1988
100 años de una pasión
Maite Zúñiga, primera finalista olímpica Maite Zúñiga nació en Éibar (Guipúzcoa) y creció en Vitoria (Álava), donde una calle lleva su nombre. No faltan razones hay para que tenga una calle en Álava. Vamos con algunas. En 1988 Maite Zúñiga revolucionó los 800 metros. Primero lo hizo en el Gran Premio Diputación de Sevilla con un récord estratosférico de 1:57.45 que la situaba en la élite mundial. Luego con su séptima plaza en los Juegos de Seúl 1988, que la convirtieron en la primera española finalista olímpica. Y, por si fuera poco, su citada plusmarca nacional lograda en Sevilla, sigue siendo una marca impresionante en la actualidad, hasta el punto de que continúa vigente como récord nacional en 2020: el más “viejo” de las listas. La carrera se había planteado en el Estadio de Chapina de la capital hispalense como un asalto a la plusmarca española de la salmantina Rosa Colorado, que estaba situada en 2:00.33 desde los Bislett Games que se habían disputado en Oslo el 4 de julio del año anterior. Las cosas no parecieron ir bien al principio, porque el paso por los primeros 400 metros fue de 59.1, teóricamente lento. “Creí que no había nada que hacer”, dijo la atleta, que entonces tenía 23 años. Sin embargo, Maite no se desanimó, se quedó sola en cabeza a falta de 180 metros, hizo el segundo 400 más rápido que el primero y terminó la carrera en 1:57.45. “En mí no es tan raro que la segunda parte sea mejor que la primera, porque soy una atleta de ritmo”, dijo después de la competición. Era la primera española que rompía la barrera de los dos minutos en las dos vueltas a la pista y en esos instantes se colocaba líder mundial, aunque esa posición le duró muy pocos días. En los Juegos Olímpicos de Seúl fue cuarta en la primera serie (2:00.98) y ocupó el mismo puesto en la primera semifinal (1:58.85). En la gran final terminó séptima con 1:59.82, después de haber pasado el primer 400 en 57.27. Primera española en clasificarse entre las ocho primeras que otorgan la condición de finalista. Cuatro años después, en Barcelona 1992 iba a subir un nuevo escalón con una gran actuación en los 1.500 metros. Tras vencer en su eliminatoria con 4:07.82 y batir el récord de España en las semifinales con 4:04.00 la eibarresa se superaría en la gran final, alcanzando la sexta plaza con un sensacional
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registro de 4:00.59, una marca que se quedó a la puertas de romper la mítica barrera de los 4 minutos y que duraría como récord de España hasta 2005. Estos dos puestos de finalista de Zúñiga y aquel récord de Sevilla que aun permanece en pie, abrieron un camino que seguirían otras atletas muchos años después. Tras su retirada de las pistas en el año 2000 después de sumar una nueva participación olímpica en Atlanta96 donde se quedó en semifinales y seis participaciones en Mundiales, siendo su mejor actuación la cuarta plaza en los 1.500 metros de Atenas97, Zúñiga ha seguido vinculada a nuestro deporte trabajando en el departamento técnico de la RFEA durante muchos años.