1976
100 años de una pasión
Moracho-Sala, duelo en las vallas Javier Moracho y Carlos Sala fueron los nombres y los apellidos de las vallas altas españolas durante más de una década y su rivalidad la más apasionante jamás vista en estas pruebas. Su rivalidad impulsó los récords y el ránking, coleccionaron títulos, ofrecieron carreras antológicas y ambos subieron a podios de gran prestigio internacional. Moracho, que era el más rápido en salir de los tacos, dejó el atletismo con registros de 13.42 en 110 mv (1987) y de 7.60 en 60 mv en pista cubierta (1984) y Sala, experto en remontadas, se retiró dejando en su palmarés 13.44 (1987) y 7.66 (1988).
de 1980 a 1985 y en 1987) y otras tantas en pista cubierta (1977, 1979 a 1981 y 1984 a 1987) y Sala subió a lo más alto del podio en siete (1986 y 1988 a 1993) y diez ocasiones (1983, 1988 a 1993 y 1995 a 1997), respectivamente.
Javier nació en Monzón (Huesca) el 18 de agosto de 1957, pero se formó como atleta en Barcelona, precisamente la ciudad en la que Carlos vino al mundo el 20 de marzo de 1960. Las primeras marcas interesantes del aragonés las encontramos allá por 1974 y las del catalán cuatro años después. Ya brillaron de jóvenes: en los Europeos júniors (Sub20) Moracho fue plata en Atenas 1975 y Sala quinto en Bydgoszcz 1979. Javier se retiró en 1990 y Carlos aguantó una década más.
En Mundiales, Javier solo compitió en Helsinki 1983 (semifinalista) y Carlos en tres (Roma 1987, Tokio 1991 y Gotemburgo 1995) y fue sexto en el primero de ellos. Por lo que se refiere a Europeos, ambos estuvieron en dos, pero nunca coincidieron. Moracho fue semifinalista tanto en Praga 1978 como en Atenas 1982 y su rival alcanzó el bronce en Stuttgart 1986 y las semifinales en Split 1990. Solo Orlando Ortega, tercero en Berlín 2018, ha subido también a un podio continental.
El período de máxima rivalidad se encuentra entre 1979 y 1989. Once años en los que monopolizaron los dos primeros puestos del ránking español. Es difícil encontrar una situación histórica semejante. Moracho ya había dominado en 1978 y prolongó su hegemonía hasta 1983, ya siempre con Sala en la segunda plaza. Se alternaron las posiciones en los cuatro años restantes y en 1988 el barcelonés se puso en cabeza, hasta la retirada de Javier, y prolongó después su dominio hasta 1993.
En pista cubierta, la superioridad del oscense, atleta de salida fulgurante, fue amplia. Lo mejor que consiguió en los Mundiales fue la sexta plaza de Indianápolis 1987, mientras que Sala fue semifinalista en Budapest 1989. En los Europeos amplia superioridad de Javier: tres medallas, una de cada color, en Madrid 1986 (oro), plata (Grenoble 1981, sobre 50) y bronce (Sindelfingen 1980). Sala logró este metal en Budapest 1988.
Curiosamente, sus mejores marcas al aire libre las consiguieron en la misma carrera, la final del Campeonato de España de 1987. Moracho, 13.42, y Sala 13.44, en una carrera vertiginosa en la que ambos mejoraron el récord anterior (Moracho, 13.49) y en la que el bronce lo ganó Toni Lanau con 13.72, que le hubiera dado el oro en casi cualquier Nacional anterior. La calidad de las marcas de los dos reyes de las vallas fue muy similar: ambos bajaron dos veces de 13.50 y seis de 13.60. Moracho logró un promedio de diez mejores carreras de 13.562 y Sala ligeramente mejor: 13.552. Por lo que a récords respecta, la supremacía de Moracho es muy clara: batió o igualó catorce al aire libre (tres de ellos manuales) y ocho en pista cubierta, mientras que Sala alcanzó solamente uno manual en 110. Moracho fue campeón de España ocho veces al aire libre (en 1978,
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En cuanto a grandes competiciones internacionales, Moracho acudió a tres Juegos Olímpicos (de Moscú 1980 a Seúl 1988) y lo mejor lo consiguió en su debut, con la séptima posición. Sala compitió en cinco (el primero, también en Moscú 1980 y el último en Barcelona 1992) e igualó el puesto de su oponente en Los Ángeles 1984.
Moracho-Sala, Sala-Moracho. La carrera de vallas que atraía todas las miradas. Una de las más grandes rivalidades de todos los tiempos.