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Fashion designers in cinema

2.2

FASHION DESIGNERS IN CINEMA

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“Lo más importante, y también, lo más emocionante del diseño de vestuario es ayudar a crear un personaje y contribuir a la narración de una historia” -

Sandy Powell

Marilyn Monroe. Foto cortesía de Pinterest.

A lo largo de la historia, los diseñadores de moda más célebres han colaborado en la industria del cine creando algunos de los vestuarios más emblemáticos que demuestran cómo estos dos mundos están repletos de conexiones y referencias infinitas.

Pero antes de adentrarnos en ello hay que aclarar algo: diseño de moda y diseño de vestuario no es lo mismo. El segundo atiende una necesidad específica dentro del mundo del espectáculo siguiendo parámetros estéticos y que puede ser propagador de tendencias como hemos visto, pero esto último NO es un requerimiento. En cambio, el diseño de moda está en constante sintonía con lo que ocurre en el mundo y la actualidad.

Una película basada en 1830 necesitará vestuarios acordes al período, y eso requiere de una investigación, concordancia con maquillaje, peinado, guión, etc. El diseño de moda no presenta esas limitaciones.

Con esto en mente, comencemos… Christian Dior —el creador del conocido New Look con el que cambió la industria en la década del 50— colaboró en los diseños de The Ambassador’s Daughter (1956), vistió a Marlene Dietrich en Stage Fright (1950), y a Ingrid Bergman en Indiscreet (1958) y Goodbye Again (1961). Las prendas confeccionadas denotaban elegancia con la típica forma de cintura de avispa y falda amplia por la que Dior se hizo famoso. En esos años, muchas actrices que usaban la marca en sus vidas privadas buscaban que sus vestuarios de película también fueran suministrados por la casa de moda, y así podían quedarse con las piezas

1958. Ingrid Bergman en Indiscreet. Foto cortesía de Pinterest. 1960. Sophia Loren en The Millionairess. Foto cortesía de Pinterest.

y pasar la factura en nombre de las productoras de cine (Leese, 1991, p. 17).

Otra leyenda de la moda como Pierre Balmain también colaboró en el séptimo arte al diseñar para Fire Down Below (1957) en la que vistió a Rita Hayworth, a Kay Kendall en The Reluctant Debutante (1958), a Sophia Loren en The Millionairess (1960) (Leese, 1991, p. 17), y en Et Dieu… Crea La Femme (1956), de la cual hablamos parrafos atrás, convirtió a Brigitte Bardot en una explosión de sensualidad. Sus diseños iban de lo excitante a lo recatado, dependiendo del personaje y la historia.

Por otro lado, una de las duplas más famosas de diseñador-musa en el cine y que representan el epítome del buen gusto fueron Hubert de Givenchy y Audrey Hepburn.

Si no has visto ninguna de sus colaboraciones en pantalla te las recomiendo, aunque es muy probable que ya hayas mirado fotos en internet sin conocer de dónde eran, o su importancia. Films como Love in the Afternoon (1957), Breakfast at Tiffany’s (1961), Charade (1963), Paris When it Sizzles (1964) y How to Steal a Million (1966), presentan algunos de los vestuarios más hermosos y que empezaron tendencias en su momento. Y Funny Face (1957) fue una de sus más memorables colaboraciones al estar basada en la industria de la moda.

Si has visto una foto o video de una mujer desayunando en frente de una tienda Tiffany & Co. con un vestido de satén negro, guantes blancos, collares de perlas y lentes negros, estás viendo uno de los diseños de Givenchy más populares —y recreados— en la historia del cine. O a Audrey con un vestido rojo y guantes blancos bajando las escaleras del Louvre mientras grita: Take the picture! Take the picture!; son escenas y

vestuarios que la convirtieron en una de las actrices más queridas del Old Hollywood, y sin duda alguna, de las mejores vestidas dentro y fuera del cine.

El vestido se vendió en una subasta en 2006 por la asombrosa suma de USD $807,000.

Izq. 1961, Breakfast at Tiffany’s. Dcha. 1957, Funny Face. Fotos cortesía de Pinterest.

Otra creativa de la moda que se vio tentada a realizar vestuarios para el mundo cinematográfico fue Coco Chanel para Last Year In Marienbad (1961). Al ser filmada en blanco y negro, la amante del tweed agregó texturas y vaporosidad a las telas para que contrastaran con las escenografías del interior del hotel y los jardines donde se desarrolla la historia.

Uno de los vestuarios más estilizados que se han visto en el cine es el que creó Yves Saint Laurent para Belle Du Jour (1967) protagonizada

por Catherine Deneuve, en la que los looks perfectamente confeccionados, recatados pero a la moda, “de alta sociedad” con blusas de seda, faldas de tubo y zapatos cerrados, contrastaban con el secreto oscuro sadomasoquista de la protagonista.

Arriba. 1961, Last Year in Marienbad. Abajo. 1967, Belle Du Jour. Fotos cortesía de Pinterest.

Miuccia Prada ha colaborado en dos ocasiones con el séptimo arte: en Romeo + Juliet (1996) y The Great Gatsby (2013), ambas protagonizadas por Leonardo DiCaprio. Para la primera confeccionó el icónico vestido blanco con alas que Julieta utiliza para la fiesta. Y en el film basado en la novela de F. Scott Fitzgerald, Prada diseñó 40 looks para las escenas de fiesta que demuestran todo el lujo, derroche y fantasía de los Roaring Twenties y las flapper girls.

Arriba. 1996, Romeo + Juliet. Abajo. 2013, The Great Gatsby. Fotos cortesía de Pinterest.

En el género de ciencia ficción tenemos a Barbarella (1968) con Jane Fonda. Fue duramente criticada en su época, pero con el tiempo se volvió una película de culto.

Paco Rabanne, uno de los diseñadores pioneros de la moda space-age, estuvo a cargo del vestuario futurista que reflejaba la afición de la carrera al espacio y del movimiento feminista con prendas de plástico y metal, y que han servido de inspiracion años después para diversas colecciones (Davidson, 2017).

Jean Paul Gaultier es de los diseñadores más entusiastas del cine, tanto así que ha colaborado en distintas películas y organizó una exposición denominada CinéMode, cuyo objetivo es (se mantendrá hasta 2023) explorar la relación fructífera entre el cine y la moda, la cual fue inspiración para la creación de este capítulo del eBook.

“CinéMode cuenta cómo la ropa encuentra una magnífica cámara de eco en el cine, que por sí misma nunca ha dejado de romper tabúes” (Tissot, 2021).

Entre sus obras más importantes están el diseño de vestuario de The Fifth Element (1997) donde vemos a Bruce Willis y Milla Jovovich en un mundo futurista con trajes vanguardistas, excéntricos e inolvidables como el mono blanco de vendajes. También ha colaborado en distintas películas de Pedro Almodóvar como Kika (1993) y La mala educación (2004).

Arriba. 1968, Barbarella. Abajo. 1997, The Fifth Element. Fotos cortesía de Pinterest.

Luego tenemos a Giogio Armani. Sabemos que colaboró vistiendo a Richard Gere en American Gigolo (1980) y redefinió el estilo norteamericano para el hombre, y desde entonces ha trabajado en otras películas como The Untouchables (1987), The Dark Knight (2008), Inglourious Basterds (2009) y The Wolf of Wall Street (2013), entre otras. Si nos fijamos en los protagonistas y sus trajes, podemos ver que Armani les confiere un aspecto elegante, poderoso, atractivo e inteligente.

Por último, el rey del diseño de zapatos, Manolo Blahnik. Para la versión de Marie Antoinette (2006) de Sofia Coppola creó diversos pares de zapatos de distintos colores que reflejaban la opulencia del film y de los personajes de la corte francesa en el siglo XVIII pero con un toque moderno.

Arriba dcha. 2009, Inglourious Basterds. Abajo Izq y Dcha. 2006, Marie Antoinette. Fotos cortesía de Pinterest.

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