2003
100 años de una pasión
Eliseo Martín: medalla de bronce en París 2003 Eliseo Martín pertenece a la época dorada de los 3.000 obstáculos en España, aquella generación que, a partir del Europeo de 1998, recuperó la gloria perdida de los años 80. Nacido en Monzón (Huesca) el 5 de noviembre de 1973, fue un buen atleta júnior que apenas se prodigaba en obstáculos, aunque dominaba en cross y 10.000 metros. Fue creciendo desde los 12 años con su entrenador, Fernando García “Phondy”, y es a partir de la categoría Sub23 cuando se centra en esa especialización, cosechando los títulos nacionales de 1994 y 1995 y llevando su marca hasta los 8:31.27. Su evolución fue comedida hasta su estreno internacional absoluto en un gran campeonato, el ya mencionado Europeo del 98, en el que acabó séptimo, elevando su registro a los 8.25.92. Antes ya había sido sexto en los Juegos Mediterráneos del 97. Su salto definitivo fue el del Mundial de Sevilla 99, aunque sus logros aquel año quedaron solapados por el récord de España de Luismi Martín Berlanas. Eliseo no estuvo lejos de esos 8:11, y en aquella misma carrera del miting de Sevilla corrió en 8:13.59. Después, en agosto, firmó en la capital andaluza un magnífico sexto puesto en el Mundial. Definitivamente, estaba en la élite mundial obstaculera. “Me había dado cuenta en 1998 que los obstáculos era mi prueba y la mejora del 99 se debió sobre todo a que dejé de trabajar, daba clases en colegios y de mantenimiento físico a mayores, y pasé a dedicarme a tope al atletismo”, dice Eliseo. El año de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 volvió a correr en 8:13 y en la final australiana cuajó una muy buena actuación con el sexto puesto, de nuevo ensombrecido por Luismi que acabó justo delante de él. “Hemos tenido una gran rivalidad y el hecho de tenernos el uno al otro nos ha hecho mejores y más competitivos”, señala Eliseo. En 2001 volvió a estar en una final mundialista con la 12ª plaza en Edmonton, aunque los cronos esa campaña y en 2002 se estancaron en 8:19. El Europeo de Múnich lo terminó en la quinta plaza, cerca de las medallas, un buen resultado ya que en invierno tuvo una rotura ósea en el pie derecho que se complicó. “Algún médico me dijo que debería dejar el atletismo de alto nivel. Pero al final hubo solución”. Y eso hizo a Eliseo un atleta más fuerte para el resto de su carrera deportiva: “En 2003 es cuando cambié mi mentalidad por aquella lesión,
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trabajé mucho psicológicamente y ese año tuve además continuidad. Fue el año que más trabajo de multisaltos y fuerza específica pude hacer con diferencia. Hice una gran temporada de cross acumulando mucho volumen y a la previa del Mundial llegué sabiendo que podía correr dos carreras en 24 horas a un gran nivel. Pensaba que en la final podría optar a las medallas y correr por debajo de 8:10. Mi entrenador habló además en la previa con el entrenador de Saheen y pudimos saber que se iba a salir rápido, aunque no pensábamos que tanto (2:36 el primer km, a ritmo de récord del Mundo). Nosotros teníamos claro cómo teníamos que controlarnos al principio y fui en remontada. A falta de 600 metros sí vi clara la medalla y viniendo desde atrás eso da una energía extra. Fue el momento en que llegué a contactar con Luismi y el cambio decisivo fue a falta de 300 metros cuando tiré a tope hasta la ría porque sabía que eso me daría cierta tranquilidad antes del último obstáculo. Desde la ría a meta fue un cúmulo de emociones”. Aquella final de 2003 la ganó Saeed Saheen, (antes Stephen Cherono, de Kenia) que justo estrenó su nueva nacionalidad en París. Ese año había corrido los 5.000 metros en 12:48.81 y en 2004 se convirtió en recordman Mundial de 3.000 obstáculos con 7:53.63, plusmarca aún vigente. El otro hombre que superó al de Monzón aquella noche fue Ezequiel Kemboi, nada menos que doble campeón olímpico y cuatro veces campeón del Mundo los años siguientes. En los Juegos de Atenas 2004, el de Monzón volvió a estar en una final, aunque se quedó a las puertas del diploma olímpico. Después tras unos complicados 2005 y 2006 sin acudir al gran campeonato de turno, encadenó más finales en los Mundiales de 2007 (7º) y 2009 (9º), la participación olímpica en Beijing (5º en su semifinal y eliminado) y su cierre como gran obstaculista con el sexto puesto en el Europeo de Barcelona 2010. En 2013 probó fortuna con el maratón y debutó con 2h20:11 en Praga, a los 39 años y a final de año ya con los 40 cumplidos, acabó tercero en San Sebastián con 2h14:05. Estas últimas campañas, porque sigue teniendo ficha con la RFEA, ha alternado Campeonatos de España de Cross absolutos a un buen nivel, pruebas de duatlón e incluso algún triatlón, y en 2018 fue campeón de Europa Máster M45 de Cross, especialidad en la que acumula seis Mundiales (uno júnior) y dos Europeos.