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Devenir cucaracha
from Ágora número 26
by Ágora Colmex
DEVENIR CUCARACHA CONSIDERACIONES ONTOLÓGICAS DEL SUJETO DISCAPAZ EN LA NOVELA EL CUERPO EN QUE NACÍ DE GUADALUPE NETTEL Berenice Estela Villegas Carsolio
La novela El cu rpo n qu nací, de Guadalupe Nettel, establece un diálogo deliberado
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entre ciertas categorías analíticas que permiten encontrar intersecciones entre sexo,
género y cuerpo. 1
No solo nos muestra, a manera de confesión, a un sujeto discapaz, sino
también a un sujeto múltiple. Nettel evidencia que se puede (debe) hablar de la existencia de formas de vulnerabilidad e interdependencia.
1
Guadalupe Nettel, El cuerpo en que nací, España, Anagrama, 2011.
En el siguiente texto se tratan —con base en textos teóricos feministas— nociones y
conceptos que, presentes en la obra de Guadalupe, visibilizan una subjetividad no representativa:
la suya, mediante un ‘yo’ narrativo.
LA “CUCARACHITA”: DEVENIMOS EN UN CUERPO
La protagonista no tiene nombre y su única interlocutora es su terapeuta, quien no
pregunta, no cuestiona ni juzga. En varios pasajes de la obra, la ‘paciente’ se refiere a
su vida como una sucesión de interpretaciones y no a su historia. Se autonombra como
un cuerpo enfermo, indeseable, anormal puesto que nació con una tara ocular que no le
permite realizar actividades cotidianas.
Hablar de anormalidad es partir de un discurso basado en las consideraciones de lo
normal. Para ser considerados normales, los sujetos deben apegarse a un marco de estatutos
establecidos. ¿Cómo se plantea esta noción en el texto de Nettel? Para la autora, todos
aquellos sujetos que tienen prohibido decidir no tienen aceptabilidad, y son designados al
confinamiento parental; son anormales. Los motivos de dicha consideración son diversos
pero, en su caso, específicamente, provienen de discursos médicos. La protagonista es
obligada a utilizar un parche en el ojo disfuncional, a usar ungüentos y gotas, permanecer
en casa la mayor parte del día y someterse a procedimientos caseros que le aseguren tener
un ojo funcional y normal.
Durante las consultas, la madre notifica las dolencias de su hija al médico. La
‘paciente’ no habla debido a que no sabe qué sucede con su cuerpo, porque es una niña y
está enferma. En palabras de Butler, la representatividad significa una muerte social: los
sujetos no pueden hablar en nombre de otros sujetos. 2
¿Cómo se establece en el texto esta
representatividad? Mediante las marcas corporales y la infancia. En primera instancia,
sujetos discapacitados no poseen un lugar dentro del campo simbólico, porque no son
funcionales, productivos, ni pueden valerse por sí mismos; en segunda, los infantes no
son capaces de decidir y pueden ser vulnerados, ya que el saber y la experiencia son
2
Judith Butler, Vida precaria. El poder del duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós, 2004, p. 135.
poderes que no les pertenecen. Dicha representatividad está determinada, en la novela,
por instituciones patriarcales; específicamente, la educación adultocéntrica y la medicina
androcéntrica.
“Cucaracha”, “cucarachita”eran los apodos con los que la madre se refería a la
protagonista por una postura atípica que adoptó durante su infancia. 3
Metáforas
animalescas, dice Nettel, que parecen inofensivas y, sin embargo, ¿no es el cuerpo donde
se presenta el proceso de subjetivación? 4
En ese cuerpo eres un animal y no un humano,
lo cual implica la generación de marcos explicativos desde los que se regirá tu existencia
contigo misma y con los otros, así también tu subjetividad como sujeto. Las marcas
corporales (corporeidad y subjetivación) son, entonces, para Nettel, aquello que permite
diferenciar a los que son considerados humanos y a los que no. Nos subjetivamos y nos
materializamos en el cuerpo: devenimos en un cuerpo. 5
Para Guadalupe Nettel y Judith Butler la capacidad no es una categoría analítica,
puesto que en la discapacidad existe una simbolización de cuerpos. 6
En la novela, la
protagonista expone que su mayor preocupación con respecto a su tara es la dependencia
social. ¿Cómo está concebida la dependencia social y por qué posee tintes negativos?
Concuerdo con la problematización de Butler, la cual señala que el sujeto solamente
puede sobrevivir si las condiciones de dependencia son satisfechas 7
y ,cuando no, aparece
la precariedad. 8
Con base en lo anterior, al finalizar la novela, Nettel cuestiona si la dependencia
social, en realidad, se reduce a una consecuencia per se de los cuerpos discapacitados o
solamente son representaciones simbólicas. El discurso de la protagonista va y viene entre
cuestionamientos sobre su anormalidad y su estar en el mundo, y visibiliza su singularidad
corpórea dentro de una pluralidad humana. Pensar al otro fuera de los marcos explicativos
3
Guadalupe Nettel, El cuerpo en que nací, España, Anagrama, 2011, p.25. 4
Figura de representa la transgresión de los límites naturales. 5
Isabel Balza, Crítica feminista de la discapacidad: el monstruo como figura de la vulnerabilidad y exclusión, II Emata, N° 57, 2011, p.12. 6
Judith Butler, Deshacer el género, Barcelona, Paidós, 2006, p. 45. 7
Isabel Balza, Crítica feminista de la discapacidad: el monstruo como figura de la vulnerabilidad y exclusión, II Emata, N° 57, 2011, p.7. 8
Condición en la cual las instituciones sociales fracasan en hacer la supervivencia posible.
y referenciales naturales o normales permite diluir los binarios jerárquicos, que regulan a
los cuerpos y las subjetividades. Hablaremos, entonces, de sujetos múltiples.
¿LO SANO SE CONFORMA EN FUNCIÓN DE LO ENFERMO?
Desde el discurso y la autoridad médica, presentes en la novela, la protagonista no tiene
un cuerpo normal, no es humana. La madre constantemente es cuestionada y señalada
por dar vida a un monstruo; 9
razones por las cuales nace en ella la obsesión de operar
y ‘salvar’ el cuerpo de su hija mediante la medicalización y, así, evitar la subordinación
(simbólica) por las diferencias corporales presentes. Desde el modelo social en el que
se inserta la historia, la discapacidad es concebida como falla e impedimento de la
interacción entre estos cuerpos y su entorno. ¿Cómo se ha construido dicho discurso? El
modelo médico está basado en la noción del progreso hacia la perfección humana, pero
también en la creencia en las ilimitadas posibilidades de los humanos para convertirse en
algo mejor. Dicho modelo sigue basado en el binario de aquello que se interpreta como
natural con la norma.
Una de las propuestas del feminismo es desnaturalizar 10
la discapacidad y deconstruir
el modelo médico, mediante un cambio en la metodología y la interpretación. 11
La
discapacidad, en el texto de Nettel, es considerada como una desviación y surge una
contradicción: si es cierto que en algunos episodios del texto se habla de la singularidad
corpórea dentro de una pluralidad humana, entonces debería utilizarse el concepto de
variaciones. 12
Así, la discapacidad se convertiría en un elemento constitutivo de la identidad
subjetiva junto con otras categorías analíticas, tales como el género, la sexualidad, raza,
edad, etc.
El binarismo jerárquico, bajo el que se concibe al sujeto discapaz, tiene implicaciones
en otras esferas, es decir, no solamente es considerado incapaz físicamente sino también
9
Representación de los sujetos que se hallan entre el límite de lo humanos y engloban las subjetividades que se encuentran fuera de la norma naturalizada. 10
Investigar el modo en que históricamente se construye al sujeto discapaz natural. 11
Begonya Saez, Cuerpo, memoria y representación. Adriana Cavarero y Judith Butler en diálogo, España, Icaria, 2014, p.9. 12
Moralmente neutral.
moralmente, sospechoso en su conducta o débil, y necesitado de ayuda para ejercer su
autonomía. 13
Específicamente, en la novela El cuerpo en que nací, Nettel muestra al cuerpo
discapacitado como la representación de la desviación moral y la aversión; por el contrario,
el cuerpo capaz representa el objeto de deseo. ¿Por qué un cuerpo discapacitado causa
temor, miedo, morbo, aversión?
Un cuerpo discapacitado le recuerda al cuerpo normalizado 14
en qué puede
convertirse: la posibilidad de su fragilidad y vulnerabilidad, porque, al final del día, un
cuerpo completo es una variación posible de una normalidad inalcanzable. Isabel Balza
lo denomina precariedad subjetiva: 15
“todo aquel que represente la otredad recuerda al
cuerpo normalizado, su vulnerabilidad esencial, su falta de completud”. 16
La protagonista,
en su discurso, evidencia que todos podemos devenir sujetos discapacitados y lo seremos.
Es aquí donde, precisamente, cuestiona el origen de su rechazo: ¿no será que su cuerpo
recuerda a aquel que se piensa ‘capaz’ o completo su vulnerabilidad y precariedad esencial?
Entonces, ¿dependemos unos de otros?
Butler propone variar el significado interdependencia. 17
¿Quién es normativamente
humano? ¿Qué cuenta como vida vivible y muerte lamentable? 18
Hay formas de dolor
que son amplificadas mientras que otras son indoloras. Dichas interpretaciones tienen su
génesis en las consecuencias políticas, basadas en concepciones normativas de quiénes
son humanos y quiénes no. Hay una distribución diferencial del dolor: existen vidas que
valen la pena y otras que no. Guadalupe Nettel representa lo anterior mediante pasajes
en donde ninguno de los personajes dudaría en acabar con la vida de la “Cucaracha”;
la pregunta es, entonces, ¿qué lleva a un ser humano a pensar que es viable o plausible
acabar con la vida de otro? La violencia concebida como autodefensa. Butler puntualiza
lo siguiente:
13
Dependencia. 14
Sujeto. 15
Isabel Balza, Crítica feminista de la discapacidad: el monstruo como figura de la vulnerabilidad y exclusión, II Emata, N° 57, 2011, p.71. 16
Judith Butler, Vida precaria. El poder del duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós, 2004, p. 85. 17
Base de la comunidad política y global; responsabilidad política y ética. 18
Judith Butler, Vida precaria. El poder del duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós, 2004, p. 42
Una cosa es sufrir violencia y otra muy distinta es utilizar el hecho para fundamentar un marco en el que el daño padecido autorice una agresión sin límites contra blancos que pueden o no estar relacionados con el origen de nuestro sufrimiento. 19
La violencia que experimenta la protagonista de El cuerpo en que nací por parte de
algunos personajes (de su madre, por ejemplo) gestiona marcos para poder justificarla:
la patología. La novela es una autonarración que no descentraliza al ‘yo’ narrativo, y esto
permite el desarrollo de una exposición pública de la vulnerabilidad física de Guadalupe
Nettel. Los discapacitados no son débiles, sujetos sin decisión: son representaciones que
así han sido construidas, visibilizadas y enmarcadas simbólicamente. La discapacidad es
una categoría. Todos devenimos cuerpos discapacitados.
LAS CUCARACHAS NO TIENEN MEMORIA
La protagonista utiliza distintas formas de resistencia: no quiere operarse, quiere ver
su realidad con ambos ojos, quiere emanciparse del control parental asfixiante, exige
poder salir y realizar actividades. ¿Por qué? Butler nos diría que se debe a que es un
sujeto vulnerable. La autora desarrolla un discurso de resistencia ante el paternalismo
ejercido en los cuerpos discapacitados, ya que, como bien vislumbraba Butler, restablecen
y naturalizan las relaciones de desigualdad. 20
Al igual que el dolor, la vulnerabilidad está distribuida de manera desigual y esto es
consecuencia de aquellos sujetos concebidos como ‘invulnerables’ y aquellos que son
responsabilizados de su propio estado y situación; son necesitados de protección. Al
igual que la pluralidad humana, la vulnerabilidad y la interdependencia tienen formas
distintas, múltiples e infinitas. La vulnerabilidad es una condición humana, mientras que
la existencia de la interdependencia es relacional, es decir, las condiciones y los actos no
son autosuficientes sino condicionados.
La novela está narrada a manera de confesión catártica pero, al mismo tiempo, se
pretende denunciar las interpretaciones de la protagonista. La autora no quiere negar ni
tampoco olvidar. Lucha por su memoria y, al mismo tiempo, por la nuestra. Cavarero
19
Judith Butler, Vida precaria. El poder del duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós, 2004, p. 28. 20
Judith Butler, Deshacer el género, Barcelona, Paidós, 2006, p.261.
argumenta: “El sujeto es una corporeización de historias que no ha vivido, pero que
transmite en nombre de una lucha por preservar la historia de los oprimidos y evitar el
olvido”. 21
Compartimos, todos los humanos, una memoria de la vulnerabilidad. 22
Negarla es
afirmar su existencia y el significado que lleva en sí misma. Los cuerpos son capaces de
resistir y persistir como cuerpos en este mundo, que da forma a los sujetos.
Guadalupe Nettel no pretende, ni quiere, que la voz de la Cucaracha sea olvidada:
exhorta a otras cucarachas a la resistencia fundamentada en la interdependencia; no
desea que todas las voces sean visibilizadas y representadas como ‘las cucarachas’, ‘las
mujeres’, ‘los niños’, ‘los ancianos’, ‘los hombres’, ‘los homosexuales’, ‘los indígenas’,
‘los desaparecidos’, ‘las prostitutas’, ‘los terroristas’, ‘los presos’, ‘los anormales’, ‘los
enfermos’, ‘los discapacitados’ dentro de memorias institucionalizadas.
El cuerpo para Butler y Nettel es “un sitio de transferencia, en el que tu historia se
convierte en la mía o donde tu historia atraviesa la mía”. 23
En la historia de opresión, el
cuerpo es el sitio de las luchas contra el olvido. 24
Todos devenimos “Cucarachita”, y lo haremos. El cuerpo de Nettel, nuestro cuerpo,
pertenece y es un movimiento social que grita: “Estamos aquí”. La Cucaracha hace coro:
“No hemos sido desechados”. 25
21
Begonya Saez, Cuerpo, memoria y representación. Adriana Cavarero y Judith Butler en diálogo, España, Icaria, 2014, p.22. 22
Memoralización performativa. 23
Judith Butler, Deshacer el género, Barcelona, Paidós, 2006, p.15. 24
Adrienne Rich, Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana, Revista de estudios Feministas, N° 10, 1996, p.13. 25
Judith Butler, Vida precaria. El poder del duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós, 2004, p. 40