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el hogar de una estrella El cielo:
Juan Manuel Barrientos es uno de los chefs más jóvenes y exitosos de Colombia. El año 2013 le ha dado algunos reconocimientos que hoy brillan como verdaderas estrellas:
Premios La Barra 2013, Mejor Restaurante Antioquia y Eje Cafetero.
Orden Juan del Corral, Grado oro en mención especial a la filantropía e innovación y como el chef más innovador de la ciudad más innovadora del mundo por concejo de Medellín.
Chef Revelación de Madrid Fusión 2013.
Orden Comendador de la patria por el Congreso de la República de Colombia.
Uno de los 50 de los mejores restaurantes de Latinoamérica por la prestigiosa guía Mundial: The 50 Best Restaurants.
Juan Manuel Barrientos es, sin lugar a dudas, un hombre que ha cambiado la forma de crear y ver la cocina como un espacio donde se preparan alimentos, como lo planteó él mismo desde su experiencia en uno de los discursos más emotivos que haya tenido: “Ferrán Adriá dijo, la cocina es un arma social y yo complementaría, que en un mundo tan volátil como el que vivimos, ser cocinero es un cargo social, mucho más importante que un cargo político”.
Los seis años son para El Cielo un tiempo de cosecha de grandes esfuerzos que comienzan a verse cada día más recompensados. Esto se evidencia en el trabajo que viene desarrollando con diferentes proyectos sociales que hacen parte del compromiso de una cocina que rompe los esquemas de la creatividad y se transforma en un escenario de gratitud y compromiso social.
Un trabajo que vincula desde hace más de seis años a soldados, madres cabeza de familia, niños y sordomudos, que para Juan Manuel eran experiencias poco conocidas y que hace un tiempo decidió compartir para motivar y mostrar que los límites sólo hacen parte de los pensamientos y no de las acciones.
“Estamos creando huertas urbanas en las casas de nuestros empleados y comprando directamente a campesinos, negritudes e indíge- nas, productos autóctonos, proyectos que generan equilibrio social económico y ambiental de manera integral, pues mientras medio mundo muere de hambre el otro medio está a dieta”.
Un hombre joven que hoy ha cambiado a su alrededor el concepto de riqueza y felicidad, que cuestiona cada cosa y esto lo hace creativo no para su satisfacción personal, sino para llevar a compartir esa riqueza con muchos otros que están olvidados por la sociedad.
“Hace algún tiempo escuchaba a un profesor explicar cómo en este nuevo milenio el concepto de riqueza cambió por completo, pues hasta el año 2000 una persona rica era aquella que tenía mucho dinero; hoy la riqueza de cualquier ser humano se empieza a medir primero en su salud, tranquilidad y felicidad. Fue escuchándolo cuando realmente comprendí y redefiní mi concepto de éxito y lo empecé a medir con otros diferentes que hoy se convierten en las verdaderas razones para celebrar. Valores como la familia, la resiliencia, el orgullo, la felicidad, la hermandad, la universalidad y el equilibrio social”.
Los retos son constantes y las oportunidades para levantarse en medio de las adversidades y retomar el rumbo cuando es necesario hace parte de su filosofía de vida. “Cualquiera se recupera de un fracaso, pero es mucho más difícil recuperarse de un acierto y la única forma de recuperarse de un acierto es entendiendo que cada esfuerzo que se usó para llegar hasta allí, solo sirve de sombra pues hay que trabajar mucho más duro que la vez anterior para superarse”.
Así es como Juan Manuel tiene claro que en el camino existe tanto el éxito como el fracaso, donde cada vez se hace un mayor esfuerzo para alcanzar los grandes reconocimientos que hoy brillan en su cielo .