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oy te hago una invitación que te da la oportunidad de adentrarte en una actividad que nos lleva por el camino de la tranquilidad. Aquella tranquilidad de la cual te enamoras, no porque es una obligación de tu loca mente, sino una actividad a la que acudes porque en ella hay un espacio de calma y de unión con lo más sagrado que existe, la energía pura. Estoy hablando de la contemplación. Para “contemplar” mirarán hacia atrás para satisfacer su necesidad de sentir que avanzaron, aprendieron, vivieron lo que se suponía tenían que vivir, acumularon, etc.; pero esto no es más que un hábito sin sentido que muchos realizan tan solo una vez al año, y que lo hacen para satisfacer las demandas de su mente que les pide medirse contra objetivos o logros que se habían propuesto desde el principio del año.
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ARMONÍA FINANCIERA - EDICIÓN 50
talento en abundancia
Contemplar no es solo para monjes