2007
100 años de una pasión
Juan Carlos Higuero lidera el triplete europeo Los 1.500 metros son una de las pruebas que más alegrías han dado al atletismo español a lo largo de su historia. En este libro ya hemos podido conocer a grandes figuras de esta distancia y nombres como los de Juan Muguerza, Pedro Prat, Tomás Barris, Jorge González Amo, Consuelo Alonso, María Coro Fuentes, Belén Azpeitia, Carmen Valero, José Luis González, José Manuel Abascal, Fermín Cacho, Maite Zúñiga, Isaac Viciosa, Andrés Díaz, Natalia Rodríguez o Nuria Fernández han ido escribiendo la historia de una disciplina que está intrínsecamente ligada al alma del atletismo español y su presencia en grandes competiciones internacionales. Sin embargo, lo ocurrido la tarde del 4 de marzo de 2007 en la pista del National Indoor Arena de Birmingham significó un paso más en el dominio español de esta disciplina en el Viejo Continente. Aquel día se disputaba en la ciudad británica la final del Campeonato de Europa con tres españoles entre los nueve participantes. Probablemente, el gran favorito a la victoria final era el burgalés Juan Carlos Higuero (Aranda de Duero, 3 de agosto de 1978), un atleta con una ya larga trayectoria internacional, olímpico en Sídney 2000 y Atenas 2004 y que el año anterior se había hecho con el bronce tanto en 1.500 como en 5.000 metros en el Campeonato de Europa de Gotemburgo, además con su mejor marca personal en la primera distancia con 3:31.57. En su haber tenía también dos medallas de plata europeas bajo techo conseguidas en Viena 2002 y Madrid 2005. A su lado estaban dos prometedores mediofondistas: Sergio Gallardo (Bembibre, León, 22 de marzo de 1979), que ya había sido quinto en el citado Europeo de Gotemburgo, y el más joven de los tres, el madrileño Arturo Casado (26 de enero de 1983), que solo dos años antes había
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asombrado a los especialistas con una quinta plaza en la final del Campeonato del Mundo de Helsinki 2005 con solo veintidós años. Nada más darse la salida, desde los primeros compases de la prueba los integrantes del triplete español permanecieron atentos a las evoluciones de la carrera. Higuero hizo valer su condición de favorito y encabezó las primeras vueltas, pasando los 400 metros en 1:05.14 y los 1.000 metros en 2:34.82. El burgalés no cedió la cabeza en ningún momento y en los últimos 200 metros se lanzó a por el oro con un parcial de 26 segundos. A su estela le siguió Gallardo, que aseguró así la medalla de plata, mientras que Casado, que venía algo más retrasado al no haber podido responder inicialmente al ataque de Higuero, pudo reaccionar a tiempo y progresar para completar este pódium perfecto para el atletismo español. Era la primera vez que un país copaba el pódium en unos 1.500 metros europeos bajo techo. La vuelta de honor al coqueto estadio británico fue apoteósica y recordó a toda la afición aquel otro ilustre triplete vivido trece años antes, cuando tres maratonianos coparon el pódium del Europeo de Helsinki 1994. Dos de los tres protagonistas de aquel momento siguieron acumulando éxitos en años posteriores: Higuero se quedó al año siguiente muy cerca del bronce olímpico en Pekín 2008, cuando cruzó la línea de meta en cuarta posición, mientras que Casado vivió su gran momento en 2010 con el oro europeo conquistado en Barcelona, que se reseña en otro apartado de este libro. Por su parte, Sergio Gallardo prolongó su trayectoria deportiva apenas un año más, consiguió un decimosegundo puesto en el Campeonato del Mundo de Osaka 2007 y se retiró de la alta competición en 2008.