El hombre flojo y la jarra de monedas [NAHUAS DE LA SIERRA]
Había una vez un hombre que era muy flojo, nunca quería trabajar y vivía pobremente. Hasta que un día que iba por el camino le dieron una buena paliza, vaya que lo azotaron. El hombre llegó a su destino como pudo, y lo primero que vio al llegar fue una serpiente cortada en pedazos. –Oh, pobrecita –dijo el hombre–. Veo que estás sufriendo igual que yo. A mí me molieron a palos y a ti te cortaron en pedazos… Te han matado, pobrecita.
44