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Gonzalo E. Méndez Dávalos

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Edna Vega

Edna Vega

n Los puestos de trabajo de la industria de la vivienda han representado alrededor de 6% del total de los puestos en la economía de 2008 a 2019. Esta cifra significa que, prácticamente 6 de cada 100 mexicanos laboran en nuestro sector, cifra que, además, se multiplica a lo largo de nuestra cadena de valor conformada por 31 de 42 ramas económicas.

Los invito a analizar a detalle este estudio, al ser un documento clave que nos permite trabajar con cifras históricas, tanto a nivel federal, como estatal y municipal: http://canadevi.com.mx/index.php/noticias/noticiasdelegaciones/comunicados-principales

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Si bien es imposible resumir el vasto contenido del Encuentro Nacional de Vivienda en unas cuentas líneas, me parece sumamente importante recordarles que en el panel “Innovación y futuro: financiamiento de impacto ambiental y social”, la directora general de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), María Ariza García Migoya, invitó a los desarrolladores de vivienda a financiarse y/o bursatilizarse a través de los diferentes esquemas que dicha compañía ofrece, tal como el bono verde, obtenido por Cadu a finales del año pasado, ya que Biva busca impulsar proyectos que reactiven la economía, como es el caso de la vivienda.

En el 2021, los desarrolladores afiliados a Canadevi produciremos alrededor de 250 mil viviendas y de acuerdo con cifras del RUV y del Inegi estamos empezando bien con la producción de 29,230 unidades en el primer bimestre del año. Por eso y más es que podemos afirmar que los sectores público y privado caminaremos Juntos hacia la recuperación.

Ponencias XXXI Encuentro Nacional de Vivienda: https://www.youtube. com/playlist?list=PL9LGo8t67Bg9vdWLfbKRTLRVcJoWO5rWs.

GONZALO E. MÉNDEZ DÁVALOS

n Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).

Acciones del sector inmobiliario para contrarrestar los efectos de la pandemia y perspectiva 2021

Para detonar la reactivación en el sector inmobiliario, se requiere del trabajo conjunto entre autoridades e iniciativa privada

POR ENRIQUE TÉLLEZ

Apoco más de un año de que el Covid-19 irrumpiera en el mundo, ocasionando una creciente ola de devastación sanitaria, social, pero sobre todo económica, los gobiernos de todos los países luchan por detener y revertir el impacto que esta pandemia sigue generando en cada aspecto de la vida cotidiana de la humanidad.

En el caso de México, más allá del debate de las acciones que se han hecho para enfrentar el problema y del tiempo que se tardaría en inmunizar a la población, es de destacar el esfuerzo que han venido construyendo autoridades y algunos sectores de la economía, como es el caso del inmobiliario, para trabajar juntos en alternativas que incentiven nuevamente su actividad generadora de crecimiento económico.

IMPACTO DE LA PANDEMIA EN LA INDUSTRIA INMOBILIARIA

El sector inmobiliario encabezado por la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) es uno de los más dinámicos y que mayor contribución aportan al desarrollo de la economía: representa alrededor del 16% del PIB nacional, impacta a 48 ramas de la industria e incorpora el 70% de las inversiones en la construcción.

No obstante, el confinamiento y la suspensión de sus actividades durante gran parte de 2020 y en este 2021, le han ocasionado un fuerte daño -al igual

que a otras industrias-, repercutiendo negativamente no solo en miles de familias que dependen de esta actividad para subsistir, sino también en el suministro de ingresos fiscales para el gobierno, que tan solo en el 2019 significó una recaudación de 202,000 millones de pesos.

Ante este escenario, el apoyo y trabajo conjunto de la ADI con las autoridades ha sido fundamental, permitiendo, primero, que al inicio de la contingencia la industria de la construcción fuera considerada como actividad esencial, tras elaborar y establecer estrictos protocolos de seguridad que permitieron el reinicio progresivo y seguro de sus actividades aún en Semáforo Rojo, lo que posibilitó la recuperación de 80% de los empleos que se habían perdido en las obras a finales de marzo de ese año. Posteriormente, con el levantamiento del Semáforo Rojo en septiembre, se reabrieron los centros comerciales y con ellos se recuperó parte del dinamismo que estos aportan con su oferta comercial.

Sin embargo, tras el regreso de la CDMX a Semáforo Rojo en diciembre pasado -y hasta la primera semana de febrero de este año-, el nuevo cierre de actividades “no esenciales” fue la estocada final para miles de comercios que ya no pudieron mantenerse a flote: 25% de los locatarios de centros comerciales de los socios ADI cerraron definitivamente y a los restantes los puso en riesgo de sufrir el mismo destino si no se autorizaba pronto su

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