1963
100 años de una pasión
Vuelve el atletismo femenino Los cuatro primeros Campeonatos femeninos de España se celebraron antes de la Guerra Civil. Una vez terminada ésta, la actividad se reanudó en 1940. Eulalia Santos batió con 4,67 metros el récord de longitud en los Campeonatos de Castilla, aunque tanto en 1940 como en 1941, la estrella fue María Torremadé, que arrasó las listas de récords. Sin embargo, en febrero de 1942 su inscripción en el Registro Civil fue modificada, pasando a llamarse Jorge. Naturalmente sus records españoles fueron borrados de la tabla, y sin duda debido a este hecho, el atletismo fue desaconsejado como deporte femenino. No obstante, nunca hubo una prohibición explícita. De hecho, en 1947 los Campeonatos de Cataluña incluyeron el programa femenino completo. También en un festival celebrado en octubre, Denise Huet superó el récord nacional de 200 metros con 29.5, que luego mejoraría al año siguiente con 28.9 y 28.7. Pero en 1949 ya no concurrió ninguna atleta al Campeonato de Cataluña, y la actividad en la pista se acabó. Habría que esperar al año 1960 para ver las primeras superaciones de los records nacionales de los años 30, y en 1961 volvieron los Campeonatos de Cataluña. En octubre de 1962 se celebraron en Madrid los II Juegos Atléticos Iberoamericanos, con programa tanto masculino como femenino. No hubo participación española en las pruebas femeninas, pero sin duda el ejemplo de las atletas que vinieron a Vallehermoso fue un detonante para lo que ya se estaba extendiendo por toda España. Los días 7 a 9 de diciembre se reunió la Asamblea anual de la RFEA. En ella Concepción Sierra, regidora central de Educación Física de la Sección Femenina, expuso las normas que se habían dirigido a todas las provincias, y se aprobó la celebración en 1963 del “primer” Campeonato femenino, a título de ensayo, en el mes de abril dentro del Campeonato universitario. Pero en la reunión de Presidentes el 23 de abril de 1963, dado el incremento que venía tomando el atletismo femenino, se acordó que el Campeonato femenino se celebrara junto con el masculino, por primera vez en la historia. En esas primeras semanas de 1963 los entrenadores José manuel Ballesteros y Bernardino Lombao consiguieron que más de seiscientas estudiantes pasaran por el Palacio de los Deportes de Madrid para ser testadas en habilidades atléticas básicas. “Algunas eran francamente buenas, ya que venían de practicar deporte con sus hermanos,
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pero nunca habían competido” recordaba el recientemente desaparecido Bernardino Lombao con cierta añoranza. En ese momento no había ni siquiera ropa deportiva de competición para mujeres en las tiendas especializadas de atletismo. En una tienda de la calle Cea Bermúdez que regentaba Emilio Villanueva, entonces jugador de balonmano del Atlético de Madrid, consiguieron confeccionar con la ayuda de Anne Gregorides, una estudiante austriaca para la que el atletismo no era algo nuevo y que sirvió de modelo y asesora, unos pantalones cortos para las atletas a partir de unos pantalones elásticos de esquí que pasaron el visto bueno de la Sección femenina. Y así llegó la gran cita, los días 17 y 18 de agosto de 1963, veintiocho años después, el Estadio de Montjuïc volvió a ver los Campeonatos de España femeninos; en esta ocasión, y ya para siempre, conjuntamente con los masculinos. Las pruebas femeninas fueron un éxito, batiéndose el récord de España en dos pruebas: en salto de altura la madrileña Mercedes Morales volaba por encima de 1,40 metros tras dura pugna con María Lezaun, que se quedó en 1,37, mientras que en jabalina la gallega María Luisa García Pena llegaba hasta 31,86. Otras ganadoras de aquella histórica edición fueron María Luisa Consegal (100 metros y 80m vallas), Ana María Gibert (200 metros y longitud) y Barcelona en el 4x100 metros.
María Luisa Consegal