1 minute read

Integradas y miméticas

Next Article
Pie de página

Pie de página

14

Integradas y miméticas

Si hay una prueba innegable de que un préstamo de otra lengua se ha integrado plenamente en la lengua que la recibe es verlo cumplir con sus normas gramaticales y léxicas; o verlo dar lugar a nuevas palabras siguiendo las reglas de derivación de la lengua receptora. Los indigenismos antillanos que se adoptaron en el español son un buen ejemplo. Demuestran su nivel de mimetismo con la lengua española al generar nuevas palabras.

El sustantivo cacique (ca), pasó de designar al jefe de una población indígena, que era su significado en lengua caribe, y el primero que tuvo en la lengua española cuando se adoptó, a designar a cualquier persona que ejerce un poder abusivo en un grupo o comunidad; de un origen local a un uso general. Este sustantivo ha generado además el femenino cacica, morfológicamente español, y algunos derivados conforme a los procesos de derivación de la lengua española. Gracias al sufijo de origen latino -azgo forma la nueva palabra cacicazgo (‘condición de cacique’; ‘territorio en el que manda un cacique’). La voz cacicatura (‘autoridad o poder del cacique de un pueblo o comarca’) sigue las mismas reglas que palabras similares del español, como jefatura. El sustantivo cacicada (‘acción arbitraria propia de un cacique o de quien se comporta de igual modo’) se origina gracias al sufijo -ada, que ‘forma sustantivos derivados de otros sustantivos que indican acción, a veces con matiz peyorativo’,49 como alcaldada o dominicanada.

This article is from: