Sobre el sonido y el totalitarismo Las influencias recibidas por el cine mudo de las vanguardias artísticas son numerosas y diversas Aunque las propuestas de las vanguardias hayan sido tan diversas, coinciden en su ruptura con el naturalismo y el realismo ilusionista propios del arte del siglo XIX. A través del intento en común que éstas tienen de liberar al arte de la exigencia social de ser la reproducción más exacta posible de la realidad, sus formas de expresión abandonan todo realismo, acogiendo distintas maneras de formalismos. De la misma forma se dio un cine que, conmocionado por lo que sucedía a su alrededor, busca trasladar estas posiciones a su modo de expresión todavía en formación. Se presentaron así, manifestaciones cinematográficas del expresionismo, el futurismo, el cubismo, el constructivismo, la abstracción, el dadaísmo y el surrealismo. Esta decisión de explorar los terrenos abiertos por los formalismos vanguardistas, le da confianza en sí mismo a un cine que desea experimentar por fuera de los preceptos del realismo, además de que el cine mudo y en blanco y negro dista mucho de ser el modo de representación idealmente realista del espacio-tiempo en movimiento. De esta manera cobra importancia como medio de expresión simbólico, alejándose de su función testimonial o de estar al auxilio de las ciencias y las artes.304 Quienes más rápidamente reconocen su potencial 304. En su clasificación de las teorías de la fotografía, Philippe Dubois en El Acto fotográfico (Paidós, Barcelona, 1995), las ordena cronológicamente en: teorías del icono (que consideran la imagen fotográfica como reproducción de la realidad); teorías del símbolo (que la consideran como forma simbólica arbitraria); y teorías del index (que la consideran como huella de la realidad).