1 minute read
Notas del editor
Recientemente me encontré con una entrevista al chef andaluz Dani García, doble estrella Michelin en Marbella, quién inauguró su primer local en el centro de una de las plazas gastronómicas más difíciles de mundo, NYC. Su nuevo proyecto lleva implícito el fenómeno que afecta a cientos de cocineros españoles, la migración tras la crisis.
Según un informe de Efe desde el 2008 un total de 177.336 empresas han cerrado sus puertas en España, de esa cifra 12.000 establecimientos pertenecen a la categoría de los bares y restaurantes.
Hago una aclaración, en la entrevista el chef no atribuye ésta apertura a la crisis, pero no niega que la depresión a lo mejor le ha dado otra visión. “Siempre ha habido crisis, nuestro problema es que hemos hecho una cocina para las minoría y nos hemos alejado de la gente”
Y creo que precisamente eso es lo que le pasa a cientos de negocios en el mundo. La falta de información eficaz alrededor del consumidor, la insistencia de los chefs de materializar su proyecto rey sin pensar en el gusto del comensal, entre otras, hacen que el mercado se sature de ofertas que luego cierran y lamentablemente estos errores sólo se hacen visibles en los momentos de crisis.
Sí a esas ganas de innovar y de montar nuevos conceptos, aplicáramos un poco de la metódica de las franquicias, podríamos tener cientos de negocios exitosos con el sello Colombiano; replicables no solo en Bogotá, sino en las ciudades intermedias y en el exterior. Hoy les presentamos nuestro Especial sobre las franquicias en el país, ¿qué ha pasado?, ¿cómo estamos? Y para dónde vamos en el negocio.