La favorita Mi hermana ha sido siempre la favorita de mis padres. Es la que tiene los ojos más grandes y más azules y cuando sonríe parece un querubín. La alegría de la casa, exclaman con orgullo, y ella se esponja como un helecho tras la lluvia. A punto estaba de abandonarlo todo cuando conocí a Marcelo. Nos hicimos inseparables desde el primer día. Nos sentábamos juntos en la facultad e íbamos de fiesta los fines de semana. Nos gustaba la misma música, el sushi, jugar a los bolos, nadar desnudos en el río, salir de acampada. Pensé que había encontrado una persona especial y empecé a sentir que mi vida merecía la pena. Al fin. Hasta que la conoció a ella. Se han casado esta mañana. Mientras los veo cortar la tarta bajo los acordes de una música estridente, respiro muy deprisa, con la boca muy abierta, en un intento de acabar con el oxígeno de la sala, pero ni por esas consigo aliviar este trance de agonía en el que me hallo. Mi madre me da aire con el abanico para remediar la patética escena y no deja de susurrarme al oído, toda azorada, que pare de una vez, que los hombres no lloran.
Margarita del Brezo Ceuta 89