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parroquia
Balcei 195 mayo 2021
#alcorisasaleunida
Nuestro párroco Juan Pablo.
Magnífica la presentación de los pasos.
todos los que, en medio de esta pandemia, sufren y por aquellos que alivian los sufrimientos de los demás.
inocente, injustamente ajusticiado, sino el mismo Hijo de Dios. ¡Jesús! Ellos guardaron tu sepulcro para asegurar que tu cadáver no fue secuestrado. Son los que garantizan la veracidad de lo que ocurrió y que los de Alcorisa representamos en nuestros pasos procesionales y en el Drama de la Cruz en nuestro monte Calvario. Con el color rojo de la Guardia Romana, color de sangre y de autenticidad, te pedimos, Jesús, ser siempre veraces y personas sin doblez.
María Magdalena junto a Jesús ¡Jesús! No solo hubo varones entre tus discípulos, sino también un grupo de discípulas entre la que destaca María Magdalena. Ellos te abandonaron, pero ellas no: allí estuvieron junto a tu cruz y a tu sepulcro glorioso. Su testimonio sobre ti, Jesús, nos convence. María Magdalena fue la primera en verte vivo y resucitado después de tu muerte. Su testimonio sobre ti es convincente. Tú la elegiste, sabiendo que no le iban a hacer mucho caso. Sus palabras no tenían valor en ningún tribunal de justicia. Por eso, hoy esto es un gran criterio de historicidad. Si tu resurrección hubiese sido pura ficción literaria, nunca se hubiese puesto entonces como testigo a una mujer. Con el color amarillo de este paso de nuestra Semana Santa, te pedimos, Jesús, luz para saber actuar con ternura y cariño con los que esta sociedad margina. La Piedad de Nuestra Señora ¡María! Al Niño que llevaste en tu seno y después recién nacido en brazos, lo llevas ahora muerto en tu regazo, antes de que sea enterrado, devuelto a la madre tierra de la que había sido sacado. Eres madre, ¡Madre de la Vida! y nos muestras que tu amor materno lleva dentro una promesa de inmortalidad. Sigues amando entrañablemente a tu Hijo, por tanto, ¡está vivo! Sientes cómo él te sigue queriendo. Con más convencimiento decimos: ¡Está vivo! El amor inmortal de una madre nos hace inmortales. El color ocre de este paso de nuestra Semana Santa evoca el color de nuestra tierra. Por eso, María de la Piedad, te pedimos por Alcorisa y sus gentes. La Santa Cama ¡Jesús! Un pesebre donde comen los animales fue en Belén tu cuna, tu primera cama. Una cruz vertical fue tu lecho de muerte. Un sepulcro nuevo fue donde fuiste sepultado. Tus camas nos hablan de que lo has dado todo. Nada te has reservado para ti: Dios, tu Padre, nos lo das como Padre nuestro. María, tu madre, nos la das como madre. Tu vida totalmente entregada genera vida para la Humanidad. Su sepulcro es glorioso, porque allí nació la nueva Humanidad. Si no hubieses vuelto a nacer ¡resucitado! en esa Santa Cama, la muerte seguiría siendo el último destino de la Humanidad. Con el color blanco de este paso de nuestra Semana Santa, color que entrega y da todos los demás colores, sin quedarse con ninguno, te pedimos, Jesús, tu generosidad, porque, como tú decías, hay mayor alegría en dar que en recibir.
La Virgen de los Dolores ¡María! Tus lágrimas hacen también brotar en nosotros lágrimas, lágrimas de solidaridad y de empatía. Así llamamos hoy a lo que la Biblia designa como “misericordia”, que es como mejor se califica a sí mismo Dios. ¡Sí! Dios llora en la tierra en tantos crucificados de nuestro mundo actual. ¡Sí, María! Tus lágrimas son las de Dios, un Padre con entrañas de Madre. Tú, María, nos muestras el corazón de Dios. Su cielo no es cielo, cuando sus hijos viven un auténtico infierno. En este año de pandemia mundial, ayúdanos a tener un corazón más humano, para afrontar esta crisis sanitaria, social, económica… con fraternidad y unidad. Con el color negro de este paso de nuestra Semana Santa Alcorisana, color del duelo solidario, te pedimos, Madre, que nos enseñes a ser tan humanos como tú. San Juan Evangelista ¡Jesús! Tú estuviste siempre pendiente del más joven de tus discípulos, a pesar de que estaba con él su hermano más mayor, Santiago. Por eso, el joven Juan era alguien de mucha confianza para ti. Tus confidencias sobre quién era el traidor lo demuestran. Así como su presencia en momentos difíciles como en el huerto de Getsemaní o antes, en el monte Tabor. Por eso, el joven Juan no te abandonó, cuando fuiste detenido por la policía del Templo de Jerusalén. Por ser todavía un adolescente, él se movía sin ser notado. El color rojo de este paso de nuestra Semana Santa evoca la vida, con las personas que la habitan, vida que es un inmenso regalo. Te pedimos, Jesús, por los jóvenes de Alcorisa, para que disfruten del regalo que supone la vida comunitaria y fraterna en nuestra Villa; sin olvidarnos en nuestra oración de los adultos y mayores que nos lo dan todo. J.P. Ferrer
La Guardia Romana ¡Jesús! Los guardias romanos estaban allí para garantizar tu ejecución. Se ensañaron contigo en las burlas. Te trataron como un juguete de usar y tirar. Echaron a suertes tus vestidos. Te flagelaron tan cruelmente que, si no te hubiesen llevado a la cruz, habrías muerto irremediablemente unos días después. Te remataron después de morir para certificar tu ejecución. Pero, fueron ellos, por boca de su centurión, quienes reconocieron quién eras: no solo un
Presidentes y representantes de las cofradías.
