La vasija de agua
Una anécdota sobre cultura y aprendizaje del Butoh en Japón Gustavo Thomas
Y
ushima Seidō es un templo dedicado a
Yo aprovechaba uno de mis días libres para ir al
Confucio que se encuentra en la zona de
Kanda Matsuri, un festival religioso sintoísta que
Bunkyo en Tokio. En medio del bullicio in-
tendría lugar precisamente en la capilla Kanda, muy
terminable de la ciudad este solitario lugar
cerca de Yushima Seidō. Como era todavía mediodía y
es una isla de calma, entre árboles altos y construccio-
llovía, y el festival daba inicio al caer la tarde, entré al
nes llenas de armonía arquitectónica.
templo, que no conocía, para resguardarme de la lluvia
Estaba en Tokio para visitar a Yoshito Ohno, mi
y perder un poco el tiempo.
maestro de Butoh , y retomar mi entrenamiento con
Para llegar al salón principal uno debe pasar como
él. Ir a Japón a estudiar puede parecer en la actuali-
en toda construcción religiosa tradicional japonesa (y
dad (al menos antes de la pandemia) algo muy común a
asiática de origen chino, diríamos) por varias puertas
muchas personas, pero para nosotros, los discípulos de
y patios con pequeños pero hermosos jardines. Sin
un maestro de Butoh, es un viaje único, prácticamente
ser de gran tamaño, Yushima Seidō tiene una fineza
una peregrinación espiritual dedicada al aprendizaje.
de estilo y color como pocas veces he encontrado: sus
Cuando estoy ahí, dentro y fuera del taller, mi percep-
paredes y puertas son todas de madera y están pinta-
ción física y mental está continuamente absorbiendo
das de negro casi laqueado; la lluvia tupida mojaba
todo aquello de la cultura que provocó el nacimiento del
todo y con esos techos de teja verde el lugar adquiría
Butoh en los años 50. En cada actividad que emprendo
un brillo de lo más bello e interesante.
(1)
durante esos viajes encuentro claves de comprensión de mi trabajo creativo. Así llegué a Yushima Seidō.
Por estar dedicado a una enseñanza filosófica (la filosofía de Confucio) el salón principal no tiene un interior con imágenes religiosas comunes a otros templos
(1) Yoshito Ohno (1938-2020) fue el hijo de Kazuo Ohno, fundador del Butoh junto con Tatsumi Hijikata en los años 50. Fue el primer bailarín de Butoh coreografiado por Hijikata en 1958 para la pieza Kinjiki (Colores prohibidos) basada en la novela de Yukio Mishima.