1980
100 años de una pasión
Jordi García y Pere Casacuberta, júniors de oro El campo a través es una de las especialidades más laureadas en la historia del atletismo español. Ya hemos visto a lo largo de este libro como un español se impuso en el Cross de las Naciones, en el caso de Francisco Aritmendi en 1964, como Carmen Valero dominó la especialidad en los años 1976 y 1977 por delante de las grandes fondistas mundiales y como otro legendario atleta, como es el caso de Mariano Haro, estuvo a punto de tocar la gloria hasta en cuatro ocasiones. Pero también las páginas de la brillante historia del campo a través español se escriben con las sobresalientes actuaciones de nuestros júniors (Sub20 en la actualidad), que en varias ocasiones han ocupado puestos de honor. Una categoría que se incluyó ya en el Cross de las Naciones, disputándose por primera vez en la edición de Nantes 1961, con Mariano Haro ocupando el tercer cajón del pódium y nuestro equipo clasificándose tercero. En la primera edición del Campeonato del Mundo en 1973 en la localidad belga de Waregem también los atletas españoles llevaron la voz protagonista. En este caso fue José Haro, hermano pequeño de Mariano, quien se colgaba la medalla de plata, estando también a un paso de la gloria José Luis González en Rabat 1975 (plata), Santiago Llorente en Düsseldorf 1977 (plata) y Francisco Javier Alario en Glasgow 1978 (bronce). Uno de los grandes hitos en la historia de nuestro cross llegó en la edición de 1979 en la ciudad irlandesa de Limerick cuando nuestro equipo júnior logró proclamarse campeón del mundo por delante de Inglaterra y la Unión Soviética. El líder de ese equipo era el joven atleta catalán de primer año Jordi García, que ocupaba la octava plaza en línea de meta. En este oro histórico le acompañarían Pedro Garín, Valentín Rodríguez, José Maestra, José Manuel Juan Boix, que meses más tarde moriría en un atentado de ETA cometido en la Estación de Chamartín de Madrid, y Jorge Castelló. En 1980 en el Hipódromo de Longchamp de París llegaría el gran momento de Jordi García (Barcelona, 2 de mayo de 1961). El fondista catalán realizó una magistral carrera sobre los 7.410 metros de recorrido, manteniéndose en cabeza en todo momento y cambiando de ritmo a partir del tercer kilómetro para marcharse por delante con unos 50 metros de ventaja sobre sus rivales. A pesar de sufrir algunos problemas de flato consiguió
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entrar en la recta de meta en claro vencedor por delante del soviético Gryaznov y del norteamericano Eyestone y contribuyendo de forma decisiva a la medalla de bronce por equipos de nuestro país. García participó en otros cuatro Campeonatos del Mundo de cross en categoría absoluta, siendo su mejor clasificación el puesto 27 en Nueva York en 1984 y también fue olímpico en Los Ángeles en la prueba de 5.000 metros, dejando unas marcas personales de 7:53.01 en 3.000m (1983) y 13:28.20 en 5.000m (1983), aunque las lesiones y las secuelas de un accidente de tráfico le obligaron a retirarse a temprana edad. Una trayectoria paralela siguió nuestro otro gran campeón del mundo júnior de campo a través, Pere Casacuberta. Nacido en la localidad barcelonesa de Vic el 12 de abril de 1965, el fondista catalán llegó al Campeonato del Mundo de 1984 que debía disputarse en el Hipódromo Meadowlands de Nueva York tras una temporada impecable en la que había dominado varios crosses del calendario nacional así como el Campeonato de España de la especialidad. En la Ciudad de los Rascacielos Casacuberta dio toda una lección de estrategia. Se mantuvo en el grupo de cabeza junto a los etíopes Teshome y Tessema, el canadiense Castellano y otro español, Antonio Pérez Perales, para jugar sus bazas a falta de 1.500 metros para el final cuando se marchó por delante junto a Tessema. En una apasionante recta final el español lanza su definitivo ataque para hacerse con la victoria, mientras que Pérez Perales mantiene una magnífica quinta plaza final y el equipo español se hace con la plata colectiva. Ésta es la última medalla individual conseguida por un atleta español en la máxima competición del campo a través mundial, si bien nuestros juniors siguieron ganando medallas colectivas hasta 1988. Al igual que en el caso de García el infortunio se cruzó en el camino de la prometedora carrera de Casacuberta. El fondista alternaba los entrenamientos con su trabajo en una fábrica de embutidos y meses más tarde de su éxito en Nueva York sufrió un grave accidente laboral cuando se le cayó encima una máquina que le destrozaba un pie. Una vez recuperado volvió a competir en algunas carreras populares pero lejos del nivel que demostrara como júnior.