1991
100 años de una pasión
Sandra Myers, bronce mundial Tal y como hemos visto, hasta el mundial de Tokio 1991 la mejor clasificación femenina española en los Campeonatos Mundiales de atletismo había sido el cuarto puesto de Mari Cruz Díaz en los 10 kilómetros marcha de Roma 1987, pero todo llega si se persigue y en el recién remozado Estadio Olímpico de Tokio que había acogido los Juegos Olímpicos de 1964, Sandra Myers, de origen estadounidense (Little River, Kansas, 9 de enero de 1961), se convirtió en la primera española en subir a un podio mundialista: bronce en 400 metros con 49.78. Además, colaboró decisivamente en colocar al relevo largo en la final, por primera y única vez en la historia del atletismo español.
“Sabía que las dos primeras plazas estaban claras para Marie-José Pérec y Grit Breuer, pero también sabía que yo podía ser bronce. Fui remontando y cuando vi por delante a Bryzgina me dije: ésta tiene que caer. Gané por nervio”, dijo la atleta en la zona mixta después de la carrera, saboreando ya una medalla de bronce que tenía una calidad enorme, en tanto que Bryzgina era la campeona mundial y olímpica vigente que al año siguiente iba a ser plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Y, sobre todo, porque tras Helsinki 1983 aquella carrera fue la segunda de la historia en la que las cuatro primeras atletas bajaban de los 50 segundos.
Myers llegó a Tokio tras una temporada brillante, tanto en pista cubierta como al aire libre. Bajo techo había llevado los récords españoles a 22.81 (200 metros) y 50.99 (400 metros), marca esta última que le había permitido colgarse la medalla de plata en el Campeonato del Mundo de Sevilla 1991 en una gran carrera en la que solo fue superada por la norteamericana Diane Dixon. Al aire libre había vencido el 6 de julio en los Bislett Games de Oslo con un sensacional récord de España de 49.67, convirtiéndose en la primera mujer española en romper el muro de los 50 segundos en esta distancia, y había mostrado su excelente punta de velocidad 17 días después en Vigo con 11.06 en los 100 metros.
Junto a esa gran actuación individual, Myers también compitió en ambos relevos, con el balance de tres récords nacionales. El día 31 España fue quinta en las eliminatorias del 4x100 con 44.08 (Patricia Morales, Cristina Castro, Mari Carmen García Campero y Myers), un récord nacional que duró casi once años. En 4x400 el equipo formado por Blanca Lacambra, Julia Merino, Esther Lahoz y Sandra Myers fue cuarto en series con un nuevo récord nacional de 3:29.12. Y en la final volvió a batir la plusmarca con 3:27.57 (récord aún vigente) con una formación distinta: corrieron, por este orden y con sus parciales entre paréntesis, Julia Merino (52.2), Blanca Lacambra (52.0), Sandra Myers (50.85) y Gregoria Ferrer (52.56).
Ya en los Mundiales de Tokio, Myers ganó en series (52.70), fue segunda en cuartos (52.01) y ganó su semifinal (50.64). Era clara candidata a medalla. En la carrera decisiva partió por la calle cinco, con la extraordinaria cuatrocentista francesa Marie-José Pérec por la cuatro y la alemana Grit Breuer por la tercera como referencias de lujo. Pasó quinta por los 200 metros (23.82), pero hizo una segunda parte portentosa: 25.96. La más veloz en ese tramo, lo que sirvió para remontar y alcanzar a la soviética Olga Bryzgina (23.49-26.33) en la misma línea de meta. Nada más concluir la final hubo momentos de incertidumbre, porque estaba claro que el oro era para Perec (49.13) y la plata para Breuer (49.42, récord mundial sub-20), pero en directo era casi imposible decir quién había ganado el bronce. Myers esperó el resultado sentada en la pista, con la mirada en el marcador electrónico. Y al verse tercera, golpeó el tartán con alegría: una nueva barrera había caído para el atletismo español.
140
La ‘Española de Kansas’ marcó toda una época en nuestro atletismo. Además del bronce mundialista en Tokio y de la plata en los Mundiales de Sevilla 1991 de pista cubierta, obtuvo dos medallas de oro en los Campeonatos de Europa de pista cubierta de Génova 1992 (400 metros) y de Estocolmo 1996 (200 metros). Y fue toda una coleccionista de récords: entre 1988 y 1991 superó o igualó al aire libre cinco récords en 100 metros, tres en 200, cuatro en 400, uno en salto de longitud, cuatro en el relevo corto y dos en el largo; mientras que en pista cubierta consiguió un récord nacional de 50 metros (en 1995), tres en 60, otros tantos en 200, 400 y salto de longitud y uno en 4x200 y 4x400 metros. Es decir, 19 records españoles al aire libre y 15 bajo techo. De ellos, en 2020 siguen vigentes los de 100 (11.06), 200 (22.38), 400 (49.67) y 4x400 metros (3:27.57); y en pista cubierta los de 50 (6.28), 60 (7.23), 200 (22.81), 400 (50.99) y 4x400 metros (3:31.86).