1997
100 años de una pasión
Julia Vaquero, talento del fondo Hacía veinte años y tres días que ninguna española subía a un podio del Mundial de Cross. Exactamente desde que Carmen Valero había sido campeona en Dusseldorf, renovando el título conquistado doce meses antes en Chepstow, tal y como hemos recogido en este libro. Aún antes, la propia Carmen había sido bronce en Rabat 1975, y ese metal es el que tocó con la punta de los dedos Julia Vaquero en Turín, nacida en Chamonix (Francia) de padres emigrantes que regresaron a España cuando ella era un bebé y se asentaron en La Guardia (Pontevedra). Los Mundiales de 1997 se disputaron en el Parque Valentino, en el centro de Turín, y los presenciaron 15.000 espectadores. Julia ya había sido séptima en Ciudad del Cabo 1996. Hasta los 2.000 metros mandó la extraordinaria atleta irlandesa Sonia O’Sullivan, vigente campeona mundial de 5.000 metros. Y luego fue relevada por su compatriota Catherina McKiernan y por la keniana Sally Barsosio, que se alternaron en la cabeza hasta la última vuelta. En ese punto, el grupo estaba integrado por las citadas McKiernan y Barsosio, la propia Julia Vaquero, la británica Paula Radcliffe y las etíopes Derartu Tulu y Gete Wami, quien defendía título. O´Sullivan había perdido terreno, y la primera en atacar fue Wami. Radcliffe respondió con fuerza y en la recta final parecía victoriosa. Pero entonces apareció Tulu, campeona en 1995, y remontó para proclamarse campeona del mundo. En la lucha por el bronce, finalmente Wami batió a Julia por un suspiro. Por sólo un segundo que le dejó sin medalla. Ninguna española ha vuelto a merodear el podio desde aquel día hasta hoy. Las tres mujeres que batieron a la gallega tenían fuertes credenciales. Tulu había sido oro de 10.000 metros en Barcelona 1992 y cuarta en Atlanta 1996. Radcliffe había sido ya oro júnior de cross en Boston 1992 y quinta en 5.000 metros en los Mundiales de Gotemburgo 1995 y en los Juegos de Atlanta 1996, con todo el futuro por conquistar. Wami había ganado el título mundial de cross el año anterior y había sido bronce en los 10.000 metros de Atlanta. Y ante este trío de campeonas Julia conquistó un cuarto puesto que sabe a mucho más que a chocolate. Al año siguiente fue sexta en Marrakech, acumulando tres años seguidos entre las 10 mejores. Además, sí que pudo subir al podio en los Europeos de Cross, con platas en la edición inaugural de Alnwick 1994 y en Charleroi 1996,
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por detrás de McKiernan y de la sueca Sara Wedlund, respectivamente. En la pista sus mayores éxitos fueron la décima plaza en los 10.000 metros de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y las sextas posiciones en los Europeos de Budapest 1998 y en los Mundiales de Sevilla 1999. Y, junto a todo ello, mantiene el récord español de 5.000 metros desde el 5 de julio de 1996, cuando fue tercera en Oslo (14:44.95), sólo por detrás de la portuguesa Fernanda Ribeiro (14:41.07), campeona mundial de 10.000 en Gotemburgo 1995 y futuro oro olímpico en Atlanta, y de la rumana Gabriela Szabo (14:41.12), futura subcampeona olímpica de 1.500 metros. De nuevo, Vaquero supo aquel día lo que era batir a atletas como la keniana Sally Barsosio (14:47.81), que un año después ganaría el título mundial de 10.000 metros en Atenas 1997. Con aquel flamante record nacional la corredora gallega se colocó en ese instante como la tercera mejor del mundo en esa temporada y la sexta de siempre. Y acabó el año como cuarta del año y séptima de todos los tiempos. Julia era una atleta valiente que siempre daba la cara y con un tremendo talento. A buen seguro, con un poco más de velocidad terminal hubiese sido una atleta habitual en el reparto de las medallas de los grandes campeonatos internacionales.