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En Busca del Éxito del Negocio o el Éxito del Emprendedor? por Juan Jose Muñoz Ortiz
¿En Busca del Éxito del Negocio o el ¨Éxito del Emprendedor?
Por Juan Jose Muñoz Ortiz Experto en creatividad, innovación y procesos de desarrollo emprendedor.
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El emprendimiento y los pequeños y medianos negocios son el motor de la economía. En Costa Rica, para el año 2017 este sector representaba el 97.5% del parque empresarial27. Crear y sostener este tipo de negocios son la punta de lanza para tener impacto económico y generar la creación de empleos. No hay duda que este sector es importante y, consecuentemente, entendemos que son igual de importantes los procesos de capacitación y apoyo que se brinda al sector emprendedor y PYMEs.
En mi experiencia, por más de una década en procesos de capacitación a emprendedores en etapas tempranas e incubación de proyectos, he tenido la oportunidad de analizar de primera mano el estado actual de estos esfuerzos. En Costa Rica, el sistema de capacitación de emprendedores y apoyo para emprendimientos en sus diferentes etapas está basado, como en la mayoría del mundo, en conceptos, ideas y procesos provenientes de grandes focos de innovación y emprendimiento como es principalmente Silicon Valley, con refuerzo de conocimiento proveniente de Asia, focos europeos e Israel. Los conceptos que usamos son, a nivel teórico, muy fuerte y basado tanto en la teoría de negocios como en el pragmatismo que se vive en estas localidades con su infraestructura, acceso a recursos, cultura, entre otros.
Costa Rica, un país con su propia idiosincrasia, infraestructura, oportunidades, recursos y retos, intenta “tropicalizar” modelos existentes y exitosos de otras partes del mundo, lo cual en mi criterio, no es lo apropiado. Además, el ecosistema de apoyo al emprendedor es relativamente nuevo, en comparación con otros ecosistemas que existen en otros países.
Los conceptos que utilizamos en los procesos de capacitación, así como las teorías de Lean Startup y otras que he encontrado, así como el producto de mi experiencia, no se pueden aplicar directamente al contexto costarricense. Por lo tanto, se debe, entonces, trabajar para desarrollar un programa que apalanque las fortalezas y resuelva los retos de emprender en Costa Rica y específicamente para Costa Rica.
El sistema Actual de Incubación y Capacitación
Los programas de apoyo a emprendedores, comúnmente, se desarrollan capacitando a las personas en temas teóricos y académicos de negocios - con un porcentaje pequeño del currículum enfocado en temas de liderazgo y algunas habilidades blandas, tal como se refleja en la siguiente figura.
27 Dato extraído del estudio Situación PYMEs realizado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica para los años 2012-2017.
Fig. 1: Interpretación del modelo tradicional del incubación y capacitación.
1. Teoría y conceptos 3. Habilidades blandas
El Negocio
2. Ejecución
Fuente: elaboración propia
El modelo tradicional de incubación y capacitación asemeja de cerca los procesos de educación académica en que el emprendedor recorre un proceso de capacitación teórica, para luego intentar aplicar esa teoría en la práctica.
En general, el concepto de habilidades blandas es un concepto tangencial, en donde se espera que el emprendedor genere por su cuenta durante su proceso de ejecución. De hecho, la mentalidad es que el emprendedor que ya tenga las habilidades blandas desarrolladas será el más éxitoso, mientras que aquel quien aún no las haya desarrollado, tendrá que buscar la manera de incursionar en ellas, si quiere lograr sus metas como emprendedor.
Este modelo no es malo, funciona bien para el proceso que está fomentando: aprender teoría de manera académica y usarla para desarrollar un negocio que produzca tanto para el emprendedor como para la economía en general, pero enfocada en el negocio. Este proceso está bien si asumimos que el reto más grande que tiene el emprendedor en Costa Rica es el acceso a esta información.
Ahora bien, durante mi experiencia dirigiendo esfuerzos de incubación y como profesor universitario, desde el 2010, he analizado que el obstáculo más grande que tiene el emprendedor en Costa Rica es el factor humano; o sea, ellos mismos. Hay una brecha grande que se interpone entre ellos y la aplicación de la teoría en la práctica como dicta el sistema de capacitación tradicional, y esa brecha es el desarrollo personal - el desarrollo de las habilidades blandas.
Un Sistema Nuevo Basado en el Desarrollo del Humano Emprendedor
Tomando en cuenta el análisis anterior, mi tesis es que se obtendrían mejores resultados a nivel individual del emprendedor y a nivel país en impacto económico y creación de empleo con un esfuerzo por crear seres humanos con habilidades personales y conocimiento que puedan aplicar en sus emprendimientos, PYMEs o como colaboradores de otras organizaciones.
El trabajo del emprendedor es poder ejecutar, resolver problemas y aprovechar oportunidades. La capacitación y apoyo en el eje de “ejecución” basada en conceptos fundamentales no se encuentra en los programas que operan actualmente. A este respecto, encuentro que la definición más práctica de “emprendimiento” es la que ofrece Steve Blank28, cuando expresa que “Un emprendimiento es una organización formada para buscar un modelo de negocio repetible y escalable”. Esta definición acierta en el sentimiento de crear un emprendimiento que contemple las siguientes acciones: buscar, experimentar, prototipar y aprender para volver a intentar. En esencia: iterar.
Esta definición demuestra que un emprendimiento requiere de acción y como toda acción depende de quién la ejecuta, o sea, del emprendedor.
Cada emprendedor, además, existe en un contexto individual, diferente a los contextos de otros emprendedores. Ese contexto inicia por las características sociopolíticas de dónde está desarrollando su negocio, en este caso el contexto de emprender en Costa Rica y no en Silicon Valley. Pero más específicamente hay un contexto que tiene todavía más influencia sobre las acciones que el emprendedor debe tomar, y ese es el contexto de su desarrollo personal.
Sabiendo esto y analizando el mejor uso de los recursos limitados disponibles para estos procesos de capacitación y apoyo, propongo que estos sean usados para el desarrollo personal como prioridad sobre la educación teórica o académica.
En el siglo pasado e incluso al inicio de éste, el obstáculo más grande era el acceso a la información, tanto de emprendimiento como de negocios dado que esta no era de fácil acceso ya que esta información existía en universidades y en comunidades cerradas y puntuales de algunos focos de emprendimiento. Esto convertía el acceso a esta información en la herramienta más útil para la formación de emprendedores y la creación de una capa de emprendimientos exitosos que le diera momentum al impacto económico.
El contexto del mundo moderno es la democratización del acceso a la información y de la educación. Gracias a la conectividad y la tecnología nunca ha sido más fácil y menos costoso acceder a información de primer nivel y tener acceso a comunidades a las que nunca antes se había podido tener acceso, todo desde la comodidad de su oficina o casa.
Este avance tecnológico trajo consigo un cambio en el rol de la educación para los procesos de capacitación y apoyo de los emprendedores. Ahora el obstáculo más grande para formar emprendedores y emprendimientos exitosos no es el acceso a la formación académica, sino la ejecución.
En mi experiencia ese proceso de ejecución se ve obstruido por un subdesarrollo a nivel personal de procesos de generación de ideas o creatividad, solución de problemas, análisis crítico, fundamentos de investigación y desarrollo de proyectos.
Estos temas no son teóricos ni se pueden desarrollar de manera teórica, sino que requieren de un aprendizaje basado en procesos prácticos. Esto, entonces, cambia la manera en que se debería de diseñar e implementar un proceso de incubación o capacitación para emprendedores.
Un Nuevo Modelo de Incubación y Capacitación
El primer paso debe ser atacar el obstáculo más grande: el obstáculo de desarrollo humano. Con esas nuevas habilidades, el emprendedor debería de iniciar la acción de búsqueda de su modelo de negocio repetible y escalable, proceso durante el cual le quedará claro la necesidad de aprendizaje teórico, específico para los problemas que está enfrentando. Esto, se visualiza en la figura 2:
Fig. 2: Propuesta de un modelo de incubación y capacitación basada en el humano.
1. Teoría y conceptos
Desarrollo académico 3. Habilidades blandas
D esarrollo personal
El Emprendedor
Desarrollo exper imen tta l
2. Ejecución
Fuente: Elaboración propia
Este modelo tendrá dos ventajas claras sobre el modelo tradicional:
1.Uso eficiente de recursos: el modelo tradicional se basa en enseñar un curriculum teórico general que no toma en cuenta el contexto individual de cada emprendedor. Al utilizar el modelo propuesto de “aprendizaje justo a tiempo” para resolver los problemas específicos de cada emprendedor se optimiza el uso de recursos al colocarlos en las actividades que tengan más impacto: el emprendedor individual.
2.Impacto a largo plazo: este modelo apalanca el contexto del mundo moderno y el rol de la educación y el acceso a la información de manera que el emprendedor se desarrollará de manera personal, aprendiendo a ejecutar y desarrollar proyectos primero y a auto-gestionar su propia educación en la búsqueda de resolver los problemas de su proyecto.
Así, el modelo tendrá como resultado la formación personas con capacidades para formar sus propios negocios o bien ser piezas de impacto en otras organizaciones donde puedan hacer uso de estas habilidades.
El Éxito de un Negocio es Impredecible
No es desconocido para nadie que la tasa de éxito de un emprendimiento es baja. En el 2019 la tasa de mortalidad de emprendimiento y pequeños negocios fue de 90% , eso es una probabilidad de éxito de 1 en 10 emprendimientos. Es decir, el éxito de un negocio depende de muchos factores, muchos de ellos son factores que están fuera de control del emprendedor como lo son temáticas políticas, fiscales, tiempos de mercado, entre otros.
Si este es el caso en que se sabe que el éxito de un negocio depende de tantos factores externos que están fuera del control del emprendedor parece estar justificado buscar sistemas de apoyo que no se basen en el éxito del negocio eje de diseño y como resultado final.
Si un negocio falla, el emprendedor todavía es una persona que puede aportar muchísimo al ecosistema y a la economía, ya sea comenzando otros proyectos emprendedores o sumando sus habilidades a los esfuerzos de otras organizaciones.
De tal manera que un modelo de capacitación eficiente, que optimice recursos y que busque resultados a largo plazo, debería de estar centrado en el humano y no en el negocio.
Un modelo como este requiere de procesos nuevos, y crear procesos nuevos siempre es complicado. El uso de recursos, el tiempo de implementación, evaluación e iteración para llegar a los resultados deseados son grandes y requieren del apoyo institucional, gubernamental y sobretodo, personal.
El mismo emprendedor debe aceptar esta nueva modalidad de desarrollarse, tener paciencia y confianza en los nuevos procedimientos para tener los resultados que él y el país están buscando. Esto conllevará un proceso de comunicación y educación hacia esta nueva forma de brindar el apoyo que los emprendedores tanto necesitan y buscan. Por lo tanto, evolucionar el concepto de capacitación para emprendedores a un sistema de desarrollo humano en lugar de desarrollo de negocios no va a ser fácil, pero va a ser mejor.
Acceso a los Recursos de Capital Semilla
Por Diego Chin Vindas Coordinador de Innovación y Emprendimiento. Sistema Banca para el Desarrollo
El Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) es un conjunto coordinado de entidades que proveen financiamiento y servicios a proyectos productivos viables. Estas entidades son coordinadas por un Consejo Rector que dicta las políticas y lineamientos con los que el SBD actúa, las cuales son adoptadas e implementadas por las entidades que integran el SBD, con el acompañamiento de una Secretaría Técnica.
La meta común del SBD es la de actuar como una vía eficaz para el acceso a financiamiento y servicios hacia sus beneficiarios, con el fin de propiciar el fortalecimiento e incremento de la competitividad de sus proyectos productivos.
Entre los beneficiarios del Sistema, se encuentran las micro y pequeñas empresas, unidades productivas agropecuarias, modelos asociativos y emprendedores de los distintos sectores de la economía que presenten proyectos viables y factibles. El SBD actúa como un catalizador de la transformación productiva y un promotor del emprendimiento, la innovación, la inclusión financiera y el empleo.
El Sistema de Banca para el Desarrollo se financia a través de cuatro fuentes:
a. Fondo Nacional para el Desarrollo (FONADE), que conforma el patrimonio del SBD, de esta fuente de financiamiento otorgan créditos, avales, capital semilla y de riesgo, así como servicios no financieros.
b. Fondo de Financiamiento para el Desarrollo (FOFIDE), que se nutre del 5% de las utilidades anuales de los bancos públicos, y que es administrado por ellos mismos.
c. Fondo de Crédito para el Desarrollo (FCD), financiado con el “peaje bancario” de los bancos privados, colocado a través de la banca estatal, de acuerdo con el artículo 59, inciso i) de la Ley N°1644, Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional (LOSBN).
d. CREDES, que son fondos del “peaje bancario” colocados directamente por la banca privada, en apego al inciso ii) del artículo 59 de la Ley N°1644, LOSBN.
Adicionalmente, el SBD cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), que brinda servicios no financieros y de desarrollo empresarial a los beneficiarios del Sistema.
El SBD opera bajo un esquema de “segundo piso”, lo anterior significa que los apoyos, tanto financieros como no financieros, se otorgan a través de los operadores e integrantes del Sistema, con lo que los beneficiarios interesados en acceder a estos recursos deben acercarse a los operadores, que pueden ser bancos públicos y privados, microfinancieras, cooperativas de ahorro y crédito, entre otros entes. Un listado completo de estos operadores puede encontrarse en la siguiente dirección: https://www.sbdcr.com
Como parte de los recursos provenientes del FONADE, el Sistema de Banca para el Desarrollo cuenta con el Fondo de Capital Semilla. Estos recursos pueden ser de carácter no reembolsable y están destinados a apoyar emprendedores en etapas tempranas de su desarrollo, que va desde la concepción de una idea que se concreta en un producto o servicio, estableciendo un modelo de negocios; hasta su consolidación y crecimiento.
Para acceder a los recursos de Capital Semilla, los emprendedores interesados deben contactar a las Agencias Operadoras de Capital Semilla del Sistema de Banca para el Desarrollo, las cuales están a cargo de evaluar los proyectos de emprendimiento de acuerdo con las siguientes modalidades:
Prototipado Puesta en marcha
Modalidad No reembolsable No reembolsable
Monto por proyecto ¢5,600,000 CRC ¢6,700,000 CRC
Estos Fondos de Prototipado están dirigidos al desarrollo de ideas de negocio con potencial de convertirse en empresas, mientras que los fondos se Puesta en Marcha están dirigidos a poner en marcha empresas y startups; de manera que las mismas cuenten con un modelo de negocio validado, repetible y escalable. Durante el año 2021 se colocarán recursos a través de las siguientes Agencias: AUGE, Gat Sur Alto, Impact Hub, CATIE y UTN.