Revista Cineinforme – Marzo 2022 (Festival de Málaga)

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producción

Un país en la encrucijada y su audiovisual también

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José Antonio Hergueta, presidente de MAPA ero no deja de sorprender que ante todo lo aprendido, quienes mejor pueden ayudar a moderar esos vaivenes y sacar provecho de la experiencia (responsables de la Administración, Gobierno, legisladores) resuelvan dejar la nave al pairo o, lo que es peor, al viento interesado del momento, sin responsabilizarse de a qué destino nos lleva ese rumbo ni el coste de la travesía. Una de las enseñanzas del confinamiento por COVID-19 fue, precisamente, la valoración del cine y, en general, el audiovisual, como una pieza vital de nuestra sociedad, a la vez alimento imprescindible en nuestras vidas, identidad de país, cultura e industria. La buena onda que se generó quizá no haya conseguido disolver la mala prensa que persigue al cine español entre los españoles, que daría para otras reflexiones, pero sí añadir un valor adicional a las historias que desde aquí se cuentan, sobre vidas cercanas, con medios propios o en colaboración con profesionales y empresas de otros países, ya sea para entretener o profundizar. Ha llevado décadas consolidar un sector cinematográfico en España, a base de productoras independientes de pequeño y mediano tamaño, el estándar internacional, homologable con cualquier país de nuestro entorno europeo, capaz de poner en pie produccio-

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QUE VIVIMOS TIEMPOS SORPRENDENTES ES UN LUGAR COMÚN DE CUALQUIER REFLEXIÓN ESTOS DÍAS. QUIZÁ, ENTRE LAS POCAS VENTAJAS DE QUE GOZA EL SECTOR AUDIOVISUAL ESTÉ EL HABERSE ACOSTUMBRADO A LAS SACUDIDAS QUE, POR LO MENOS CADA CINCO AÑOS, PONEN PATAS ARRIBA EL LLAMADO MODELO DE NEGOCIO.

nes de todo tipo y tamaño. No ha sido flor de un día, más bien de 20-30 años, también el que se fuera consolidando más allá de Madrid y Barcelona, que eran y siguen siendo los grandes centros de producción, pero ahora compiten con todas las capitales autonómicas y otras grandes ciudades españolas. Por esta capacidad ya comprobable en cualquier mercado audiovisual, sorprende que ante los nuevos desafíos que afronta el cine, no dejemos de sufrir tropiezos, propuestas, regulaciones, decretos e incluso leyes que atentan contra la continuidad del gran tejido de la producción independiente en España. Citaré algunas, seguro de que quedarán más en el tintero. La Ley General de Comunicación Audiovisual, actualmente en trámite parlamentario, es la más evidente y la oportunidad perdida para proteger este tejido productivo. Se creó una gran expectativa respecto a lo que la LGCA

Ante los nuevos desafíos que afronta el cine, no dejamos de sufrir tropiezos, propuestas, regulaciones, decretos e incluso leyes que atentan contra la continuidad del gran tejido de la producción independiente CINEINFORME - MARZO 2022

podía haber hecho por RTVE, debilitada desde que se le restó la posibilidad de financiarse mediante publicidad para cedérsela a las cadenas privadas, y ni al gran ente público nacional, ni a los operadores autonómicos les llega otra cosa que la intemperie. Pero tampoco fue valiente este Gobierno para imponer a las OTT una tasa de inversión que se acercara al 20% de Francia, y llegó a amenazar con dejar el actual 5% en un 2% simbólico que en realidad cambiaría poco pues con esas cifras ya estarían cumplidas las cuotas de inversión en producción independiente local, contrapartida que se exige por disponer de una licencia OTT en España. Para eso hay que saber bien qué es un “productor independiente” y ahí es donde acaba de patinar la LGCA, que viene a reconocer como tal a cualquier productora participada por una corporación o grupo de comunicación extranjero, con lo que de facto las equipara legalmente a las pymes que se baten el cobre por sacar adelante proyectos, es decir, al grueso del sector audiovisual español al que supuestamente venía a proteger. Hemos visto, desde la crisis económica de 2008, crecer de una manera desbocada la presión fiscal: la fiscalizadora de una Administración pública empeñada en culpabilizar y obstaculizar a cualquier autónomo o pyme, la


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