Futurismo, constructivismo y nuevas técnicas Nosotros queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad. F. T. M arinetti ¿Para qué dedicar a esta tarea toda la compleja maquinaria del teatro si se puede meter en diez “archinas” de tela blanca al océano, a la grandiosidad de la naturaleza y al movimiento innumerable de las ciudades? V. M aiakovski NOSOTROS afirmamos que el futuro del arte cinematográfico es la negación de su presente D. Vertov.
El futurismo italiano Una de las primeras reacciones modernistas que irrumpieron como vanguardias a comienzos del siglo se dio en la arcaica Italia, en donde Guisseppe T. Marinetti y sus amigos celebraban el arrasador proceso de la industrialización europea durante el siglo XIX. Tal avance tecnológico dejó rezagadas las propuestas estéticas que deberían representarlo, por lo que los futuristas deciden ponerse al día participando de estas modernas transformaciones y repudiando al arte clásico. Se reconoce que medio siglo antes Baudelaire reclamaba un nuevo arte acorde con los nuevos cambios, y que otro contemporáneo suyo, Maxime Du Camp en Les chants modernes, también se sumaba a esta petición: Estamos en el siglo en que se descubren nuevos mundos y planetas, en que se ha descubierto la aplicación del vapor, la electricidad, el gas, el cloroformo, la hélice, la fotografía, la