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innovación continua

Bajo la combinación de un modelo de franquicias y puntos propios, esta cadena de origen caleño avanza en el mercado colombiano e internacional con nuevas aperturas, una interacción permanente con sus clientes y con un trabajo constante de innovación en todas sus áreas.

Una negociación equivalente a $2.500.000 de dinero actual fue la cifra con la que dos jóvenes caleños de 19 años adquirieron la marca Sándwich Qbano en 1979. Se trataba de un pequeño restaurante que quería cerrar un cubano, por tener que abandonar nuestro país. El local estaba ubicado en el garaje de una casa sobre la avenida sexta con 28 en la capital del Valle, lugar muy transitado especialmente por quienes buscaban entretenimiento.

Estos dos amigos trabajaban en una droguería, pero cuando se enteraron de la intención del dueño de cerrar, vendieron una moto y juntaron sus ahorros para comprar el negocio y comenzar su emprendimiento. El producto principal era (y sigue siendo) el Sándwich Especial que en ese entonces se vendía a $55, en medio de un menú de seis referencias.

A finales de 1979 abrieron la primera sucursal en Cali, sobre la avenida quinta con 36. Cada uno de los socios administraba un local. Desde los primeros años el negocio de sándwiches tuvo éxito y contó con los motores suficientes para comenzar a expandirse. Poco tiempo después, los familiares cercanos se interesaron en tener una réplica en otras ciudades.

La empresa se transformó en franquicia en 1994 y los familiares se volvieron franquiciados. Palmira, Medellín, Armenia, Bogotá y Bucaramanga fueron las primeras ciudades manejadas por algún pariente. La primera franquicia que se le entregó a alguien que no fuera familiar fue en 1998, en Barranquilla.

Actualmente cuentan con más de 70 franquiciados, 116 puntos en 24 ciudades del país y proyectan finalizar 2013 con 124 locales en Colombia que se sumarán al que tienen en la Florida. En 2012 las ventas superaron los 80.000 millones de pesos y al finalizar 2013 esperan acrecentarlas en un 20%.

Mario Fernando Copete, gerente general de Franquicias El Sándwich Qbano habló con LA BARRA sobre cómo la innovación ha sido el ingrediente permanente en la evolución de esta cadena colombiana con proyección internacional.

LA BARRA: ¿Cómo era la carta del restaurante que compraron en 1979 al cubano?

MARIO FERNANDO COPETE: El producto era muy parecido, sin embargo, se han hecho varios cambios en el camino. El menú era más reducido y la salsa de ajo que hoy conocemos era un aderezo menos espeso. Era algo que el cubano había desarrollado y había traído, pero era muy distinta a la que hoy conocemos.

LB: ¿Cuál era el producto estrella de ese entonces y qué evolución ha tenido?

MFC: El sándwich especial siempre ha sido el que más gusta por la cantidad de carnes y porque los componentes de sabor no existen en la competencia. Costaba $55 en ese momento. Actualmente el precio de carta de ese sándwich es de $7.900. Se viene conservando la fórmula, con pequeñas modificaciones. Era un baguete y se partía cuando el cliente lo solicitaba.

LB: ¿A qué se debió el cambio de imagen, hace casi 10 años?

MFC: Fueron varias cosas. Casualmente fue por la entrada a Estados Unidos, nos dimos cuenta que había una persona que estaba usando una marca muy similar que era llamada “Mi Sándwich Cubano”. Era de un colombiano que había trabajado en la cadena. En ese momento se inició un proceso legal en Estados Unidos, pero no tuvimos éxito, desafortunadamente él ya tenía mucho tiempo usando la marca en ese país.

Una de las alternativas era hacer un cambio de marca para poder entrar y registrarla. Además, después de varios estudios, nos empezamos a dar cuenta que la generación de Sándwich Cubano ya se estaba envejeciendo o las generaciones que ya estaban entrando en el consumo de comidas rápidas no se identificaba con nosotros porque veían que era más dirigida a sus papás. Ahí se tomó la decisión de hacer un cambio de imagen, sin dejar todo el tema colorido y divertido del logotipo que expresa dinamismo, alegría y otros sentimientos positivos.

LB: ¿Cómo fue esa experiencia de salir del país?

MFC: La primera incursión fue en panamá en el año 2002, pero no prosperó porque la empresa no estaba preparada para la expansión.

Esperamos algún día volver allá. Al año siguiente hicimos la apertura de Miami, con buenos resultados y seguimos en este sitio; esperamos abrir más puntos en todo el estado de Florida.

LB: ¿En Miami ha tenido buen comportamiento por la gran cantidad de cubanos?

MFC: Los emigrantes de Cuba no tienen tanta afinidad con nuestro producto porque el sándwich cubano nuestro es el colombiano. En Miami el sándwich de ellos es con un pan aliñado distinto. Fue una fórmula colombianizada. El 50% de nuestro público es americano.

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