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Entornos con sabor ancestral
by CENTRO LEÓN
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Entornos con sabor ancestral
La naturaleza antillana, su descripción y su aprovechamiento hicieron necesaria la adopción de las palabras que la nombraban. La palabra bohío (t), referida a la vivienda de los indios, construida con madera, ramas, cañas y hojas de palma, se mantiene en uso en el español dominicano cuando se trata de designar una cabaña rústica de características similares. Pedro Simón los describe y nos explica a su manera el proceso de adopción del indigenismo y sus variantes:
Es lo mismo que casa pajiza, este nombre pussieron los españoles a las casas de los indios, que todas son pajizas, y aunque algunas son redondas, y al modo de campanas, y otras prolongadas, y hechas las paredes de piedra, o tapias, si son cubiertas de paja todas se comprehenden debajo deste nombre, el qual tuvo este principio, que en descubriendo los castellanos la isla Española oyan dezir a los indios muchas vezes este nombre bohío, y no entendiendo, qué querían dezir en aquello, por algunas conjeturas les pareció, que querían dezir, y significar sus casas, y como eran de paja, vino a quedar assentado, que toda casa cubierta de paja se llamase bohío, o buhío mudada la o en u.
El madero vertical que funciona como columna para sostener las vigas o el techo de los bohíos, y de otras construcciones rústicas, se denomina horcón en el español americano; para el horcón más alto del bohío se sigue utilizando en el español dominicano el indigenismo haitinal (ant), mencionado por Gonzalo Fernández de Oviedo:
Otras casas o buhíos hacen asimismo los indios, […] de postes e paredes de cañas y maderas, como está dicho. Estas cañas son macizas y más gruesas que las de Castilla, y más altas, pero córtanlas a la medida de la altura de las paredes que quieren hacer, y a trechos, en la mitad, van sus horcones (que acá llamamos haitinales), que llegan a la cumbrera e caballete alto.54
Para referirse a la vivienda propia de los caciques, de planta circular, se reservaba el término caney (t), que no pervive en el español dominicano. Para la construcción de estas viviendas se usaban paredes denominadas bahareques (o su variante bajareques) (t) que, como nos explica Pedro Simón, consistían en paredes hechas «de palos hincados entretexidos con cañas, y barro, y en tierras calientes es de sola cañas».
La voz batey (ca) se refería originalmente al juego de pelota practicado por los indios, que, al parecer, gozaba de gran popularidad («ninguno de ellos entendia en otra cosa mas de en jugar su juego de batey»55), y a la extensión de terreno destinada a practicarlo. Pervive en el español antillano como el término para designar los terrenos y las instalaciones de los ingenios azucareros.
La agricultura tenía su escenario esencial en el conuco (t), porción de tierra destinada al cultivo por los indígenas. Ya desde temprano los documentos antillanos se refieren a la forma de cultivo de los indios:
Oyeron dezyr que los tales yndjos en espiçial los desta ysla española asy henbras como varones son de tal saber y capaçidad todos o alguno de ellos que sean para ponellos en libertad entera y que cada vno dellos podra beuir politicamente sabiendo adquirir por sus manos de que se mantengan agora sacando oro por su batea o hazyendo conucos e vendiendo el pan dellos […].56
La palabra pervive en el uso común del español del Caribe para referirse a pequeñas parcelas destinadas al cultivo de supervivencia; así también se mantiene el uso de la voz coa (t) para referirse al ‘instrumento de labranza con mango de madera y pala de hierro que se usa para hacer hoyos’.57
El español adoptó el término sabana (ca) para referirse a las amplias llanuras poco arboladas y, desde las islas caribeñas, este sustantivo se extendió hasta convertirse en parte del léxico del español general; en cambio, la voz arcabuco (t), adoptada para nombrar el ‘monte espeso y cerrado’, tuvo una difusión más restringida. Gonzalo Fernández de Oviedo los describe y compara en su Historia general y natural de las Indias: «Llaman sabana los indios […] las vegas e cerros e costas de riberas, si no tienen árboles, e a todo terreno que está sin ellos, con hierba o sin ella. El arcabuco es boscaje de árboles, en monte alto o en lo llano: en fin, todo lo que está arbolado es arcabuco».58 El término arcabuco aparece en la carta en que Celedón Favalis se queja a su padre de las dificultades para encontrar sustento: «En mas de los diez dias que digo a vm no comimos sino frutas del arcabuco y palmitos, con lo qual lo pasamos todo este tiempo [...]».59 Pedro Simón registra la variante alcabuco: «Es lo mismo que monte, o montaña de árboles altos, o baxos». En el español dominicano se utiliza el término charabuco para referirse a la ‘maleza tupida’, para el que Emilio Tejera plantea en Indigenismos la hipótesis de que pueda tratarse de una variante de arcabuco. 60
La variedad antillana de la lengua española se sirvió del indigenismo manigua (t) para designar el terreno poblado de espesos arbustos tropicales y, a partir de este término, creó los derivados manigual, para el ‘terreno pantanoso cubierto de vegetación espesa’, y manigüero, referido a la manigua y a sus habitantes.