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Introducción
Para deleite de las personas que habitan y construyen la región más transparente de la Ciudad, se encuentra el barrio y los mercados de La Merced, para los amigos y conocidos, “La Meche”. Siempre lleno de luces y sombras, paisajes coloridos y sonoros, con una enorme diversidad de olores, sabores y texturas que siguen deslumbrado a propios, a extraños y a quienes sobreviven de sus entrañas. Barrio y rumbo comercial desde tiempos precolombinos y marginal desde que tenemos memoria, siempre en pie, luchando y todos los días trabajando. Entre polución, gritos y empujones se construyen una infinidad de historias que tratan de dar cuenta del acontecer cotidiano de este populoso barrio de la Ciudad de México.
Relatos y retratos del barrio de La Merced. Entre puestos, oficios y fiestas es un libro colectivo y comunitario en donde se recuperan crónicas, cuentos, historias de vida, relatos de ficción, gráfica popular, ilustraciones y fotografías que nos remiten a uno de lo barrios más antiguos de la Ciudad de México, La Merced. Lugar en el que nacieron las palabras más bellas: confitería, muégano, pepitoria, garapiñado y pirulis; palabras que nos transportan a otros tiempos, esos que fueron devorados como dulcísimos merengues y de los que sólo queda el sabor en el memorioso paladar porque, sin duda, sabían a gloria.
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En las siguientes páginas se encontrarán las diferentes formas que tomaron los recuerdos, las vivencias y los andares por este barrio: crónicas que nos harán “agua la boca” al imaginarnos el sabor de un higo acaramelado, un limón con ralladura de coco, un camote o una calabaza en dulce; dulces tradicionales que continúan siendo elaborados de manera artesanal y atraen al transeúnte como abeja y de tanto ver le llenan la barriga, pero también el alma; otras que son narradas desde los recuerdos de la infancia, desde los ojos inquietos de una niñita que acompaña a su máma a realizar las compras y se sorprende a cada paso que dan; desde las vivencias que “Juancho”, a su corta edad, vivió en una vecindad en Carretones; desde el corazón roto de un niño que perdió en el pasillo de las naranjas su objeto más querido, un reloj de “Pistachón”.
También encontraremos algunas crónicas en donde la historia de “La Manita” queda unida con la fábrica de “chocolates y dulces finos” más publicitada a finales del siglo XIX, en donde la especialidad era el chocolate amargo; y aquellas que, en automático, nos remiten a los pasillos de la Nave Mayor y de la Nave Menor del mercado de La Merced, al mercado de Sonora o al de dulces Ampudia y a las calles abarrotadas de comerciantes. Historias de vida que nos hablan de la migración, de oficios que se heredan y, al recordarlas, no nos queda más que sentir gratitud o echar a volar la imaginación en una bicicleta repleta de especias o volar en un cuadrilatero. Relatos de ficción que nos asombrarán por su parecido con la realidad, incluso, imaginaremos el crujir de tripas de pollo. O cuentos en donde los milagros se pueden manifestar en cualquier calle, ya sea en forma de brillos otorgados por la “Rosa Mística” o en el mercado Sonora, en donde además de encontrar juguetes de plástico y herbolaria tradicional, hallaremos un sinfín de santos, veladoras y oraciones para protegernos de cualquier mal.
Hasta aquí una probadita de lo que ustedes leerán y veran en este libro, les dejamos para que comiencen a recorrer este barrio en donde más de uno aprendió a luchar y a soñar. Usted se encuentra aquí, en el barrio de La Merced: barrio que se renueva constantemente; rumbo comercial que se desborda, nadie lo detiene, de carácter fuerte y trabajador; un espacio festivo y religioso, lleno de milagritos, de remedios y conjuros, que si para el riñon, para el amor, para el dinero o para estirar el gasto. Aquí encontramos de todo y nos encontramos todos.