El maíz podrido y el dios del maíz [TOTONACOS DE LA SIERRA]
Había un señor que era muy pobre porque su milpa no daba buenas cosechas: algunas mazorcas salían muy pequeñitas y muchas otras salían podridas. Cierto día, este hombre fue al monte para recoger leña; su esposa la necesitaba para hacer la lumbre y calentar la comida. Al cabo de un rato el hombre reunió suficiente leña para completar la carga; preparó el rollo, lo sujetó con su mecapal y empezó a andar. Pero apenas había dado unos pasos cuando se encontró con una niña.
63