El hombre que desafió al rayo [TOTONACOS DE LA SIERRA]
Había una vez un hombre que no quería creer en Dios: “A mí que me enseñen en dónde vive y quién es”, decía el señor incrédulo. Tampoco tenía temor de las tormentas. Cuando empezaba a verse el resplandor de los relámpagos y todos los hombres que estaban trabajando en el campo regresaban a casa, el hombre incrédulo se iba burlando por el camino y decía que a él no le pasaría nada. La gente le pedía que no dijera esas cosas, pues le podía llegar un castigo, pero a él no le importaba.
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