Editorial :: Ferran Elavoko Sabaté presidente de AEGUAE
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a han pasado dos años desde las últimas comisiones, donde el equipo actual de AEGUAE fuimos elegidos para representar a los estudiantes y liderar esta Asociación. Como todos sabéis, no somos profesionales de la organización de eventos, sino gente ilusionada que en su tiempo libre trabaja voluntariamente para ofrecer un programa enfocado a los retos que encaran los universitarios de nuestra generación. Este año vuelve a relevarse el equipo organizador y es por ello que aprovecho este último editorial en la revista Aula7 como presidente de AEGUAE, para agradeceros a todos vuestra colaboración, interés y apoyo. Empezando por el equipo organizador y siguiendo por los asistentes y participantes en nuestras dinámicas, el apoyo moral de los familiares y amigos, y los departamentos de la Iglesia que han colaborado con una u otra cosa al desarrollo de nuestras actividades. Es entre todos que mantenemos este ministerio para universitarios, como una cosa viva y útil para los estudiantes. ¿Sabéis qué encuentro tan especial de AEGUAE, Naturalia y otras iniciativas similares? Pues que no son fruto de una acción programada por la organización adventista, sino una iniciativa surgida espontáneamente por los miembros laicos. No queriendo decir con esto que la organización no deba estudiar la sociedad para ofrecer herramientas de apoyo y desarrollo –cosa que creo necesaria–, sino destacar el orgullo que supone tener una feligresía laica activa y dispuesta a impulsar aquellos aspectos más olvidados por las limitaciones de una institución. Fomentar un espacio de desarrollo y apoyar las iniciativas para aportar nuevos horizontes a nuestra sociedad, debería ser una tarea tan importante para la Organización como el desarrollo de cualquier otra actividad programada. En nuestro caso, como equipo de AEGUAE, podemos agradecer el apoyo que nos ha ofrecido la Unión (especialmente representado mediante los Departamentos de Educación y Jóvenes), respetando a su vez la libertad de trabajo que una organización de estas características requiere y anhela. Por otro lado, me vienen a la mente comentarios de diversos jóvenes que, con el deseo de aportar cosas a nuestro entorno han dedicado parte de sus esfuerzos e ilusión…,
pero finalmente han abandonado tal sueño por falta de apoyo, incomprensión o una red de apoyo y herramientas que les permitieran lanzar dichos proyectos. Frustrados y con sentimientos de abandono, la mayoría ha optado por una de las siguientes opciones: ir a sembrar su semilla a otro campo más fértil o indicado para su tipo de simiente; o bien, tristemente, otros han perdido su ilusión y abandonado el proyecto al encontrarse un campo estéril, sin los nutrientes necesarios para crecer y echar raíces. Mi consejo para el campo: que pueda estar atento a cualquier semilla que caiga en su terreno, no recibiéndola como una amenaza sino una oportunidad de crecimiento y fructificación. Después de todo, la función del campo es nutrir tanto a las plantas como a las semillas que caen, asegurando así una fructificación constante en el tiempo. Mi consejo para las semillas: «Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…» (Eclesiastés 9: 10). Sé paciente y perseverante, porque «el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» (Filipenses 1: 6). Por último, humildad para escuchar y aceptar la voluntad de Dios. Desde hace algunos años, escucho con interés las nuevas iniciativas que surgen, y me propongo apoyarlas en lo que me sea posible y, en ningún caso, ser piedra de tropiezo (aunque no comparta la idea) en su camino. Con tantas cosas por hacer, es mejor canalizar las fuerzas hacia el esfuerzo y no la destrucción de las pocas iniciativas que surgen. De esta manera deseo que nuestros Congresos también sean una plataforma para promover las iniciativas –como ha sido y sigue siendo AEGUAE–, y así apoyar a los jóvenes talentos y soñadores de nuestro país. Las oportunidades que nos ofrece el entorno serán pocas, pero con esfuerzo y la ayuda de Dios, no dependerán de ello. Os desea un futuro lleno de esperanza, ilusión y proyectos, el voluntario que ha apoyado la iniciativa de AEGUAE como Presidente, a lo largo de estos dos últimos años: Ferran Elavoko Sabaté.
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