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DE POLVO, NIEBLA Y LUZ
Joyce Suttin
Hay momentos en los que la belleza de la Tierra se asemeja a las glorias del Cielo, en los que miras a tu alrededor con asombro y sabes que hay un Dios que te ama y se interesa por ti. Habiendo crecido en una granja, con una vista de 360 grados del cielo, siempre estuve muy en sintonía con la naturaleza. Cuando miro el cielo despejado del amanecer después de una noche de lluvia y observo el singular efecto óptico creado por el conjunto de niebla y polvo, me acuerdo de las últimas palabras del rey David: «Será como la luz de la aurora en un amanecer sin nubes, que tras la lluvia resplandece para que brote la hierba en la tierra».1
También me fascinan los rayos crepusculares que brillan con una luz etérea. Consisten en rayos de sol separados por zonas más oscuras ensombrecidas por las nubes, y aunque son casi paralelos, parecen irradiar desde un único punto. Emanan desde atrás de montañas o nubes y desparraman la luz solar a través de partículas de polvo. A ese fenómeno se lo denomina a veces rayos de Dios.
Cada vez que los veo me detengo y doy gracias a Dios por manifestar Su gloria en Su creación y demostrar principios espirituales a través de fenómenos visuales. Sin las partículas de polvo o vapor de agua que opacan la luz solar pura, nunca podríamos ver esa belleza con tanta claridad. Sin las nubes que por momentos ocultan el sol, nos perderíamos algunas de las facetas de su esplendor.
En nuestra vida las molestias, como el polvo, que nublan nuestra luz y pretenden recargar nuestros días con pequeñas distracciones, en realidad pueden colaborar para que surja una belleza más profunda. Si nos tomamos un momento para contemplar las hermosuras de la creación, los primeros rayos del alba o el crepúsculo, nuestra existencia se llena de una belleza majestuosa que proclama con orgullo el amor de Dios que brilla sobre nosotros, puro, inagotable y eterno.
Joyce Suttin es docente jubilada y escritora. Vive en San Antonio, EE.UU. Su blog se encuentra en https://joy4dailydevotionals.blogspot.com/.