1979
100 años de una pasión
La década de los 70, plataforma de despegue Los años setenta modernizaron el atletismo español. Algunas cosas que ahora son evidentes empezaron a normalizarse: las pistas sintéticas, el cronometraje eléctrico, las ayudas económicas sistematizadas a los atletas… En este capítulo no se trata de relatar hazañas de las grandes estrellas de aquella época (Mariano Haro, Carmen Valero, Jordi Llopart...) que tienen apartados propios, sino de resaltar otras cosas en unos años que pusieron las bases del despegue del atletismo español.
Hubo duelos que llegaron a ser históricos y que ya se presentían, como el de González y Abascal en 1.500. Pero en esta década los grandes cara a cara estaban en 400 metros vallas y en jabalina. En la carrera, Francisco Suárez Canal y Manuel Soriano se alternaron en el récord, con alguna incrustación de Manuel Gayoso. En el lanzamiento, Fernando Tallón y Gonzalo Juliani impulsaron la plusmarca nacional desde 73,92 metros a 81,80, última conseguida con el artefacto antiguo.
Por ejemplo, comenzó a destacar un grupo magnífico de atletas jóvenes que en aquellos momentos se conoció como ‘Generación del 57-58’, y que en la siguiente década iba a ser clave en el despegue internacional: José Luis González, Javier Moracho, José Alonso, José Manuel Abascal, José Carbonell, Antonio Prieto, Ángel Heras, Colomán Trabado, Benjamín González, Domingo Ramón, Francisco Sánchez Vargas… Todos batirían récords de España y subirían a podios internacionales de prestigio.
Tremenda rivalidad, también, en los 100 metros. Y una barrera entonces colosal: 10.3. A lo largo de diez años, ocho atletas lograron correr en ese crono manual, predominante entonces, en un total de 24 carreras, pero nadie conseguía 10.2. Era un muro psicológico que parecía imposible de romper. Hicieron 10.3 José Luis Sánchez Paraíso (9 veces) José Carbonell (4); Javier Martínez (3), Juan Carlos Jones, Manuel Carballo y Miguel Ángel Arnau (2) y Luis Sarria y Ángel Heras (1). El primer 10.2 lo logró Javier Arques en el año que inauguraba los ochenta.
Algunos mostraron ya su categoría en los Europeos Sub20 de Atenas 1975: plata para Moracho (110 metros vallas) y bronces de González (3.000 metros), Alonso (400 metros vallas) y el 4x100. También en Donetsk 1977: victoria de Abascal en 3.000 y plata de Ramón en obstáculos. No eran las primeras medallas en el continental de esta categoría: en París 1970 Francisco Morera había sido tercero en 1.500 y en Duisburgo 1973 Fernando Cerrada ganó el oro en 5.000 y Ramón Cid, que muchos años después llegaría a ser director técnico de la RFEA, la plata en triple. Fondistas juniors brillaron también en los Mundiales de Cross: platas de José Haro, hermano de Mariano (Waregem 1973), José Luis González (Rabat 1975) y Santiago Llorente (Düsseldorf 1977) y bronce de Francisco Javier Alario (Glasgow 1978). El saltador y el fondista arrebataron los récords a dos ídolos del atletismo: Cid a “Pipe” Areta en triple (16,40 por 16,36), y Cerrada a Mariano Haro en 5.000 (13:24.31 por 13:26.03). También cayeron las plusmarcas de Ignacio Sola en pértiga (Roger Oriol, 5,22 por 5,20) y de Rafa Blanquer en longitud (Antonio Corgos, 8,05 por 8,01).
86
En altura se asistió a un relevo de estilos. Paco Martín Morillas y Juan Carrasco saltaron 2,18 en Madrid el mismo día (18-5-1976) y superaron los 2,16 de Gustavo Marqueta. Martín Morillas y Carrasco saltaban a fosbury y Marqueta con el tradicional rodillo ventral. Las mujeres, por su parte, tuvieron en Carmen Valero a su líder indiscutible y, a su rebufo, consiguieron los primeros éxitos internacionales. En cross España fue sexta en los Mundiales de Rabat 1975. En los Europeos de pista cubierta lograron puestos de finalistas Coro Fuentes, séptima en 800 en Viena 1970, y Rosa Colorado, quinta en 400 en San Sebastián 1977. Al aire libre debutaron en 1971, con Josefina Salgado en 400, Coro Fuentes en 800 y Belén Azpeitia en 1.500. Mujeres de calidad y polivalentes: Rosa Colorado batía récords en 200, 400 y 400 vallas, Montse Pujol en 400, 400 vallas y pentatlón, Meri Martínez en 100 vallas, longitud y la combinada, Ana María Molina en peso y en pentatlón… Un dulce despertar femenino tras un largo paréntesis.