid.
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En Tandilia están convencidos del trabajo en redes que promueve Aapresid, tanto con diferentes Chacras así como las universidades de Azul, de Tandil y de Balcarce. “Esta vinculación nos potencia y, si sumamos a cada socio, logramos generar un montón de información seria y confiable sobre diversos temas: cultivos de servicios, maíz de segunda, maíz temprano y tardío, manejo de crucíferas, resistencias cruzadas y modos de acción, resistencia de mancha amarilla, entre otros”, enumeró.
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• INSTITUCIONAL •
CAMPO LIMPIO: GESTIÓN INTEGRAL DE ENVASES VACÍOS Campo Limpio es una organización que canaliza el aporte de diferentes actores para recuperar, reciclar, reducir y reutilizar los envases vacíos de fitosanitarios, generando una economía circular para el cuidado del medioambiente. La coordinadora general de Campo Limpio, Nieves Pascuzzi, participó de este EAR 2020 y contó algunas de las acciones que están llevando adelante desde la organización. La salida de la Ley 27.279 en 2016, implementada en 2018, brindó un paraguas y un contexto de normas para el desarrollo del sistema de gestión de envases, y las empresas registrantes deciden hacerlo bajo Campo Limpio. “Buscamos representar a las compañías que producen productos fitosanitarios, y hoy ya son 100 las empresas adheridas”, contó. Entre los principales desafíos de la organización, se destacan: implementar un sistema de recuperación de envases vacíos que cubra todo el país; sumar a toda la comunidad agropecuaria a las diferentes acciones que llevan adelante; e impulsar un cambio de hábito en las personas para el cuidado del medioambiente.
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Son varios los principios rectores de la normativa actual para el manejo de envases vacíos, aunque uno de los más importantes es el de la responsabilidad extendida y compartida para todos los actores de la cadena.
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Los registrantes (industria) deberán operar un sistema de gestión, haciéndose responsable de la logística y destino final de los envases (reciclado o disposición) y elaborar e implementar programas de capacitación y concientización sobre manejo adecuado de envases vacíos de fitosanitarios. Por su parte, los comercializadores (distribuidores
y/o agronomías) deberán entregar toda la información referida al sistema de gestión al usuario y colaborar con el registrante en lo que respecta a la administración y gestión de los Centros de Almacenamiento Transitorios (CATs). Mientras que los usuarios (productores y/o aplicadores) garantizarán la realización de triple lavado o lavado a presión, la devolución del envase (a partir de la fecha de compra, tienen hasta un año), y la entrega obligatoria de todos los envases en los CATs. Según contó Nieves, al momento tienen sistemas operando en Buenos Aires, La Pampa y Salta, y tienen planes en proceso en las provincias de Corrientes y Entre Ríos. El plan de trabajo, incluye algunos elementos como análisis teórico técnico de la zona a cubrir y análisis de distribuidores, y de ahí surge una propuesta integral de CATs. Luego se plantea la logística y campaña, para llevar adelante el sistema de Campo Limpio. Este plan se comparte con diferentes cámaras, red de BPAs, entre otras instituciones, para ser evaluado por todos. “Una vez que esté el ok, se comienza con la implementación del sistema”, detalló. Al momento, lograron retirar 239 tn en 2019 y este año llevan recolectadas 211 tn. “Lamentablemente el parate por el COVID-19 limitó esta operatoria, pero según estimaciones, este número se hubiese multiplicado por 4”, afirmó Nieves. “Cuantas más provincias sumemos, más envases se recuperarán”, agregó.
MOTIVANDO EL CAMBIO: UNA MIRADA DESDE LA NEUROCIENCIA El último bloque del día estuvo a cargo del reconocido especialista en Neurociencia, Estanislao Bachrach, quien participó del EAR virtual de Aapresid con una charla sobre motivación para el cambio. Según el especialista, existen diferentes tipos de inteligencias: Inteligencia intelectual (IQ, por sus siglas en inglés), inteligencia emocional (EQ) e inteligencia espiritual (SQ). Sin embargo, una de las que suele dejarse afuera es la inteligencia de cambio (CQ), que es cuán inteligente somos para poder cambiar. “Al cambiar, se pueden lograr muchas más cosas”, afirmó. Para saber cambiar, Bachrach dijo que debemos plantearnos tres preguntas: “Primero, ¿somos conscientes de que el que tiene que cambiar es uno? Cuando uno quiere hacer algo distinto, el cambio arranca por uno. La segunda pregunta es, ¿quiero cambiar?. Si uno no tiene ganas de cambiar pero estamos obligados a hacerlo y nos empujan a eso, es posible el cambio pero es más complicado. Y la última pregunta es ¿sabemos cómo cambiar? Hay métodos, técnicas distintas. Yo les voy a hablar desde la neurociencia”, planteó al inicio de su charla. Para saber qué tan inteligente somos para cambiar, la neurociencia muestra que las personas funcionan bajo un modelo de iceberg (Figura 1). La performance se refiere a cómo nos va, qué resultado tienen nuestro comportamiento o forma de actuar. A su vez, nuestra forma de actuar tiene que ver con las emociones, con el cómo nos sentimos. “No le damos mucha atención al cómo nos sentimos, y cuando estamos mal, tristes o angustiados, solemos echar culpas al resto, a lo externo, y no pensamos en nosotros mismos”, señaló Bachrach.
Detrás de esas emociones están los pensamientos, es decir, la forma de interpretar la realidad. “Son los pensamientos, la forma que tenemos de interpretar día a día lo que sentimos. Con esto no quiero decir que están los pensamientos antes que las emociones, sino que ambas trabajan conjuntamente”, explicó.
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Estas etapas no son lineales, sino que pueden fluir en ambos sentidos. “Por tanto, una forma de cambiar nuestro comportamiento es cambiando nuestra forma de pensar: si pienso diferente, puedo sentir diferente, hacer diferente y tener mejores resultados o performance”, resumió. Pero, además, esta estrategia permite cambios a largo plazo. Según Bachrach, “cambiando nuestra forma de pensar y sentir es posible modificar la estructura anatómica del cerebro y el funcionamiento de las neuronas”.
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En este sentido, remarcó que nunca es tarde para cambiar la forma de pensar: “Siempre se puede hacer, no importa la edad, el momento de vida o crisis que se atraviese. Podés cambiar tu cerebro y cambiás vos”. Para lograr estos cambios, el autoconocimiento es clave. La neurociencia descubrió que las áreas del cerebro están relacionadas con la motivación. Según explicó, existen dos sistemas de motivación: Promoción y prevención. Lo que debemos hacer es conocer nuestra ‘actitud’ ante las cosas y saber qué nos motiva: si el desafío y el riesgo (Promoción) o el ‘no perder lo ganado’ (Prevención). También conocer nuestra mentalidad: si tendemos a no creer en que podemos cambiar y que esforzarnos no ayuda (mentalidad fija), o si tendemos a creer que es posible cambiar y aprender de los demás (mentalidad de crecimiento). “Como el cerebro no diferencia entre realidad y fantasía, es clave lo que le hagamos creer”, explicó. ¿Qué impacto tiene nuestra creencia a la hora de tomar una decisión?
Para poder mejorar, seguir aprendiendo y cambiar son necesarias tres cosas: creer que es posible el cambio, querer hacerlo y practicar. “Aquí es clave la motivación, y para mantenernos motivados, debemos hacer foco en el progreso que hicimos, el esfuerzo que le pusimos y entender el proceso para darnos cuenta que cosas cambiar”, agregó. Bachrach compartió algunos tips para facilitar el cambio. Lo primero que recomendó es potenciar la mentalidad de crecimiento: “Si tiendo a creer que no puedo cambiar, debo dejar de hablar de problemas y pensar en desafíos. Buscar cosas que podrías hacer distintas. ¿Qué hice bien? ¿Cómo aplicar lo que hice bien? ¿Con quién puedo hablar?”. Es posible cambiar la reacción ante las cosas si se cambian las emociones, es decir,
Foto (arriba) Estanislao Bachrach, especialista en Neurociencia. Figura 1 (debajo) Modelo del iceberg para representar nuestra experiencia cotidiana como personas, en la que diferentes capas ocultas y no ocultas se relacionan estrechamente.
los sentimientos que esas cosas generan. “Cuando el cerebro enfrenta un cambio, se siente amenazado, lo que dispara emociones poco placenteras: ansiedad, miedo, angustia. Esto retroalimenta un circuito negativo: peores pensamientos, malas decisiones y mala performance”, explicó.
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¿Qué podemos hacer en estos casos? “Puedo trabajar mi emoción, esa ansiedad o ese miedo, bajando la intensidad de esos sentimientos. De esta manera voy a poder pensar mejor, subiendo así la performance, bajando la incertidumbre y reduciendo la amenaza”, recomendó. Entre la gente de mayor edad, suele pensarse que es malo hablar de sentimientos y se les enseñó que es mejor ocultar. Sin embargo, según afirmó el especialista, está comprobado que es más sano expresar lo que uno siente, aunque esa emoción no sea placentera. Al respecto, otra herramienta que sugirió es etiquetar los sentimientos con palabras: enojo, miedo, angustia. Este es el primer paso para cambiar lo que se experimenta por nuevas sensaciones en el futuro: “Esta
situación me provoca miedo, la próxima vez que me pase trataré de visualizar coraje”, ejemplificó. Otra estrategia es no pensar en el pasado, aunque pensar en problemas siempre lleva al pasado. Aquí Bachrach advirtió: “Hay que obligarse a dejar la queja y buscar espacios en la semana para pensar en soluciones: identificando una situación y lo que se puede hacer diferente”. En ese camino, es clave reemplazar la pregunta ¿por qué?, por ¿qué tengo que hacer para…? “En vez de preguntarse ¿por qué vendo poco?, más vale pensar ¿qué puedo hacer para vender más?”, graficó. El feedback negativo baja nuestro potencial. Es bueno reconocer errores, pero no debe llevar más que algunos minutos. Mejor reconocer los aciertos propios y de los
demás. “Esto es clave para mantenerse motivado cuando las cosas no salen como esperamos, haciendo foco en el progreso que hicimos, el esfuerzo que le pusimos, sin dejar de analizar el proceso que nos llevó a ese resultado para saber si es el adecuado”, insistió. También ayuda recurrir a personas que nos reconozcan y valoren. Otra herramienta es anticipar nuestro camino emocional: ante un cambio es previsible sentir miedo. Anticiparse y prepararse, ayuda a que ese miedo se sienta menos. Por último, cada vez que se ponga en práctica esta estrategia para el cambio hay que recompensarse, sin importar el resultado. “El cerebro relaciona lo nuevo, en este caso el intento de cambio, con algo agradable, facilitado el proceso en el futuro”, concluyó.
THE WALL, ABRIENDO PUERTAS
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Liderada por Aula Aapresid, la segunda jornada del EAR virtual, que se llevó adelante el día 22 de Mayo, apuntó a la búsqueda de herramientas para traspasar las tranqueras y vincularnos con los demás.
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Luego de las palabras de apertura del director Adjunto del Programa Regionales, Hernán Dillon, tomó la palabra Pablo Guelperin, coordinador del Proyecto Aula Aapresid, iniciativa orientada a estrechar lazos entre el campo y la sociedad: “Estamos atravesando un momento distinto, pero atravesarlo juntos reconforta. En la primera jornada de este EAR, la idea fue mirar hacia adentro. Hoy proponemos mirar hacia afuera de la tranquera. Pensar en derribar las paredes que nos separan de la comunidad”. Pablo Guelperin, Regional Paraná. El futuro de aula, se contruye desde hoy.
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SALIR DE LA ZONA DE CONFORT Y ROMPER MUROS El primer panel se enfocó en compartir experiencias de vinculación con la comunidad y estuvo a cargo de tres socios regionales.
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Estíbaliz Cuesta es antropóloga y miembro de la Regional Rosario, y contó la experiencia de vinculación que llevan adelante desde la Regional, en la que toman a cada aula como equipo. “No vamos como un equipo, sino vamos como varios”, contó. Específicamente compartió el caso que vivieron con la Escuela Técnica Nuestra Señora de Fátima, ubicada en el barrio La Tablada de Rosario, a la que llevaron el proyecto Aula Aapresid: “¿Cómo fue que nos acercamos y cómo generamos el vínculo? Para lograrlo hay ciertas herramientas que no pueden faltar”, dijo. La primera es elegir un campo y hacer un recorte de la realidad que vamos a analizar. La segunda es abordar ese campo con mirada objetiva. Para entender cómo piensa el otro, lo primero que hay que hacer es entenderse a uno mismo, analizar la forma propia de ver esa realidad y la de ese otro al que deseamos acercarnos. “En este sentido es clave preguntarse ¿cómo son las personas con las que vamos a trabajar? ¿qué saben del agro? ¿les interesa? ¿Qué piensan de mí como actor del agro? ¿Qué me preguntarán?”, enumeró Estibaliz. La tercera clave que mencionó es evitar que los prejuicios nos ganen, que nos impidan ver y aprender. “Las emociones nos dicen que nos está pasando, pero hay que prestar atención a las emociones que transmitimos durante la comunicación con el otro, que suelen expresarse a través del cuerpo. En muchas ocasiones esa expresión corporal también se cuela y puede boicotear la comunicación”, advirtió. La última clave para entablar un vínculo que mencionó Estibaliz es encontrar cam-
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pos en común, problemáticas compartidas, unir sentidos comunes. “La cultura es el sentido común, por ende, cuando unimos este sentido, generamos cultura”, dijo. A su turno, Nicolás Bronzovich de la Regional Mar del Plata habló de la importancia de relativizar los prejuicios para entender otras realidades. Nicolás fue uno de los técnicos elegidos para liderar un proyecto internacional de desarrollo de la SD en Guinea, África. “Recuerdo que en Kankan el primer muro fue el idioma: 15 idiomas y dialectos locales diferentes. A eso se sumaron otros:
(de arriba hacia abajo) Estibaliz Cuesta, Regional Rosario. Nuestro ambiente social, miedo o parte. Nicolas Bronzovich, Regional Mar del Plata. Salir de la zona de confort para romper muros. Revitalizar los prejuicios para entender otras realidades.
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Alberto Balbarrey, Regional Tandilia, trabajo en red, eje del vínculo con la comunidad
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religiosos, culturales y vinculados a la concepción que se tiene de cosas fundamentales de la vida, como la familia”, contó. Es inevitable que esas diferencias dividan. Pero Nicolás estaba ahí para cumplir un objetivo, una tarea que se le había confiado. “Yo estaba en África en el marco internacional de Aapresid, para transmitir conocimiento y tecnología. Hubo que dejar de lado las diferencias y creo que una de las claves es la tenacidad. Ser porfiados para seguir conversando e intercambiando aún a pesar de las diferencias”, afirmó. A pesar de esas diferencias, nunca se perdió el diálogo y se siguió siempre con esa conversación, algo que destacó Nicolás. Por su parte, Alberto Balbarrey de la Regional Tandilia habló del trabajo en red como eje del vínculo con la comunidad: “Arrancamos trabajando con algunas escuelas rurales y terminamos armando una mesa de redes rurales, con universidades y otras instituciones”.
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Esto les abrió las puertas para acercarse a la comunidad mediante acciones concretas y mucho más profundas: acceso al agua, vacunas, salud, etc. Así, el vínculo no se buscó a través de una charla sino a partir de la escucha y la empatía y fue lo que dio paso a nuevas interacciones.
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Este vínculo les dejó muchas historias, como la emoción de una maestra a la que le consiguieron agua potable, chicos que quieren que los alcen para trabajar, el agradecimiento de cada director. “Hoy esa gente no nos ve con prejuicios, sino como
un aliado, como parte de esa misma comunidad. Esta red nos permitió vincularnos con todos ellos. Ese vínculo, nos hace ser parte de la comunidad y ser escuchados. La clave está en unirnos y trabajar en red para llegar mejor y más lejos”, cerró. EL FUTURO DE “AULA” SE CONSTRUYE DESDE HOY El segundo segmento de la mañana estuvo a cargo de Laura Lukasik, emprendedora de UPL, y David Wilson, fundador de Ceibo Digital, una consultora en estrategia y transformación digital. Mediante una activación en vivo con los asistentes, ambos panelistas junto a Pilar Viazzi y Daniel Pérez de Aapresid Joven apuntaron a pensar estrategias que permitan mejorar el Proyecto Aula Aapresid. La primera actividad invitaba a describir en palabras la percepción que tiene la sociedad respecto al agro, cómo nos sentimos ante estas opiniones y también cuáles son las palabras claves para construir vínculos y abrir puertas. Apertura, empatía, cercanía, comunicación, paciencia y diálogo, fueron algunas de las palabras “puente” que se propusieron.
También se destacó la importancia que los asistentes le dan al proyecto Aula Aapresid en el contexto actual (4.2 en una puntuación del 1 al 5). La interacción permitió además identificar a las escuelas, docentes y políticos como los primeros actores de la comunidad a abordar. Se destacaron algunos canales como Instagram, WhatsApp y YouTube como herramientas y canales digitales claves para llegar con Aula. Por último, muchos de los asistentes remarcaron la ‘capacitación’ como la primera barrera para involucrarse como “auleros”, seguida por las ‘herramientas digitales/gráficas/otras’ y ‘equipos’. Y entre las palabras que los asistentes eligieron para que se identifiquen al Aula, se destacan ‘sustentabilidad’, ‘empatía’, ‘encuentro’, ‘responsabilidad’, ‘amigos’, ‘compromiso’ y ‘futuro’. Sobre el tema digitalización y transformación digital, David Wilson habló de repensar el modelo de negocios. “Existen tres elementos que obligan a priorizar la transformación digital. Uno es el nuevo escenario competitivo que nos exige estar
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(de arriba hacia abajo) Aapresid Joven Daniel Pérez. Pilar Viazzi.
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oportunidades. Este contexto de pandemia y aislamiento, nos acercó aún más y la modalidad virtual nos permitió acercarnos a pesar de las distancias”, destacó.
Entre las tecnologías, mencionó al análisis de datos, la inteligencia artificial o machine learning, la automatización de procesos, internet de las cosas y el blockchain. “No se trata de tecnología versus humanidad, sino que son herramientas que permiten potenciar a la humanidad o a personas que lideran una organización”, afirmó. La fórmula del éxito de varias empresas digitales se basa en tecnología + datos. “Las
capacidades de digitales de estas empresas hacen foco en 5 aspectos: focalizan en el cliente y arman propuestas de valor segmentadas, dinámicas y de multicanalidad; operan simple, con pocos pasos, poco papel e inmediatez; automatizan procesos; tienen un estilo ágil y rápido basado en una cultura de probar y aprender; y por último, toman decisiones basadas en datos”, explicó. A su turno, Pilar Viazzi de Aapresid Joven, aseguró que espacios como Aula y Regionales permiten generar nuevos lazos y conexiones, generando desafíos constantemente. “Desde Aapresid Joven buscamos nuevas formas de ingresar al sector, ofreciendo
Por su parte, Daniel Pérez, también de Aapresid Joven, se hizo la pregunta de cómo ser aulero puede cambiarnos. “El verdadero cambio comienza por uno mismo. Cuando nosotros cambiamos, las relaciones cambian. Tenemos capacidad de potenciarnos con los demás”, destacó y agregó: “Se trata de cuestionar procedimientos, pensamientos y formas, ahí está la semilla del cambio”. Daniel también invitó a tener empatía, a aprender a sacarse la camiseta y a interpretar al que tenemos enfrente. “Tenemos que ser autocríticos y llegar a lugares que nos toca explorar”, afirmó.
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atentos a la competencia, otro son los consumidores y las nuevas demandas, y por último las nuevas tecnologías que permiten trabajar con mayor eficiencia y mejorar la experiencia con el cliente”, sostuvo.
Si bien reconoció que lo digital no reemplaza lo presencial, el conocimiento y las experiencias compartidas quizás sean la esencia de una agricultura sustentable. “Esta realidad virtual forma parte de nuestra normalidad a partir de hoy, pero todos queremos volver a trabajar juntos. Los jóvenes estamos esperando volver a juntarnos y seguir aprendiendo”, dijo.
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TRASCENDER LAS FRONTERAS Y TENDER PUENTES DE DIÁLOGO Lalo Creus es concejal en el partido de La Matanza, en el conurbano bonaerense, e integrante de diversas organizaciones sociales. Se trata de un partido donde el 50 % de la gente sufre irregularidades y precariedad. “Me crié en un barrio muy humilde. Estaba marcado por prejuicios con sectores como el agropecuario”, contó. Según Lalo la integración social es el camino. “Yo rompí mis prejuicios cuando me acerqué al sector, en el contexto de la crisis del campo en 2008. Esto me acercó a muchas personas con las que hoy tengo vínculos de amistad y que hoy colaboran con proyectos en La Matanza”, contó. También aprendió a mirar las cosas desde otra perspectiva. “Vi a las 12.000 hectáreas de La Matanza con un potencial productivo enorme, con gran capacidad de trabajo y de desarrollo de la bioeconomía. 3.000 has de soja en La matanza tienen rindes como los de Pergamino”, dijo.
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La interacción fue lo que le permitió ver todo esto. “Aquellos que buscamos la integración social, vamos contra la corriente. Es inevitable, no podemos hacernos los distraídos”, agregó. Lalo está convencido de que la principal grieta que nos afecta como país es el resentimiento social y es la que dificulta tener un proyecto común. “Estamos en el camino correcto que es el camino de la integración social, es un camino difícil, pero sumamente necesario”, cerró.
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Sonia Abadi es médica especialista en Innovación y Redes Humanas. Explicó que para construir redes humanas no basta con voluntad, sino que se necesitan habilidades transversales. “No se trata de saltar muros o romper muros, sino hay que permeabilizarlos para que esos muros se puedan atravesar”, dijo.
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Las redes humanas tienen lazos formales e informales. Los primeros son fuertes, predecibles y determinan cualidades como el orden, la coordinación, el esfuerzo, la confianza. Por ejemplo, este EAR fomenta lazos formales. Los segundos son débiles y azarosos y se tejen cuando nos vinculamos con personas diferentes, que tienen otras capacidades y virtudes. Estos lazos determinan cualidades como el dinamismo, la diversidad y la expansión. “Esta última capacidad, la de expansión, es clave para hacer crecer proyectos como Aula”, explicó Abadi. La conexión por fuera de las redes formales favorece además la innovación abierta y expansiva. “Innovar dentro de un equipo cerrado tiene limitaciones. Esto cambia cuando llega alguien de afuera, de otra disciplina. Por eso es clave sumar a la red a personas de distintas disciplinas y formas de pensar”, afirmó.
(de arriba hacia abajo) Trascender las fronteras para tender puentes de diálogo. Lalo Creus. Es integrante de agrupaciones sociales y actual concejal de la Matanza. Sonia Abadi. Es médica, psicoanalísta e investigadora en innovación y redes humanas.
En el fortalecimiento de redes humanas, las habilidades transversales son aspectos claves. Según explicó, hay tres tipos de personas que afectan a la red y se los llama polinizadores de las redes: por un lado están los ‘enterados’, que son personas dispuestas a compartir información. Cada vez que encuentran algo que ayuda a otro lo cuentan, lo comunican, lo mandan por mail, lo suben a redes sociales, y de esta manera generan vínculos. También están los ‘conectores’, que son personas que aman conectar a la gente, y por último están los ‘motivadores’, que son personas que le ponen entusiasmo a lo que hacen y esto lleva a que los demás quieren trabajar con ellas. “Estos aspectos son claves para crear redes expansivas e innovadoras. Son habilidades que las agencias de RRHH miran hoy con atención”, sostuvo. En este sentido, recomendó correrse de lo técnico y lo específico para cultivar relaciones con gente diversa: “Esto permite potenciar las ideas y las redes. Se trata de tener mentes y vocación colectiva, vínculos y mentes en red, para lograr resultados valiosos para nosotros y la comunidad”. Respecto a cómo crear valor en una red, sostuvo que se crea valor aportando conocimiento, recursos, ideas. “Cuanta más gente conecto, más tiempo y conocimiento invierto, más ayudo a la comunidad, y más me voy transformando en un polinizador”, cerró. FIN DE UNA GRAN JORNADA Pablo Guelperin dio cierre a esta gran jornada que reunió a más de 100 asistentes de manera virtual. “Esto demuestra lo útil y, sobre todo, afectuoso que fue este trabajo en conjunto. Los invito a ser creativos, a participar y a hacer un grupo cada vez más numeroso”, señaló y dejó abiertas las puertas para seguir creciendo.
YARA SE SUMÓ AL EAR 2020 CON INNOVACIONES PARA LA NUTRICIÓN DE CULTIVOS Y PRÁCTICAS SUSTENTABLES Fundada en 1905 con el fin de contribuir al desarrollo de soluciones ante la crisis producida por la falta de alimentos en Europa, Yara se transformó rápidamente en la primera empresa global de nutrición de cultivos. Con más de 17.000 empleados y operaciones en más de 60 países, la compañía noruega ha construido una trayectoria basada en fertilizantes que potencian rendimientos, brindan confiabilidad y son ambientalmente responsables. Yara continúa innovando en la actualidad, como lo reflejan sus soluciones nutricionales MásMaíz, CerealPlus y PuraCaña, que reúnen los conocimientos y las herramientas necesarias para incrementar la rentabilidad de los cultivos mediante prácticas respetuosas del medioambiente. Con ese compromiso, además de productos de alta calidad, sus investigadores han desarrollado diversas herramientas digitales para facilitar el diagnóstico, el monitoreo y la prescripción de nutrientes para asegurar una óptima nutrición durante todas las etapas del cultivo. La determinación de qué nutrientes aplicar, en qué partes del campo, con qué dosis y en qué momentos, se traduce en una fertilización de precisión que genera mayor productividad y rentabilidad, con
menor impacto ambiental. Como ejemplo de estas herramientas disponibles para los productores dentro de las soluciones nutricionales de Yara, se puede mencionar a la plataforma Atfarm, capaz de monitorear la biomasa del cultivo en base a imágenes satelitales y generar prescripciones de dosificación variable; al N-Tester, un dispositivo para determinar el nivel de necesidad de nitrógeno del cultivo; y al Sistema de Recomendaciones Nutricionales Yara, que brinda al productor un plan nutricional a medida, incluyendo qué nutrientes aplicar, en qué momento y con qué dosis. En la misma línea, cabe destacar el reciente lanzamiento de “Productores Para El Futuro”, un programa ambientalmente responsable que apunta a promover el reemplazo progresivo de fertilizantes convencionales por fuentes más amigables con el medioambiente, como los nitratos. Con soluciones integrales que incluyen fertilizantes a base de nitratos de eficiencia probada, herramientas tecnológicas de última generación que simplifican la toma de decisiones y el respaldo de la compañía líder mundial en fertilizantes minerales, la posibilidad de contar con cultivos sanos y productivos a partir de una nutrición balanceada está actualmente a disposición de todos los productores.
TERBYNE: LA HERRAMIENTA IDEAL PARA EL CONTROL DE RAMA NEGRA EN CEREALES DE INVIERNO, CULTIVOS DE SERVICIO Y LEGUMBRES Terbyne® es el novedoso herbicida residual desarrollado por Sipcam Argentina que este año amplía sus registros de uso. Fue lanzado al mercado en 2019 con registro en barbecho químico largo y pre-emergencia de maíz.
Desde la actual campaña 2020, Terbyne® cuenta con nuevos registros para utilizarse en cereales de invierno (trigo y cebada), cultivos de servicio (vicia, avena y centeno) y legumbres de invierno (arveja, garbanzo y lenteja).
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TERBYNE: LA HERRAMIENTA IDEAL PARA EL CONTROL DE RAMA NEGRA EN CEREALES DE INVIERNO, CULTIVOS DE SERVICIO Y LEGUMBRES (cont.) Terbyne® cuenta con la molécula Terbyx-H® y una exclusiva formulación sólida WG (gránulos dispersables en agua) con Tecnología Lixiv Technology Control®. Estas características hacen de Terbyne® una herramienta fundamental para un manejo integrado de malezas con casos de resistencias y para lograr una agricultura sostenible. Como Terbyx-H® se encuentra dentro del grupo de las clorotriazinas, Terbyne® ofrece un modo de acción para controlar malezas como Rama Negra, con casos de resistencia a inhibidores de ALS y como Yuyo Colorado, con casos de resistencia cruzada a ALS, hormonales y glifosato.
Respecto a sus nuevos registros de uso en cultivos invernales, hay una serie de recomendaciones a seguir para que la aplicación de Terbyne® y su eficacia de control sean exitosas. En los cultivos de trigo y cebada, avena y centeno se recomienda 1 kg/ha de Terbyne® hasta 10 días previos a la siembra. En vicia, la dosis recomendada es de 1-1,4 kg/ha hasta 10 días antes de la siembra. En legumbres se puede aplicar Terbyne® hasta 10 días pre-siembra o en pre-emergencia, según el cultivo. En pre-siembra de arveja, lenteja y garbanzo se recomienda 1-1,4 kg/ha y en pre-emergencia de garbanzo y/o arveja, 0,7-1 kg/ha.
Terbyne® también controla otras malezas difíciles como Parietaria, Ocucha y Cerraja. Además, la combinación de Terbyx-H® con la tecnología Lixiv Technology Control® le permiten penetrar el rastrojo, retenerse en el suelo y no lixiviar hacia las napas. De esta manera, se potencia su poder residual y se logra una agricultura sostenible.
Para todos los cultivos, es muy importante que la semilla esté cubierta por 4 cm de suelo y preferentemente 6 cm, para asegurar un nacimiento uniforme del cultivo y reducir riesgos de fitotoxicidad. En suelos con pH >8 no es recomendable aplicar dosis mayores a 1 kg/ha de Terbyne®. Por último, como todo herbicida de acción
pre-emergente, es necesario que llueva después de su aplicación. VENTAJAS • Máxima residualidad en el control de
rama negra (conyza spp.) y malezas invernales dentro dd ciclo del cultivo.
• Muy buena selectividad. • Único herbicida de la familia de las
triazlnas registrado en los cultivos de trigo y cebada en aplicaciones de pre-siembra (herramienta indispensable dentro de un programa de manejo de resistencia de malezas).
• Permite la siembra conjunta de vicia + avena y/o centeno.
• Versatilidad de uso insuperable: dada
su selectividad probada, luego de la aplicación de Terbyne® en lotes durante el periodo de barbecho permite la siembra de trigo, cebada, avena, vida, centeno, arveja, lenteja, garbanzo, soja, sorgo, maíz, algodón, girasol.
CORTEVA: RAMA NEGRA, LEJOS DE SER UN PROBLEMA SOLUCIONADO, NOS OBLIGA A REPENSAR NUEVAS ESTRATEGIAS DE CONTROL ANTE SU DINÁMICA DE RESISTENCIA Por: Ing. Agr. Rafael Frene (Proyectos Herbicidas para Cono Sur, Corteva Agriscience).
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Rama negra (Conyza sumatrensis) es una maleza presente hoy en prácticamente todos los campos agrícolas de nuestra pampa húmeda.
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Esta se ha convertido en una de las especies resistentes más importantes, no sólo por la dimensión del área que ocupa sino también por su capacidad competitiva, que llega a reducciones de hasta 50 % del rendimiento en el cultivo de soja. Y se suma la dificultad que representa para el productor, tanto en el manejo agronómico como en el costo por hectárea para su control. También presenta una sorprendente adaptación a la siembra directa. Es decir, encontró
un ambiente muy favorable en los sistemas agrícolas sin remoción de suelo, y su dispersión evolucionó bajo una alta presión de selección impuesta por el fuerte uso de glifosato. Como consecuencia de esto, las poblaciones actuales son altamente resistentes al herbicida glifosato y ocupan algo más de 10 millones de hectáreas de los fértiles campos de la pampa húmeda. Como maleza, rama negra es el nombre común de varias especies del género Conyza spp., aunque la especie ampliamente dominante en nuestros sistemas agrícolas de Argentina y Uruguay es Conyza sumatrensis. La dinámica de los sistemas agrícolas nos lleva a cambios permanentes y de eso no están exentas las malezas. En el caso de
rama negra, una vez instalada la dificultad de su control sobre poblaciones resistentes a glifosato, se generalizó la estrategia de control basada en otro grupo de herbicidas que actúan de modo diferente a este. Estos pertenecen a los denominado inhibidores de la enzima ALS. Estos herbicidas son muy eficaces en un principio, pero van perdiendo eficacia y hoy enfrentamos nuevamente el problema de su control debido a que la maleza desarrolló la capacidad de ser resistente no solo a glifosato, sino también a este otro grupo de herbicidas. Esta resistencia de una población a dos modos de acción diferentes se denomina resistencia múltiple. Esta nueva resistencia en rama negra ha tomado notoria visibilidad en la zona núcleo durante la actual campaña 2019/20. Numerosos campos que han
basado la estrategia de control en presiembra solo en herbicidas ALS llegaron a las etapas de llenado y maduración con importantes escapes. Esto fue muy evidente en el mes de febrero, cuando los cultivos exhibían plantas de Conyza a altas densidades. En busca de soluciones, se deben diseñar estrategias que aborden a la problemática en forma sustentable. Respecto a la problemática de resistencia de malezas, una de las formas de hacerlo es mediante la adopción de “programas de control”. Estos se basan en el uso alternado de mezclas de dos herbicidas que actúan en forma simultánea pero de modo diferente dentro de la planta. Son la herramienta clave que asegura la “sustentabilidad” de las tecnologías evitando procesos evolutivos de resistencia y la pérdida de las herramientas disponibles. Volviendo al desafío que hoy nuevamente nos impone la maleza rama negra, y su ca-
pacidad de seguir acumulando resistencia a diferentes grupos de herbicidas, Corteva está desarrollando nuevos productos basados en formulaciones que contienen dos herbicidas que actúan eficazmente y en forma simultánea sobre la maleza, pero que lo hacen en forma diferente dentro de la planta. Esta estrategia resulta clave para evitar la aparición de resistencia, dado que se evita que plantas individuales que podrían estar adquiriendo la habilidad de tolerar uno u otro herbicida, serán controladas por el otro y así no podrán transmitir dicha habilidad a la siguiente generación, es decir, no dejarán descendencia. Un ejemplo de estos nuevos productos es Pixxaro. Se basa en una formulación lista para usar de fluroxypyr 250 g ae/L + halauxifen-methyl 16.25 g ae/L. Si bien está clasificado dentro de los herbicidas auxínicos por su modo de acción, halauxifen-methyl (ArylexTM active) representa una nueva cla-
se química, Arylpicolinato. Estudios moleculares revelaron que Arylex exhibe una fuerte afinidad de unión por las proteínas AFB5, en lugar de TIR1, como lo hacen todos los demás herbicidas auxínicos. Esto revela que está asociado a un sitio de acción diferente en comparación con el resto de los herbicidas hormonales (Bell et al., 2015; Jeschke 2015; Napier 2016). Arylex demostró ser altamente activo en especies del género Conyza spp. Desde el punto de vista del manejo de la resistencia, el hallazgo descripto representa una enorme ventaja para las mezclas de herbicidas auxínicos que involucren Arylex. Este es el caso del concepto de Pixxaro, que al combinar Arylex + Fluroxypyr, otorga alta eficacia herbicida sobre Conyza sumatrensis y a su vez minimiza el riesgo de generar poblaciones resistentes al actuar simultáneamente sobre dos sitios de acción diferentes.
Medios Socios
BAENEGOCIOS HACIA UN CAPITALISMO NACIONAL
S I N
I N D U S T R I A
N O
H A Y
N A C I Ó N
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GRUPO
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¡La Rem Aapresid juega con nuevo equipo! Eugenia Niccia es la nueva gerente y Juan Cruz Tibaldi el nuevo miembro de equipo de la Rem de Aapresid.
Luego de 10 años liderando uno de los Programas emblema de la Institución, el Ing. Agr. Martín Marzetti deja su puesto como gerente de la Red de Manejo de Plagas (Rem) en busca de nuevos desafíos profesionales. Pero la Rem queda en buenas manos y la Ing. Agr. Eugenia Niccia toma la posta. Rosarina, egresada de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y con dos años de experiencia en el Programa, Eugenia asume como nueva gerente para liderar la cartera de proyectos de la Rem.
Para acompañarla, el Ing. Agr. Juan Cruz Tibaldi asume como miembro de equipo. También egresado de la UNR, Juan Cruz viene del sector privado donde trabajó asesorando a productores del centro-oeste santafesino. Oriundo de Sastre, plena pampa húmeda santafesina, el flamante miembro de la Rem creció en una familia de fuerte tradición agropecuaria. Es un amante de la actividad y estudioso de la naturaleza, pero siempre guarda algún tiempo para sus otras pasiones: el básquet, los viajes y sus amigos. Queremos agradecer la dedicación y el compromiso de Martín, quien dio vida a la Rem desde sus inicios, y augurarle lo mejor al nuevo equipo a cargo.
REM - RED DE MANEJO DE PLAGAS Las plagas que hoy atentan tu sistema son un problema que avanza en todas las zonas productivas. El principio de la solución es cambiar la actitud ante la situación y el manejo agronómico. Y en ese desafío, no estás solo. REM es la primera Red de Manejo de Plagas. Coordinada por Aapresid, suma a distintas instituciones técnicas, a los principales expertos en el área y cuenta con el apoyo de las principales empresas de tecnología fitosanitaria.
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Gráficos de emergencias de malezas https://www.aapresid.org.ar/rem-malezas/ emergencias
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Mapas de malezas https://www.aapresid.org.ar/rem-malezas/
Juan Cruz Tibaldi Miembro de equipo REM
¿QUERÉS SABER MÁS SOBRE LAS MALEZAS QUE ATENTAN TUS LOTES?
Alertas de resistencia de malezas https://www.aapresid.org.ar/rem/alertas/
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La chacra Suroeste de Chaco da sus primeros pasos En pleno NEA, el grupo se planteó el desafío de achicar la brecha de rendimientos, tanto de cultivos agrícolas como de pasturas, para revertir el deterioro y la consecuente pérdida de fertilidad de los suelos. ¿CÓMO SURGE LA CHACRA SUROESTE CHACO?
Miembros de la Chacra con miembros del INTA Las Breñas y la coordinación del Sistema Chacras de Aapresid, durante la firma de apertura de la Chacra.
La provincia de Chaco posee una vasta historia agrícola que data de más de 100 años, con la llegada de los primeros colonos provenientes de distintas partes de Italia que vieron un potencial productivo y la oportunidad de hacer agricultura en la
región. Como consecuencia de esta historia, se produjo un cambio en la dinámica de los ecosistemas chaqueños, lo que produjo un deterioro de los suelos y una pérdida en la productividad de los sistemas agrícolas ganaderos de la región. Ante este escenario, un grupo de quince productores y técnicos agrónomos se reúne con el INTA y con Aapresid para formar la Chacra Suroeste de Chaco, que también cuenta con el apoyo del Ministerio de Producción de la provincia. Esta Chacra se crea con el fin de desarrollar criterios para mejorar la capacidad productiva de los suelos de esta región chaqueña. La Chacra Suroeste de Chaco abarca un total de 1.112.700 has agrícolas ganaderas en la zona de influencia de Hermoso Campo (Dpto. Dos de Abril), General Pinedo (Dpto. 12 de Octubre), Charata (Dpto. Chacabuco), Mesón de Fierro (Dpto. Mayor Luis Jorge Fontana) y Campo Largo (Dpto. Independencia).
Brocha de rendimientos de cultivos y pasturas debido a un detrimiento en la salud del salud y el balance nutricional
Figura 1 Esquema de las principales problemáticas junto a los factores de contexto que dieron lugar al diagnóstico inicial de la Chacra Suroeste de Chaco.
Como punto de partida, se procedió a la búsqueda de antecedentes que permitieron identificar las problemáticas y factores de contexto que modelan la producción actual de los sistemas agropecuarios (Figura 1). Uno de los principales factores que limitan alcanzar niveles altos de rendimiento en la región es el agua. Esto se debe a dos componentes: la oferta hídrica y la variabilidad intra e interanual. La oferta hídrica se incrementa hacia fines del verano y principios del otoño, cuando el período de mayor demanda comienza a decrecer y la variabilidad intra e interanual dificulta la planificación de los sistemas debido a una alta incertidumbre (Gil et.al., 2019). Por este motivo, el ajuste de tecnologías se vuelve un factor clave para maximizar la producción de granos y pasturas y alcanzar márgenes brutos rentables. La actividad antrópica iniciada hace más de 100 años hizo que se incluyeran prácticas como la deforestación de bosques nativos, la labranza de los suelos, el monocultivo y la escasa reposición de nutrientes que favorecieron el deterioro de los suelos debido a una disminución de la actividad biológica y, por ende, del contenido de la materia orgánica y nutrientes, especialmente en el horizonte superficial del suelo. Como consecuencia de esto, también se formó una compactación superficial y subsuperficial, con la formación de estructuras masivas y laminares. Este punto está estrechamente relacionado al subsiguiente anegamiento de áreas en las que el agua encuentra dificultad para infiltrarse luego
Alta variabilidad climática Elevada evapotranspiración anual y altas temperaturas estivales Productores de escala mediapequeña Lejanía del puerto
Pérdida de estructura
Disminución del contenido de materia orgánica
Pérdida de nutrientes
Disminución de la actividad biológica
Insuficiente nivel de intensificación
Labranzas y tránsito
Escasa rotación de cultivos
Escasa nutrición del sistema
Suelos frágiles, de textura franco limosa (en general), con muchos años de agricultura y monocultivo Falta de infraestructura hidráulica a nivel regional
Brecha en el conocimiento agronómico Factores de contexto
Problema principal
Problemas secundarios
AUSPICIAN
PATROCINA
Figura 2 Arriba: crecimiento de raíces horizontales debido a la compactación de los suelos. Debajo: estructuras laminares presentes en los horizontes superficiales del suelo
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PUNTO DE PARTIDA
Deterioro de los suelos
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de intensas lluvias, lo que ocasiona encharcamientos y zonas inundadas (Figura 2). La escala productiva, los precios de los productos y la ubicación geográfica de la región también son parte de los factores de contexto que influyen en la productividad de estos sistemas. Sin embargo, estos factores son estáticos y no pueden ser modelados por los sistemas productivos. Es por esto que la clave para aumentar la productividad radica en modificar los factores al alcance del productor. Dicho en otras palabras, el desafío para esta Chacra es achicar la brecha de rendimientos, tanto de cultivos agrícolas como de pasturas, mediante el ajuste de conocimiento generado en otras regiones del país, para revertir el deterioro y la consecuente pérdida de fertilidad de los suelos. Además, es importante la identificación y adopción de nuevas tecnologías que puedan surgir durante el camino de la Chacra. ¿QUÉ OBJETIVOS TIENE LA CHACRA?
• Para dar respuestas a las problemáticas, se plantean los siguientes objetivos generales con sus respectivas líneas de acción:
• Revertir
el deterioro de los suelos mediante el aumento de la fertilidad a través del aporte de carbono total del suelo y la actividad biológica, para mejorar la estructura del suelo y su capacidad productiva.
• Mejorar
el balance nutricional y la respuesta productiva del cultivo.
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¿CUÁLES SON LAS LÍNEAS DE EXPERIMENTACIÓN DE LA CHACRA?
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Para lograr los objetivos planteados, la Chacra se propone las siguientes líneas de experimentación:
• Realizar una caracterización del ambiente (edafo-climática) para determinar las
ventanas de riesgo y oportunidad en la producción de alimentos en esta región. Esto permitirá, a su vez, incrementar la eficiencia de captura, utilización y transformación de recursos, generando un mayor aporte de carbono y nutrientes en el sistema.
• Intensificar
los sistemas agrícolas para aumentar la sustentabilidad. Mientras tanto, se mantiene un balance adecuado de carbono y nutrientes, se realiza un manejo integrado de malezas, se promueve la actividad biológica, se descompacta biológicamente el suelo y se aumenta la productividad del agua.
fertilización con productos de origen sintéticos, proponemos la incorporación de leguminosas en las rotaciones que, conjuntamente con el aporte de nitrógeno atmosférico al sistema, nos provean de servicios adicionales como control de malezas, aumento en la actividad biológica y mejora en la estructura de los suelos.
• Incorporación de pasturas en lotes con
sucesivos años de agricultura. Esta práctica puede traer múltiples beneficios a la hora de mejorar la salud del suelo. Por ejemplo, el tiempo de duración de una pastura permite no solo un aporte de carbono de manera ininterrumpida sino que además, la reducción en el tránsito de maquinaria y labores llevan a una estabilización en el sistema. Esto genera un mayor desarrollo de una microflora en el suelo que contribuye a mejorar la salud del suelo.
• Planteo
de estrategias en la fertilización de los cultivos presentes en las rotaciones. No sólo permiten mejorar los rendimientos en cada campaña sino que además contribuyen a la reposición del stock de nutrientes del suelo. Por este motivo, además de diseñar planteos de
REFERENCIAS Gil, R. C., Peralta G., Coronel J., Salomon, C., y Vidal, G. (2019). Eficiencia de uso del agua en ambientes semiáridos y sub-húmedos del Noroeste Argentino: un análisis comparativo de líneas de desarrollo en ambientes de Chaco, Formosa y Corrientes. El Cuarto Encuentro, XVIII Congreso Aapresid.
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Avances para una mejor interpretación de los análisis de suelo Un detalle de los avances logrados en la interpretación de los análisis de suelos para los principales nutrientes: nitrógeno, azufre, fósforo y zinc El diagnóstico de la fertilidad de suelos y recomendación de fertilización de cultivos contemplan diferentes etapas entre las que se destacan: 1) muestreo de suelo, 2) el análisis propiamente dicho y 3) la interpretación de los resultados (Barbazán y García, 2015). La primera de ellas resulta clave, dado que representa el primer paso dentro del proceso que lleva a la recomendación de fertilización. En los últimos años se observó que los errores en el muestreo de suelos son de 3 a 6 veces superiores a los errores durante el análisis de laboratorio. Por lo tanto, se deberían considerar para una correcta toma de la muestra de suelo: el momento y profundidad de muesPor: Wyngaard, N.1,2 y Reussi Calvo, N.1,2,3 1 Unidad Integrada INTA-FCA Balcarce. 2 CONICET. 3 FERTILAB, wyngaard.nicolas@inta.gob.ar nreussicalvo@laboratoriofertilab.com.ar
treo según el nutriente a cuantificar, el número de submuestras por muestra (de 25 a 50), los elementos utilizados para la extracción y el acondicionamiento de las muestras hasta su llegada al laboratorio (Carretero et al., 2016). La etapa de interpretación puede ser definida en términos generales como el proceso mediante el que se trata de encontrar un significado más amplio sobre información empírica recabada. Generalmente, para una mejor interpretación es necesario conocer el marco y/o contexto en el que se realiza la misma (ej: la zona, el ambiente, dinámica de nutrientes, etc.). En la actualidad, la mayoría de los métodos de diagnóstico de deficiencias de nutrientes basados en determinaciones de suelo contemplan la cuantificación de fracciones inorgánicas lábiles (para nutrientes móviles) o de índices que tratan de extraer una fracción proporcional de nutrientes semejante al que toman las raíces de las plantas (para nutrientes de baja movilidad) (Barbazán y García, 2015). Estos métodos en general
presentan moderada capacidad predictiva de la respuesta al agregado de los diferentes nutrientes. Por lo tanto, la investigación e inclusión de otros factores o formas de nutrientes a los modelos actuales de diagnóstico permitiría reducir su incertidumbre y mejorar la interpretación de los análisis de suelo debido a una mejor comprensión del contexto o marco. El objetivo de este trabajo es realizar una revisión resumida sobre los principales avances en la interpretación de los análisis de suelos que se han realizado en los últimos años para los principales nutrientes móviles (nitrógeno y azufre) y de baja movilidad (fósforo y Cinc) que limitan la producción de los cultivos extensivos en la región pampeana argentina. NITRÓGENO La metodología más difundida para el diagnóstico de nitrógeno (N) se basa en la determinación del contenido de N-nitrato en suelo previo a la siembra del cultivo
Figura 1 (arriba) Rendimiento de maíz en función de la disponibilidad de N (suelo + fertilizante) previo a la siembra del cultivo para la región pampeana argentina (Correndo et al., 2018). Figura 2 (debajo) . Relación entre el umbral de disponibilidad de N estimado y el potencial de rendimiento de maíz (t ha-1). La franja vertical gris representa el intervalo de confianza (95 %) de la curva de ajuste (Correndo et al., 2018).
(profundidad de 0-60 cm). Para el cultivo de maíz, Correndo et al. (2018) realizaron un meta-análisis sobre ensayos de fertilización nitrogenada que se hicieron en la región pampeana y determinaron una disponibilidad de N crítica en presiembra de 293 kg N ha-1 para rendimientos de 11 tn/ ha. No obstante, el ajuste del modelo fue solo del 18 % (Figura 1). Identificar y estudiar las variables que condicionan la respuesta a N permitirían generar modelos de diagnóstico más precisos que los actuales y, por ende, maximizar la eficiencia de uso del fertilizante aplicado.
de rendimiento (Figura 2). La separación de las poblaciones de datos en función del potencial de rendimiento del cultivo permitió incrementar la capacidad predictiva del método de diagnóstico desde un 18 hasta un 45 % según ambiente. Sobre el efecto de la textura del suelo, Correndo et al. (2018) informaron que el rendimiento del testigo resultó hasta un 83 % menor en suelos de la clase fina (>90 % de limo + arcilla) respecto a los de clase gruesa (promedio de 50 % de limo + arcilla). Por lo tanto, los suelos de clase textural fina, al expresar rendimientos sin N más bajos
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En los últimos años se han propuesto distintos umbrales de disponibilidad de N (suelo más fertilizante), que varían en función de diferentes factores entre los que se destacan: 1) el potencial de rendimiento, 2) la textura del suelo, 3) el potencial de mineralización del suelo y 4) el efecto del cultivo antecesor (Diez, 2017; Orcellet et al., 2017; Correndo et al., 2018). Trabajos recientes para maíz, determinaron que el umbral crítico de disponibilidad de N se da en función del potencial de rendimiento del cultivo. El umbral varió desde 133 kg N ha-1 para rendimientos máximos medios de 6.5 t ha-1, hasta 304 kg N ha-1 para rendimientos de 14.1 t ha-1 (Correndo et al., 2018). Esto representó un incremento medio de 22.6 kg N en el umbral por tonelada de maíz al cambiar de curva de potencial
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Figura 3 (arriba) Relación entre rendimiento de maíz y el nivel de N disponible para ensayos de diferente potencial de rendimiento segregado en tres categorías texturales de suelo (Correndo et al., 2018).
Rendimiento: 8.5 a 10.1 tn/ha
Figura 4 (debajo) .Rendimiento del testigo (0N) en función del test N-NO3- en presiembra (0-60cm) y nitrógeno incubado en anaerobiosis (Nan; 0-20cm) para maíz temprano en el norte de la región pampeana (Orcellet et al., 2017).
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que en otras texturas y potenciales similares, registraron un mayor potencial de respuesta al agregado de N (Figura 3). No obstante, dichos autores no observaron diferencias significativas en el umbral crítico entre clases texturales. Así, se observó que el umbral estaría determinado por el potencial de rendimiento independientemente de la textura. Mientras que la textura no afectaría al umbral pero sí la tasa de la respuesta ante cambios en la disponibilidad de N (Figuras 2 y 3).
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Como se mencionó, otro aspecto a considerar para mejorar la interpretación del análisis de suelo es considerar el aporte de N desde la fracción orgánica del suelo. En general, los métodos de diagnósticos basados en la determinación del contenido de N en presiembra no contemplan de manera directa el aporte de N por mineralización durante el ciclo del cultivo (pasaje de N en la materia orgánica a N disponible para el cultivo), el cual representa una fuente de N importante para los mismos (Reussi Calvo et al., 2018). A modo de ejemplo, el aporte de N por dicho proceso puede satisfacer hasta el 80% de la demanda de N de un cultivo de maíz en la región pampeana núcleo (Orcellet et al., 2017). Trabajos recientes han demostrado que el aporte de N por mineralización durante el ciclo del cultivo puede variar desde 22 hasta 232 kg N/ ha según zona, cultivo y fecha de siembra (Reussi Calvo et al., 2018). En los últimos años,
Rendimiento: 11.5 a 13.1 tn/ha
trabajos realizados para trigo y maíz, han demostrado que la incorporación del Nan (N-amonio liberado durante la incubación anaeróbica de una muestra de suelo) a los modelos tradicionales de diagnóstico mejora la estimación de las necesidades de nitrógeno. A modo de ejemplo, para el sudeste bonaerense y norte de la región pampeana se ha determinado incrementos en la capacidad predictiva del rendimiento de maíz por la incorporación del Nan del 29 y 46%, respectivamente (Orcellet et al., 2017) (Figura 4).
Los modelos de diagnóstico citados (N disponible en presiembra + Nan) no contemplan el N que pudo haber sido liberado o inmovilizado por los residuos del cultivo antecesor en estadios posteriores a seis hojas (V6) del maíz. Si bien se ha informado que el Nan es sensible a cambios en las prácticas de manejo y uso del suelo (Genovese et al., 2009), los resultados determinados por Diez (2012) indican que no habría un efecto del cultivo antecesor inmediato sobre el Nan determinado a la siembra del maíz y, por lo tanto, debería ser considerado al momento de definir la dosis de N. Diez (2017) determinó que la incorporación de la relación C/N de la materia seca del cultivo puente, por un lado, y el N acumulado en materia seca, por otro, mejoró la capacidad predictiva del rendimiento relativo del cultivo de maíz y por ende de la dosis de N. Estos resultados remarcan la importancia de considerar el
efecto del cultivo antecesor en los actuales modelos de diagnóstico de nitrógeno para cultivos extensivos. AZUFRE Los métodos de diagnóstico de azufre (S) basados en la determinación del contenido de S-sulfato (0-20 cm) en suelo en presiembra del cultivo han mostrado resultados contradictorios (Reussi Calvo et al., 2006; Pagani y Echeverría, 2011). Esta diferencia entre estudios se explica en parte por la variabilidad subsuperficial (> 20 cm) de S-sulfato entre sitios, que no es tenida en cuenta y que representa un compartimento muy importante para la nutrición de las plantas (San Martín y Echeverría 1995). Por lo tanto, algunos trabajos han planteado el empleo de la determinación S-sulfato a 0-60 cm de profundidad, aunque la capacidad predictiva también fue variable según caso (Prystupa et al., 2006; Pagani y Echeverría, 2011; Carciochi et al., 2016; Carciochi et al., 2018). Una posible explicación es que dicho método no contempla el aporte de S por mineralización desde la fracción orgánica durante el ciclo del cultivo (Camberato et al., 2012). Aproximadamente el 50% del S total incorporado a la biomasa aérea del cultivo
Figura 5 Nitrógeno absorbido por efecto del cultivo puente (Nfcp) en materia seca aérea de maíz al estadio R6 en distintos momentos de interrupción (temprano: 1/10 y tardío: 30/10). Las líneas verticales en cada barra indican error estándar observado de la media (Adaptado: Diez, 2017).
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Por último, el cultivo antecesor (sea cultivo puente o no) modifica la dinámica de N para el cultivo posterior en la rotación en función de la especie, relación carbono (C)/N de los residuos, tipo de suelo, temperatura, agua disponible, momento y método de incorporación, entre otros (Ranells y Wagger, 1996). Trabajos realizados en los últimos años en maíz reportaron aportes de N por efecto del cultivo antecesor que varían desde 30 hasta 100 kg N ha-1 según ambiente y cultivo en consideración (Figura 5) (Diez, 2017).
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Figura 6 (arriba) Relación entre el S mineralizado y el nitrógeno incubado en anaerobiosis (Nan) en el estrato de 0-20 cm (Wyngaard y Cabrera, 2015).
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Figura 7 (debajo) Relación entre la respuesta al agregado de S en maíz y el nitrógeno incubado en anaerobiosis (Nan) en el estrato de 0-20 cm (Carciochi et al., 2016). CI = intervalo de confianza. n: número de sitios.
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de maíz es absorbido luego de la floración (Ciampitti et al., 2013). Debido a las altas temperaturas que ocurren en la Región Pampeana en ese momento, se produce un incremento en la tasa de mineralización de S. Así, es esperable que el S proveniente de esta fuente cubra gran parte del total absorbido por el cultivo, y es por esto que debería ser tenido en cuenta con el fin de predecir con mayor exactitud el S disponible para las plantas. Trabajos realizados en EEUU, determinaron una estrecha asociación entre la mineralización de S y el Nan en el estrato de 0-20cm (Figura 6), por lo cual este último podría ser utilizado para el diagnóstico de S en los cultivos (Wyngaard y Cabrera, 2015). En línea con lo mencionado, en la región pampeana Carciochi et al. (2016) reportaron que el Nan explicó un 61% de la variación en la respuesta a la fertilización azufrada en maíz (Figura 6). Valores superiores a 54 mg kg-1 indicarían suficiente disponibilidad de S para el cultivo. Considerando el intervalo de confianza para el umbral de Nan (entre 40 y 69 mg kg-1) (Figura 7), se observó que tres de los cinco sitios con valores de Nan menores a 40 mg kg-1 respondieron a la fertilización azufrada, mientras que en todos los sitios con Nan superiores a 69 mg kg-1 no hubo respuesta a S. Este hecho muestra que el Nan es un buen indicador para predecir la respuesta a S en condiciones de campo. En consecuencia, el índice Nan podría ser potencialmente usado para predecir simultáneamente la disponibilidad de S y N en el cultivo de
maíz. No obstante, para el diagnóstico de azufre también deberían ser considerados el potencial aporte de S por parte del cultivo antecesor, la napa de agua, la tosca y/o el riego entre otras fuentes. FÓSFORO A diferencia de lo descripto para N y S, no todo el P inorgánico está disponible para los cultivos durante su ciclo de crecimiento. Por lo tanto, utilizar al contenido de
Figura 8 (arriba) Relación entre el P-Bray y el rendimiento relativo de maíz y soja (Mallarino, 1999). Figura 9 (debajo) . Relación entre el rendimiento relativo de maíz y el fósforo extractable Bray para suelos con diferente textura (n=377). Adaptado de Correndo et al. (2018).
P-fosfato del suelo como un indicador de la disponibilidad de P, de la misma manera que se utilizan N-nitrato y S-sulfato para N y S, respectivamente, resultaría en la sobreestimación de la disponibilidad de P. Por tal motivo, deben utilizarse otros índices de disponibilidad, siendo el más difundido en la región pampeana el propuesto por Bray y Kurtz (1945; P-Bray) (García et al., 2015). La fracción de P extraída por este extractante fue asociada a la respuesta de cultivos como maíz, trigo, soja y papa (Figura 8) (Mallarino et al., 1997; García et al., 2015; Correndo et al., 2018).
Respecto a la textura del suelo, los suelos con partículas finas tienen un umbral de P-Bray más bajo para cultivos como trigo, soja y maíz (Bell et al., 2013; Correndo et
al., 2018) (Figura 9). Dicho de otra manera, los cultivos presentan menor respuesta a la fertilización fosforada en suelos arcillosos que en arenosos. Esta tendencia puede deberse a dos factores: el potencial buffer de P del suelo y la materia orgánica. El potencial buffer del suelo se define como el cambio en la cantidad de P sorbido requerido por cambio unitario en la concentración de P en la solución. Para la calibración de análisis de suelo, el enfoque más comúnmente utilizado ignora los posibles efectos de la capacidad buffer de P del suelo sobre los niveles críticos (Moody et al., 2013). Por otra parte, los suelos de
textura fina presentan un mayor contenido de materia orgánica, que puede potencialmente mineralizarse liberando P disponible para las plantas, que tampoco es tenido en cuenta por los métodos de diagnóstico. A pesar de que hasta el 80 % del P total puede encontrarse en la fracción orgánica del suelo (Kellogg et al., 2006), no existen en la actualidad métodos que permitan estimar de manera simple y económica el potencial de mineralización de P. Un indicador recientemente propuesto de la capacidad del suelo para suministrar P
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Sin embargo, la asociación entre el rendimiento relativo de los cultivos y P-Bray suele ser baja (Correndo et al., 2018). Al igual que para N, el valor del umbral para P podría ser afectado por el potencial de rendimiento, la textura del suelo, el potencial de mineralización del suelo y el efecto del cultivo antecesor. En este sentido, Correndo et al. (2018) observaron que el potencial de rendimiento no afectó el nivel crítico para maíz. Esto es esperable para nutrientes poco móviles como el P, que llegan a la planta mediante difusión e intercepción radicular. Así, plantas con mayor rendimiento y exploración radicular tienen más acceso a P, lo que puede compensar la mayor demanda de este nutriente (Dodd y Mallarino, 2005).
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• SUELOS •
Figura 10 Relación entre el P total en la fracción particulada y A) el P absorbido por el maíz (Adaptado de Ciampitti et al., 2011), y B) el rendimiento relativo de la soja (Adaptado de Appelhans et al., 2016).
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durante el ciclo de los cultivos mediante el proceso de mineralización es el contenido de P en la fracción particulada del suelo (Ciampitti et al., 2011). Se conoce como fracción particulada a aquella con un tamaño de partícula superior a los 53 μm y se caracteriza por poseer alta respuesta al manejo y alta contribución en la dinámica de los nutrientes. Sin embargo, estudios recientes realizados en la región pampeana no observaron relación entre el P en la fracción gruesa y el rendimiento relativo de la soja (Appelhans et al., 2016) (Figura 10). Otra alternativa para estimar la mineralización de P sería utilizar el indicador Nan que, como fue previamente descripto, se empleó como un indicador de mineralización de S además de N. Sin embargo, esta alternativa no ha sido aún evaluada.
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Por último, otra variable que podría afectar el valor de los umbrales de P-Bray es el efecto del cultivo antecesor. Por ejemplo, se demostró que más del 40 % del P liberado durante la descomposición de los residuos de cultivos de servicio es recupe-
rado por el siguiente cultivo, con una eficiencia de absorción similar a la de los fertilizantes minerales (Maltais-Landry et al., 2015). En la región pampeana, Varela et al. (2014) determinaron que la liberación de P de cultivos de servicio previos a la siembra de soja hasta el periodo crítico de dicho cultivo fue de 4.5 kg/ha para avena, 4.7 kg/ ha para centeno y 1.7 kg/ha para raigrás en 2009/2010. En 2010/2011 la liberación de P desde los cultivos de servicio alcanzó valores de hasta 16.5 kg/ha, lo que representa un 68 % de la demanda de un cultivo de soja de 3 tn/ha. Es evidente que la contribución del cultivo antecesor es muy variable dependiendo del cultivo y de las condiciones climáticas durante la estación de crecimiento entre otros factores. Por este motivo, sería importante incorporar la contribución del P desde los residuos a los modelos de diagnóstico de fertilización fosforada. ZINC A diferencia de N, S y P, el cinc (Zn) es un micronutriente, es decir, un nutriente que las plantas necesitan para su crecimiento y desarrollo, pero en baja concentración. En la región pampeana, la disponibilidad de Zn en los suelos disminuyó entre un 40-70 % respecto de sus niveles iniciales (Sainz Rozas et al., 2013). En este contexto, algunos estudios muestran la respuesta en
rendimiento al agregado de este micronutriente en cultivos como trigo (Salvagiotti et al., 2012), maíz (Barbieri et al., 2017) y soja (Boga y Ramírez, 2014, Martínez Cuesta et al., 2016). En la actualidad, se utilizan dos tipos de extractantes para la determinación de la disponibilidad de Zn en suelo: DTPA o Mehlich-3. Ambos métodos pueden ser utilizados y sus resultados están relacionados (Figura 10; Martínez Cuesta, no publicado). Sin embargo, en algunos laboratorios se prioriza el uso del extractante Mehlich-3 porque permite extraer simultáneamente otros micronutrientes y macronutrientes como P, lo que representa una ventaja como método de rutina. Algunas variables que podrían afectar la respuesta de los cultivos a la fertilización con Zn son el potencial de rendimiento, la textura del suelo, su pH, contenido de P Bray, contenido de materia orgánica y el efecto del cultivo antecesor. Al igual que para otros nutrientes poco móviles, se ha demostrado que el potencial de rendimiento no afecta la respuesta del cultivo de maíz a la fertilización (Barbieri et al., 2017) (Figura 11). Recientemente, Barbieri et al. (2017) evaluaron desarrollar un modelo de diagnóstico que incluya no solamente el valor de
Figura 10 (arriba) Relación entre el Zn extraído en suelo con Mehlich 3 o DTPA. FIgura 11 (medio) Relación entre el rendimiento del testigo de maíz (sin fertilización con Zn) y la respuesta del cultivo a la fertilización (Adaptado de Barbieri et al., 2017). Puntos negros: sitios con respuesta a Zn; puntos blancos: sitios sin respuesta a Zn. Fgura 12 (debajo) Relación entre el rendimiento relativo de maíz (rendimiento del tratamiento fertilizado en comparación al no fertilizado con Zn) y la concentración de Zn DTPA en el suelo. Puntos negros: sitios con respuesta a Zn; puntos blancos: sitios sin respuesta a Zn.
Por último, el cultivo antecesor no tiene un efecto directo sobre la disponibilidad de Zn ya que la concentración de dicho nutriente en residuos es baja. Sin embargo, la historia de manejo de los cultivos puede afectar la disponibilidad de Zn. En suelos de Balcarce, Crespo (datos no publicados) demostró que la disponibilidad de Zn-DTPA en suelo para soja fue superior para lotes en los que se implantaron cultivos de servicio (2.08 ppm) de manera anual y durante un periodo de 9 años respecto a otros con monocultivo de soja (1.97 ppm). Esto se debería a una redistribución del Zn del suelo desde fracciones no disponibles a otras lábiles, asociadas al contenido de materia orgánica.
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disponibilidad de Zn determinado por extracción con DTPA, sino también otras variables del suelo que afectan la disponibilidad de este nutriente en maíz (P Bray, pH, materia orgánica). Como resultado, se observó que la capacidad predictiva del modelo mejoró sólo con la inclusión de la materia orgánica, aunque la mejora fue leve. En este mismo estudio, se pudieron definir 3 rangos de valores de Zn -DTPA (Figura 12) con diferente probabilidad de respuesta a la fertilización: < 0.87 ppm alta probabilidad, de 0.87 a 1.30 ppm probabilidad media, > 1.3 ppm baja probabilidad.
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• SUELOS •
CONCLUSIONES La interpretación de los análisis de suelo y, por lo tanto, el diagnóstico de la disponibilidad de nutrientes puede ser mejorado considerando, entre otros, los siguientes factores: 1) el potencial de rendimiento, 2) la textura del suelo, 3) el potencial de mineralización del suelo y 4) el efecto del cultivo antecesor.
• Para nutrientes móviles como N y S, el
mayor potencial de rendimiento resulta en una mayor respuesta a la fertiliza-
ción, a diferencia de lo observado en nutrientes poco móviles como P y Zn cuya respuesta no se asocia al potencial.
• En el caso de la textura, esta propiedad del suelo afecta el umbral de disponibilidad de P, pero no el de N.
• El aporte de nutrientes desde la fracción
orgánica del suelo (mineralización en suelo) debe ser considerado en el diagnóstico de fertilidad para N y S mediante
el empleo del índice Nan. Sin embargo, aún es necesario desarrollar índices que permitan predecir el aporte por mineralización de P.
• El
aporte por mineralización desde los residuos del cultivo antecesor deberían ser tenidos en cuenta en el diagnóstico de fertilización con N, S y P.
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• FERTILIZACIÓN •
La fertilización foliar busca ganar terreno en el campo argentino ¿Por qué y para qué sirve? ¿Cuándo se recomienda utilizarla? Algunas de las preguntas que se intentan responder en este artículo La fertilización foliar o la nutrición de las plantas a través de las hojas es un tema que se conoce desde hace más de cien años. Sin embargo, la técnica de fertilización foliar es mucho menos utilizada que la de aplicación de fertilizantes al suelo para ser absorbidos por las raíces. Esto, como muchas otras cosas, puede ser debido a un mayor desconocimiento de esta práctica.
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Una revisión bibliográfica en los buscadores de trabajos científicos como SCOPUS muestra que el tema “fertilización foliar” viene produciendo resultados crecientes. Hace 10 años se publicaban unos 100 trabajos por año, hace cinco unos 150 y actualmente más de 200 reportes o publicaciones científicas sobre el tema. La mayoría de los estudios se enfocan en los mecanis-
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Autor/es: Quintero, C. Fuente: Simposio de Fertilidad 2019 www.engormix.com
mos de absorción. El nutriente más estudiado es el nitrógeno (N), seguido del zinc (Zn), el boro (B) y el hierro (Fe). Los cereales son los cultivos más estudiados, pero existen muchos informes sobre otros cultivos, frutales y cítricos (Woogt et al., 2013). La aplicación foliar de nutrientes es una estrategia importante de manejo para maximizar los rendimientos de los cultivos que puede complementar la fertilización del suelo. Cuando los nutrientes se aplican a los suelos, son absorbidos por las raíces de las plantas y se trasladan a las partes aéreas. En caso de aplicación foliar, los nutrientes penetran en la cutícula de la hoja o los estomas y luego ingresan a las células. Por lo tanto, la respuesta del cultivo ocurre en poco tiempo en la aplicación foliar en comparación con la aplicación al suelo (Fageria et al., 2009). BASES FISIOLÓGICAS PARA LA FERTILIZACIÓN FOLIAR Las plantas que cultivamos evolucionaron hacia un medio terrestre y desarrollaron
toda una estructura anatómica, fisiológica y morfológica para absorber el agua y los minerales por las raíces desde el suelo y, por otro lado, así logran evitar la deshidratación en la parte aérea expuesta al aire como las hojas. Por este motivo, es lógico y razonable pensar que la vía natural de absorción de los nutrientes minerales es a través de las raíces. Sin embargo, no hay que olvidar que los primeros vegetales existieron en un medio acuático y absorbían los nutrientes y el agua a través de toda su piel, y esta capacidad no se ha perdido. La fertilización tradicional al suelo es la más utilizada y racionalmente aceptada. Los nutrientes que ponemos en el suelo a través de los fertilizantes deben sobrellevar una serie de pasos o procesos para que finalmente lleguen al interior de la planta y ejerzan su acción metabólica. Normalmente, los fertilizantes en el suelo se deben disolver, moverse hasta las raíces, ser absorbidos y translocados hasta el punto de crecimiento de la planta. En todo este camino a través del suelo y de la plan-
En el caso de la fertilización de cereales con N, se sabe que la eficiencia de utilización del N es inferior al 50 %. Para el caso del fósforo (P), que interactúa muy fuertemente con los sólidos del suelo, la eficiencia de utilización es mucho más baja. Esto ha llevado, en algunos países, al uso de dosis de fertilizantes elevadas y consecuentemente a la contaminación de suelos y aguas (Fernández et al., 2013). La fertilización foliar surge entonces como una alternativa más amigable con el ambiente dado que el nutriente colocado directamente sobre el tejido vegetal, durante el período crítico de requerimiento, tendría una eficiencia de utilización muy superior (Marschner, 2012). Dicho así parece fácil, pero el nutriente en primer lugar debe llegar a la superficie de la hoja, permanecer en una forma soluble como para luego ser absorbido y translocado al sitio de acción. Es decir que se deben considerar todas las recomendaciones y desarrollos tecnológicos para que esto sea posible. La aplicación de un nutriente por vía foliar debe ser de muy alta calidad (tamaño de gotas y número de impactos por superficie) para lograr cobertura sobre la hoja. Pero además debe estar protegido para resistir la degradación, el desecamiento y el lavado en caso de lluvia. Las plantas están cubiertas por una cutícula de cera hidrófoba que controla la pérdida de agua, solutos y gases con el medioambiente, y a la inversa, también impide su entrada sin restricciones en el interior de la planta. Las características estructurales y químicas de la superficie de la planta hacen que sea difícil la humectación y, por lo tanto, la permeación por una
solución nutritiva polar como el agua aplicada en la superficie. Sin embargo, hoy se sabe que las superficies de las plantas son permeables a las soluciones de nutrientes. La facilidad con la que una solución de nutrientes puede penetrar en el interior de la planta dependerá de las características de la superficie de la misma, que pueden variar con el órgano, especie, variedad y condiciones de cultivo. Las estructuras epidérmicas, tales como estomas y lenticelas, que pueden estar presentes en hojas y frutos, son permeables a las soluciones aplicadas en la superficie y pueden desempeñar un papel significativo en su absorción. Se han encontrado sustancias apolares lipofílicas capaces de cruzar las cutículas mediante un proceso de solución-difusión. Dado que las superficies de las plantas son hidrófobas en mayor o menor grado, las soluciones de nutrientes en agua pura (no formulado) están limitadas en su absorción por el follaje. Por lo tanto, es importante utilizar formulaciones foliares con adecuadas formas de nutrientes y adyuvantes para que la eficacia global de los fertilizantes foliares pueden ser optimizada. Los factores ambientales como la humedad relativa y/o la temperatura afectan las propiedades físicas y la eficacia de una formulación fertilizante foliar, y se deben tener en cuenta antes de aplicar los tratamientos de pulverización. Las especies cultivadas difieren notablemente en las características de las superficies de las hojas y por lo tanto, es imposible la predicción de la respuesta del cultivo a cualquier formulación en la actualidad. El medioambiente afecta a todos los aspectos de la fertilización foliar, desde las reacciones físicas y químicas del caldo de pulverización a la arquitectura de la planta, la composición cuticular de hojas y el destino de los nutrientes una vez que entran a la planta. La fenología de la planta también tiene un gran efecto sobre la composición cuticular y, por lo tanto, la eficacia de la fertilización foliar.
La movilidad de un elemento nutriente en el floema tiene un profundo efecto sobre la capacidad de las plantas para absorber, trasladar y beneficiarse de fertilizantes foliares. Por este motivo tiene un papel importante en la determinación de su eficacia. La aplicación foliar de nutrientes floema-inmóviles (Ca-B-Mn-Si) sólo benefician a los tejidos que reciben directamente la pulverización foliar. La aplicación foliar de nutrientes móviles (N-P-K-S-Mg) tiene el potencial para el beneficio sistémico y de largo alcance. Las limitaciones a la cantidad de nutrientes que se puede aplicar y la rápida dilución de los nutrientes aplicados debido a la movilización dentro de la planta reducen el potencial beneficio de aplicaciones foliares de nutrientes-floema móvil. Algunos nutrientes tienen movilidad intermedia o restringida (Fe-Zn-Cu-Mo). Pero para todos los nutrientes (móviles e inmóviles), el papel más relevante de la fertilización foliar es prevenir deficiencias inmediatas y transitorias que no se pueden abordar de forma rápida por aplicaciones al suelo. Las interacciones entre la fenología del cultivo y el medioambiente pueden determinar la utilidad de la fertilización foliar. ¿CUÁNDO SE DAN CONDICIONES OPORTUNAS PARA LA FERTILIZACIÓN FOLIAR? Fernández et al. (2013) enumeran las condiciones ventajosas en las que la fertilización foliar puede ser exitosa:
• Cuando
el abastecimiento de algunos nutrientes por parte del suelo es deficiente y no se fertilizó adecuadamente por la vía tradicional. La deficiencia de nutrientes no fue detectada o considerada previamente o la fertilización fue desbalanceada. También cuando el suelo tiene condiciones que limitan la disponibilidad de nutrientes, como el pH alto o gran fijación o adsorción de elementos como el P, o son muy arenosos.
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ta, el nutriente puede perderse (volatilizarse, lixiviarse, lavarse), formar compuestos insolubles (precipitar, adsorberse) y no todo lo aplicado es aprovechado. Por ello es que la eficiencia de uso de los fertilizantes tradicionales no es lo que uno quisiera.
57
• FERTILIZACIÓN •
• En algunas circunstancias, los períodos
pico de crecimiento de los cultivos inducen a una demanda de nutrientes que excede el suministro de nutrientes, incluso en un suelo fértil o bien fertilizado. La demanda de nutrientes para el rápido crecimiento de la fruta o llenado de granos puede exceder a la capacidad de absorción de la planta o el abastecimiento del suelo. La competencia entre las raíces y brotes durante los períodos de alta demanda puede reducir la asignación de carbohidratos a las raíces y restringir el crecimiento de su metabolismo y, por lo tanto, también reducir la adquisición de nutrientes.
• En los frutales, durante principios de la
primavera, cuando muchas especies de hoja caduca florecen y fructifican, y la humedad o temperatura del suelo no son favorables para la absorción de nutrientes del suelo.
• La arquitectura de la planta y el desarro-
llo de órganos crean una demanda local de nutrientes que excede la capacidad de entrega o transporte dentro de la planta. Las limitaciones en el transporte de elementos del floema-inmóviles a órganos con conectividad vascular inadecuada o baja transpiración, como
por ejemplo, deficiencias de B o Ca en frutas y órganos carnosos. También deficiencias de B, Cu, Fe, Zn en estructuras reproductivas (fertilización floral).
• Biofortificación
de cultivos. Especialmente para mejorar el contenido de Fe y Zn en los granos y su biodisponibilidad como alimentos.
Dada la gran complejidad de interacciones y las incertidumbres teóricas que rigen aún sobre la fertilización foliar, los ensayos de campo y las pruebas en ambientes controlados seguirán desempeñando un papel fundamental en la adaptación de la teoría a la práctica en el terreno. También es importante reconocer que los resultados obtenidos de los ensayos de campo no pueden generalizarse sin considerar las condiciones específicas que prevalecieron durante el ensayo y las características del cultivo utilizado. La fertilización foliar actualmente se está acoplando o asociando con la aplicación de productos bioestimulantes. Los bioestimulantes vegetales son sustancias o materiales (con la excepción de los nutrientes y pesticidas) que, cuando se aplican a las plantas, semillas o sustratos en formulaciones específicas, tienen la capacidad de
N
Trigo
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Cebada
58
Soja
Maíz
P
modificar los procesos fisiológicos en las plantas de una manera que ofrecen beneficios potenciales para el crecimiento, el desarrollo o la respuesta al estrés. Esta definición incluye una variedad de sustancias como extracto de algas, sustancias húmicas, aminoácidos y bacterias promotoras del crecimiento. Los bioestimulantes demostraron que aumentan la absorción de nutrientes bajo ciertas condiciones, lo que sugiere su utilidad en la reducción del uso de fertilizantes sin afectar negativamente el rendimiento.
Tabla 1 Proporción de casos con deficiencias o suficiencia de nutrientes en base a 900 análisis de tejidos foliares según resultados compilados por Fertilizar AC en la región pampeana. Los rangos de suficiencia corresponden a Correndo y García (2012).
S
Diagnóstico
Clase
% Casos
Clase
% Casos
Clase
% Casos
< 1.75
5%
< 0.2
12 %
-
-
Déficit Nutricional
1.75 - 3.3
95 %
0.2 - 0.5
88 %
> 0.4
100 %
Rango Suficiencia
< 1.2
6%
< 0.2
25 %
< 0.15
38 %
Déficit Nutricional
1.2 - 1.7
94 %
0.2 - 0.5
75 %
0.15 - 0.4
62 %
Rango Suficiencia
< 3.5
8%
< 0.3
52 %
< 0.2
31 %
Déficit Nutricional
3.5 - 5.5
92 %
0.3 - 0.6
48 %
0.2 - 0.6
69 %
Rango Suficiencia
< 3.0
54 %
< 0.3
57 %
< 0.15
65 %
Déficit Nutricional
3.0 - 5.0
46 %
0.3 - 0.6
43 %
0.15 - 0.4
35 %
Rango Suficiencia
El análisis de tejidos vegetales es útil para conocer el estado nutricional de los cultivos, confirmar síntomas, hacer recomendaciones, etc. Se lo utiliza desde hace muchos años, pero en mucha menor medida que el análisis de suelos. Correndo y García (2012) presentan una descripción de la utilidad de los análisis vegetales como herramienta de diagnóstico. Remarcan la importancia del muestreo y la interpretación de los resultados. Generalmente se hace una analogía con el análisis de suelos y se cree que se puede tomar una muestra de tejidos, hacer un diagnóstico y una recomendación de fertilización, lo cual no está del todo errado. Sin embargo, en los cultivos anuales se recomienda tomar las muestras de hojas al inicio de la etapa reproductiva de floración. El tiempo entre que se toman las muestras, llegan al laboratorio y se obtienen los resultados, puede extenderse entre 15 y 30 días. Esto determina que la oportunidad de corrección por fertilización foliar pueda ser tarde. Sin embargo, el seguimiento sistemático del estado nutricional de los cultivos mediante análisis foliares, permite detectar deficiencias o desbalances que son frecuentes en algunas condiciones, situaciones o regiones y corregirlas dentro del plan de fertilización (Arévalo, 2015; Grasso y Díaz-Zorita, 2018) . Un ejemplo de su utilidad se puede apreciar en la Tabla 1 que presentan Grasso y Díaz-Zorita (2018). En maíz, el 54 % de los casos evaluados presentaron niveles insuficientes de N, 56 % de P y 65 % de S. En soja, el 52 % de los casos con limitaciones de P y 31 % de S. En el caso de las gramíneas de invierno, sólo en cebada encontraron potenciales limitaciones en el 25 % de los casos con P y 38 % de casos con S. Otro caso interesante de la utilización de los análisis foliares lo presenta Aréva-
lo (2015). Sobre más de 100 muestras de hojas de soja tomadas en la zona núcleo, aplicando la metodología DRIS, encuentra que para los sistemas de producción de Argentina, el nutriente que limitó mayormente el rendimiento fue el azufre, le siguen nitrógeno, magnesio y potasio. Entre los micronutrientes, cobre y zinc fueron los más deficientes, mientras que manganeso, en general se presentó desde suficiente a excesivo en nuestro país.
tes que se pueden aplicar en una sola vez es de pocos kg ha-1, normalmente menos de 10 kg ha-1 para N o de 1 a 2 kg ha-1 para P, dependiendo del volumen de caldo. Para los micronutrientes es posible aplicar desde 100 g ha-1 hasta 1 kg ha-1 o más. Para los macroelementos es muy difícil cubrir la demanda total por fertilización foliar, pero en el caso de micronutrientes es factible (Tabla 2).
¿QUÉ EXPECTATIVA DE RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN FOLIAR SE TIENE?
La aplicación de 5 a 10 kg ha-1 de N por vía foliar en soja en R3 frente a un consumo potencial de 429 kg ha-1 parece muy poco relevante. Sin embargo, los ensayos de Moreira et al. (2017) durante 3 años en Brasil mostraron un promedio de rendimiento de 4257 kg ha-1 para el testigo sin N, con 5 kg ha-1 de N foliar 4468 kg ha-1 y con 10 kg ha-1 de N foliar 4510 kg ha-1 de granos. Esto es un 5 % a 6 % de respuesta (200-250 kg ha-1) estadísticamente significativa. La cantidad aplicada por vía foliar cobra relevancia en comparación con la tasa de absorción diaria de N (Tabla 2). En el momento de máxima tasa de absorción, el sistema suelo-soja-rizobio no puede satisfacer la demanda. Los hallazgos de este estudio se encuentran en línea con lo informado por Cafaro La Menza et al. (2017), quienes indican que el N limita el rendimiento de la soja en ambientes con alto rendimiento potencial, donde las fuentes indígenas de N parecen insuficientes para satisfacer completamente los requisitos del N de cultivo. La respuesta a la fertilización con N puede ocurrir por encima de un umbral de 2500 kg ha-1 de rendimiento potencial y sería de hasta 250 kg ha-1.
La posibilidad de aplicar nutrientes por las hojas tiene limitaciones fisiológicas en las cantidades a colocar en cada aplicación (por la fitotoxicidad) y económicas (dados los costos de la aplicación) que reducen el número de aplicaciones. Las expectativas de respuestas son proporcionales a las cantidades aportadas respecto a la demanda. Las cantidades de macronutrien-
En el caso de cereales como el trigo, el uso de N foliar puede incrementar el rendimiento y mejorar la calidad del grano. Esto se puede apreciar en un ensayo realizado en Pergamino sobre 9 cultivares de trigo y dos de cebada (Ferraris y Arias Usandivaras, 2018). El testigo fertilizado de manera tradicional con 100 kg ha-1 de SPT más 120 kg ha-1 de urea rindió en promedio 4630 kg
¿QUÉ UTILIDAD TIENEN ESTOS ANÁLISIS? El haber realizado análisis de tejidos vegetales no implica que haya que hacer una fertilización foliar. Este tipo de análisis ayuda a planificar la estrategia de fertilización en los próximos años. Los ejemplos mencionados más arriba muestran que se está dosificando con bajas cantidades de P y S fundamentalmente. Y también nos muestra que algunos nutrientes que casi ni se consideran (como el K) pueden encontrarse en niveles insuficientes. Algunos micronutrientes también pueden ser deficitarios. Si no se fertiliza adecuadamente de manera tradicional, porque el campo es arrendado o por otra razón empresarial o personal, los cultivos presentarán deficiencias que serán severas o importantes en los períodos de máximo crecimiento y entonces hay potencial de respuesta a la fertilización foliar.
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¿SIRVE EL ANÁLISIS DE PLANTAS? ¿CÓMO SE UTILIZA?
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• FERTILIZACIÓN •
Tabla 2 Acumulación de nutrientes en cultivos de alto rendimiento. Soja con promedio de ensayos de 6.6 tn ha-1 (Bart et al., 2018) y Maíz con rendimiento medio de granos 12.2 tn ha-1 (Bender et al., 2013).
Soja Absorción total (kg ha-1)
Maíz Máxima Tasa (kg ha-1 d-1)
Absorción total (kg ha-1)
Máxima Tasa (kg ha-1 d-1)
Biomasa
15554
162
23000
432
N
429
5.4
286
8.8
P
34
0.49
50
1.05
K
177
1.89
182
5.49
ha-1 con 10.9 % de proteína. Mientras que al que se le agregó 10 kg ha-1 de N foliar rindió 5250 kg ha-1 con 11.4 %. Esto significa una respuesta en grano de 13 % y de proteína de 19 %.
Ca
100
1.36
-
-
Mg
43
0.50
59
2.2
S
19
0.27
26
0.6
(g ha-1)
(g ha-1 d-1)
(g ha-1)
(g ha-1 d-1)
Si bien en el caso de los micronutrientes es posible cubrir la demanda total por vía foliar, dado que la respuesta a estos elementos menores es relativamente baja, el aumento de rendimiento por fertilización foliar con micronutrientes es del orden de 5 % a 15 % normalmente. Uno de los elementos que muestra una respuesta más generalizada y consistente en la región pampeana es el Zn. Las aplicaciones foliares de Zn mostraron buenas respuestas en arroz, maíz, soja y otros cultivos.
B
250
3.3
83
3.5
Cu
100
1.4
141
1.5
Fe
1695
17
1376
99.6
Mn
796
11
558
18.2
Zn
344
4.8
498
14.7
CONCLUSIONES En términos generales, Argentina presenta una muy baja tasa de aplicación de fertilizantes, siendo una de las zonas agrícolas del mundo con mayor desbalance de fós-
foro y otros elementos como el potasio. Sin embargo, existen productores que aplican alta tecnología y fertilizan adecuadamente. Los fertilizantes foliares podrían mejorar los rendimientos en ambos casos. Sobre todo si se aplican como complemento o como aporte extra que se suma a la fertilización que se realiza actualmente.
En los cultivos anuales de grano, la fertilización foliar puede ser beneficiosa cuando existen deficiencias claras de algún elemento como Zn o N y cuando las aplicaciones coinciden con el inicio del período de mayor demanda de nutrientes.
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• Voogt. W., Blok C., Eveleen. B., Marcelis. L. y Bindraban. P. 2013. Foliar Fertilizer Application. Preliminary review. VFRC Report 2013/2. 36 pg.
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• COLZA •
Apilamiento genético en colza para mejorar la resistencia al cancro del tallo ¿POR QUÉ MEJORAR COLZA?
Un trabajo del INTA que se propuso desarrollar nuevas líneas de colza resistentes a esta enfermedad.
Por: Bessone, V.; Acosta, M.G.; Schutt, L.S; Lassaga, S.L. y Gieco L.C. Laboratorio de Biotecnología – Departamento Mejoramiento – INTA-EEA Paraná Contacto: bessone.victoria@inta.gob.ar
La colza (Brassica napus L.), también conocida como canola, constituye el tercer cultivo oleaginoso a nivel mundial, luego de la palma y la soja y presenta una alta demanda por sus características industriales para la producción de biocombustibles y sus propiedades nutricionales que la hacen apta para consumo humano. Comparado con otras fuentes de aceite vegetal, por ejemplo, de soja, el aceite de colza es único por contener ácidos grasos de cadenas mayores a 18 carbonos. Altas concentraciones de estos ácidos de cadena larga le proveen características de estabilidad, viscosidad y lubricidad que lo hacen un aceite altamente adecuado para usos industriales y alimenticios. La adopción de cultivares de colza comenzó a finales de los años setenta y hoy en día se cultivan en todo el mundo por su aceite comestible. En Sudamérica, los principales países productores son Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. En nuestro país, la producción fue variando año
a año. El año 2012 fue el que se destacó, con una producción de 128.320 toneladas en todo el país. Luego la misma disminuyó por diferentes factores de comercialización, por lo que estos valores fueron disminuyendo. En el último año se produjeron 40.000 t en total según registros oficiales. Diferentes estudios han demostrado que una dieta baja en ácidos grasos saturados y alta en monoinsaturados puede jugar un papel importante en la disminución del riesgo de enfermedades coronarias mediante la reducción de la síntesis de colesterol. El aceite de colza cumple este rol, ya que tiene el nivel más bajo de ácidos grasos saturados de todos los aceites comestibles y el segundo nivel más alto de grasas monoinsaturadas. En Argentina, la buena calidad comercial del grano de colza, como oleaginosa alimenticia, está definida según las normas de comercialización del país (Norma VII, SAGPyA, 1994), e incluyen el contenido de aceite (>43 %), ácido erúcico (<2 %) y glucosinolatos (< 20 µmol g-1).
COLZA Y MEJORAMIENTO EN INTA En 2008, la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA inició un programa de mejoramiento genético de colza, que constituye el único programa de este tipo en nuestro país. En este se prioriza la selección de materiales que presenten alto potencial de rendimiento, resistencia a enfermedades y mejora de la calidad industrial, con el objetivo de obtener nuevo germoplasma adaptado a la región de cultivo en Argentina. Algunas líneas experimentales del programa, junto a cultivares comerciales, fueron evaluadas fenotípicamente para resistencia al cancro del tallo (Leptosphaeria maculans Ces & de Not. [Anamorfo: Phoma lingam (Tode) Desm.], encontrándose que varias poseen resistencia a aislamientos obtenidos en diferentes localidades de la región de cultivo por el grupo de trabajo del Departamento Mejoramiento.
el pecíolo para llegar al tallo, donde provoca lesiones que obstruyen los haces vasculares ocasionando que el transporte de agua y nutrientes hacia arriba y debajo de la herida en la planta se interrumpa. Esto conlleva a una disminución en la formación y llenado de los granos, y cuando el tallo se debilita considerablemente como resultado de la infección, la planta puede volcarse, ocasionando mayores pérdidas. En la Figura 1 se muestran los síntomas en cada etapa. El principal objetivo en este trabajo fue seleccionar líneas de colza experimentales de INTA que posean diferentes genes de resistencia a cancro del tallo con el fin de iniciar un programa de apilamiento genético para el desarrollo de nuevas líneas resistentes.
Figura 1 Principales tipos de lesiones causados por Phoma lingam durante el ciclo de crecimiento de la colza.
Lesiones en cotiledones
Lesiones en hojas
Crecimiento en tallos
Colonización base
CANCRO DEL TALLO, LA PRINCIPAL ENFERMEDAD
El patógeno sobrevive principalmente en el rastrojo de colza, donde puede permanecer por 4 o 5 años, dependiendo de la velocidad de descomposición del mismo. Los factores climáticos, principalmente temperaturas entre 15 a 25 ºC y precipitaciones frecuentes (lluvias y lloviznas), favorecen la distribución de la enfermedad. Ingresa en forma de esporas a través de heridas en los cotiledones u hojas jóvenes para infectar las plantas, expandiéndose y causando lesiones grisáceas en las mismas, denominadas máculas. Luego se propaga a través de las nervaduras hasta
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La gravedad de una epidemia del cancro del tallo y la extensión de las pérdidas en rendimiento varían mucho, dependiendo de la susceptibilidad del cultivar, de las condiciones climáticas y de diversidad de razas del patógeno presente en una región dada.
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• COLZA •
Figura 2 (arriba) Metodología empleada para seleccionar líneas resistentes. Figura 4 (a) (debajo) (abajo derecha) a) Escala de Bansal y col. (1994).
MATERIAL VEGETAL
INÓCULO
469 líneas del programa de Mejoramiento de Colza de la EEA Paraná del INTA
Aislamiento local de L. maculans
INOCULACIONES ¿CÓMO SE HIZO EL ENSAYO? Selección fenotípica de líneas
Las etapas del trabajo se muestran en la Figura 2.
Selección genotípica por marcadores moleculares
INOCULACIONES ARTIFICIALES • Se realizaron pequeñas incisiones con aguja histológica en cotiledones de 1215 días de edad (Figura 3 a).
• Se inocularon con 10 µL de suspensión de conidios de Phoma lingam (aislamiento local) (Figura 3 b).
Grado
Síntomas de la enfermedad
0
Sin síntomas visibles de la enfermedad
1
Respuesta hipersensible alrededor de la herida (diámetro entre 0,5-3 mm)
2
Tejido colapsado color verde grisáceo con margen distintivo y/o áreas necróticas
3
Tejido colapsado color verde grisáceo con margen difuso en expansión. Pueden formarse picnidios.
4
La mayor parte del tejido con lesiones verde grisáceo colapsado con abundante formación de picnidios
• Se incubaron durante 48 horas a HR 100 % (cubierta plástica) y luego mantenidas en invernáculo con fotoperiodo de 16 horas de luz y con un rango de temperatura entre 15 a 25 °C hasta la evaluación de los síntomas. A los 14 días posteriores a la inoculación, se realizó la evaluación de los síntomas y la selección fenotípica.
Figura 3 (arriba) a) Cotiledones de colza con incisiones a ambos lados de la nervadura. b) Cotiledones de colza inoculados 10 µL de suspensión de conidios de Phoma lingam.
Figura 4 (b) Detalle del tipo de reacción desarrollo en cotiledones de líneas de colza.
RESISTENTES (R)
Tabla 1 (abajo) Genes de resistencia estudiados e información relacionada a sus marcadores moleculares asociados
MEDIANAMENTE RESISTENTES (MR)
SUSCEPTIBLES (S)
• Señaladores de diferentes regiones del genoma. • Permiten evidenciar variaciones (polimorfismos) en la secuencia del ADN entre dos individuos, modifiquen estas o no su fenotipo. • Puede ser parte de un gen o puede no tener una función conocida. • Deben estar ligados al gen de interés
Gen de resistencia
SELECCIÓN FENOTÍPICA Las líneas ensayadas se clasificaron según el grado de severidad observado en las lesiones utilizando la escala de Bansal y col. (1994) (Figura 4 a). Se consideraron los grados 0 y 1 como fenotipos resistentes (R), 1 y 2 como moderadamente resistentes (MR) y los grados 3 y 4 como susceptibles (S). Se seleccionaron aquellas líneas que presentaron grados entre 0 a 2 (R y MR), y se descartaron las líneas consideradas como susceptibles (Figura 4 b). De un total de 469 lìneas, 59 fueron seleccionadas por resultar resistentes o moderadamente resistentes.
Nombre del Marcador
Tipo de marcador
Xol12-e03
SSR
Xna12-a02a
SSR
Rlm4
BRMS075
SSR
Rpg3Dun
BN204
SCAR
LepR3
Ind10-12
InDel
Rlm1
SELECCIÓN GENOTÍPICA Las 59 líneas seleccionadas se caracterizaron genotípicamente mediante marcadores moleculares (MM), para identificar y seleccionar aquellas que tuvieran uno o más genes de resistencia. De los 16 genes de resistencia informados en trabajos previos, se eligieron 4 cuyos respectivos MM específicos estaban disponibles. Los mismos se encuentran detallados en la Tabla 1. Para ello, se les extrajo el ADN a cada una de las líneas y se amplificaron por la técnica molecular de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Luego, fueron separados y visualizados mediante electroforesis
Cebadores (s: sentido/ a: antisentido)
Distancia (cM) / Tamaño de banda (pb)
s: CTTGAAGAGCTTCCGACACC a: GACGGCTAACAGTGGTGGAC s: AGCCTTGTTGCTTTTCAACG a: AGTGAATCGATGATCTCGCC s: GTTTCACATATTTTCTCTGTTTATT a: ACCTTAAATGTTAAGTAAGCTAAAC s: GGTGCAAACGATGTATTCAAGA a: GTTTGTAAAACCGACCTTCA s: GGACGGTGTCATGGGTGAATAACAG a: CGTTTGTAAAACCGACCTTCA
214 pb (R) / 128pb y 177 pb (NR) 193 pb (R) / nulo (NR) 180 pb(R) / nulo (NR) 799 pb (R) / 499 pb (NR) 506 pb (R) / 794 pb (NR)
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MARCADORES MOLECULARES (MM)
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• COLZA •
Armado de PCR
Amplificaciones en termociclador Electroforesis en geles poliacrilamidia y agarosa
Figura 5 Imágenes de los pasos que se realizan en el laboratorio. Se muestra desde el armado de la PCR hasta la corrida en geles de agarosa o poliacrilamida para su posterior visualización asociados. Tabla 2 (derecha) Líneas experimentales de colza con genes de resistencia a cancro del tallo.
y tinción de los geles, con diferentes protocolos en cada uno (Figura 5). ¿CUÁLES FUERON LOS RESULTADOS?
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En la Tabla 2 se detalla el número de líneas que poseen los genes de resistencia evaluados y se diferencian aquellas que presentaron más de un gen de resistencia.
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Como puede observarse en la Tabla 2, 21 líneas tuvieron más de un gen de resistencia, lo que resulta muy beneficioso para el objetivo de apilar genes de resistencia en un nuevo germoplasma; 24 líneas presentaron un gen de resistencia en su germoplasma; y las 14 líneas restantes que se habían seleccionado por ser fenotípicamente resistentes o moderadamente resistentes no presentaron los genes de resistencia estudiados, por lo que podrían ser fuente de nuevas resistencias a trabajar e incorporar.
Gen de resistencia
LÍNEAS
Nº de líneas
Rpg3Dun
5L, 56L, 38L, 37L, 22C y 14R
6
Rlm1
6R
1
Rlm4
8C, 74L, 28R, 17L, 15(2)L y 10R
6
LepR3
9C, 69C, 69(2)C, 49(2)L, 36C, 32(2)C, 32(3)C, 29C, 16C, 26C y 15R
11
Rlm1 y LepR3
61C, 71L y 3C
3
Rlm1, LepR3 y Rpg3Dun
23R
1
Rlm4 y Rpg3Dun
1C y 18L
2
Rlm4 y LepR3
2C y 4C
2
Rlm4, LepR3 Y Rpg3Dun
77L, 68L, 52L, 53L, 32L y 15L
6
LepR3 Y Rpg3Dun
62L, 49L, 42L, 41L, 32C, 18R y 11L
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RESUMEN DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS
• De las 469 líneas experimentales ensa-
yadas, 59 resultaron resistentes o medianamente resistentes al aislamiento de P. lingam utilizado.
• 24 líneas tuvieron un único gen de resistencia (Rpg3Dun, Rlm1, LepR3 o Rlm4).
• 14 presentaron dos genes de resistencia
(Rlm1 y LepR3, Rlm4 y Rpg3Dun, Rlm4 y LepR3 y LepR3 y Rpg3Dun).
• 7
líneas tuvieron tres genes de resistencia (Rlm4, LpeR3 y Rpg3Dun y Rlm1, LepR3 y Rpg3Dun).
CONSIDERACIONES FINALES
• Los
resultados obtenidos nos permitieron dar inicio a un programa de apilamiento genético para el desarrollo de nuevos genotipos resistentes a P. lingam, realizando cruzamientos entre las líneas que presentaron más de un gen Resistencia.
GLOSARIO Gen: segmento de ADN capaz de generar un producto. Por ejemplo, la producción de un cadena polipeptídica (proteína). Fenotipo: Apariencia que toma un carácter (o un grupo) en un individuo concreto. Manifestación externa observable de un genotipo. Electroforesis de ácidos nucleicos: técnica que permite separar por tamaño fragmentos de ácidos nucleicos. Los mismos atraviesan los poros de una matriz al aplicar un campo eléctrico. PCR: (polymerase chain reaction). Técnica molecular que permite amplificar una secuencia de ADN mediante repetidos ciclos de síntesis de ADN in vitro.
• En paralelo a la caracterización genotípi-
ca para la determinación de resistencia al cancro del tallo, se realizan otros ensayos para caracterizar el germoplasma bajo estudio y que son importantes para seleccionar líneas con cualidades superiores en el programa de mejoramiento.
Para esto, se implantaron ensayos comparativos de rendimiento, determinación del contenido de aceite y del perfil de ácidos grasos de todas las líneas bajo estudio.
Para seguir leyendo • BANSAL V.K., KHARBANDA P.D., STRINGAM G.R. THIAGARAJAH M.R. and J.P. TEWARI. 1994. A comparison of greenhouse and field screening methods for blackleg resistance in doubled haploid lines of Brassica napus. Plant Disease 78: 276-281. • BROWN J., DAVIS J.B., LAUVER M. AND D. WYSOCKI. 2008. USCA Colza growers’ manual. University of Idaho & Oregon State University.(Falta el número de páginas) • DE SOUZA J.C., GIECO L.C., MILISICH H.J. 2014. Caracterización fenotípica de cultivares y líneas de colza (Brassica napus) por su resistencia a Leptosphaeria maculans. Poster. 1º Simposio Latinoamericano de Colza. 19-21 de agosto de 2014. Passo Fundo, RS, Brasil. http://www.cnpt.embrapa.br/slac/cd/pdf/DE%20SOUZA%20 -%20Caracterizacion%20fenotipica%20de%20cultivares...pdf [Verificación: mayo 2020]. • FAYYAZ L., FARHATULLAH A., ASHIQ RABBANI M., IQBAL S., MEHWISH KANWAL M, and I. NAWAZ. 2014. Genetic diversity analysis of Brassica napus/brassica campestris progenies using microsatellite markers. Pak. J. Bot., 46(3): 779-787. • FLOR H.H. 1971. Current Status of the Gene-for-Gene Concept. Annu Rev. Phytopathol.9:275-96. • KEEN N.T. 1990. Gene-for-Gene. Complementarity in Plant-Pathogen Interactions. Annu Rev. Genet.24:447-63. • NORMA VII SAGPyA, 1994: http://www.senasa.gob.ar/normativas/resolucion-10751994-sagpya-secretaria-de-agricultura-ganaderia-pesca-y-alimentos#anexoV • WINDAUER L. y E.L. PLOSCHUK. 2006. Cultivos productores de aceite. En: Cultivos industriales. de la Fuente E. B., Gil A., Giménez P.I., Kantolic A. G., López Pereira M., Ploschuk E.L., Sorlino D.M., Vilariño M.P., Wassner D.F. y L.B. Windauer (Eds.). Editorial Facultad de Agronomía, Buenos Aires. p. 63-69.
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• GANADERÍA •
Intoxicación por pastoreo de Vicia villosa Cada vez son más los productores que, ante la falta de pasto, se ven tentados por soltar los animales en un cultivo de servicio de vicia. Pero también cada vez son más los casos de intoxicación en vacunos. El pastoreo de vicia es una práctica que ha cobrado importancia en el último tiempo, sobre todo en planteos agrícola-ganaderos donde, sembrada como Cultivo de Servicios (CS), se aprovecha como forraje ante la falta de pasto. Pero con esta tendencia reaparecen casos de intoxicación en vacunos.
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El Med. Veterinario German Cantón del Servicio de diagnóstico veterinario de la EEA INTA Balcarce habla del estado actual de la problemática: “todos los casos que registramos hasta el momento se dieron en pastoreo directo, no habiendo reportes por consumo de vicia como forraje conservado”.
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Asimismo, todos los casos se asociaron al consumo de la variedad villosa. “Si bien no hubo intoxicaciones con Vicia sativa, esto puede deberse al poco uso de ésta última para pastoreo, por lo que no sabemos con certeza si V. sativa es efectivamente inocua”, explicó.
LOS SÍNTOMAS La intoxicación se visualiza como lesiones en la piel que pueden confundirse con otras patologías como piojos, sarna o fotosensibilización. “Por eso, informar al veterinario si hubo consumo de vicia en los días o semanas previas es fundamental para el buen diagnóstico”, advirtió Cantón. Es importante destacar que la patología estaría asociada a un cuadro de alergia más que a una intoxicación aguda. “Mientras una intoxicación aguda se expresa a las pocas horas, el consumo de vicia produce un cuadro crónico que no se hace visible sino hasta después de 1 a 2 meses del pastoreo, incluso cuando los animales ya dejaron de consumirla”, explicó Cantón. “El tipo de patología nos indica además que difícilmente pueda evitarse mediante estrategias de ‘dilución’ de la vicia con otros recursos forrajeros o del pastoreo controlado”.
Se desconoce la toxina causante de esta enfermedad sistémica, mortal en un 100% de los casos y cuya tasa de morbilidad puede alcanzar al 15% del rodeo. No hay datos que permitan afirmar que la intoxicación ocurra sólo en animales que ya habían pastoreado vicia anteriormente, ni que existan síntomas subclínicos que afecten la ganancia de peso. Tampoco que afirmen que la raza o la edad del animal sean factores de riesgo. “Si bien la mayoría los casos se detectaron en producciones de carne y en vacas (no hubo reportes en animales jóvenes de recría) esto puede deberse a que el pastoreo de vicia suele hacerse con estas categorías de animales”. Los casos se dan hacia principios de primavera. Esto coincide con la floración de la vicia, pero no necesariamente indica que la toxicidad de la leguminosa se asocie a su fenología. “Para ello necesitamos contrastar estos casos con situaciones de pastoreo temprano. Por ejemplo, sabemos de experiencias exitosas de pastoreos de
UN POCO DE HISTORIA En nuestro país, el primer caso de intoxicación en bovinos con Vicia villosa fue diagnosticada en toros, por el grupo de Sanidad Animal del INTA Balcarce en 1990. Luego de 15 días de pastoreo, se observaron dos animales con los signos típicos: decaimiento general, andar tambaleante y dermatitis con prurito y exudación con zonas de depilación en cabeza, cuello, región abdominal, pecho y base de la cola.
marzo de vicias consociadas con avena”, explicó Cantón. Para a encontrar respuestas a tantas incertidumbres, el especialista remarcó la necesidad de generar más información. En esa línea, INTA invita a completar una encuesta online que permita conocer mejor la patología y diseñar estrategias acordes.
Para acceder a la encuesta: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeUKPxU49GNl1nWrNX9NtP4-55m1W9BNDFrwi2dmLJ8gEWZ6A/viewform?usp=sf_link
Esta información fue generada en el marco del Equipo de Pensamiento Prospectivo (EPP) de Ganadería de Aapresid coordinados por el Ing. Agr. Leandro Ventroni. Los EPP son instancias de debate integradas por socios y especialistas invitados. Para participar escribanos a rainaudo@aapresid.org.ar o heit@aapresid.org.ar ¡Atención, los cupos son limitados!
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