1923
100 años de una pasión
Berazubi, el primer Estadio Lógicamente, en el inicio de nuestro atletismo que tuvo lugar a partir de 1914 se utilizaron distintas instalaciones de fortuna, ya que no había pistas dignas de llamarse así y lo más parecido que se podía encontrar eran las que se trazaban en campos de fútbol. Así, los primeros Campeonatos de España se celebraron en los campos de Atocha (San Sebastián, 1917 y 1920), del Athletic de Madrid (campo de O’Donnell, 1918), el de El Español (calle Muntaner de Barcelona, 1919), el de Coya (Vigo, 1921) y el de Romo (Guecho, 1923). Dentro de ese contexto histórico, los cuatro clubes deportivos que existían en Tolosa (Guipúzcoa) y que estaban prácticamente orientados al fútbol se fusionaron en uno solo en 1922, el Tolosa F.C. Y se planteó la necesidad de construir un campo adecuado. Sometida la propuesta al Ayuntamiento, éste dio la sorpresa de apoyar la construcción de un estadio con su pista de atletismo: el campo de Berazubi. Se trataba de un terreno desnivelado que hubo que alisar para iniciar la construcción. La obra empezó el 11 de enero de 1923, con un presupuesto calculado en unas 50.000 pesetas. Por supuesto, la previsión económica inicial no fue suficiente, pero el 24 de junio, dentro de las fiestas patronales de San Juan, se inauguró el nuevo campo proyectado por el arquitecto Adrián de Lasquíbar y Larreta, quién actuó desinteresadamente. El día de la inauguración todavía no estaba lista la pista de atletismo y hubo que esperar hasta el otoño para ver la primera competición atlética relevante que iba a acoger la nueva instalación: los días 1 y 4 de noviembre de 1923 se celebraron allí los Campeonatos de Guipúzcoa que sirvieron para el estreno, esta vez sí, de las pistas de atletismo del estadio de Berazubi. La primera pista española de ceniza de 400 metros de cuerda. Sorprendentemente, en la prensa especializada de la época el acontecimiento no llamó demasiado la atención. Así, el semanario deportivo Madrid Sport del día 8 de noviembre publicó un sucinto relato de la competición que localizó “en Tolosa”, sin más mención al estadio que se inauguraba y aunque sí que se reparó en que la organización fue “perfectísima”. El Mundo Deportivo recogió el día 2 de noviembre que “por fin celebróse hoy en el Estadio Berazubi de Tolosa, la primera jornada de los campeonatos atléticos guipuzcoanos”. Como se ve, no se hacía mención a que ese estadio que se inauguraba
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abría literalmente una nueva época en las instalaciones españolas específicas para el atletismo. La competición inaugural no aportó grandes resultados, pero desde este momento quedó claro cuál iba a ser el papel de Berazubi. Aunque hasta ese momento los Campeonatos nacionales se habían venido organizando por rotación entre las distintas regiones, los de los años 1924, 1925 y 1926 se celebraron sucesivamente en Tolosa a petición de las distintas Federaciones. De hecho, los de 1924 se habían encomendado a la Federación Castellana, pero ésta renunció y en sólo tres días la Guipuzcoana se hizo cargo de una organización que todos los asistentes consideraron modélica, y la pista se mantuvo en excelentes condiciones a pesar de la lluvia del primer día. Esta vez sí llegaron las grandes marcas, con cinco récords de España. En 1927 los Campeonatos se trasladaron al recién construido Estadio Metropolitano de Madrid, en 1928 al campo del Reus Deportivo (Tarragona), y en 1929 se acabó el monopolio en pistas de alto nivel que ostentaba Berazubi con el estreno del barcelonés Estadio de Montjuïc, donde comenzaron a celebrarse recurrentemente distintas ediciones de los Campeonatos de España. No obstante, la principal competición española todavía regresó a Berazubi en 1932, 1934, 1935, 1944 y 1959. A lo largo de la historia el Estadio ha sufrido distintas calamidades en forma de inundaciones o incendios, pero también ha sido remodelado y en la actualidad goza de una pista sintética de seis calles y sigue estando activo y plenamente homologado.